Saltar al contenido

ElCapitan

Roler@
  • Contenido

    128
  • Registrado

  • Última Visita

  • Days Won

    11

Todo el contenido de ElCapitan

  1. ElCapitan

    [Ficha] Albus Crosswell

    Nombre: Albus Crosswell Atributos6 Físico7 Destreza7 Inteligencia6 PercepciónValores de combate24 Puntos de vida21 Mana7 Iniciativa8 Ataque a Distancia (Ballesta Ligera)8 Ataque a Distancia (Pistola de Chispa)8 Ataque CC Sutil (Espada Ligera)8 Ataque CC Sutil (Daga)8 Ataque CC Sutil (Cuerpo a cuerpo )8 Defensa Habilidades Físico 1 Atletismo Destreza 1 Ballesta Ligera 1 Pistola de Chispa 1 Espada Ligera 1 Daga 1 Cuerpo a cuerpo 1 Cabalgar 1 Escalar 1 Defensa 1 Nadar 1 Sigilo 1 Trampas/Cerraduras Inteligencia 1 Fauna 1 Sanación/Hierbas 1 Supervivencia 1 Tradición/Historia 2 Ingeniería 1 (Ingeniería) Granada Contusiva Leve 1 (Ingeniería) Granada de pólvora menor Percepción 1 Advertir/Notar 1 Buscar 1 Comercio 1 Rastrear 1 Reflejos Escuelas/Especializaciones
  2. ElCapitan

    Albus Crosswell

    Eventos asistidos: - - - Eventos creados: - - -
  3. ElCapitan

    Albus Crosswell

    Albus Crosswell Nombre del Personaje Albus Crosswell Raza Humano Sexo Hombre Edad 47 Altura 1'80 Peso 80Kg Lugar de Nacimiento Gilneas Ocupación Ingeniero - Cazador de Huargens Descripción Física De cabellera plateada recogida en una coleta. Semblante adusto y sufrido por los inviernos que tiene a las espaldas. De mirada generalmente cansada, el único ojo que conserva es de un tono gris claro, como casi todos los Crosswell. Para su edad se mantiene fibroso y en forma, aunque tampoco resalta por encima de la media. Va armado hasta los dientes, y hace mucho tiempo que convirtió la armadura en su segunda piel. Descripción Psíquica No es un hombre de muchas palabras. Muy poco amigo de los chascarrillos o las gracietas fuera de lugar. Los sucesos a lo largo de su vida han moldeado su forma de actuar, haciendo del pragmatismo su forma de vida. Puede resultar frío y distante en ocasiones, pero sabe reconocer a un aliado. Y sobre todo a un amigo. Es metódico y calculador. Y no le gusta arriesgar más de lo necesario. Historia Cuando el muchacho nació mis dedos todavía eran jóvenes y hermosos. La verdad es que le vi crecer. Tanto a él como a sus hijas. De pequeño solía ser un chico bastante inquieto. Siempre estaba pegado a su padre. Ese Crosswell. Fue un inventor venido a menos, pero todo el mundo decía que estaba completamente loco. Y no eran simples chismorreos; algunas noches se veían luces extrañas en su casa. Y el hombre apenas mantenía contacto con el resto del mundo. Su mujer en cambio sí que recuerdo que supo dirigirnos siempre una cara más amable. Era ella la que dirigía la tienda por aquel entonces. Siempre hablaba por su marido, pero no recuerdo haberla visto nunca enfadada. En realidad era una familia bastante corriente. No resaltaban por nada en especial, salvo por el crío. Era un chiquillo raquítico. Y su piel estaba siempre amarilla. Estaba enfermo, y la verdad es que ninguno de nosotros pensó que sobreviviría al invierno. Pero aguantó. Aunque casi siempre estaba en cama. Eso, o encerrado en el taller con su padre. El caso es que tampoco se relacionaba demasiado con el resto de niños. Por suerte superó la enfermedad. Y con el tiempo fue levantándose de la cama más a menudo. El padre murió cuando él contaba los ocho. O quizá nueve. Desde entonces la mujer no volvió a ser la misma. Todo les vino de golpe; fue un invierno duro que coincidió con la quiebra del negocio que tenían. En muy pocos meses se vieron en la ruina, así que el muchacho no tuvo más remedio que empezar a trabajar. Durante un tiempo se ganó el pan como recadero. Siempre estaba de aquí para allá. Pero cuando estaba en casa prefería trastear con los cacharros de su padre. En cualquier caso, cuando tuvo la edad, y en gran medida por culpa de la situación económica de la familia, se enroló en las filas del Rey y no se volvió a saber nada más de él. Volvió años después convertido en un soldado. Se ve que las escaramuzas fuera de la capital le curtieron el lomo, porque volvió tuerto de un ojo. Sinceramente ninguno esperaba que regresara con vida. Fue una grata sorpresa, sobre todo para su madre. Aunque no pudo disfrutarlo demasiado, ya que pocos meses después unas fiebres se la llevaron. El joven heredó el casetón familiar. No era nada ostentoso, pero su padre guardaba en el taller todos los cacharros que había hecho a lo largo de su vida. Quizá fuesen las cosas más valiosas de toda esa ruina. Aunque el valor sentimental era mucho más grande. A pesar de todo continuó su vida como soldado. De hecho, se dice que incluso participó en la Segunda, pero yo no me lo creo. No habría sobrevivido. Varios años después conoció a la que más tarde sería su mujer. Rachel. Recuerdo que se mudaron juntos al casetón de sus padres. A la muchacha yo no la conocía de nada. Se chismorreó que se la trajo de Lordaeron, que allí tuvo el romance. No sabría decirte hasta qué punto es verdad, pero era extranjera, eso seguro. El caso es que no tardó demasiado en dejarla preñada. Por lo visto al joven le iba bien. Tenía un buen sueldo como soldado. De hecho reabrió la tienda de su padre y contrató a unos cuantos trabajadores. Entre ellos a mi marido. De no haber sido por ese trabajo, solo la Luz sabe qué habría sido de nosotros. De hecho, era mi Alphonse el que llevaba todas las cuentas. El joven siempre estaba fuera, en alguna campaña con los militares. Pero cuando Rachel dio a Luz a la segunda hija, decidió retirarse para volcarse en su familia y en su negocio. Pero la guerra civil no tardaría en llamar a nuestras puertas. A algunos de nosotros no nos dieron la oportunidad de elegir un bando. Fueron días oscuros para nuestro Reino, y algunos pagamos un precio demasiado elevado. Crosswell perdió a su mujer en esa guerra. No sé quién la capturó, pero la ejecutaron en la plaza junto otro puñado de rebeldes. Desde aquel día jamás volvió a ser el mismo. Se convirtió en su padre. Se encerró en su taller y se volvió huraño, aunque al menos tuvo la decencia de encargarse de sus hijas. No les faltó de nada, en realidad. Yo creo que ellas lo superaron antes. Los años siguientes fueron un poco más prósperos. Con la ayuda de sus hijas pudo superar la desgracia con relativa facilidad. Poco a poco iba levantando cabeza, pero lo peor todavía estaba por llegar. Aparecieron durante la noche. El Rey ya nos había advertido. Dio permiso a los ciudadanos para portar rifles y ballestas, pero jamás pensamos que algo así podría ocurrir. Lo único que recuerdo de aquella noche es ver a Crosswell con su hija pequeña herida en brazos. Las bestias nos acorralaron, y mucha gente perdió a familiares y amigos. Algunos, por suerte, conseguimos refugiarnos de los monstruos. Pasamos la desgracia a buen recaudo, pero otros tantos no tuvieron la misma suerte y fueron infectados. La niña fue una de ellas. Algunos dicen que fue el propio Crosswell el que acabó con su desgracia. Pero no hay nada claro al respecto. Desde entonces no lo he vuelto a ver. Sé que su hija mayor desapareció pocos años después. Y que él empezó a dedicarse a cazar a esas bestias por los bosques. Incluso hay rumores de que reunió a un pequeño grupo independiente de gilneanos para ello. Pero hace poco escuché que se disolvió cuando el Rey detuvo las cacerías masivas. En cualquier caso, es una historia entre tantas. Lo único que espero es que la Luz haya sabido mantenerlo a salvo en estos días tan oscuros.
  4. ElCapitan

    [Carta] A Alondra.

    James se encuentra en el despacho de la Ninfa, escribiendo una misiva con sus lentes viejas puestas. Dos hombres de aspecto curtido aguardan delante de la mesa; armados hasta los dientes. Un tercero, más desgarbado y enclenque, resalta entre las dos moles. Es dos cabezas más bajo que los otros, pero parece mucho más avispado y ágil. Cuando termina de escribir, James sella la carta con el sello de la Ninfa y se la tiende al muchacho más enclenque. Acto seguido, y sin abrir la boca, abre un cajón de la mesa y saca una bolsita de cuero que tintinea. Bastante generosa, a primera vista. Uno de los hombres estira la mano para coger la bolsa y mira su interior, para después asentir, satisfecho. Alondra, No estoy seguro de que esta carta llegue a tus manos, pero me he tomado la molestia de contratar a un par de espadas para que así sea. Y no han salido baratos, precisamente. Espero de corazón que continúes viva en esa tierra maldita. Tú y yo todavía tenemos que aprender demasiado el uno del otro. Así que te pido por favor que seas clemente conmigo y te mantengas viva de la forma que sea para nuestro próximo reencuentro. Lamento no haber podido despedirme de ti, pero estaba en Crestagrana, cerrando unos asuntos para Don Rollan. Tenía cosas pendientes con él y tenía que solucionarlas antes de que todo se fuese de madre. Otra vez. Así que no tuve tiempo de darte las gracias. Tenías razón. Desde un primer momento debimos centrarnos en salvar a la niña del posadero. Estaba ciego. No me imagino las calamidades que tuvo que pasar mientras nosotros decidíamos qué hacer. Tú más que nadie sabes que mi vida siempre ha estado llena de errores, pero te aseguro que este no se me olvidará jamás. Varno y los demás están bien. Perséfone también, aunque te echa de menos. Ella también espera que estés bien; aunque no le he dicho a dónde has ido. Seguramente se moriría del disgusto, y ya sabes que es la que mantiene a flote la Ninfa. Sin ella el negocio se habría ido a la ruina hace mucho tiempo. Te pido que me escribas si por alguna gracia divina esta carta consigue llegar a su destino. Los hombres que van junto al mensajero son hombres de confianza, así que sabrán hacer llegar la carta al burdel. Hasta nuestro próximo encuentro. James. H. @Beretta
  5. En nombre de la Emperatriz Prólogo: Culpables Cada minuto pasaba lento. Como una era. Ya no le quedaban uñas ni nada con lo que intentar desviar sus pensamientos. No había podido pegar ojo desde que recibió la primera amenaza. Si no hubiese sentenciado a esos hombres, nada habría ocurrido. Él no había sido el verdugo, pero sí el que dictó la sentencia. Sabía que todo aquello podía traerle desgracias, pero tuvo que elegir; el deber o el miedo. Eran hombres poderosos. Hombres con influencia. Lo único que consiguió tras condenarlos fue la ira de toda la jauría. Lo que leyó en esas amenazas le retorcieron el estómago. Eran unas líneas tan atroces que a veces ni siquiera podía terminar de leerlas. Se había abierto la veda, los leales a los malditos clamaban venganza. Querían sangre. Los cuervos ya habían volado. Sus hijos debían volver a casa, a resguardo entre las murallas imperiales. Resumen: - Habéis repelido a un grupo de bandoleros que ha intentado asaltar la caravana que transportaba a la hija pequeña del juez. Por suerte, ha llegado a la villa sana y salva. Consecuencias: - Dos soldados imperiales han caído en la refriega. - Janos vuelve a casa con unas cuantas heridas que tardarán unos días en cicatrizar del todo. Habilidades: Alondra @Beretta: Advertir - Pistola de chispa Runa: Advertir - Ataque CC Janos: Defensa - Misiles Arcanos - Toque de energía
  6. ElCapitan

    Janos Smith

    Relaciones (St's) Abulstein Dogovan Nombre: Abulstein Dogovan Raza: Humano Ubicación: N/A Estado: Muerto Descripción: Antaño fue un mago muy capaz de la Academia de Ciencias de Ventormenta, pero tras retirarse de todo aquello se convirtió en el maestro de Janos. Lo guió durante sus primeros años en el estudio de la magia y además hizo las veces de tutor, instruyéndolo en el arte, la filosofía, la historia y las matemáticas. Tras la invasión gnoll no lo volvió a ver, así que lo ha dado por muerto.
  7. ElCapitan

    Janos Smith

    Eventos y mensajería EVENTOS ASISTIDOS [Tierras de la Peste] La Esperanza viste el Rojo [Tierras de la Peste] La Parca Blanca: En la Oscuridad [Tierras de la Peste] La Parca Blanca: Las Astillas del Juicio Divino [Tierras de la Peste] También acechan los vivos: Prólogo [Tierras de la Peste] También acechan los vivos: Parte I [Tierras de la Peste] También acechan los vivos: Parte II [Tierras de la Peste] También acechan los vivos: Parte III EVENTOS CREADOS [Bosque de Elwynn] Prólogo: En nombre de la Emperatriz MENSAJERÍA
  8. Lástima que empezar completamente de cero con un personaje recién creado no sea lo tuyo. ¡Un placer Firefly, aquí estaremos por si cambias de idea!
  9. ElCapitan

    Janos Smith

    Características y trasfondo CARACTERÍSTICAS GENERALES Nombre: Janos Smith Sexo: Varón Raza: Humano Origen: Ventormenta Edad: 25 años Alineamiento: Legal bueno Estatura: 1’78m Fe: La Luz Peso: 80Kg Ocupación: Mago Imperial APARIENCIA Ojos: Color almendra. Pelo: Pajizo y cortado a navaja. Complexión: Su entrenamiento militar le mantiene en forma, pero está lejos de ser una mole de músculo. Piel: Ligeramente tostada al sol. Vestimenta habitual: Ropas sencillas, que no llaman demasiado la atención. No le gustan las excentricidades ni lo exageradamente ostentoso. Armadura: Su armadura del Ejército Imperial, preparada a conciencia para el uso de sus habilidades. Abalorios/amuletos: Tiene un colgante en forma de runa arcana del que no se separa nunca. Un recuerdo de su antiguo maestro. Armas: Pese a no ser un hábil espadachín siempre lleva una espada colgando del talabarte. Junto a su bastón mágico. PERSONALIDAD LEAL AL IMPERIO VIDA CASTRENSE A día de hoy está completamente convencido de que la unión de la humanidad es la única manera de sobrevivir a todas las fuerzas malignas que azotan Azeroth. Así pues, considera que la Emperatriz es la única que puede conseguir unir a todos los reinos humanos. Desde que forma parte del ejército Imperial mantiene un riguroso código de disciplina y honor. Tal vez por ello en ocasiones puede resultar seco o demasiado protocolario. Pero la realidad es que es un muchacho como cualquier otro. ESPÍRITU PROTECTOR Se considera un acérrimo defensor del débil y siempre estará dispuesto a ayudar a quien lo necesite. Por eso decidió unirse al ejército Imperial, de hecho. TRASFONDO Janos nació en el seno de una familia corriente y moliente a las afueras de Ventormenta. Sus padres eran comerciantes ambulantes que iban de un lugar a otro vendiendo baratijas de todo tipo. La única educación que pudo recibir fue la de su padre, que aunque escasa, fue lo suficientemente digna como para no crecer siendo un iletrado. Pasó su infancia viajando junto a sus padres, así que nunca tuvo la oportunidad de hacer demasiados amigos. Y tampoco tuvo hermanos, así que desde muy pequeño empezó a desarrollar una fuerte personalidad individualista e introspectiva. A lo único que se dedicaba era a curiosear los polvorientos libros que su padre llevaba consigo y a cazar lagartijas durante las largas jornadas de viaje. Llegando a convertirse en un auténtico depredador. Años más tarde el negocio ambulante se fue a la ruina y su familia se asentó en una aldea aledaña a la ciudad llamada Villadorada. Sabiendo que suponía una carga para sus padres, Janos pensó que sería buena idea empezar a volar solo, así que cogió su petate y se fue a la ciudad en busca de alguna oportunidad. Tuvo suerte, pues cerca de dos semanas después de su llegada encontró un trabajo como escriba de Abulstein, un anciano de dedos huesudos y espalda encorvada que decidió abandonar las Academia de magia por motivos que jamás llegó a contar a Janos. En cualquier caso, con el tiempo Abulstein aceptó instruir a Janos en los caminos de la magia. Y no solo eso, con los años Abulstein se convirtió en su tutor y le enseñó arte, matemáticas, historia y filosofía. En aquella época Janos aún contaría los 16, y ya era un chico avispado, así que no le costaba demasiado entender las cosas. Aunque sí que era un poco torpe con la magia. Los años siguieron pasando, hasta que la guerra gnoll tocó a las puertas de Villadorada. La invasión de los hombres perro arrasó con todo, incluida la familia de Janos. Lo único que dejaron las criaturas tras devorar los cadáveres fue un colgante del que Janos no se ha vuelto a separar nunca. Desde aquel día se juró a sí mismo que no permitiría que una cosa así volviese a ocurrir, y fue tal la ira que le poseyó, que terminó enrolándose en las filas del Imperio. Dejó a un lado su antiguo oficio y empezó a vestir los colores de su patria. Desde ese día, su vida cambiaría para siempre.
  10. ElCapitan

    Janos Smith

    Características y trasfondo Eventos y mensajería Relaciones Atributos y habilidades
  11. ElCapitan

    Janos Smith

    Atributos6 Físico6 Destreza8 Inteligencia6 PercepciónValores de combate24 Puntos de vida24 Mana6 Iniciativa7 Ataque CC Sutil (Espada Ligera)7 Ataque CC Sutil (Bastón)8 Defensa Habilidades Físico 1 Atletismo Destreza 1 Espada Ligera 1 Bastón 1 Cabalgar 1 Escalar 2 Defensa 1 Nadar 1 Sigilo Inteligencia 1 Fauna 1 Leyes 1 Religión 1 Tradición/Historia 3 Evocación Básica (Arcano) 2 Misiles de energía (Arcano) 3 Toque de energía (Arcano) 2 Transmutación básica 2 Abjuración básica (Arcano) 3 Detectar energía Percepción 2 Advertir/Notar 1 Buscar Escuelas/Especializaciones Magia Arcana Arcano Evocación
  12. ElCapitan

    James Hoat

    Atributos y habilidades ATRIBUTOS HABILIDADES FÍSICO 6 Atletismo: 2 DESTREZA 8 Ballesta Ligera: 2 Pistola de Chispa: 3 Cuchillo: 2 Sin armas - Equilibrado: 3 Espada Ligera: 3 Cabalgar: 1 Escalar: 2 Defensa: 3 Nadar: 1 Sigilo: 2 PERCEPCIÓN 6 Advertir/Notar: 2 Buscar: 1 Rastrear: 1 Reflejos: 2 Rumores: 4 Callejeo: 4 Comercio: 2 INTELIGENCIA 6 Navegar: 1 Supervivencia/cazar: 1
  13. ElCapitan

    James Hoat

    Relaciones (St's) Don Rollan Marcetti Nombre: Don Rollan Raza: Humano Ubicación: La Ninfa Bailarina (Elwynn) Estado: Vivo Descripción: Es el jefe de James, y a su vez, el dueño del burdel la Ninfa Bailarina. Es bastante reconocido en la región y su red de contactos se extiende por toda la villa y la ciudad. De puertas para fuera no es más que un leal y servil ciudadano, pero en realidad es uno de los mayores distribuidores de armas de contrabando de la región. Hank “El Incompleto” Nombre: Hank Raza: Humano Ubicación: La Puta y el Bardo (Ventormenta) Estado: Vivo Descripción: Hank dirige un pequeño gremio de ladrones en los bajos fondos de la gran ciudad. Allí, él y su banda se dedican a robar obras de arte y joyas a los nobles de buena cuna para luego venderlas en el mercado negro. Si James necesita que le tasen cualquier cosa, es a él al primero que acude. Ambos se han ayudado mutuamente en tiempos de necesidad, y siempre que puede se deja caer por la Puta y el Bardo, la taberna que regentan él y los suyos. Connor Ofrey Nombre: Connor Raza: Humano Ubicación: Desconocido Estado: Vivo Descripción: Connor es el contacto del Gremio que James tiene en Elwynn. En realidad no es más que un mandado, pues el Gremio opera también en otras regiones y con otras personas. Poco se sabe de él y de su organización, salvo que se dedican a fabricar armas sin sello de artesano para luego distribuirlas por tierra y por mar a las bandas que lo necesiten. Actualmente ambos mantienen una relación que no va más allá de los negocios. Grixx Nombre: Grixx Raza: Goblin Ubicación: Bahía del Botín Estado: Vivo Descripción: James conoció a este pequeño diablo cuando hacía de matarife para "El Raudo". Grixx es un contrabandista de primera, y además, posee unas hectáreas en la jungla donde cultiva el mejor opio que James ha probado jamás. //Por terminar.
  14. FAQ: ¿La Ninfa Bailarina tiene carta de comidas? No. En el burdel lo único que se sirven son bebidas. Sí que tienen, sin embargo, frutos secos, frutas, mermeladas... pero en ningún caso para darse un atracón con ello. ¿Puedo ir a la hora que quiera? No. Las acompañantes necesitan ciertas horas para descansar antes de enlazar con otro servicio. El burdel abrirá sus puertas a las siete de la tarde y las cerrará a cal y canto a las tres de la madrugada. Pero... ¿Abre todos los días? Generalmente sí. Salvo que el dueño decida lo contrario. ¿Y puedo alquilar una habitación para una noche? No se permite el hospedaje en la Ninfa Bailarina. Lo lamento, pero si necesitas dormir tendrás que buscar una posada. ¿Y si alquilo la habitación, pero con acompañante? Tampoco. ¿Es posible que una acompañante se enamore de mi? Todo es posible. Pero no te desorientes y recuerda dónde estás. ¿Las acompañantes pueden realizar servicios fuera del burdel? Ninguna de las acompañantes suele hacer esa clase de servicio, a menos que el cliente merezca la pena.
  15. ElCapitan

    James Hoat

    Eventos y mensajería EVENTOS ASISTIDOS Un nuevo horizonte Rumbo al sur La Criatura: A los monstruos no mirar La Criatura: La Joya de la Corona Problemas en el paraíso: Capítulo II Problemas en el paraíso: Capítulo III Problemas en el paraíso: Capítulo IV Problemas en el paraíso: Capítulo V Problemas en el paraíso: Capítulo VI Tierra Prometida: Capítulo I Tierra Prometida: Capítulo II Tierra Prometida: Capítulo III Tierra Prometida: Capítulo IV EVENTOS CREADOS Fuera lo viejo, dentro lo nuevo Capítulo I Fuera lo viejo, dentro lo nuevo Capítulo II Fuera lo viejo, dentro lo nuevo Capítulo III MENSAJERÍA [Carta] A Alondra
  16. ElCapitan

    James Hoat

    Características y trasfondo CARACTERÍSTICAS GENERALES Nombre: James Hoat Origen: Boralus (Kul’tiras) Raza: Humana Sexo: Varón Edad: 40 años Alineamiento: Caótico neutral Estatura: 1’78m Fe: La Luz Peso: 80Kg Ocupación: Miembro de La Audaz Cofradía de los Mares Repletos APARIENCIA Ojos: Son de un tono verde apagado. Con una mirada veterana y cansada. Tiene unas buenas bolsas bajo los ojos debido a la falta de sueño. Pelo: Negro con algunas hebras plateadas. Recogido en una coleta y bastante grasoso la mayoría de las ocasiones. Complexión: Se mantiene dentro de la media sin resaltar por ser el hombre más robusto ni el más escuálido. Piel: Cetrina. Con algunos tatuajes de su época de marino, desdibujados y horribles repartidos por el cuerpo. También luce alguna que otra cicatriz. Vestimenta habitual: Camisa y chalequín de cuero. En general ropajes humildes, propias de cualquier hombre de arrabal. Armadura: Posee un peto de cuero que le ha salvado del acero en más de una ocasión. Una prenda simple y útil. Abalorios/amuletos: Suele adornarse los dedos con anillos corrientes, resultan muy útiles en las peleas a nudillo. También tiene un arete de plata colgando de la oreja izquierda. Armas: Tiene una ropera pendiendo del talabarte junto a un cuchillo. Y una bandolera con dos pistolas de pedernal cruzándole el pecho. PERSONALIDAD VIVIDOR JUGADOR Le encanta hablar y compartir una botella de whisky con cualquiera que tenga una buena historia que contar. Es amigo de lo simple. Le gusta hacer bromas y reírse de los problemas al final del día como cualquier otro trabajador honrado. Desde muy joven le han gustado los juegos de azar. Eso le ha costado más de una desgracia, porque la realidad es que no se le da tan bien como él cree. Pero aún así, siempre está dispuesto a echar una partida. Con los cuartos por delante, por supuesto. SUPERSTICIOSO HOMBRE DE ARRABAL Como buen hijo de la mar, siente mal fario por cualquier cosa que se aleje de lo mundano. Es bastante ignorante con cualquier cosa que tenga que ver con planos metafísicos, así que lo relaciona todo con malos augurios. Conoce bien los bajos fondos y sus gentes. Y también la clase de negocios que se hacen allí. Con los años ha desarrollado un estómago de acero completamente inmune a todas las atrocidades que ha visto en las calles. PERRO DE LA GUERRA BEBEDOR EMPEDERNIDO Se enroló a la armada tirasiana siendo solo un rapaz, más por necesidad que por orgullo patriótico. Sabe lo que es la camaradería y el honor entre soldados, y siempre que puede intenta cumplir su palabra. Al menos con los que él considera sus hermanos. Sus manos han segado vidas inocentes en el pasado. Todos esos rostros se le aparecen en sueños de cuando en cuando, y beber es la única forma que tiene de intentar olvidar todo aquello. Aunque sabe perfectamente que todos esos remordimientos le perseguirán eternamente. TRASFONDO Podría decirse que James Hoat es uno entre pocos. Para su desgracia, los hombres como él tienen una vida muy corta y el corazón tan negro como las alas de un cuervo. Pero para su divina suerte, el azar supo llevarlo por los caminos precisos en los momentos precisos. Nacido en una casucha en plena calle del huérfano de Kul'tiras. Hijo de iletrados pescadores, sobrino de marineros y nieto de toneleros. Su línea de sangre nunca se mencionó en los voluminosos tomos de la nobleza. Nació en una familia de despojos, y todo indicaba a que su final no iba a ser muy distinto al de todos aquellos que le precedieron. Fue el mayor de tres hermanos, y como tal también fue el primero en darse cuenta de que no le esperaba gloria alguna ni a él ni a ninguno de sus amados hermanos de sangre. Nunca tuvo la oportunidad de coger un libro. Por aquel entonces ni siquiera sabía cómo se escribía su propio nombre. Siendo solo un rapaz de seis años empezó a trabajar para su padre, que a su vez trabajaba para un hombre muy por encima de su santo y querido padre. Empezó a partirse el lomo por miserias. Aunque los músculos engarrotados al final del día y el hedor a pescado podrido no era nada comparado con lo que sufría al ver a sus hermanos seguir la misma senda. En cuanto cumplió la edad requerida para entrar al servicio, se enroló en uno de los buques al servicio de su Rey y su patria. Aunque estuvieron a muy poco de lanzarlo a los mares atado de pies y manos cuando años después metió a sus dos hermanos pequeños como polizones en el barco al que había jurado servicio. Se libró de aquella porque pese a sus edades, los muchachos tenían brazos fuertes que podrían servir en cubierta. Los años siguientes fueron duros en la mar. Se hizo amigo de la pólvora y la espada muy pronto, y aunque no estaba entre los más diestros marineros, supo ingeniárselas para mantener el pellejo intacto. Los días, las semanas y los meses en el camarote también pasaban lentos, así que tuvo tiempo suficiente para aprender a leer y a escribir. Y de hecho, manifestó un hambre insaciable de saber en cuanto aprendió. Años más tarde los hermanos terminarían separándose definitivamente, sirviendo en naves distintas. Pero aún así bajo el mismo estandarte. En cualquier caso, el destino de Hoat se trocaría cuando el bergantín donde servía fue sorprendido por las naves orcas. La pelea fue larga y sangrienta, y el final fue aún peor. La Doncella Gris, que se así solía llamarse la nave, naufragó por el Mare Magnum. Cientos de hombres perecieron aquel día, pero una vez más la vida volvió a sonreír a un jovencísimo James. Despertó en una orilla desconocida. En una isla que ni sus ojos habían visto ni sus pies habían pisado. Una tierra salvaje. Una jungla inmensa. Aunque más tarde se daría cuenta de que se trataba de las húmedas y peligrosas tierras de Tuercespina. Los goblins fueron los que lo salvaron del hambre y las bestias, pero aún así fueron los que también le condenaron. Dadas sus aptitudes de combate, se le agenció rápidamente el puesto de guardaespaldas para un orondo y maloliente goblin llamado Jax. Comúnmente conocido entre sus enemistades como El Raudo. Trabajó para él durante varios años, ejerciendo como matón a sueldo. Su trabajo era sencillo por aquel entonces. Lo único que hacía era aclarar las lealtades de los socios del Raudo, y asegurarse de su protección. Pronto corrió la noticia de que James seguía vivo, y fue entonces cuando los acusaron de desertor y traidor al reino de Kul’Tiras. Para su suerte, los soldados de su majestad no gastaron demasiados recursos en buscarlo. Años más tarde expiraría su contrato con el Raudo, cuando el viejo goblin se topó con la muerte en una emboscada mucho más al norte. Una vez más la suerte volvió a tocar a ya un curtido Hoat. Con la sesera más clara y las manos más rápidas, sobrevivió a todo aquello. Y fue a parar a Elwynn, donde empezaría a trabajar como mercenario a sueldo por cuenta propia. Alquiló su espada a toda clase de personalidades, y se pateó las tierras del Imperio de cabo a rabo en toda clase de escaramuzas donde se necesitasen espadas prescindibles. Hasta que la oportunidad de un trabajo fijo y un sueldo estable llamaron a sus puertas, de la mano de un hombre de buenos ropajes y la bolsa llena. Don Rollan, el dueño de un modesto burdel de Villadorada.
  17. ElCapitan

    James Hoat

    Características y trasfondo Eventos y mensajería Relaciones Atributos y habilidades
  18. ElCapitan

    [Ficha] Bharbo

    Atributos 6 Físico 7 Destreza 6 Inteligencia 7 Percepción Valores de combate 24 Puntos de vida 18 Mana 8 Iniciativa 8 Ataque a Distancia (Arco Largo) 8 Ataque CC Sutil (Cuchillo) 8 Ataque CC Sutil (Lanza Ligera) 8 Ataque CC Sutil (Sin Armas) 9 Defensa Habilidades Físico 2 Atletismo Destreza 1 Arco Largo 1 Cuchillo 1 Lanza Ligera 1 Sin Armas 1 Cabalgar 1 Escalar 2 Defensa 1 Nadar 1 Sigilo 1 Trampas/Cerraduras Inteligencia 2 Fauna 1 Sanación/Hierbas 1 Supervivencia/Cazar Percepción 1 Advertir/Notar 1 Buscar 2 Rastrear 1 Reflejos Escuelas/Especializaciones
  19. ElCapitan

    Bharbo

    Eventos Creados - - - Eventos Asistidos - La Plaga de los Grillos - -
  20. ElCapitan

    Bharbo

    Nombre: Bharbo Bargstrom Raza: Humano Sexo: Hombre Edad: 32 inviernos Altura: 1'78m Peso: 71Kg Lugar de Nacimiento: Valdecuervo (Crestagrana) Ocupación: Cazador Descripción: Se trata de un hombre más bajo que alto. Sin demasiado poderío físico, pero sí con una agilidad bastante aceptable. De melena pajiza y una barba espesa y descuidada. Un parche de cuero oculta una horripilante cicatriz. Por lo general no parece un hombre que aprecie demasiado su aspecto físico. Viste harapos de cuero endurecido para proteger las zonas vitales y tener la mayor flexibilidad posible. A la espalda se amarra el escudo y la lanza. Y al cinto siempre lleva su aljaba de flechas y un cuchillo de desuello. Historia En aquellos días Valdecuervo era una aldea tranquila perdida en las colinas de Crestagrana. La mayoría de sus habitantes eran cazadores, curtidores, pastores o criadores de caballos. Era tan remota y tan pequeña, que ni siquiera los orcos habían sido capaces de encontrarla. Y por eso pasó desapercibida durante tanto tiempo. Bharbo nació y se crió allí, rodeado de hombres y mujeres que habían dedicado prácticamente toda su vida al pastoreo y la caza. Nunca aprendió ni a leer ni a escribir. Y no conoció más tierra que la suya. En cuanto tuvo el arrojo y la fuerza necesaria, empezó a seguir a su padre durante sus largas jornadas de caza. Aprendió lo que vió y nada más. Cuando cumplió los trece, su madre le bendijo con un hermano. Pero desgraciadamente, el parto acabó con su vida, y su padre no tuvo más remedio que adoptar el papel de madre y padre. Las colinas y los escarpados riscos de Crestagrana se convirtieron en su hogar. Conoció cada rincón de la región, y con el tiempo aprendió a interpretar los mapas y a encontrar el camino cuando el sol se ponía. Entrenó con la lanza, y sobre todo aprendió a usar el arco y a montar. Para la vida que llevaba no necesitaba nada más, y nunca mostró interés en otra cosa. Era una buena vida dentro de lo que cabía, y con el tiempo supo hacer de esa rutina su forma de vida. Los meses de verano los pasaban casi todos fuera, con la esperanza de reunir todo lo necesario para pasar el invierno. Cuando se helaban los picos la cosa cambiaba. Apenas salían de la choza de Valdecuervo, y si la caza había ido bien, podían permitirse llenarse los estómagos como unos señores. Sabían tratar las pieles como es debido, así que frío tampoco pasaron nunca. Cuando contó los veinte, su padre murió en un accidente de caza. Un oso demasiado grande se topó en su camino y acabó con su vida. Y a Bharbo le despojó de la vista de un ojo. No tuvo más remedio que hacerse cargo de su hermano, que apenas contaba los siete. A partir de ese día los hermanos forjaron un lazo que sería eterno. Los años siguieron pasando, y su rutina no cambió nada. Sin las enseñanzas de su padre habrían estado perdidos, pero por fortuna no fue así. Siguieron dedicándose a lo que se habían dedicado durante toda su vida, hasta que los forajidos de la región empezaron a hacer de las suyas. Tras la reconstrucción de la capital, muchos desertores, violadores y maleantes habían encontrado un refugio perfecto en las solitarias colinas de Crestagrana. Desde allí, algunos grupos de forajidos empezaron a dedicarse al saqueo de las aldeas aledañas. Valdecuervo en esta ocasión no fue una excepción. Y tras uno de los ataques, el hermano pequeño de Bharbo resultó muerto. Con una sed insaciable de venganza, Bharbo se unió a un reducido grupo de hombres que había decidido hacer frente a esos despojos. Se habían cobrado demasiadas vidas inocentes, y el ejército imperial no tenía ni el tiempo ni los recursos suficientes para prestar ayuda a una aldea olvidada en las montañas. Así que no les quedó más remedio que plantar cara ellos mismos a la amenaza. No eran más que cazadores venidos a menos, no eran soldados, pero aquella sí que era su tierra. Y eran sus familias. Todo lo que tenían estaba en Valdecuervo, y no iban a dejar que les humillasen de esa manera. Bharbo combatió un tiempo junto a ellos, pero cada mes era peor que el anterior. Empezaron siendo veinte, y cinco meses después apenas quedaban seis. A día de hoy Bharbo aún sigue en Valdecuervo. Tratando inútilmente de hacer frente a una amenaza demasiado grande para sus escasos recursos.
  21. Bienvenido a Rol Errante Vengerberg. Ya verás como tardarás poco en adaptarte. Y como han dicho por ahí aquí arriba, para cualquier cosa que necesites aquí estaremos. ¡Nos vemos por Azeroth!
  22. El evento queda suspendido hasta nuevo aviso por falta de participantes. Tal vez se retome en un futuro.
  23. ¡Bienvenido a la familia Scieding! Como te ha dicho Psique, para cualquier cosa por aquí estaremos. Espero que crucemos roles alguna vez. ¡Nos vemos por Azeroth!
  24. Capítulo Tercero Nuevas Alianzas - ¿Os creéis muy listo, verdad? - Desenfundó el cuchillo. Y de un rápido movimiento cortó las ataduras de su prisionero. - Espero que lo seáis tanto como creéis y no estéis engañándome. - Creeme. - Dijo. Frotándose las muñecas. La cuerda se las había dejado enrojecidas. - Lo último que deseo es engañaros. No os miento. La información es muy real. - Has traicionado a los hombres con los que trabajas. - Siguió el hombre. Recorrió la sala donde se encontraban y se dejó caer en una silla. Era un sótano. O algo parecido a un sótano. Allí abajo olía a humedad, y ambos estaban seguros de que había ratas merodeando por las esquinas. Y por los tejados. - ¿Qué me dice que no me traicionaréis a mi también? - No tengo ningún motivo por el que traicionaros. - Continuó el prisionero. Que por lo visto ya no lo era. Seguía masajeándose las muñecas. Tenía poco aguante al dolor, al parecer. - Creo que queremos lo mismo. Y si todo sale como yo espero, esto podría ser el principio de una alianza duradera ¿No estáis de acuerdo? - Si es cierto lo que decís, sí. - Sentenció el hombre que estaba sentado en la silla. Le faltaba un ojo, pero no había tenido el decoro de cubrirse la horrenda cicatriz. Tenía la cola de una rata tatuada en el cuello. Muy a la vista. - Lo único que deseo es acabar con esos pordioseros de la Puta y el Bardo. Ocupan una parte de la ciudad que no se merecen. - Estoy de acuerdo. - La pequeña figura asintió. - Y os aseguro que no tendréis otra oportunidad como esta. Podríamos matar dos pájaros de un tiro. Cuando Hoat y su panda de mequetrefes hayan muerto, Don Rollan no tendrá más remedio que nombrarme a mí su segundo. Y entonces solo será cuestión de tiempo. La Ninfa será mía. Y todos sus negocios paralelos también. Y os lo aseguro, nada me gustaría más que teneros como aliado. - Se os escapa un pequeño detalle, gnomo. - Dijo Colagusano. Funciendo un poco el ceño desde su mesa. - ¿Creéis que soy idiota? Sé que mantenéis una guerra con los hermanos Dauson ¿Cuánto tardarán en destruir todo lo que tenéis? - Los Dauson, sí. - El gnomo suspiró. Pero parecía no darle demasiado importancia a ese asunto - Son unos visionarios. Sé que seré capaz de volver a forjar la relación que nos unía antaño. Pero solo si yo me pongo al frente de todo. Calugusano miró a la pequeña criatura diabólica que le hablaba. Parecía bastante convencido de todo ¿Y quién podría sospechar de un gnomo? ¿Por qué iba a traicionarlo? Vió ese apetito voraz de poder en su mirada y también lo notó en todas las palabras que salieron de su boca. - Morirán esta noche. - Dijo finalmente Colagusano. - Cinco de mis chicos se encargarán de todo. Pero si todo es mentira, gnomo… Desearéis no haber nacido nunca. Os arrancaré los huevecitos y se los daré de comer a los perros mientras vos miráis. Jenófanes no dijo nada. Estaba seguro de que las cosas irían bien. *** Las primeras luces empezaban a dejar entrever en Villalobos. Había sido una noche ajetreada. Más de lo que a cualquiera le hubiese gustado admitir. La posada parecía rendir luto aquella mañana. El mesonero ni siquiera había podido pegar ojo. Y su cobarde aprendiz todavía menos. Ambos se había puesto a fregar los suelos de la posada antes de despuntar el alba, pero la sangre reseca jamás se terminaría de ir. - Corren malos tiempos. - Le había terminado cogiendo asco a esa frase. Las últimas semanas la había estado repitiendo demasiado. Pero por desgracia era muy cierto. - Siento lo de tus chicos. - Eran buenos chicos. - Hank suspiró. Tampoco había podido dormir, pese a todo el vino que bebió tras la masacre. - Pip se unió a mi hace dos años. Lo encontré metido en un tonel de sardinas en el puerto. Había llegado de polizón desde Theramore. - No pudo evitar dibujar una amarga sonrisa en la cara. Aquel recuerdo se le antojó muy cercano de repente. - Y a Thomas le pilló Cath cuando intentó robarle la bolsa ¿Te lo crees? No sabes cómo se puso. Esa misma noche se emborracharon juntos. - Nunca pensé que algún día llegaría a decir que estoy cansado de ver tanta sangre. - Hoat arrugó la cara cuando notó el pinchazo en el hombro. Había salido bien parado, en realidad. La bala atravesó el hombro limpiamente. No era aquello lo que más le dolía en ese momento. - Pero estoy cansado, Hank. Y no sabes cuánto. Quizá sea la edad. - ¿La edad? - Hank se dignó a soltar una pequeña carcajada. Y luego negó con la cabeza. - No es la edad lo que te da tanto miedo, viejo amigo. Tienes miedo a la muerte, como cualquier hombre cabal. - Tarde o temprano esa zorra termina encontrándonos a todos. - Dijo Hoat. Mientras removía el culito de vino que quedaba en su jarra. - ¿Por qué temerla si es algo inevitable? - No temes a la tuya. - Respondió Hank. Mientras se servía otra jarra. El vino parecía entrarle incluso mejor por las mañanas. - Temes que esa puta aceche a los que te rodean. Eres un buen hombres, James. Por mucho que intentes negarlo. - No. - Respondió casi al instante. - No lo soy en absoluto. - ¿Y qué significa ser un buen hombre? - Hank dirigió la mirada a la chimenea apagada. El invierno había pasado, así que ya no había necesidad de encenderla. Pero luego miró a James. - ¿Servir al reino? ¿Pelear y morir en una guerra por alguien al que ni siquiera has visto en tu vida? Tal vez tu espada esté al servicio de algún demonio, pero tu corazón todavía no se ha podrido. - No… - Hoat no encontró las palabras adecuadas en ese momento. Quizá fuese el vino, o una mezcla de demasiadas cosas. - Da igual. Como sigamos hablando de esto me voy a morir de la pena ¿Qué planeas hacer ahora? - Mejor, sí. - Hank apoyó los codos sobre sus rodillas y miró a James a los ojos. Bebió un trago generoso de vino y siguió hablando. - Sabemos que Colagusano tiene un almacén en el bosque. Creo que allí guardará cosas que podrían interesarnos. Planeamos sabotearlo. - El bosque es muy grande. - Dijo James. - ¿Dónde está exactamente? - No lo sabemos. - Hank volvió a fruncir un poco el ceño. - Pero lo averiguaremos. Es una pena que todos hayan muerto, quizá alguno podría habernos dicho dónde está. - Ya… - James miró a Hank un instante. Corría el rumor de que había nacido con un solo huevo entre las piernas. Pero desde que le conocía le había demostrado que tenía dos. Y bien gordos. - Tendremos que meternos en lugares pantanosos para capturar a tu chivato. - Ya se me ocurrirá algo. - Hank hizo un ademán con la mano, como restándole importancia. - Nos estás haciendo un gran favor, James. Me atrevería a decir que jamás podríamos ganar esta guerra sin tu ayuda. - No me las tienes que dar solo a mi. - Ya, ya lo sé. Aunque... ¿La niña? ¿No es demasiado pequeña? - Yo tenía la misma edad cuando me dieron por primera vez un mosquete. - Hoat se terminó el culito que le quedaba de vino de un trago. Y Hank le sirvió otro casi al instante - Aunque sí. Es muy joven. Pero Varno me ha dicho que se encargará de ella. No creo que tenga padre, ni ningún sitio a donde ir. No le irá mejor sola. - Supongo que no… - De repente un silencio. Los dos hombres callaron, y lo único que se oía era el frote de la fregona un poco más atrás. Y unos cuantos improperios que el anciano le estaba gritando a su joven aprendiz. - Por la nuevas alianzas entonces. -Ambos alzaron las jarras. Dispuestos a brindar por días mejores. - Por las nuevas alianzas. *** Duración: 3 horas y media Máster: Hoat Personajes participados y habilidades usadas: Varno @Murdoch: Reflejos / Pistola de chispa / Espada Ligera / Defensa Jessie @Nyet!: Reflejos / Pistola de chispa Elodía @Beretta: Reflejos / Pistola de chispa / Espada Ligera / Defensa Matho @Gauss: Reflejos / Pistola de chispa / Espada ligera / Defensa Laeris @Webley: n/a Hoat @ElCapitan: Reflejos / Pistola de chispa / Espada ligera / Defensa Recompensas u objetos adquiridos: - Unas botas usadas y viejas para Jessie. No son las mejores, pero podrán guardar de las ampollas en los pies.
×
×
  • Crear Nuevo...