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Sulgani

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  1. Sulgani

    Niras Rim [FICHA]

    ATRIBUTOS 9 Físico 6 Destreza 6 Inteligencia 4 Percepción VALORES DE COMBATE 36 puntos de vida 18 mana 7 iniciativa 11 Ataque CC (Hacha de guerra) 10 Ataque CC (sin armas(ofensivo)) >8 Defensa HABILIDADES Físico 2 Atletismo 2 Hacha de guerra 1 sin armas(ofensivo) Destreza 1 Cabalgar 1 Escalar 2 Defensa 1 Nadar Inteligencia 1 Comercio 1 Sanación/Hierbas 1 Supervivencia/Cazar Percepción 2 Advertir/Notar 1 Bailar 2 Reflejos 2 Rumores
  2. Sulgani

    Niras Rim

    Nombre: Niras Rim Género: Masculino Raza: Humano Lugar de nacimiento: Stromgarde Edad: 25 Altura: 1.9m Peso: 110kg Ocupación: aventurero Descripción física: Niras es un humano con una altura y masa impresionantes pero justificadas por su lugar de nacimiento. Es tan inquieto y constante para realizar esfuerzos físicos que su cuerpo presenta músculos muy trabajados, sobrepasando lo común pues él no se conforma con manejar bien su arma ni tan solo acostumbrarse a tolerar el peso de su armadura. Niras “necesita” sentirse agotado, constantemente. Es entonces cuando se siente en paz. Repitiendo este ciclo de satisfacción, consiguió un cuerpo extraordinario. Es de esos hombres que, aunque hubiesen llevado una vida sedentaria, seguirian teniendo una fuerza notable. Niras ocupa tanto espacio que cae en la frase de “te mata con una sola pierna”. Es de piel morena, y de rasgos faciales muy marcados. Sus pómulos hacen sombra a una mandíbula ancha que no necesita de barba para verse cuadrada. No tiene una nariz excesivamente grande, ni demasiado pequeña. Su barbilla es lo suficientemente prominente y ancha como para acompañar al resto de de su rostro. Largo cabello negro, y ojos verdes que destacan por el tono de su piel. Todo esto le da una apariencia similar a las de los héroes de las historias. Parece una personalidad importante, como uno de los aclamados personajes a los que les hacen estatuas. Alejándose así, por completo, de la estética del común, borracho, o campesino. Niras no es mejor que ninguno de ellos, pero en su imagen, actitud y caminar, se ve a alguien que está destinado para mucho más. Es ciego del ojo izquierdo, viéndose este totalmente blanco. También es sordo del oído del mismo lado y tiene cicatrices en este perfil, de distintos tipos de ataque que van desde la cien, descendiendo entre cruces de diferentes cortes hasta uno muy largo y visible que parte desde la comisura de su labio casi hasta su oreja. Esto le da la macabra imagen de que siempre está sonriendo de manera imposible cuando se lo ve desde lejos. Pero como el resto de su cara cae de lleno en la categoría del “atractivo hombre formidable”, sumado a su actitud, las personas suelen ignorar estas marcas. Aunque no deja de llamar la atención que de un lado este intacto y del otro muerto. Últimamente le han salido muchas canas que se ven a simple vista. Descripción psicológica: Niras Rim es un hombre sumamente cruel y arbitrario cuando se siente con completa impunidad. Desde muy joven cometió atrocidades en su propia tierra natal, así que ya normalizó lo que se considera malvado para el resto. Siendo así, no hay ningún remordimiento en matar al indefenso e inocente, pero sí satisfacción al conseguirlo. Incluso puede reírse de como se desploman o de las últimas expresiones que hacen sus propias víctimas. Disfruta conociendo a las personas, sus historias, incluso sus problemas. Niras necesita de las personas, no solo como una distracción; realmente le importan, pero no es íntimo con nadie. Si encuentra una razón y momento para deshacerse de alguien lo hace, sin planeación, en ese mismo instante. Ignora por completo a las organizaciones de la Alianza, las leyes de donde quiera que vaya, y la autoridad. Nada de eso le interesa. Así que se limita a imitar al resto cuando está en un lugar civilizado. Es alguien ambicioso, que todo el tiempo está pensando en el resultado de las cosas, y en estar mañana mejor que ayer. Esto y su hiperactividad lo obligan a alternar entre actividades físicas y sociales, pero nunca abordar otras como la lectura, ni dar forma al arte. Pero si consume arte, como es el caso de la música, pues la música le brinda un escenario donde puede mover el cuerpo. Así, el personaje padece de una paciencia limitada y una falta de concentración peligrosa, sumergido por completo en sus anhelos y en lo que se viene después. Fija su atención en una cosa. Falla al escuchar a quien no está viendo. No piensa de forma automática en mucho de lo que hace o dice a menos que, conscientemente, tome la decisión de medir sus palabras, en cuyo caso, se aísla bastante de lo que este sucediendo a su alrededor. Se la pasa agotando su cuerpo y gastando temas de conversación hasta finalmente terminar el dia sabiendo que hizo todo, todo el día, y así, dormir bien, para al día siguiente repetir el ciclo. Se asea, peina y afeita. Presta bastante atención a su apariencia a pesar de su forma de vida. Y que no lo haga con más dedicación o resultados es por falta de conocimiento/recursos que por otra cosa. Se involucra en los intereses de sus más cercanos. No tiene pasatiempos porque generalmente está haciendo otra cosa que le importa más, pero recuerda nombres y todo lo que le comparten. Niras procura que el resto crezca con él, y conseguir un beneficio mutuo. Por ejemplo, ayudar a un herrero en sus problemas, y luego negociar una armadura ya sin ser desconocidos. Él cree en el placer de generar un ambiente agradable para lidiar con el estrés de la vida aventurera. Tal vez no sepa explicarlo, pero se refleja en su manera de entablar relación con otros. Niras prefiere regresar al pueblo luego de combatir, y escuchar saludos y calidez, y no amargura y frialdad. Además, sabe que si trata bien a las personas se le abrirán las puertas, pero no lo ve como algo manipulador y egoísta. Lo piensa como una confirmación de que esa es la forma natural de interactuar con otros. La ideal, la correcta, y la más inteligente, y sobretodo, la que también deberían utilizar con él. No es ningún secreto ni visión que se guarda, más bien un hábito saludable y muy práctico. Cree que hacer lo contrario es autodestructivo. Niras es alguien que, si se siente seguro e inspirado, puede hacer lo que sea. Incluso acabar con todo. Historia: Él nació en el reino de Stromgarde. En los campos, no tras las murallas. Creció siendo educado por su madre sin la ayuda de ningún otro familiar. Nadie supo el destino del padre, pero esta mujer se hizo cargo de todo. Defendió el hogar, aprendió a cazar, y procuró enseñarle al chico valores masculinos, desechando los de su propio género. Su hijo crece admirandola. La convierte en el tipo de mujer que busca para si mismo a tal punto de tener pensamiento inapropiados. Niras crece vendiendo carne y pieles, obligado a trasladarse a través del reino a pie o caballo. Así se hizo evidente su pasión por interactuar con las personas; no le importaba permanecer un tiempo más en un lugar si lo invitaban a un festejo, o cena. También, y hasta el día de hoy, no dejó de demostrar una agitación muy típica de los niños. Su vida es un esfuerzo sin fin, llevándole a situaciones, como por ejemplo, encontrarse talando madera como un favor a otra persona o ni siquiera por eso. Acumulando una pila demasiado grande para si mismo. Niras consumió, de la boca de Stromgardianos de todas las edades, ideas y posturas que vanagloriaban a la especie humana, o solo a Stromgarde. Fuera de su control, todo su entorno hizo marcas profundas en su forma de ver el mundo. En aquel entonces solo le importaba lo que estaba dentro de sus fronteras, y lo de afuera era inferior. Niras no participó en ninguna guerra. Tampoco demostró orgullo por su patria más allá de las palabras. Evadía al deber porque se consideraba mejor que un soldado, él creía que era más especial que los integrantes del rango más poblado del ejército incluso cuando aun no tenia dos pelos de barba. Su vida era trabajo duro, amistades y favores, y conocer lugares, hasta que dejó de ser considerado un niño, vio su reflejo y que era muy ancho y de extremidades grandes. Queriendo demostrar que estaba a la altura, se hizo cargo de cuidar la casa. Es decir, ahora él cuidaba a su creadora. En el fondo queriendo impresionarla. Durante uno de estos viajes vendiendo partes de animales, ella murió mientras él no estaba, antes de que la vejez cambiará radicalmente su apariencia; al parecer por una muerte súbita, instantánea, pues no tenía ninguna herida. Y todavía sin saberlo, durante todo el viaje, contempló la baja estatura de todos los demás hombres, y retó a rostros familiares en competencias de fuerza, dejándolos en ridículo. Ya viviendo solo y desorientado, en el primer año, convenció a algunas personas a recorrer el territorio junto con él, con el fin de conocer de punta a punta la cuna de la humanidad. Se encontró con razas de las que solo había oído hablar, y cada vez que veía a una nueva Niras pedía, intrigado, una demostración física, y si eran hostiles también la presenciaba por razones obvias, pero en compañía de sus compañeros. Así resolvió que los humanos no eran tan especiales, y que todas las otras razas eran mejores en cosas que la suya no. Les envidiaba todo, incluso la longevidad, y no solo eso, sino que veía en la ropa, armas, y abalorios, materiales nuevos. Comenzó a preguntarse cosas sobre la magia, sin sentir rechazo o miedo ante esos pensamientos. Repentinamente lugares como Dalaran pasaron a llenar su mente de curiosidad pues representaban otro mundo de puertas más abiertas. Esto no lo hablaba con nadie, él sabía lo que pensaban los comunes y lo delicado de estas ideas. Así realiza que todas las demás razas, poderes, y lugares, le dan más miedo que su propio reino, y comienza a ponerse a prueba en las noches, atacando a caminantes al azar con un hacha de dos manos que había conseguido de un orco en su primer aventura. También peligraban sus propias amistades, si es que aceptaban irse con él un tiempo. No tenía entrenamiento, esto le costó la visión de un ojo a causa de cargar hacia un golpe que iba directo a él. Arañazos y cortes le arruinaron el perfil izquierdo del rostro, y un desafortunado encuentro con un piromante le obligó a soportar una serie de explosiones pequeñas a la altura del hombro, que le provocaron heridas leves, pero el ruido de los estallidos le inutilizaron un oído. Así, todo su lado izquierdo, que nunca supo defender, se hizo todavía más vulnerable. Asesinaba como un bárbaro, no como un guerrero disciplinado. Aprendiendo, a costa de su cuerpo, sobre el combate. No quería recibir órdenes, no quería proteger una frontera. Era más joven que ahora y queria resultados inmediatos. Como seguía transitando por poblados, descubrió a tiempo el rumor que esperaba: un orco, uno solo, estaba escondido en alguna parte, porque había desaparecidos y cadáveres encontrados, y las heridas de esos cadáveres tenían cortes más grandes que los de armas humanas. Lejos de confiarse, lo preparó así para tener la señal de que era momento de irse. Se lo volvió a ver en el puerto Menethil, igual de simpático y agradable, repentinamente intrigado por explorar el corazón del territorio enano. La verdad era que tuvo que hacer todo lo anterior para sentirse capaz de enfrentar al mundo. La idea seguía rondando en su cabeza, estaba seguro: si duelo a duelo contra los suyos sobrevivía, entonces podía aspirar a probarse con una raza mejor o en con el territorio de una raza mejor; que eran casi todas las otras. Cada día lejos de Stromgarde más se convencía de que la humanidad de allí estaba cubierta tras una cortina, murallas, armaduras gruesas, y una gran mentira. Que todos los otros no deberían querer nada de los humanos. Tanto lo pensaba, que se enamoró de las creaciones y tradiciones de otros. Básicamente, aceptó su rendición. Él trabajaba en el puerto a cambio de cualquier paga y asistía a la gente si era necesario. Aprendió sus nombres y se hizo querer igual que en casa, sobretodo con un nuevo compañero en su viaje hacia el hogar de los Barbabronce. Un canalla sigiloso que vio su debilidad, y con quien compartió noches de historias y amaneceres de solo entrenar. Niras aprende a ver un poco más. A lidiar con su excitación y el problema para percibir sus alrededores. Todo gracias a las prácticas con su amigo que se desenvuelve con sigilo y velocidad, atacando por los lados. De él se despidió con un ataque al cuello mientras dormía en una oportunidad, porque sospechaba que no era una persona confiable. Llega a Dun’morogh solo, y sonríe intensamente a todos los guardias de caminos a quienes respeta sin conocerlos, porque o son mejores, o son sus iguales. Hasta que vuelva a crecer y conseguir a otros tan grandes como él, y así, una y otra vez, hasta morir u obtener el premio mayor: ser imparable.
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