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WR48

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  1. *La letra se ve bastante prolija y casí sin errores de ortografía* Dia X del mes Y del año 30 No pensé…bueno si, siempre lo pensé, volver a escribir me refiero. Estuve en serios peligros cuando decidí alistarme con los cruzados y voluntarios para ayudar a erradicar males en Arathi. Qué pésima decisión. Si creía que mi esgrima y combate estaba listo para enfrentar a la muerte, eso era tan seguro como que mi mano haga un Si mayor sin equivocarme y que suene limpio y prolijo. No estoy listo, no estaba listo para afrontar los peligros de Azeroth. Solo soy un Juglar o quizás ni eso. Así que si no morí, eso me tiene que hacer más fuerte. Mi gente…extraño mis bosques, mi país, mi patria, Canción Eterna y a todo Quel’Thalas. Altarian. Altarian Beloren. Todavía recuerdo mi nombre. Tengo más, son 3 en total pero a nadie le interesan los segundos o primer nombres de un plebeyo, ¿verdad? Al menos para los humanos. Bueno, para mi gente tampoco son importantes, pero si se suelen nombras en actos, ceremonias, casamientos, funerales, nacimientos o cualquier tipo de…discurso solemne. Cuando pisamos Arathi, yo lo hice con un pie dolorido por el ataque de las raíces locas del pantano que me lo retorcieron. Como tampoco se montar bien, mi pobre caballo se asusto cuando los raptores nos atacaron y corrió asustado. Intente controlarlo pero me tiró al suelo. Un gran golpe pero no pasó a mayores. Me retorcí en los pastos y cuando me repuse para volver a con mis compañeros la escaramuza ya estaba finalizando y los raptores restantes estaban huyendo. Ahí saque cuenta de que era un inútil allí y que mi espada iluminada con el hechizo de Filo de maná no podría hacer más que espantar animales salvajes, pero no ayudar a ganar batallas a los Cruzados. Deprimido, triste y frustrado me tomé el primer Barco a casa en Stormgarde y volví a la ciudad de Ventormenta. Pasé los meses de barrendero y juntando monedas como podía con mi guitarra. Ya ni mi canto alegraba a la gente ni a mí. Lo único que rescato de ésta etapa de mi vida es el tiempo que pase con mi familia, que, por el momento, están como pueden viviendo en Elwynn. *Se aprecia debajo, otra entrada pero sin fecha* Estoy a segundos de volverme a alistar para ir, ésta vez, a Bosque del Ocaso, la provincia del Imperio al sur, similar a Elwynn antaño, pero sumida en muerte, así como allá al norte, en Quel'Thalas, tenemos al sur las "Tierras Fantasma". Sé que no estoy listo y mi espada quizá tenga poco filo (sentido figurado) pero debo hacerlo y ayudar a erradicar ese mal que no me deja dormir, aunque éste lejos. Además, Odriel y otros Quel'dorei se alistaron. No puedo quedarme atrás. Selama ashal'anore.
  2. Ya estoy dentro. Acabe de rolear con Eleandris y Odriel. Quel'dorei power Creo que puedo estar el sábado! un saludo.
  3. Yo creería que no tengo problema a esa hora mañana *Calcula las horas de diferencia con Argentina* Así que hasta ahora, cuenta con Altarian Beloren
  4. No sé si es correcto pero me dijeron que debo postear aquí este evento corto sobre mi Orco que involucra un cartel. Por las dudas coloco el Link
  5. En las altas tierras de Sierra Espolón la Horda pisaba fuerte en su asentamiento establecido: el Refugio Roca del Sol. Allí las temperaturas eran bastante altas pero menos que en los Baldíos y los mosquitos fastidiaban en los bosques secos para los inacentuados allí. Las colinas se van elevando a medida que uno se interna en la zona y estas van creciendo hasta formar altas cordilleras. Tradicionalmente es el hogar de las arpías, aunque últimamente su número ha menguado desde que se trasladaron hacia el este y el sur. A medida que se va elevando el terrero y se asciende entre las colinas las temperaturas van bajando y el aire se torna más fresco y así hasta la Cima del Espolón donde es dominada por los Elfos de la Noche. Grawnal, un explorador Orco junto con un compañero habían partido al lago Mirkfallon por la Senda de las Tejedoras. El objetivo de tal empresa era deambular la zona, ver si era factible cazar allí y que criaturas merodeaban el lago el cual era un punto estratégico de paso hacia la Cima del Espolón. Habían llevado también algunas provisiones y algunas cajas para poder establecer un campamento y una posterior avanzada si era necesario para el Refugio Roca del Sol. Al Alba llegaron raudos al lago, el cual se presentaba en un valle bajo y en el centro del mismo estaba el lago y en el centro de esté se alzaba una especie de isla con colinas escarpadas y poco elevadas donde había madrigueras de dracoleones. Estos moraban cualquier colina que este dentro del valle en forma individual y todas las demás que lo circundaban. Bordeando el lago notaron que crecían grupos de vegetación que entre los árboles, la mayoría secos y que eran fuente de alimento para los grandes ciervos y los poderosos lagartos del trueno que se arrimaban también frecuentemente a beber del lago. Establecidos allí, bajaron sus cosas y comenzaron a realizar un perímetro pero se toparon con algo extraño: vieron a otro Orco salir de entre los árboles apenas llegaron ellos e iba armado y vestido como para cazar. Ellos le gritaron pero esté no se detuvo y solo se giro a amagar lanzar un hacha, para que luego se pierda entre los árboles y colinas. Grawnal y su compañero se quedaron quietos ante aquel movimiento y luego gruñeron de mala gana y vociferaron insultos al aire que ascendía conforme se llegaba al medio día. Preguntándose quien era aquel extraño Orco, fueron sorprendidos entre sus cosas por un dracoleón de gran tamaño, mayor al de los demás quizás y de un color azulado. Este rugió y se irguió en vuelo desplegando la envergadura de sus alas y batiéndolas con gran fuerza frente al compañero de Grawnal, a quien lo tomo totalmente por sorpresa y siquiera llego a descolgar su hacha que ya estaba en el suelo abatido por la ráfaga que levanto el vuelo de aquella bestia. Esté rodo cuesta abajo hacia el lago y se choco torpemente todas sus pertenencias, arrastrándolas al agua tanto barriles, como trozos de madera y algunos suministros que llevaban. Grawnal rápidamente aporreo su hacha y quiso ahuyentar a la bestia con gritos y alaridos como una fiera, pero el poderoso dracoleón solo agito más fuerte las alas y con un rugido enorme levanto tierra y se hecho al vuelo, tomando altura. Grawnal sabía que estaba marcando su territorio, y entonces aprovecho esto para correr a por su colega a orillas del lago y tomar lo que puedan rápidamente. Muchas cosas se echaron a perder en el agua y otras habían quedado conservadas en caja y barriles pequeños a orillas del lago. Los Orcos corrieron rápidamente por donde vinieron y fueron perseguidos por el enorme dracoleón azulado sombreándoles las cabezas. La criatura solo había defendido su territorio y podría haberlos asesinado si hubiese querido. Grawnal y su asustado compañero volvieron al Refugio Roca del Sol con 2 noticias; No había Elfos en el lago, pero si un Orco extraño que cazaba libremente y un dracoleón enorme y agresivo. El Refugio no estaba en condiciones de mandar tropas y brutos a buscar a un desconocido y a matar una bestia poniendo en riesgo a los suyos, los cuales ya de por si eran de escasos números defiendo la zona. Grawnal siendo el culpable de perder suministros fue el responsable de buscar una solución y esté pensó: *Un cartel es colocado en el Cruce, traído por un Jinete de Viento desde Sierra Espolón y desde allí podría difundirse a cualquier parte* “ Hijos de la Horda: Se buscan voluntarios para acabar con un dracoleón enorme que amenaza nuestra avanzada y para la cacería de un rebelde extraño que vive en las colinas, traedlo vivo o muerto. La paga será buena. Presentarse en el Refugio Roca del Sol, Sierra Espolón.” //Este evento es la introducción de mi personaje y quiero que sirva de plataforma para fomentar el rol en Kalimdor para los Hordas. Quien este interesado comente debajo y debatimos días y horarios que manejan. No será largo y supongo que podria terminarnse en un solo día si se rolea bien.
  6. Atributos6 Físico7 Destreza6 Inteligencia7 PercepciónValores de combate24 Puntos de vida18 Mana8 Iniciativa9 Ataque CC Sutil (Espadas de una mano)8 Defensa Habilidades Físico 2 Atletismo Destreza 2 Espadas de una mano 1 Cabalgar 1 Escalar 1 Defensa 1 Nadar 1 Sigilo Inteligencia 1 Fauna 1 Sanación/Hierbas 1 Tradición/Historia 1 Imbuir Arma (Arcano) Percepción 2 Advertir/Notar 1 Bailar 1 Buscar 2 Música 1 Rastrear 1 Reflejos 1 Rumores Escuelas/Especializaciones Encantamiento
  7. Atributos8 Físico6 Destreza6 Inteligencia6 PercepciónValores de combate32 Puntos de vida18 Mana7 Iniciativa10 Ataque CC (Lanza)10 Ataque CC (Hachas de una mano)>7 Defensa Habilidades Físico 2 Atletismo 2 Lanza 2 Hachas de una mano Destreza 1 Escalar 1 Defensa 1 Nadar 1 Sigilo Inteligencia 1 Fauna 1 Religión 1 Sanación/Hierbas 2 Supervivencia/Cazar 1 Tradición/Historia Percepción 1 Advertir/Notar 1 Buscar 1 Rastrear 1 Reflejos Escuelas/Especializaciones
  8. Tarzen'dar Garra Blanca Ficha de Rol Su pasado Parecía ser ayer cuando Tar’khan le enseñaba a cazar a su hijo en Draenor y su mujer lo esperaba en la tienda preparando la cena y adiestrando a sus hijas. Los vientos fríos movían los decorados de las tiendas y la pequeña aldea Orca estaba en paz. Y también parece ayer cuando los caudillos Orcos fueron seducidos por la brujería, las artes oscuras y los susurros de sombras demoniacas. Tar’khan era solo un cazador y guerrero más del Clan Garra Blanca. Actualmente esté clan cayó en el olvido y la tragedia se los llevó a todos. O a casi todos. El honrado Tar’khan tenía un hijo que era digno de su orgullo y era tan fuerte, tan musculoso, tan rápido y letal como el mejor Orco que un padre hubiese querido tener y toda hembra anhelar en su lecho. Este era Tar’zen y era orgullo también del Clan Garra Blanca. La vida en Cresta Fuego Glacial era cruda y árida y solo los hábiles cazadores y respetuosos guerreros eran los que sobrevivían en armonía con la fauna del lugar. Los poderosos y honorables aliados por excelencia de los Garra Blanca eran los renombrados Lobo Gélido, camaradas de su tierra y con quienes compartían costumbres. Estas costumbres eran veneradas con un profundo chamanismo y comunión con el equilibrio de los elementos. Zagrel era el gran Jefe de Guerra del Clan y este tenía una gran relación con los Lobo Gélido; tal era está, que cuando Ner’zhul quiso unir a todos los clanes bajo un solo estandarte y conquistar Draenor estos se reusaron y prefirieron la paz y el equilibrio de los elementos antes que la masacre sin sentido. Los Garra Blanca también fueron participes de la Batalla de Bladespire, donde allí aliados con los Lobo Gélido atacaron a los Maestros Ogros y liberaron a los mestizos, los Mok’Nathal. 11 años antes de la apertura del Portal Oscuro ocurrió esta Batalla y allí fue donde la gloria de la escaramuza abatió al poderoso Tar’zen y esto destruyo el corazón de su padre, Tar’khan. Abrumado por la pérdida irreparable, su hijo recibió los ritos correctos en su funeral bajo la nieve en sus tierras, pero pronto un rayo de luz le atravesó el alma de nuevo: Su mujer, su hembra, quien lo esperaba en los campamentos Garra Blanca lo recibía con un nuevo hijo tras su campaña; esté decidió llamarlo en honor a su difunto hijo mayor: Tarzen’dar Él creció rápido pero solo era una sombra de su hermano que jamás conoció, y el orgullo de su padre se vino abajo pero el amor a su pequeño hijo lo mantuvo en ascuas. El pequeño Tarzen’dar no era igual de grande y fuerte que su difunto hermano pero si era rápido y veloz. Tenía miedo para cazar y eso causaba una cruenta enseñanza de su padre que de apoco fue puliendo. Junto con las tradiciones de los Lobo Gélido había aprendido a domar los lazos con los enormes Lobos de las montañas de Fuego Glacial desde pequeño. Pero los Garra Blanca recibieron la tragedia de la mano del Brujo. Gul’dan, el Traidor de los Orcos, temeroso de que estos convenzan a más Clanes con su profundo chamanismo, envió a matar a su Jefe de Guerra Zagrel de forma sigilosa, causando la desdicha del Clan. Diezmados y abatidos, muchos que se rehusaron a ser parte de la Horda dominada por los Demonios fueron masacrados, tildados de débiles por los demás Clanes y en especial por su cercanías con los Lobo Gélido, sus camaradas de siempre. Fueron exterminados y el Clan cayó en el olvido. Fue una masacre, un genocidio y deshonra total sin precedentes. En esta revuelta contra los Garra Blanca perecieron Tar’zen y su esposa, dejando huérfano al pequeño Tarzen’dar. Esté fue tomado y adoptado rápidamente por los Lobo Gélido y acogido entre los suyos. Pero de su memoria jamás se borro lo que pasó, jamás se borro la verdad de su Clan, el entonces pequeño Tarzen’dar jamás olvido. Una vez acontecida las grandes guerras en el Nuevo Mundo, esté se estableció con los Lobo Gélido como uno más de los suyos, pero siempre marcado como un Garra Blanca, en las Montañas Alterac. La furia creciente del joven Orco no tenía precedentes y había crecido fuerte y letal aunque no fuese el más grande Orco ni el mejor guerrero se había vuelto un salvaje cazador y un gran lanzador de hachas y lanzas. Atormetado por el pasado y sin encontrar paz en su mente rota por la venganza y la impotencia con la que creció, Tarzen’dar acuso de cobardes a los Lobo Gélido por no seguir la lucha como los Grito de Guerra, el único Clan libre desde la Segunda Guerra, y los únicos también que no estaban como ratas encerradas en los campos de concentración de los pieles rosadas, los humanos. Ignorando el chamanismo con el que fue criado, bajó de las Montañas solo y se interno en escaramuzas sueltas para liberar a sus hermanos cautivos, pero solo encontró Orcos apagados y diezmados, sin moral y esperanza y así fue capturado al poco tiempo y puesto allí también, cayendo en desdicha, olvido y deshonra. Sin Clan, sin honor, sin venganza, sin nada. Todo era confuso; el odio que tenía a los demás Clanes como los Roca Negra o Filo Ardiente había pasado a los humanos. Pero el sabia, no podía masacrar a todos los suyos por errores pasados, de órdenes sin escrúpulo alguno, órdenes de Gul’dan, el Traidor. Pero jamás olvido la masacre y desaparición de su Clan. Era un superviviente, el último quizás de los Garra Blanca. Falto de toda esperanza, tratado como esclavo en los campos de concentración, su esperanza volvió a brillar con un presunto nuevo Jefe de Guerra que los liberó y vino con la furia de los elementos a flor de piel. Se hacía llamar Thrall y esto ya le alcanzó para seguirlo hasta el fin de sus días. El tiempo pasó y su asentamiento en Kalimdor fue duro, en especial por el caluroso clima de las tierras de Durotar. Pero el pasado pesaba mucho y ya nadie salvo los Lobo Gélido, Clan del gran Thrall, recordaban la masacre de los Garra Blanca. Eternamente agradecido y lleno de un odio eterno a los demás Clanes que no podía manifestar, Tarzen’dar se exilió a las profundidades de Kalimdor. Descripción física Tal y como se lo vería in-game, Tarzen'dar ya es un Orco curtido y maduro. Si bien jamás bebió sangre demoníaca, la influencia a la que se ha sometido transformo su piel como a la de tantos Orcos y su color se mezcló con el marrón original dando como resultado un verde musgo. Su rostro ya maduro se va surcando de arrugas lentamente, en especial su frente de calva prominente. También se dejo crecer una barba bien peluda color castaño oscuro y negra. Sus ojos centellan color verde y más al centro de la pupila brillan con destellos amarillo salvaje, con mirada penetrante de un depredador. Porta unos aros en sus orejas, en forma de argollas pequeñas y plateadas. Descripción Psicológica La tragedia de su clan, la traición recibida y el sufrimiento lo lleva impregnado en la piel, no como cicatriz sino como ruptura en su mente. No busca más que honor y redención. Odia a los Clanes que mataron al suyo y a los pieles rosadas. Tarzen'dar jamás olvido.
  9. Está foto la tomé esta noche en el rol que John Riddle perdió su ojo al estar malherido. La Doctora Margot, Odriel, Ismael y yo le ayudamos. El títular podría ser: John, herido, pierde su ojo tras meterse donde solo él sabe y es tratado por la doctora y sus colegas.
  10. *La escritura de esta estrada es mas desprolija que la anterior y suele estar con palabras tachadas y errores debido a la escritura rápida.* Belore... hoy presencie algo terrible. Un hombre que respondía al nombre de " Jonh " ingreso a la posada que frecuento y mis nuevos compañeros en el Casco Antiguo de la Villa. Estaba mal herido y tuvimos que ayudar a la amable doctora Margot en su despacho. Entre yh o YO, el señor Odriel y el Cruzado Ismael no fue nada fák fácil y casi me desmallo yo mismo al presenciar como con el bisturí al rojo vivo la doctora le curo el ojo malherido, perdiéndolo en el acto. No pude mirar y los gritos del hombre borracho con aguardiente ante la ausencia de anestesia especial. Intenté convencerlos de que era mejor dormid dormirlo de alguna otra forma pero si no actuaba rápido el tipo podía morir. Parece que la coC cosa fue bien y el hombre fue vendado y posterior mente posteriormente curado. Espero por Belore que sané, ya que según comentarn comentaron la Doctora Margot y el señor Odriel esté fue victima de un robo por algún sucio ratero imagino yo, una puta Kim'jael. Luego de eso tuve una gratificante charla tranquilizadora con el Cruzado Ismael con quien tuvimos que sostener al convaleciente.
  11. *Las anotaciones del la libera de cuero de Altarian seguirían un mismo patrón, donde primero colocaría la fecha de la entrada y quizás un titulo o no, y luego proseguiría con sus vivencias, canciones tituladas y fechadas y anotaciones musicales. Su letra es prolija y denota que se toma el tiempo de escribir las páginas pero a veces varia de tamaño y prolijidad, ya que se le nota apurado* Dia X del mes Y del año 30. El Bosque de Elwynn es un lugar extraño; es muy bello, un hermoso bosque plagado de verde y vida. Sus gentes son gentiles aunque también tienen sus problemas. La guerra contra los hombres-bestia Gnoll dejo mucha muerte y miseria. Muchos refugiados como nosotros, los Elfos, sufren. Son generalmente granjeros y pueblerinos que perdieron todo y en el medio de toda esa chusma estoy yo, vagando de villa en villa hasta que llegue a la central con afán de ser menestril de algún Noble o ganarme el afecto de un Lord o alguien que tenga el dinero de un sueldo digno. No hice más que recolectar monedas en las 2 posadas existentes. Colgué un cartel exhibiendo mis dotes, a ver si llamaba la atención de alguien y otro por mi idea de unir a los refugiados Quel'dorei y que tengamos peso en la Villa al menos. Nadie nos representa. No somos una comunidad establecida, solo nos repartimos entre la gran Ciudad de Ventormenta y las villas del Bosque. No es lo justo. El segundo cartel fue por ello pero tampoco tuve resultados hasta ahora. Conocí bastante gente más del lado "pobre" que del "rico". En el denominado "Casco antiguo" en las afueras de la villa, aquel barrio pobre, me tope con el compatriota Odriel, un estudiante de magia muy peculiar y sabio para su edad. Denota cierta sabiduría que me interesa y no parece ser mayor que yo. También conocí a Lisandra y estos dos ya se conocían. Esto me alegro el corazón y espero encontrar más, muchos más hermanos deben andar repartidos por allí. Mientras mi madre, mi hermana y el resto de mi familia viven en la Ciudad, es mi responsabilidad encontrar un sueldo digno y si mis canciones dejan poco, tendré que volverme a enfocar en mis hechizos de combate y la espada. Ojala eso no ocurrá, no estoy hecho para dar mi servicio al Imperio como un militar, pero si debo perfeccionar mis poderes y esgrima, despues de todo, La Plaga sentirá, Bash'a no falor talah!...Selama ashal'anore. Si mi guitarra no complace a nadie, los siervos de La Luz sagrada pueden ser una buena causa para centrar mi vida allí y dedicarme a ayudar y vivir con ellos...al menos es digno de mi. Anu Belore dela'na. Altarian Beloren.
  12. *Altarian colocaría un segundo cartel, de igual prolijidad que el anterior pero esta vez buscando algo distinto además de trabajo para vivir* Refugiados Quel'dorei, hermanos, Anu Belore dela'na: Bal'a dash malanore, si estás refugiado en alguna parte del Bosque de Elwynn o cualquier otra parte del Imperio y necesitas ayuda para una vida digna, acércate a Villadorada y juntos buscaremos una mejor vida. Quiero acercar a nuestra estirpe y que los Altos Elfos podamos asentarnos en un lugar prospero y formar una comunidad con la cual hacernos valer, tener voz y voto y que nadie pase hambre o desdichas. La unión hará la fuerza. Si os interesa, pregunta por Altarian Beloren, el juglar en cualquiera de las dos tabernas de Villadorada. Selama ashal'anore. *Firma, acompañada de un garabato* //Bueno, este cartel es para además de fomentar rol Quel'dorei, quiero que sirva para unir a los players que esten interesados o tengan pj Altos Elfos para crear un grupo/comunidad con el fin de asentarlos y tener un lugar donde compartir cosas y poder vivir onrol. De pasó creo que sería un lugar excelente para desarrollar tramas que nos conciernen por el Lore de la raza. El que este interesado que comente debajo o me envié un MP. Un saludín.
  13. *Un cartulina colocada en las zonas visibles y frecuentadas de Villadorada, como sus tabernas, se hace presente. El papel es blanco inmaculado y está escrito de forma legible, solemne y bastante prolija, como si le dedicaron algún tiempo para que sea de esta forma* ¿Necesitas un entretenimiento para tú festín, tú baile, tú boda, tú cumpleaños o cualquier celebración digna de diversión de las canciones de tu reino? ¡No dudes en comunicarte con este humilde juglar! Puedes preguntar por mí en ambas tabernas. Pregunta por Altarian Beloren y yo apareceré por las tardes y noches donde tú trabajo me llame. (O al Alba temprano, también) Mi guitarra a su servicio, buen señor...o señora. Selama ashal'anore *Dice esto último en Thalassiano a modo de firma junto con un garabato* //Esté cartel va para difundir el rol de mi personaje y que llame la atención, nada más. Cualquier rol que quieren hacer con el Juglar pueden comentar debajo y nos ponemos de acuerdo
  14. Pertenencias -Estuche de cuero para Guitarra -Bolso de cuero -Guitarra Élfica -Libreta de cuero -Espada actual (Espada común Élfica, traída desde el Alto Reino por Altarian) // En la imagen se puede apreciar como se ve la espada cuando Altarian le aplica su hechizo; "Filo de maná" //
  15. Altarian Beloren La Espada del Juglar (Ficha de Rol) Descripción física Joven Elfo de 88 años (22 humanos aprox.) De 1,78 cm de altura y un peso de 65 kg. Totalmente flaco, largo, escuálido pero fibroso; denotando que es alguien físicamente activo. De brazos y piernas largas y flacas como romas, dándole una pinta ágil y veloz pero de movimientos bruscos. Su postura y andar es de alguien que parece adaptarse al lugar y eso llama la atención a veces. Su cabello es castaño; más brillante de día y más oscuro de noche. Porta un rostro alargado, bello y muy atractivo pero no resplandece con una belleza Elfica total, como si estaría algo descuidada para llegar a su esplendor, pero igualmente es muy bello. Sus ojos relampaguean con un brillo tenue verde azulado como color natural. Sus cejas son oscuras y NO salen del diámetro de su cabeza. Sus orejas no son tan largas, son mucho más cortas y un arito de plata brilla en la oreja izquierda el cual le da un toque de galán. Su nariz es de tabique algo ancho pero acorde a su rostro. Una bella nariz de terminación redondeada en la punta y con fosas nasales pequeñas. De perfil le da un toque serio, pero del lado izquierdo presenta ligeras imperfecciones en la dirección del tabique. Sus labios son ligeramente más carnosos y le dan un toque maduro. Su semblante suele ser de alguien astuto o interesante si esta callado y quieto. Porta 2 anillos de plata: Uno en el meñique izquierdo y otro en el anular derecho. Descripción Psicológica Es un joven Elfo de mente débil y fuerte a la vez. Sus ideales le dan firmeza y coraje, pero sus inseguridades, miedos y traumas lo empaqueten y lo vuelven torpe y cobarde a veces, paralizándolo. Sus propias trabas mentales, desamores y tragedias del pasado Quel’Dorei lo han ido moldeando pero jamás perdió la esencia de quien es, solo curo sus heridas como pudo. Historia Mi nombre es Altarian Beloren y tengo 88 años. Soy un Alto Elfo y me encantaría escribir estas líneas desde el Alto Reino y mi hogar en los bosques del norte, mi amada Quel’Thalas, pero desgraciadamente no es así como va esta historia. Soy joven y quisiera creer que tengo mucho más para contar, que mi historia recién arranca. Cuando la religión y culto a la Luz Sagrada penetro en nuestra civilización, entendí que los humanos eran algo fascinante pero al mismo tiempo sobre valorados. Jamás fui creyente en sus visiones del mundo, pero si debo reconocer sus pericias. Siempre estuve del lado de mi nación, de mis bosques, de mi pueblo. Tal vez sea muy egoísta, pero no creo que exista otra civilización como la nuestra, gloria eterna a los Bien Nacidos. Sé que puedo sonar bastante arrogante, propio de mi estirpe, pero créanme cuando les digo que la humildad yace en mí, pero quizás es tapada por la pasión de saber lo que alcanzamos como civilización y lo que nos fue arrebatado por la maldad más grande que piso este mundo. Cuando el Azote arraso Quel’Thalas yo era más joven aún y recuerdo como si fuera ayer mi vida allí: Era feliz, correteando por el Bosque Canción Eterna y visitando la ciudad cuando el trabajo de mi padre lo requería. Vivíamos en la profundidad del Bosque y mi padre era un Forestal retirado y recluido a cuidar su hogar y sus árboles frutales. Vivíamos del comercio de la fruta, rica y sabrosa, vendiéndolas a Lunargenta y las aldeas vecinas, donde en una de ellas recuerdo como si fuese ayer donde tuve mi primer amorío y todo salió mal para mí. Era cosa de niños, pero mi corazón había sufrido su primer golpe y posterior secuela. Mi Padre siempre fue un Elfo honrado y derecho, pero también fue un artista. Él me había enseñado mis primeros pasos en la música, el dibujo o la escritura (Siempre fui muy creativo y dotado para ello). Pero el trabajo constante y sus idas y venidas por el bosque entre sus encargos y ventas hacían que ya no se sentara mucho a componer y acariciar las cuerdas de algún instrumento y por eso aprendí solo, valiéndome de los libros, cuadernos y juntándome con amigos de las aldeas vecinas donde compartía mi amor por la música. Mi madre por otro lado nos otorgo (y aún lo hace) todo su cariño para que en el día a día jamás nos falte algo. Su cuidado precioso del hogar es digno de alabanza y su ternura y belleza dignas de envidia. En último lugar estaba mi hermana, pequeña y frágil pero que crece a pasos enormes y se está volviendo soberbia y fuerte. Pero no todo es color de rosas. Recuerdo como si fuese ayer el griterío y revuelo que se armó en las aldeas vecinas y en mi casa en medio del bosque cuando las trompetas y cuernos sonaban con un mensaje de evacuación y repliegue claro: el Azote había llegado y penetraba tan rápido y profundo como un cuchillo muy filoso hasta el corazón del Alto Reino. No hubo día que no rezara mirando a la Aguja del Sol y al Todopoderoso Sol mismo, aunque ardieran mis ojos. La muerte, tragedia y desolación llegó para nosotros los Elfos y nadie supo el porqué. Mi padre respondió al llamado de armas y partió con arco y flecha al frente y jamás regreso. Mi madre y yo siempre lo dimos por muerto. Sus padres (mis abuelos, que vivían en Lunargenta) hasta el día de hoy dicen sentir que sobrevivió de alguna manera. La incertidumbre me duro mucho tiempo de llanto y dolor. Los superiores nos dijeron siempre que en el frente, todas nuestras tropas eran exterminadas a un ritmo implacable. Fue casi la extinción de mi pueblo y lo llevo con creces. Mis abuelos maternos también perecieron en el arrase de nuestros amados bosques. Hasta hoy en día, cada pequeña muerte, cada árbol destruido, cada niño asesinado, el recuerdo de mi padre partiendo con lágrimas en los ojos junto a los valientes Elfos que salieron a defender al Reino de la destrucción; yacen todos en mi corazón, socavando el subsuelo de mi memoria por el resto de mi vida. Di a mi padre por muerto, jamás vi su cuerpo, jamás vi nada, siquiera pude hablar con un sobreviviente de las batallas porque todos fueron masacrados o reanimados. ¿Quién sabe? Hasta quizás pudo haber sido levantado luego de un tiempo y utilizado para matar, como un zombie sin cerebro. Que doloroso resulta todo para los Altos Elfos. Y eso no acabo aquí. Como refugiados con mi familia tuvimos que aprender a vivir con poco y nuestra vida, nuestra magia, cambio drásticamente. Nuestra cómoda vida costó mucho recuperarse y así mismo nuestra salud. Aquellos años sufrimos tanto que ya éramos solo una sombra de lo que fuimos. Éramos desdichados, llorando perdidas irreparables. La catástrofe final había tocado nuestra puerta y había extinguido nuestra historia milenaria en cuestión de escasos meses. Allí entendí que mis canciones y mis dibujos podrían alegrar a la gente pero no erradicar los males y entonces aprendí a blandir una espada y a usar encantamientos y hechizos de combate menores. Mi esgrima fue puliéndose, practicando con quien podía. Los amigos que me quedaban, que habían sido refugiados por ser jóvenes como yo por aquel entonces, muchos habían caído en las adicciones a la magia por la locura que se había vivido tras la tragedia. Todos habíamos perdido todo. Hubo un tiempo en el cual hasta casi me alisto en las tropas del Alto Reino pero pronto entendí que el futuro de mi familia dependía de mi. Me tomé mis lecciones de esgrima enserio durante meses y trabaje en lo que pude en la reconstrucción de Quel’Thalas pero eso no alcanzó. Comprendí que mi pueblo se estaba transformando en otra cosa. La destrucción del Pozo del Sol nos estaba matando a todos, inclusive a mí que resistía con mis ideales firmes sin sucumbir a la tentación de probar otras energías. Pude ver colegas míos caer en las adicciones y no volver jamás. El dolor fue creciendo tanto que ya no éramos Elfos, parecíamos otra cosa. Allí tocamos fondo y con mi madre lo decidimos y emigramos hacia el sur y el Reino de los Hombres nos recibió con los brazos abiertos. Miles partimos buscando algo mejor, porque los que quedaron no eran más Quel’Dorei, ya eran otra cosa, otra nación, otro pueblo que no tenía nada que ver con nuestras costumbres. El dolor que se acrecentó en mi corazón y la añoranza a mi padre, mis abuelos maternos, mis amigos del pasado solo fue saciada con el descubrir de una nueva tierra: El Bosque de Elwynn. Asentados aquí pude recobrar mi salud y madurar de una forma increíble hasta para mí. Mi hermana crece sana y fuerte y mi madre junto con mis abuelos viven como pueden adaptados a este hermoso lugar, pero lejos de ser nuestro hermoso Bosque. De a poco comencé a dejar la arrogancia de lado y ver la humanidad con otros ojos. La gentileza de recibirnos y el darnos un hogar será mi gratitud de por vida, la cual le devolveré a canto o espada. Nunca abandone mis lecturas, mi culturización, mis saberes, mi arte, mi esgrima y mis artes de combate. Todo era necesario para sobrevivir y adaptarme. No fue fácil tener que empezar desde cero a vivir entre humanos pero encontré más en ellos de lo que esperaba. Cuando comencé a ganarme la vida como Juglar y artista ambulante había conocido una joven chica que termino engatusándose de tal forma como la más bella Elfa del Bosque Canción Eterna. Quizás mi mente me jugó un feo truco y la utilizo para buscar algo de consuelo para la resilencia de mis traumas y dolores pasados, pues la verdad no lo sé pero puedo asegurar que mi corazón latió por esa joven humana que desearía poder nombrar con cariño pero desgraciadamente también me rompió el corazón. No mostré nada y me aleje con la arrogancia y silencio de un Elfo, porque sabía que éramos distintos pero tal vez tenía la ilusión de que seamos iguales en algún punto. Así que aquí me hallo, en Elwynn refugiado, ganándome la vida como Juglar y artista ambulante ¡Y con espada al cinto! Por si se precisa. Elwynn es tan peligroso como hermoso. Conocí gente de todos los tamaños y formas aquí y se podría decir que estoy haciendo buenos amigos y mi salud va recuperándose de las secuelas. Es hora de dar un salto y crecer más, sería esplendido obtener algún trabajo fijo y escuché que llaman “menesteriles” a aquellos juglares o músicos que quedan al servicio de un Lord y eso me vendría perfecto como sueldo, para mí y para mi familia a la cual le debo llevar lo necesario para vivir porque es mi deber. No olvidar, siempre resistir. Gloria eterna a los Bien Nacidos. ¡Selama ashal'anore!
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