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Elireth

Roler@
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Todo el contenido de Elireth

  1. Katya dedico un tiempo a escribir cartas que serian enviadas a los distintos voluntarios originales de aquella caza del aquelarre que había salido mal. Sabiendo que, en estas situaciones, los errores pueden ocurrir y estos se cobran vidas, también sabia que muchos de estos voluntarios querrían una oportunidad de expiar culpas y vengar a los inocentes caídos. La oportunidad había llegado, y ella les daría el pazo para que la luz los usara nuevamente como armas del bien. La carta sellada con el símbolo de la inquisición en cera fue inmediatamente repartida por los distintos rincones de Stromgarde a cada uno de los implicados por mensajeros de la inquisición, quienes se asegurarían de que los mensajes llegaran de forma segura a sus destinos. Estos se presentarían con los símbolos distintivos de la inquisición, y entregarían los mensajes en las manos de los destinatarios personalmente.
  2. Habran pasado pocas horas desde que Katya se moviera desde su puesto de observación en el bosque al ver el cuervo que se adentraba a la cueva, finalmente el brujo y su aquelarre habían hecho su movimiento y revelado su posición. Katya sabia que no tardarían en moverse ahora que habían sido descubiertos nuevamente, pero había confirmado la presencia de estos en el lugar, y es que cuantos cuervos se ocultan en una cueva. Ya en el poblado, y oculta en una posada local, dedico un tiempo prolongado a elaborar el informe que enviaría a la inquisición a través de los mecanismos de comunicación que se extendían por todo el imperio, y que se trasladaban con urgencia en casos como estos. El rostro de Katya se miraba cansado y demacrado, había pasado varios días observando sin apenas moverse de su lugar de observación, había valido la pena pero su cuerpo pagaba el precio, un precio que ella estaba dispuesto a pagar siempre por un bien mayor. Antes de que la luna estuviera por ocultarse de nuevo ya había acabado el informe y a primera hora se acerco hasta el puesto de mensajería local, donde enviaría con carácter de urgencia el papel sellado hasta stromgarde. Acabando aquello, no se permitió dormir inmediatamente, sino que se ubico en nuevo puesto de observación a la espera del siguiente movimiento del brujo y sus acólitos, los cuales no tardarían en mover sus fichas. Un cazador jamas quita los ojos de su presa, y esta presa no iba escapar de Katya.
  3. Elireth

    Zhara Sagira

    Nombre: Zahra Sagira Atributos 8 Físico 6 Destreza 6 Inteligencia 7 Espíritu 6 Percepción Valores de combate 32 Puntos de vida 28 Mana 7 Iniciativa 10 Ataque CC (Maza dos manos) 8 Defensa Habilidades Físico 2 Atletismo 2 Maza dos manos Destreza 2 Equitación 2 Defensa 1 Nadar Inteligencia 1 Leyes (Reinos Humanos) 1 Religión (Luz Sagrada) 1 Conocimientos/Historia (Reinos Humanos) Espíritu 2 Voluntad 1 Imbuir arma 1 Visión Sagrada 1 Toque de Luz 1 Reprender esencia 1 Detectar Entes Malvados 2 Proteger escencia Percepción 1 Advertir/Notar 1 Etiqueta 1 Reflejos 1 Buscar Escuelas/Especializaciones Represión
  4. Origen El día se presentaba húmedo y nublado, cosa común en villadorada donde los días lluviosos eran comunes. Las gentes se apresuraban a llegar a sus destinos, los cargamentos pasaban por aquí y por allá como en cualquier ajetreada villa, pero el doble si consideramos que es la villa más cercana a la capital del imperio. Entre sus angostas calles y callejuelas, los ruidos y el tránsito eran comunes, pero en aquel callejón aquel día no sucedía algo tan común. Al menos no para las ocupadas gentes de esa localidad - ¡Y sigue intentando, será tonta! - los chapoteos y sonidos contundentes producían ecos que se transmitían por todo el callejón, encajonando y reverberando constantemente. Las voces eran de jóvenes, todos ellos excitados por lo que acontecía. Una pelea. - ¡Zahra no tienes que hacer esto, vámonos a casa! No tiene caso! - gritaba uno de los jóvenes, que por la sangre que recorría su rostro, no la había pasado bien. Algunos niños soltaban carcajadas por las palabras de aquel pequeño golpeado, pero la joven a la que él gritaba “Zahra” no parecía tomar en cuenta sus palabras. Arrodillada en el suelo, sobaba su rostro que había recibido un fuerte golpe y se estaba hinchando su pómulo derecho. Frente a ella el matón del barrio, y su grupo, que como no podía ser diferente eran los más grandes y fuertes de su edad. El muchacho, confiado, soltaba risotadas y se burlaba de la joven de piel oscura que tenía al frente. Le había robado uno de sus adornos dorados para el cabello y se regodeaba de aquello - ¿Qué vas a hacer?, ¿llamar a tu mami la guardia?, ¡no puede entrar aquí! - decía con toda la malicia y los muchachos, más temerosos que de acuerdo, le seguían el juego. Pero Sara no era como el resto de niños, no dejaría que le robaran aquello que tanto apreciaba. Se levantó, disimulando la rendición mientras una lágrima brotaba. El grandullón confiado, inflo el pecho victorioso desviando la mirada al resto de niños. Zahra actuó, un movimiento rápido y un placaje con todo el peso de su cuerpo lanzaron al gordinflón muchacho al suelo y ahora con Zahra sobre él y la gravedad a su favor, no tenía escapatoria. Sus puños cerrados golpeaban el rostro del matón una y otra vez con fuerza, al principio los muchachos estaban sorprendidos, luego vitoreaban, pero al final todos guardaron silencio. Estaba yendo demasiado lejos. El muchacho por cara ahora tenía una masa sanguinolenta e hinchada. Alguien la tomo y la empujó a un lado - Suficiente… ¡Suficiente! - Zahra se detuvo, agitada, mirando sus manos adoloridas y llenas de sangre. Abrió los ojos de par en par, aterrada, todo su cuerpo temblaba - ¿Qué he hecho?... ¿Qué…? - había quedado en shock. Kyra, su compañero, había tomado aquel adorno para el cabello y luego tirando de la mano de Zahra comenzaron a correr a toda velocidad. Ella solo se dejó llevar - L-lo… ¿Lo he matado? - dijo con absoluto temor, su rostro estaba pálido. Sus ojos marrones, grandes y expresivos estaban apagados - No… - respondió Kyra mientras cruzaban una esquina - Pero… ha quedado muy mal - dice tras pensarlo un momento mientras continúa la carrera. Las calles eran estrechas, pero las conocían de pie a cabeza, cruzaron otra esquina a la derecha, luego a la izquierda y finalmente pasaron por detrás de la plaza en dirección a la capital. Tardaron un tiempo en llegar, cuando el sol se estaba poniendo y la lluvia arreciaba. Finalmente en casa, Zahra corrió buscando agua para limpiarse, se miró en el espejo y vio su rostro hinchado, sus manos estaban rotas y adoloridas - Mi madre… mi padre… me matarán - resoplo preocupada. Ya no había nada que hacer, caminó a su cuarto y se dejó caer en la cama. Solo quedaba esperar el castigo. Las horas pasaron y el agotamiento por la pelea había hecho que se quedara dormida. Toda la situación causaron que se olvidara incluso del adorno de cabello que dejó en la mesita de noche esperando. Tanta ira desplegada por nada y allí estaba. Su madre entró en la habitación, se acercó con cautela para besar su frente y notó que la prenda faltaba. Vio a un lado, notó el adorno en la mesa de noche y entonces volvió rápidamente la mirada a ella, hacia sus nudillos vendados torpemente y sangrantes. Su rostro que tapados por la almohada apenas dejaban notar lo hinchado que estaba el pómulo derecho. Negó con lentitud - ¿Qué ha pasado?... - dijo con suavidad desviando la mirada. Zahra reaccionó, quizá ya llevaba un tiempo despierta - Nada… - respondió con desgano sin mirar a su madre - la nada no causa esto - dijo su madre ahora con más autoridad - hubo silencio sepulcral entre ambas durante un largo minuto - Yo… lo golpeé… Pero él, golpeó a Kyra y … Y me robo tu regalo. ¡Debía hacer algo! - su voz comenzó a perder fuerza y rompió en llanto, su madre la abrazó con fuerza entonces besando su frente - Tu corazón es puro, tus intenciones jamás han sido malas y sé que lo has hecho por proteger a Kyra. Mi niña, he fallado en darte la vida que mereces. Vivimos en este terrible pueblo y debes enfrentar el día a día sola mientras tu padre y yo trabajamos. Yo… siento tanto que- - Zahra reaccionó abrazando a su madre bruscamente aun en llanto - ¡No, no… no digas eso !Yo… estoy agradecida. Has hecho tanto por mí. No es tu culpa… - ambas comenzaron a llorar y así se quedaron, abrazadas durante largos minutos, comunicándose como solo una madre y su hija pueden - Zahra, he hablado con tu padre y queremos que te prepares. Sé que te gusta leer y qué pides a tu padre cuentos sobre grandes paladines. ¿Por qué no estudias sobre la luz?, eso te alejará de este barrio de mala muerte… ¿Qué dices? - La joven parpadeó varias veces tratando de comprender aquello, sus ojos hinchados por el llanto apenas lograban abrir del todo. Bajó la mirada pensativa. Su madre colocó un tomo de la luz en la cama - Piénsalo cariño - se puso en pie y salió fuera, Zahra no dijo nada más. Un sueño. ¡Más arriba Zahra! - Plonc, otro golpe metálico retumbó contra las placas de práctica de su padre. Llevaba ya horas entrenando el arte de la maza. Zahra tomó de nuevo con fuerza el arma, apretando con ambas manos moviendo la pierna al frente flexionando un poco la rodilla y giró el torso dejando que el peso del arma y la inercia hicieran el resto. El golpe retumbó de nuevo. Esta vez incluso aunque su padre se cubrió con el escudo no pudo evitar caer sentado en el suelo, impresionado por la fuerza del impacto - ¡Así es, impresionante! - su padre era un tipo grande y de piel oscura como ella. Ambos compartían el cabello negro y los ojos marrones. Como buen herrero, era un tipo fornido y ancho, el hecho de que una joven de apenas veinte años pudiera tirarlo de esa manera era digno de celebrar - ¡Te dije que podías hacer esto!. Tienes gran fuerza hija mía, todo está en el movimiento. Debes dejar que el arma fluya y el resto sucederá por sí solo - Zahra sonrió, estaba realmente emocionada por aquello. Aun con aquella pesada armadura se mantenía en pie, pero estaba muy agotada - ¿Continuaremos? - dijo ella entre jadeos sudando bajo el casco, ya eran las cinco de la tarde, pero el calor acumulado la estaba cocinando viva - No, no… es suficiente por hoy, regresamos a casa - ella asintió retirando el casco. Había crecido, se le notaba más madura, ya era una mujer y su cuerpo había sido moldeado por el entrenamiento que su madre y padre le daban constantemente. Ahora mostraba una figura atlética y definida, brazos capaces de soportar una maza y de golpear con verdadera contundencia. Tras quitarse el aparatoso traje de entrenamiento con lastre y darse un baño decidió subir al techo de su pequeña vivienda. Llevaba consigo aquel tomo de la luz que de niña marcó su camino a seguir. Desde entonces le llamaban “come libros” pues siempre estaba leyendo y estudiando, no solo sobre la luz sino sobre el mundo en general. Ahora relajada y bajo la luz de la luna junto aquella pequeña vela, se disponía a repasar el libro sagrado en busca de nueva sabiduría. O al menos eso pretendía. Su amigo Kyra no estaba muy lejos y le tomó apenas unos minutos terminar de subir al techo con ella, sentándose a su lado. Aquí estas, de nuevo con ese libro. Debes saberte cada línea de memoria ya - dijo con cierto aire de sarcasmo. Ella sonrió desviando la mirada para dedicarle su atención - Eso intento… - su voz era suave, amable y tranquilo. Estaba relajada - ¿Qué haces aquí?, pensé que estabas recogiendo los fardos con tu padre - el chico se recostó mirando a la luna, suspirando - Sí, bueno… ya he terminado y quería ver lo que hacías. Ahora entrenas mucho tiempo y a penas nos vemos como antes - ella retiró la mirada elevándola al cielo también - Las cosas han cambiado, estoy preparándome para un viaje - Kyra rápidamente le observa alzándose ligeramente con rostro confundido - ¿Un viaje?, ¿dónde?, ¿por qué? - ella suspiró levemente bajando la mirada al libro - he estado preparándome para tratar de ingresar a la iglesia de la luz. Para… intentar convertirme en un paladín algún día. Así que debo viajar a la capital - finalizó. Kyra guardó silencio un momento - entonces ya no te veré de nuevo, ¿verdad? - ella le miró sin saber que decirle - quizá sí, algún día, cuando seas una destacada guerrera de la luz - ambos sonrieron - ¿qué piensas hacer de aquí en más Kyra? - él le miró en silencio - supongo que me dedicaré a la granja y heredaré el negocio familiar. ¿Cuándo partirás? - ella tragó grueso, cerrando el libro y sin mirarle respondió - mañana - Kyra abrió los ojos sorprendido - ¿No pensabas decírmelo? - ella negó lentamente - así habría sido más fácil… lo siento - el negó notablemente enfadado, pero rápidamente elimino esos pensamientos de su cabeza, no valía la pena, era su vida y él no tenía derecho. Se acercó a ella tomándola de la barbilla - sé que lograras lo que te propones - acercó los labios, ambos cerraron los ojos y dejaron que un tierno beso surgiera cargado de sentimientos. Esta era la última vez que se verían y la última oportunidad que tendrían de demostrar aquello. Cuando el beso acabó ambos se abrazaron. Kyra se puso en pie y le mostró una sonrisa - todo acabará bien y nos volveremos a ver algún día, ya lo verás - y como si lo hiciera para que aquello no fuera más difícil, se marchó tan rápido como pudo, sin escuchar los llamados de Zahra a la distancia. Ella se quedó allí, mirando a la luna durante un largo rato hasta que decidió volver a su cuarto. Debía descansar para el viaje. Eran ya las seis de la mañana, Zahra llevaba ya dos horas despierta preparándolo todo. Su ropa, sus mochilas y su burro. Tenía comida y la maza que su padre forjó para ella. La despedida fue corta, pero emocional. La despedida de sus padres era un golpe duro, pero el ave debía dejar el nido. Mientras el burro echaba andar no pudo evitar verlos una vez más, incluso su madre, tan fuerte y seria no paraba de llorar y su padre la abrazaba con fuerza para darle esperanza. No pudo evitar que una lágrima cayera por su mejilla, pero debía seguir adelante aun cuando su mente no paraba de decirle que regresara. Ese no era su destino, ahora estaba en camino a Villadorada desde los campos de siembra más al sur. El viaje le tomaría un día si todo iba bien. La aventura de su vida le esperaba. El peregrinaje Después de lo ocurrido en Stromgarde, Zahra regreso a Elwynn donde solicitó al comendador Klaus permiso para realizar un peregrinaje hasta la tumba de Uther, esto para buscar su camino de vuelta y recuperar la senda, intentar comprender los errores que había cometido y como podía mejorarse a si misma para alcanzar la sabiduría que un paladín debía tener. Cuando recibio la aprobación, regreso a la granja donde paso algunas semanas con sus padres y su buen amigo Kyra, hablando sobre las locas aventuras que habia tenido enfrentando a los gnolls, luego trols y nigromantes en distintas areas del imperio. Incredulos solo podian felicitar a su hija y ocultar el terror que sentian de que ella hubiera estado en tanto peligro. Zahra les conto de forma personal lo ocurrido en stromgarde y su castigo, aunque sus padres la apoyaron, y animaron. Ella, menos feliz, les confeso que casi pedia su fe en la luz tras lo ocurrido. Tras compartir estos días de calidez, emprendió su viaje hacia el norte. Se unió a un grupo de peregrinos por el camino, y se adentro hacia lo desconocido por largo tiempo. Pasarían meses antes de llegar a su destino, ayudando pueblos y personas que lo requerían allá donde llegaba. Tratando de llevar la luz a todos aquellos que lo necesitaban, enfrentando enormes peligros y retos, hasta que finalmente y tras años de viaje, llego a los pies de la estatua de Uther, y allí permaneció durante varios días en ayuno, solo orando junto a los sacerdotes. Cuando el ayudo termino, se encontró así misma con una idea clara, debía retomar la senda y continuar su camino, esa era su misión de vida y las circunstancias aun por adversas que fueran no debían definir ni interrumpir lo que la luz había determinado para ella misma. Tomo sus cosas de vuelta y se decidió a regresar, su camino debía reiniciar una vez más.
  5. Voy a retomando esta trama que esta relacionada con la linea de eventos: Vallefresno: Rituales heréticos. Los que estén interesados en participar por favor indiquen en este post o avísenme por discord
  6. A lomos de hipogrifo la jinete llega a toda velocidad a su destino con una carta sellada como máxima prioridad para la Capitana Luara quien se encontraba atendiendo importante correspondencia que llegaba desde todas las partes del frente en Vallefresno. La misiva obtuvo muy rápidamente su atención debido al uso de esta jinete, que no suelen ser usadas si no para cuestiones de altísima relevancia. El informe contenía el siguiente mensaje: Para Luara la respuesta era evidente, enviaría un pequeño escuadrón para reforzar la posición y dar un margen de maniobra superior al grupo de Centinelas. La orden fue entregada a la misma Jinete para que regresara con las nuevas ordenes, mientras que la Capitana entregaría a otra de sus subalternos la tarea de reclutar al grupo que realizaría el viaje hasta Umen'dariel. Este se podría ver dentro del cuartel de las centinelas, en el tablón de tareas pendientes, destacándolo como de suma urgencia.
  7. Elireth

    [Ficha] Aeon

    Nombre: Aeon Atributos6 Físico6 Destreza9 Inteligencia6 Espíritu6 PercepciónValores de combate24 Puntos de vida36 Mana6 Iniciativa7 Defensa Habilidades Físico Destreza 1 Equitación 1 Defensa Inteligencia 1 Arquitectura 2 Ingeniería Draenei 1 Leyes (Códigos Draenei) 2 Religión (Luz Sagrada) 2 Misiles de Energía 2 Toque de energía 1 Evocación Básica 1 Conjuración básica 1 Encantamiento básico 2 Abjuración Básica Espíritu 2 Voluntad Percepción 1 Advertir/Notar 1 Buscar 1 Dibujar 2 Etiqueta Escuelas/Especializaciones Evocación
  8. Nombre del Personaje Aeon Raza Draenei Sexo Mujer Edad 120 Altura 2.10 Peso 130 Lugar de Nacimiento Draenor Ocupación Investigadora - Inventora. Descripción Física No es particularmente fuerte e incluso su apariencia da una visión de fragilidad. Desde muy pequeña fue siempre muy poco dada a las cuestiones físicas, además de ser muy propensa a lastimarse o enfermar, así que prefería pasar el tiempo entre libros. Toneladas y toneladas de libros, literatura, arcanismo, ciencias, naturaleza. Su piel era pálida, un tono lechoso que era adornado por un cabello negro azulado, cosa que solo resaltaba más su apariencia débil. Descripción Psíquica Su mente almacenaba y procesaba información a una velocidad sorprendente pero sin embargo era como un muro solido de cara al exterior. No solia expresarse con muchas personas ademas de su familia, principalmente su padre y su hermano. Esto le ganaba siento interes negativo por parte del resto de la sociedad, que no, no la maltrataba de ninguna manera consiente pero no podian evitar notar la distancia entre la joven y el resto. Sin embargo esto no tenia un origen de rebelion ni de ninguna clase, pues ella amaba tanto a su gente como todos los demas y se preocupaba por ellos. Se trataba más del hecho de tener una mente demasiado activa, tan activa como para enfocarse en detalles demasiado pequeños de la vida cotidiana y entreterla constantemente en pensamientos sobre la forma en que las cosas funcionaban y la razon de todo ello. Sin embargo, genero amistades y mantuvo vivencias agradables a pesar de ello, solo que, le era un poco más dificil de lo comun. Aeon, diseñando la paz. El color de las flores siempre parece estar en consonancia con el ambiente a su al rededor, a veces creando contrastes y otras creando armonia en el entorno. El viento siempre sopla en la intensidad correcta y las tormentas siempre llegan cuando las temperaturas se elevan demasiado. El universo maneja ciclos perfectos de interacción en una constante accion y reacción entre fuerzas invisibles. La energia de transfiere constantemente, transformandose en nuevas formas o perdiendose en la infinidad de la creación. No entiendo como los demas no logran ver la profunidad de estas interacciones. Como funciona el corazon mismo de nuestra existencia. Por aquellos días me hacia preguntas como esa de manera constante mientras vagaba, bajo la atenta vigilancia de mi hermano, por sombraluna. A veces me dejaba caer en el cesped azul durante horas observando el cielo mientras las nubes se arremolinaban y aquellos enormes astros se mostraban para mi en todo su explendor. Me preguntaba constantemente, ¿habrá una niña mirando al cielo allá?. Por desgracia jamas pude responder a esa pregunta, pero con el tiempo descubriria que no estaba para nada lejos de la verdad, aunque no fuera tan exacta. Mis tiempos se limitaban a estar en bibliotecas o recibiendo clases ya sean de mis maestros o de mi madre, otras veces las pasaba en la lectura o poniendo en practica lo aprendido. La paz reinante me permitia concentrarme en todo aquello pero a diferencia de mi hermano, yo siempre pensaba en las historias de mis padres y como habian tenido que huir de mundo en mundo por culpa de aquel caos que lo seguia con una sed destructora implacable. Mundos que habian sido arrazados por nuestra mera presencia. ¿Acaso tendriamos verdera paz alguna vez?, la pregunta que se movia en mi cabeza no tenia respuesta para alguien tan joven como yo en ese momento. Ni siquiera debia estar haciendola en primer lugar, asi que la guardaba para mi, como tantas otras cosas. Por supuesto que con el tiempo la desgracia nos alcanzaria, por que, pareciera que el destino siempre trae sufrimiento a quienes tienen un futuro importante. Nosotros luchariamos algun día junto al ejercito de la luz, en su vanguardia. Pero antes de llegar alli, nuestra fe seria puesta a prueba muchas más veces, tantas veces como todas anteriores o quiza más. Cuantos hermanos perdidos, cuantas familias destruidas y aun asi, una voluntad ferrea e inquebrantable. El ataque orco y la huida a Telredor. No se exactamente en que momento comenzó todo. Recuerdo haber escuchado un fuerte golpe mientras me encontraba en mi sesión de lectura, el aire se tornó pesado y un silencio incomodo se hizo en todo le lugar. Bruscamente mi puerta fue abierta de un potente golpe por parte de mi hermano, gritaba con evidente nerviosismo que tomara lo más importante que tuviera y marchara de inmediato con él. Lo primero que tuve a mano fue mi diario, un peluche de Elekk que mi herman me habia relagado hacia muchos años y algo de ropa pues siempre la tenia perfectamente organizada para mis pequeñas acampadas bajo la luz de los astros. Recuerdo haber sentido un miedo que helaba la sangre. ¿Los orcos?, decia incredula pues habia llegado a desarrollar una fascinacion por su cultura en aquel entonces. Mientras corria con mi familia por los campos de cabras podia notar el caos que se extendia por el poblado, mientras el fuego se expandia y el humo comenzaba a bloquear el cielo. De nuevo aquellas preguntas se amontonaban en mi mente, amenazando con dejarme paralizada en el peor momento. Fue el agarre firme de mi padre y el esfuerzo de mi madre por calmarme lo que me mantuvo siempre en el "ahora" y aun asi, ¿cuantos estaban muriendo entonces?, ¿cuantos lo habian hecho?, ¿que podia hacer para evitarlo?. Todas esas preguntas tenian ya respuesta en mi cabeza: Muchos y nada. Mi conocimiento era demasiado teorico y poco practico por aquel momento, y aun cuando mis habilidades en la ingenieria tanto como la magia arcana se habia desarrollado hasta cierto punto, seguian siendo nada en comparacion. Me limitaba a realizar conjutos pequeños para ayudar a otros o generar leves escudos sobre alguna persona que lo necesitara. Pero el avance se mantenia hacia Telredor, donde cientos y miles se aglomeraban huyendo de todas partes de Draenor entre llantos y desgracia. Tanta desgracia... que yo no sabia como procesar. Aun peor fue el horror de saber que mi hermano y mi padre irian a luchar. Sentia mucho miedo en ese momento, demasiado miedo. La posibilidad de perderlos era real y ¿quien seria yo sin ellos?. Mi madre y yo preocupadas, rogamos por que no lo hicieran pero estaban decididos y no cambiarian de idea. Pensaban que asi podrian portegernos. Con el pasar del tiempo comence ayudar en otras tareas menos belicas y más dedicadas al a investigación. Habia proyectos para intentar una huida de Draenor por medio de poderosas naves Naaru, en concreto un satelite del castillo de la tempestad llamado "Exodar". Sin embargo las diferencias tecnologias de la avanzada nave Naaru suponia prepararnos para adaptarnos in situ y activar la nave. Ayude de manera intensa con este proyecto, investigando y desarrollando teorias, preparando algunas herramientas para calibrar las energias y los cristales una vez dentro de la nave asi como reparaciones varias de otra clase y cristales de información para advertir a otras especies de el gran vacio en caso de que nosotros fallaramos en el intento. Nos preparabamos para un intento de huida desesperada. Si no lo lograbamos seriamos exterminados. El asedio al Exodar y el choque con Azeroth. Pocos dias tras el encuentro, asaltamos el exodar. La cuadrilla de ingenieros nos desviamos en varos grupos mientras los guerreros luchaban para abrirnos espacio en el interior de la enorme estructura. Mis modestos conocimiento de ingenieria entonces se usaron para ayudar a encender y calibrar la maquinaria. La nave encendió y saltamos al vacio. Me tome un momento para observa el enorme tamaño de aquella nave y lo majestuoso del lugar, pues era simplemente increible. Nada jamas visto por mis ojos podria compararse aquella nave en funcionamiento, hasta que el reactor explotó sin aviso previo. La nave comenzo a moverse de manera erratica disparandonos del vacio hacia el plano fisico de manera agresiva y lanzadonos directo a a la atmosfera de un mundo desconocido. Todos comenzaron a correr hacia las capsulas esperando lograr una caida segura lejos de la inminente destrucción total, mi hermano me tomo con fuerza del brazo mientras me llevaba hacia las lanzaderas. Roge por que ellos se lanzaran primero pero era inutil, fui disparada junto a mi adre y el corazon me dio un vuelco ante el vertigo de la caida. Desde el cristal pude ver el caos hecho realidad mientras la enorme estructura del exodar se hacia pedazos en el aire y chocaba con furia contra el suelo generando una explosion que obscurecio el cielo durante un instante. Mis peores miedos se habian hecho realidad y todo lo que pasaba por mi mente era, ¿habian logrado huir?. Los cristales caian y las capsulas que habia logrado salir brillaban en el cielo mientras viajaban a toda velocidad contra tierra. Perdi de vista la capsula de mi madre muy pronto entre el caos del momento. Un enorme árbol se dejaba ver a la distancia mientras nos acercabamos a tierra, hasta que el potente golpe me dejo inconsiente al tocar tierra. Desperte un par de semanas despues, segun me contaba mi madre, padre estuvo al rededor de una semana entera buscandonos con sus piernas rotas, llevado por algunos sobrevivientes compañeros suyos. Cuando nos encontró lloro durante ahoras mientras temblaba. Su miedo por perdernos era realmente grande y poco tiempo despues nuestro hermano aparecio, buscandonos con desespero. Yo tarde mucho más en despertar y temian por mi salud, habia sufrido una contusion grave en la cabeza, pero al final gracias a la luz habia logrado despertar. El caos que habia ante mis ojos y la mortandad me dejaron totalmente horrorizada. Nuevamente la pregunta estaba en mi cabeza, ¿algun día encontrariamos verdadera paz?. La respuesta no parecia alentadora, asi que pensé, ¿y que pasa si diseño una paz verdadera?. La pregunta al inicio parecia ingenua, pero regresaba constantemente. Quiza ese debia ser mi obejtivo, un proposito verdader. Diseñar la paz verdadera para mi pueblo.
  9. Noche 1 - Recorrido básico El primer día de entrenamiento básico se dedicó a la introducción de las normas del campamento a los voluntarios, la puesta al día de la razón de su presencia y una ligera prueba de acondicionamiento físico. La capitana en persona dedicó algunos minutos de su valioso tiempo para indicar la importancia de la preparación de todos ellos antes de realizar la peligrosa empresa que tienen por delante. Apenas culminada la puesta al día fueron llevados a la primera sección del campo de practicas donde les fue explicado el recorrido y que al final de las noches de entrenamiento habría una competencia donde podrían ganar un identificativo para su sección así como el visto bueno de la capitana. Al final del día todos lograron completar sus objetivos incluso los retos más complejos, ganándose el derecho a una ración de alimentos más grande para su descanso y el visto bueno de la sargento que ahora lideraría al grupo durante sus días de entrenamiento y competencia. OFFROL:
  10. Rituales heréticos La carta llegó con urgencia al campo de entrenamiento Alabrumosa a primera hora de la noche, cuando la Capitana Alana Brillobrumoso vio el sello de la carta, la abrió de inmediato, la mensajera ni siquiera tuvo que advertir la urgencia de la misma. - Dethalia, tome cuatro centinelas y diríjanse al claro de los espinos inmediatamente. Sin exponerse, necesito que oteen la zona en busca de actividad sospechosa en las inmediaciones del templo - Dethalia se plantó rápida como el viento frente a su Capitana, cuadrándose mientras escuchaba las ordenes pero no pudo evitar alzar las cejas cuando su mente entendió que eso se ubicaba peligrosamente cerca del enemigo - Inmediatamente, Capitana - y a la orden de un gesto con la mano, la Sargento desapareció de su presencia para cumplir con el objetivo. A las pocas lunas, la Sacedotisa Alynna Brillobrumoso recibió una misiva que tomó con absoluta urgencia de las manos de la mensajera - Lo siento hermana, esto... es muy urgente - es lo único que pudo proferir antes de encerrarse de vuelta en su habitación para atender con cuidado las palabras de su hermana. Sus temores se habían hecho realidad, pero ahora, mucho más enfocada al entender el propósito de aquellas visiones, se encaminó a escribir una carta en respuesta con su hermana. Había tenido tiempo de sobra para preparar un plan durante las noches de desvelo, y ahora lo ejecutaría lo mejor que podía. Tras entregar la carta a la mensajera, comenzó a redactar una segunda mucho más escueta para hacer contacto con una antigua conocida suya que bien podría ayudarle a reclutar voluntarios adecuados para la empresa, esta misiva saldría de inmediato en alas de un hipogrifo camino a Astranaar. La urgencia de la situación ameritaba presteza.
  11. Nombre: Frieda Gretchen Abendroth Amse Atributos 6 Físico 8 Destreza 6 Inteligencia 6 Espíritu 7 Percepción Valores de combate 24 Puntos de vida 24 Mana 9 Iniciativa 8 Ataque a Distancia (Arco corto) 10 Ataque CC Sutil (Dagas) 9 Ataque CC Sutil (Combate Equilibrado) 10 Defensa Habilidades Físico 2 Atletismo Destreza 2 Dagas 1 Combate Equilibrado 1 Escalar 2 Defensa 1 Nadar 1 Robar bolsillos 2 Sigilo 1 Trampas/Cerraduras Inteligencia 1 Tortura 1 Supervivencia Espíritu 2 Voluntad Percepción 1 Arco corto 1 Advertir/Notar 1 Buscar 1 Disfraz 1 Rastrear 2 Reflejos Escuelas/Especializaciones
  12. Elireth

    [Ficha] Gix Geiger

    Nombre: Gix Geiger Atributos 6 Físico 7 Destreza 7 Inteligencia 6 Espíritu 7 Percepción Valores de combate 24 Puntos de vida 28 Mana 9 Iniciativa 9 Ataque a Distancia (Pistola de Chispa ) 9 Ataque CC Sutil (Dagas) 9 Defensa Habilidades Físico 2 Atletismo Destreza 2 Dagas 1 Escalar 2 Defensa 1 Robar bolsillos 2 Sigilo 1 Trampas/Cerraduras Inteligencia 1 Ingenieria goblin Espíritu 2 Voluntad Percepción 2 Pistola de Chispa 1 Advertir/Notar 1 Buscar 1 Comercio 1 Dibujar 1 Rastrear 2 Reflejos Escuelas/Especializaciones
  13. Elireth

    Gix Geiger

    - ¿Una pata de conejo Viznek?, tienes que estar de broma. - Gix Geiger, una mercenaria poco conocida en la enorme sociedad goblin se encontraba con maquina de tatuar en mano perforando lentamente el brazo de su buen amigo, Viznek, un mercenario de poca monta que hacia parte del grupo mercenario de Gix. Se detuvo por un momento dando un vistazo hacia su lado derecho, en ese mismo instante estiro su mano derecha para alcanzar un tarro de pintura negra sobre una mesa podrida. La vida en Bahia del botín no era fácil ni mucho menos costeable, una caseta de lata, electricidad por sumas elevadas y descomunal indice de criminalidad y vandalismo no mejoraban las cosas, se tenia suerte si se conseguía tener un par de objetos que no fueran robados a los pocos días. Aquel lugar era un infierno en vida. - Los cazadores humanos dicen que dan buena suerte, ¿que mejor que tatuarte una? - , comenzó a reír de forma ruidosa con esa típica voz aguda que la mayoría de goblins tienen, - Hablando de suerte, esto de dejar que las ratas se caguen por acá y se muevan por todos lados no creo que sea bueno para el negocio, ya sabes, por el olor... - Gix alzo la vista lentamente mostrando una leve sonrisa, - Si pudiera permitirme algo mejor no estaría en este podridero -. El olor en el lugar era realmente fuerte, pero en comparación a otros lugares de bahía era casi como olor a rosas. Con un par de caladas a un puro continuo con su trabajo, ese quizá era el sexto en apenas un par de horas, el suelo lleno de colillas era testigo o quizá las dichosas ratas que no paraban de pasar de aquí para allá, lo que estaba claro es que algo definitivamente le preocupaba. - El jefe me ha dejado un mensaje... - Dijo ella secamente sin dejar de hacer su trabajo, cigarro en boca, el goblin bajo la mirada y la de ambas se encontraron, por un instante se miraron con seriedad, Definitivamente ninguno de los dos quería escuchar algo como eso. - Es algo simple según dice esto - continuo ella -solo debemos ir al distrito de los mercaderes y apalear a un par de sujetos - Viznek comenzó a reír y luego volvió a tonarse serio mirando hacia la pared de latón - Nunca es tan simple.- ella continuo trabajando en el tatuaje hasta que finalmente solo dijo - Lo se - y continuo. - Es increíble todo esto, ¿como es que alguien como tu acabo haciendo esto? - dijo el tratando de cambiar un poco el rumbo de la conversación - Tu no pereces el tipo de mujer que trabaja para alguien como el. - La miro fijamente, no lo decía en broma aunque ella tardo en darse cuenta, se tomo su tiempo para detener su trabajo y preparar un nuevo cigarrillo, dio un par de caladas y tras dejar salir el humo suavemente por su nariz decidió hablar, - es... una larga historia ... - UNO - No me defraudes Raz - La gruesa voz era de Razzik, un joven goblin que apenas superaba la adolescencia, frente a el un goblin ya adulto llamado Raz, padre de Gix. El se había convertido en un socio importante de Razzik, uno de sus cabecillas en un pequeño cartel que funcionaba bajo instrucciones del cartel Bonvapor, le habían encomendado la tarea de controlar un distrito en tanaris. Gix era joven en ese entonces, una adolescente muy mimada por su padre, siempre buscando atención e imponiéndose sobre el resto gracias al dinero, - Sabe que no le defraudare señor, nunca lo he hecho -tomo la mano de razzik y la beso aunque este ultimo ni siquiera le dirigía la mirada, - lo se, de otra forma, tu y tu quería hija no estarían aquí - al escuchar esto Raz se alejo tragando grueso con miedo a mirarle, a pesar de que Raz era mucho mayor en edad y tenia mucha más experiencia que Razzik nunca ignoraba lo que este ultimo le decía, siempre temía de el, sabia de lo que era capaz. Pasaron varios años desde ese día, la vida en el distrito se había vuelto fácil y buena para Raz y su hija, Gix iba de fiesta en fiesta, con ropa rosa y ostentosa, solía hacer la vida imposible a su competencia, amaba ser el centro de atención y su estilo de vida se lo permitía. Por otro lado compartía el estilo de vida de su padre, le agradaba participar en los juegos de poder, la administración e incluso de ser necesario la tortura, era muy buena con las armas de fuego y dedicaba un gran tiempo al estudio de la ingeniería y su aplicación, pero claro esta, siempre bajo la protección de sus guardias y sobretodo del orco encargado expresamente de su protección. Pero la época de bonanza no iba a durar para siempre, desde hacia algunos meses habían recibido mensajes de alerta sobre una organización que estaba haciendo daño al cartel, una tal orden del Talanque dirigida por el padre de una antigua empleada de Razzik. Quedaba poco para que los juegos de Razzik comenzaran en su isla privada y Raz estaba como loco tratando de organizar a los participantes que llegarían en pocos días en un par de zepelins. Por otro lado Gix vivía una enorme dilema personal... - ¡ ¿Que hizo una fiesta y no me ha invitado? !, Arrggg - Gruño con fuerza mordiendo un trapo frente a su guardia personal, Thornak un orco corpulento bien armado, solo la luz sabe como un orco acabo cuidado a una niña malcriada como esa, - ¡ ¿Quien se cree esa zorra?, me las va pagar ! - seguía chillando - Gix, tu padre no quiere que salgas de este lugar hasta que finalice la entrega - respondió el pero rápidamente recibió una chillona respuesta con esa voz forzada - ¿Que?, idiota, mi padre no sabe nada de la compleja vida que tengo, que se deje de tonterías, esta misma noche vamos a esa jodida fiesta. - sin saberlo ya tenían un buen rato siendo vigilados, un agente con mucha maña les veía desde la ventana bien cubierto, Drakar ya era un veterano en estas cosas y tenia un objetivo muy claro, averiguar acerca de los juegos. El se había reunido con la orden que operaba en el distrito desde hacia ya varios meses, le habían encomendad la tarea de averiguar donde se ubicarían los festejos de los juegos de Razzik y secuestrar a la goblin era una idea bastante evidente. - No pienso esperar a que todos sean llevados a la maldita isla, quiero irme ya - se cruzo de brazos refunfuñando mirando hacia un espejo, el orco sin más que hacer se paso la mano por la cara y salio de la habitación, ahora era el momento, Gix dio la espada lanzándose sobre su cama para llorar como buena niña malcriada y justo en ese momento entro Drakar, la joven goblin se sobresalto por el ruido y se giro mirando al sujeto, su reacción fue pegar un poderoso grito mientras tomaba un cuchillo oculto aun si levantarse de la cama. La respuesta fue inmediata, el orco junto a un par de ogros aparecieron; pero Drakkar no estaba solo, junto a su compañero combatieron fuertemente contra ellos hasta darles muerte, Gix solo podía ver con horror lo que ocurría hasta que un golpe la llevo a la oscuridad absoluta. El sonido zumbaba en la habitación, la maquinilla no paraba de trabajar mientras Gix pasaba frecuentemente un trapo con alcohol para limpiar la zona, al mismo tiempo seguía contando su historia pero se vio interrumpida por un exaltado compañero hablador, ¡ ¿Fueron esos malditos?, los de la orden esa, ¿que ocurrió luego? ! - Gix no cambio demasiado en su expresión, se mantuvo seria en todo momento - Es donde toda esta desgracia comenzó... - su compañero volvió a mirar al frente, parece que no era nada fácil para el hablar con seriedad - No te imagino de la forma en que cuentas, como una niña chillona y mimada, ¿sabes?, ahora eres todo lo contrario. Ese pelo negro tuyo, la ropa y la forma de actuar, es difícil de creer. - Gix no respondió, aunque sabia que era cierto, el cambio en ella había sido enorme, paso por demasiado y eso calo en su personalidad, en parte agradece que fuera así pues pudo darse cuenta de la realidad, de otra forma quizá hubiera sido peor. - No te muevas tanto o acabare haciendo una pata de rata en vez de una de conejo - su compañero se alarmo - ¡ Eh, con eso no se juega, las ratas son de mala suerte mujer ! - ella comenzó a reír y continuo su historia, esa pata de conejo parecía que pronto estaría lista. - ¡ Despierta ya ! - Gix sintió un par de bofetadas, escuchaba una voz joven llamarle, lentamente comenzó abrir sus ojos hasta que finalmente pudo divisar algo, se encontraba en un lugar oscuro y al intentar moverse se dio cuenta de que estaba amarrada una silla de piedra, frente a ella un sujeto con un casco extraño le hablaba. - Dime todo lo que sabes de Razzik, ¿donde esta?, ¿donde queda esa isla?. - Ella aun estaba confundida pero si algo sabia era que la manipulación era efectiva por lo que comenzó a llorar desconsoladamente para tratar de apaciguar a su atacante, lloraba con fuerza pero el no se detenía y comenzaba a ser más rudo, hasta que dijo las palabras mágicas. - "Fénix negro" - fue lo único que escucho más allá de su propio llanto e instantáneamente se detuvo mirando con seriedad al enmascarado. - ¿que quieres? - mantuvo una mirada fija hacia el con el maquillaje corrido, - quiero saberlo todo sobre Razzik, sobre sus planes, sabes que no saldrás viva de aquí si no me das lo que busco - ella replico rápidamente sin temor - si no salgo viva de aquí tu nunca tendrás lo que buscas - el enmascarado se quedo en silencio - Fénix negro, el señor Razzik seguro que daría mucho por llevarte a el y mostrar tu cara - la respuesta fue una bofetada directa y sin dilaciones - Tu padre esta muerto, fue sesinado por Razzik, tu seras la siguiente si no hablas de una vez. - Ella abrió los ojos como platos paralizándose un instante, algunas lagrimas salieron al tiempo - Que.... ¿que estas diciendo?, ¡ Imposible, mi padre te matara, los matara a todos ustedes ! - comenzó a moverse con fuerza en la silla, cada vez con fuerza más hasta que finalmente recibió otro golpe y termino inconsciente. Despertó de nuevo, habían pasado algunas horas y lo sabia por que su boca estaba muy seca, tanto que cuando intento tragar casi se afixiaba con su propia lengua, frente a ella estaba el fénix negro de nuevo << ¿cuanto tiempo estuvo en ese sitio? >> eso ya no parecía importante, lo que había dicho de su padre y Razzik ¿podía ser cierto?, esas dudas estaban causándole un gran dolor de cabeza - Si, tu padre murió a manos de razzik en la plaza, tratamos de capturarlo antes pero llegamos tarde. - dijo el fénix como si leyera su mente - ¿por que?, mi padre siempre fue leal y eficiente - dijo ella sin afinar mucho la voz debido a la sed - Tu padre perdió casi todo el distrito en nuestras manos, Razzik no estaba feliz, también va por ti. Seguramente cree que has dicho algo; ¿que piensas hacer?. -ella le miro sin saber darle una respuesta concreta, solo trataba de procesar la información que recibía - Si me das la información que quiero puedo dejarte libre, de hecho, puedo liberarte ahora si a cambio me das la información que quiero. - ella alzo nuevamente la cabeza mirándole - enviaras una carta al fénix negro en una dirección concreta que te entregare - ella asintió, no tenia otra opción, debía comprobar ella misma si esa información era cierta o no - Bien, entonces solo espera aquí. - el fénix se marcho desapareciendo en la oscuridad del lugar. Una explosión despertó bruscamente a Gix en su silla, el lugar temblaba con furia y del techo caía mucha arena, había total oscuridad y ella no podía ver nada pero si podía sentir algo nuevo, ya no estaba amarrada. Rápidamente se puso en pie pero comenzó a balancearse, sentía un enorme dolor en sus piernas y espalda, tenia tanto tiempo sentada que había comenzado a tener daños en la piel y sus músculos se habían entumecido pero eso no le detuvo, se movió con brazos al frente herrando por todo el sitio hasta que encontró una pared que siguió hasta dar con una entrada que sorpresivamente le dio salida hacia el exterior. el gélido aire de las noches de tanaris dieron un golpe climático muy fuerte a la goblin, cuando alzo la vista hacia el distrito lejano ahora, se dio cuenta de que estaba en llamas. - El decía la verdad... - tratando de ignorar el hecho de que lo había perdido todo comenzó a caminar por el desierto hacia otro de los distritos en busca de agua y cobijo, no sobreviviría una noche sola en el desierto aunque quizá ese era un mejor final que el que le esperaría en cualquier distrito ahora... DOS - Es difícil creer que aun sigas viva, si no te estuviera viendo ahora... - suspiro levemente mirándola - Bueno, de no ser por ustedes, probablemente no habría llegado hasta acá - tomo un pequeño spray y lo rocío por encima del nuevo tatuaje del goblin para protegerlo del exterior, por encima coloco un plástico fino para aislarlo - Buenos tiempos, una joven rositas en medio de un chiquero como ese, fue bueno que supieras usar armas, y fuera del tema ¿que fue de tu madre?, nunca la mencionaste. - dejo el spray a un lado y la pistola para tatuar en la mesa - En realidad nunca conocí a mi madre, quizá solo fue alguna prostituta barata, no lo se. - dijo sin darle más importancia - bueno el tatuaje esta listo, con esto tendrás suerte infinita ¿no? - comenzó a reír pero esta risa rápidamente fue acallada por un estruendoso golpe a la puerta que la abrió de par en par, tres hombres caminaron dentro del pequeño local de latón bien armados - Vaya, con que aquí se escondía la ratita - el goblin diviso la pistola de tatuajes - y trabajando sin pagar los impuestos, esto no le gustara al jefe... - Gix camino tras la mesita y tomo asiento en otra silla, su compañero simplemente movió la suya hasta esa posición, en ningún momento hablaron, solo se miraron y ella sin preocupación alguna tomo un puro y lo encendió dando una calada al instante, este ya era el octavo. Mientras los hombres comenzaban a requisar el lugar ella observaba a un lado, estaban muy cerca de encontrar su reserva de dinero, observa a su compañero y ambos asintieron, sin previo aviso Gix pateo la mesa con fuerza haciéndola caer de lado al tiempo que tomaba sus dos pistolas y comenzaba a disparar hasta cubrirse tras la mesa, los cobradores respondieron rápidamente contra la mesa. Ella sabia que no resistirían mucho tiempo y fue cuando recordó el bote de alcohol; tomo este del suelo y lo hizo girar hasta los botes de pintura dando un par de disparos fallidos hasta encontrarlo, una chispa inicia el fuego en el alcohol y este se esparcio por los químicos de la pintura causando un incendio aun más grande. Los cobradores temiendo por su vida corren fuera del lugar y Gix aprovechando la oportunidad recupera su dinero y escapar por la ventana junto a su compañero. - Por este tipo de cosas es que no entiendo como trabajas para el... -ya tenían al menos una hora caminando por las cloacas del distrito, Gix no paraba de fumar - Y pensar que cuando llegaste por primera vez a nosotros a penas y sabias como defenderte con una pistola. Ese desgraciado de Solivan te hubiera puesto rápidamente en la repisa de su putero. - Ella dio una calada escuchando la conversa, soltó algo de humo y se dispuso a responder - Lo cierto es que no se como acabamos aquí, pero de no ser por Vizna probablemente estaríamos bien muertos ahora. y hablando del príncipe mercante... -justo llegando a la salida del tunel estaba una goblin de cabello rubio y perfil asiático con un buen rifle en la mano recostada de la pared, junto a ella Josh un goblin con piel oscura y totalmente calvo, portaba ropas negras y un rifle de larga distancia. - ¡ Hermano, ¿como fueron los negocios? ! - Vaznik, hermano gemelo de Viznek, cumplía la misma función que su hermano y se vestían de la misma forma, rameras y armas de fuego o pistolas. Todos tenían pasados duros y cada uno de ellos era bueno en algo. Vizna, la medico de combate, Josh el francotirador, Vaznik y Viznek junto a Gix cumplían la función de asalto, Gix se encargaba de dirigir al grupo en las distintas misiones aunque no siempre fue así. Durante mucho tiempo fue "la novata", cometía muchos errores y no se le respetaba, a medida que paso el tiempo y su experiencia creció comenzó a calar más en el grupo y estos se volvieron más unidos, las misiones cada vez más eran un éxito rotundo. Finalmente esto desemboco en su liderazgo. - Tenemos trabajo que hacer, debemos dar un par de palizas en el distrito mercante y luego dirigirnos a los barrios bajos para hacer pagar a un par de traficantes. ¿están listas los trimotores? - observo a Vizna a quien había encargado siempre hacerlo - Esta todo listo, podemos salir cuanto antes. - Gix asintió y todos caminaron juntos por las calles abarrotadas del distrito una vez salieron de las cloacas. Burdeles, tiroteos y peleas callejeras eran lo típico en esta área, los carteristas hacían de las suyas aunque los novatos solían acabar apuñalados en medio del acto, no había policías solo un grupo de mercenarios mal pagados que cumplían con los intereses de las mafias, bandas, carteles y muchos otros tipos de delincuencia organizada y no tan organizada. Por lo general la gente no solía meterse con un grupo bien armado de goblins, mucho menos si se trataba de gente que trabajaba para algún cartel, no tuvieron problemas en localizar sus trimotores y bajo el rugido de sus motores aceleraron a toda velocidad hacia el distrito de los mercaderes de esa parte de la ciudad. Los motores sonaban con furia a medida que avanzaban entre las estrechas calles de los distritos más pobres de bahía, tardaron casi veinte minutos en llegar a su objetivo y frente a ellos estaba, una masa de edificios industriales y luces de todos los colores que eran acompañadas por carteles de toda clase, algunos más absurdos que otros. El humo en el lugar obscurecía el cielo y causaba una extraña niebla de un color ferroso. Tras adentrarse en la ciudad una multitud casi indistinguible de seres verdes se acumulaban en las tiendas e industrias causando una terrible dificultad para maniobrar, pero nada que una buena bocina no resolviera y quizá algún que otro arrollado para dar ejemplo. Tras más de un cuarto de hora atravesando carne verde llegan al destino asignado, entre la multitud se encontraba una plaza con un par de tendederos bastante rotos y con apenas mercancía. - Bien, vamos a ir directo al grano, usaremos las motos para destrozar el tendedero mientras Vizna y Josh se encargan de perseguir y apalear a los dos objetivos. - dijo Gix rápidamente una vez había localizado al objetivo, todos los demás asintieron y avanzaron rápidamente en sus motos a toda velocidad contra los tendederos, como Gix había previsto los objetivos comenzaron a correr apenas divisaron las motos pero Vizna y Josh los alcanzaron y a toda velocidad desde sus motos les dieron un garrotazo en la espalda a los dos dejándolos fuera de juego instantáneamente. Tan rápido como llegaron marcharon juntos directo al siguiente objetivo, los traficantes. - Rápido y efectivo, como siempre - Bromeo Vizna desde un lado de Gix mientras todos iban a altas velocidades entre la gente, cosa totalmente riesgosa claro esta, quizá la costumbre o el hecho de que la gente no quería ser arrollada les salvaba el cuello - Y pensar que tu primer día temblaste como gelatina. - bromeo pero recibió rápidamente una mirada poco amistosa de su Gix - ¡ Oye, esta moto esta teniendo problemas de nuevo, ¿cuando demonios la vas a reparar? - Gix había dedicado gran parte de su vida a la ingeniería en múltiples áreas, gracias a su tiempo de niña rica pudo costearse buenos libros y grandes profesores, pero ahora había bajado hasta el punto de ser más o menos una mecánica, se dedicaba a reparar motos y reparar armas, cuando no había nada que hacer entonces se dedicaba a su arte con tatuajes. Lo de hacer tatuajes fue algo relativamente nuevo, la explosión de personalidad independiente y rebelde le hizo desarrollar nuevas habilidades artísticas y todo esto a causa de un estilo de vida mucho más violento y adrenalinico de lo que jamas fue. - ¿Que pasa con estos traficantes?, dices que debemos cobrarles, ¿acaso están locos? - pregunto Viznek rápidamente cambiando de tema - Aparentemente quieren pasarse de listos con el jefe y ya sabes lo que ocurre con ellos... - Gix se acomodo las gafas oscura tras terminar de hablar, finalmente habían salido del abarrotado distrito comercial y ahora iban hacia el peor de todos, los barrios pobres... - Odio estos malditos barrios, huelen mal, tienen muchas ratas y la gente se mata entre si por un trozo de pan. - gruño Vaznik - Ya... comparto el pensamiento hermano, pero el trabajo es trabajo, prefiero meterme en la mierda y salir vivo que estar mal con el jefe, tu ya me entiendes - todos guardaron silencio tras ese comentario, continuaron en la vía con el viento golpeando sus rostros, el peinado punk de Gix le quedaba bastante bien con su atuendo de motera, un flequillo hacia atrás unido a un pelo corto le creaba una imagen de rudeza que le era bastante útil. Finalmente, tras treinta minutos de viaje llegaron, si el barrio mercante era horrible los barrios bajos eran aun peores, el olor a estiércol era horrible y reunía muchas moscas, a diferencia del barrio mercante había menos gente por las calles pues la mayoría estaban enfermos o moribundos, algún que otro durmiendo en las callejuelas junto a las ratas. - No quiero permanecer mucho en este sitio, a penas y aguantaba el olor de mi local... - suspiro levemente mirando, ahora habían bajado un poco la velocidad para no causar demasiado ruido - los traficantes suelen estar por estas calles, deberíamos bajar de las motos y observar con más cuidado. - dijo Vinza y así lo hicieron, escondieron la moto en una callejuela y dejaron a Vaznik para que las cuidara - Vamos a movernos con cuidado todos juntos, deberían estar por acá cerca - dijo Gix y todos comenzaron a moverse en unidad, pasaron callejón por callejón, callejuela por callejuela hasta que finalmente a la lejanía en la puerta de un edificio abandonado estaban sus objetivos, salvo por un detalle, estaban con alguien bien vestido muy cerca. todos se ocultaron en las sombras para observar mejor - ¿quien demonios es ese? -josh estaba observando desde su mira telescópica - este no me suena de nada, ¿un nuevo proveedor? - Gix se encogió de hombros, tampoco entendía de que se trataba, con mucho cuidado comenzó a acercarse al lugar pero a medio camino escucha varios seguros accionarse - ¡ Alto, sabemos que están allí, bajen las armas ! -se escucho una voz venir desde los techos, todos se detuvieron en seco tratando de buscar los sonidos pero se mantenían en silencio, quizá era un bulo - Razzik nos ha ordenado evitar la ejecución, deben hablar con Razz ahora -todo el grupo se miro uno a otro y con mucho cuidad se acercaron sin salir de su cobertura - ¿Quien demonios es razz y que demonios esta pasando aquí? - el goblin de traje se acerco muy confiado y hablo con voz típica - Soy el hermano de su jefecito, ya no encargamos del problema aquí, pero ustedes tienen un trabajo más importante que hacer - ese "importante" fue resaltado especialmente por su voz y ninguno de los mercenarios pudo evitar alzar una ceja, el goblin saco un papel de contrato en donde se podía ver claramente la firma de razzik - deben ir a los muelles y embarcar hacia el norte cuanto antes, se les informara en el sitio - les ofreció el papel, Gix dudo pero avanzo hacia el aun con arma en manos, le arranco el papel y verifico la firma confirmando que se trataba de el. Hacia meses que Gix trabaja para el asesino de su padre, fue así para pagar las deudas de su viejo, era esto o morir en cualquier momento a mano de los hombres del despiadado Razzik. Realmente todo fue gracias a Vizna que funciono como una conexión entre ellos, Gix nunca se pudo quejar no tenia opción. No hubo más conversación después de eso, todos regresaron a las trimotores y pusieron rumbo a toda velocidad hacia los muelles. TRES Ya había pasado un par de semanas desde que zarparon, fueron contratados por una enorme suma de dinero para una misión en el norte por pedido del cartel bonvapor, se suponía que debían rescatar a un agente en las montañas heladas, el frió ya comenzaba a causar estragos a medida que se acercaban al muelle. - He escuchado muy feas historias de este lugar, espero que esta pata de conejo nueva me sirva de algo ... - el grupo ya estaba preparando las armas en cubierta y definitivamente todos estaban algo nerviosos, no era la primera vez que trabajan en ese sitio pero si la primera vez que actuaban solos - Manténganse calmados, esto sera pan comido, solo vamos al sitio recatamos al tipo y nos piramos ha casa - escupió un cigarro y lo aplasto con el pie sentada sobre un cajón, su rifle estaba recostada sobre sus piernas y teniendo las manos libres simplemente saco un cigarro de la cajetilla encendiéndolo - No se si el dinero valga este riesgo - dijo vizna siendo rápidamente interrumpida por Vaznik - ¡ Claro que el dinero lo vale mujer ! - el barco finalmente llego, Josh se mantenía en silencio justo en la popa - ¡ Llegamos a puerto, todos abajo ! - el grupo rápidamente se puso en marcha con su equipo. - Bien, avanzaremos hasta la montaña que pueden ver al norte - señalo en dirección al norte hacia una serie de montañas juntas blancas pues estaban cubiertas casi enteramente por la nieve - se supone que nuestro objetivo esta a medio camino de la punta investigando un mineral raro, deberíamos movernos cuanto antes - espero una respuesta de su equipo - Josh debería ir al frente como explorador, sera una larga caminata - dijo Vaznik a lo que Gix asintió y josh se puso en marcha, el equipo comenzó entonces su larga caminata hacia la montaña, un viaje que les tomaría casi dos días a pie deteniéndose para descansar por la noche. Finalmente tras el sufrido viaje llegaron al pie de la montaña, el viento soplaba con fuerza contra el pequeño grupo con ropas de camuflaje de invierno. - ¡ Odio este maldito frió ! - grito Gix ya cansada, el grupo continuo y comenzó a subir por el camino improvisado del grupo de investigación que llego previamente pero a mitad de camino comenzaron a detectar señales de pelea, algunas manchas de pólvora que acompañaron un puesto de avanzada abandonado hacia días, todo el desastre les fue guiando lentamente cada vez más arriba. todo el grupo tenia sus confiables rifles a la mano, finalmente llegaron al final del camino y para su sorpresa su objetivo estaba en el suelo muerto hacia quizá varios días - ¡ Maldición, llegamos tarde ! - dijo gix con rabia acercándose al cuerpo, el resto del grupo era más cauto - No creo que se muriera solo por el frió... -dijo Vizna mirando por los al rededores - ¡ Daaaa igual, vamos a tomar toda su investigación y la llevaremos de regreso - decir y hacer, Viznek comenzó a guardar todo en la bolsa - Bastardo, tenias que habernos esperado - Gix hablaba con el cuerpo congelado del goblin, presentaba una serie de cortes en el cuerpo, ella le lanzo el cigarro encendido a la cara y se puso en pie. De pronto de la nada un grupo de no-muertos cayo de las alturas, Vizna lanzo un disparo acabando con uno y rápidamente todos comenzaron a disparar al momento, del suelo comenzaron a salir más y más muertos que atacaban al grupo - ¡ Viznek coloca esa mesa como cobertura vamos, Vaznik despeja la retaguardia, debemos salir de aquí cuanto antes ! - Gix comenzó actuar tratando de solucionar el problema, desencajo un par de granadas de manufactura propia y las lanzo contra los no-muertos, la explosión hizo caer una buena tanda de nieve que los esquivo por poco - ¡ Eso no parece buena idea Gix ! -grito Vizna sin dejar de disparar, la cosa se iba poniendo cada vez peor,resistieron toda la noche disparo tras disparo, bala tras bala pero finalmente ya no podían resistir más con el equipo que tenían - ¡ Retrocedamos, debemos correr hacia atrás y bajar por la ladera, no podrán seguirnos ! - el grupo asintió y todos comenzaron correr tras la orden de Gix, comenzaron a subir a la punta de la montaña pero se encontraron con un enorme risco, tenían solo dos opciones, saltar o morir a manos de los no-muertos pero antes de tomar una decisión una serie de explosiones retumbo la montaña y una enorme cantidad de nieve bajo por esta llevándose a todos. Horas después Gix despertó enterrada parcialmente por nieve busco por instinto salir rápidamente dando con el gélido exterior, de no ser por la nieve quizá habría muerto congelada por el ambiente nocturno exterior, tardo un momento en darse cuenta del caos que había fuera, huesos, brazos y piernas sobresaliendo. - ¡ Viznek... josh.... Vizna ! - comenzó a gritar los nombres de su equipo pero sin respuesta, estaba mal herida y no aguantaría mucho tiempo en el sitio pero no podía evitar tratar de buscar algún indicio de vida, tras una hora se dio por vencida pensado tonta ella que quizá estarían esperándola en el muelle emprendió su marcha para darse cuenta de una terrible realidad, el ataque fue de los suyos. Un Girocoptero se encontraba estrellado en la nieve, cuando se acerco al muelle dos días ya no estaba el barco donde se había llegado, un grupo de personas en el sitio atendieron sus heridas. Paso un tiempo y su equipo jamas regreso, entendió pues que todos estaban muertos y el perpetrador había sido Razzik, ya no había nada que hacer, el pensaría que ella estaba muerta y iba ser mejor así, ahora era libre para buscar su propio camino y vengarse en el futuro; pero primero debía salir de ese maldito lugar. Durante varios días estuvo varada hasta que un barco mercante que pasaba por la zona le permitió subir al barco a cambio de trabajo, pasaría varios meses en el antes de decidir un rumbo y durante este tiempo hizo una serie de tatuajes en sus brazos con las caras y nombres de sus compañeros caídos unidos por ramas espinosas. Ahora era su momento de torcer las riendas y tomar el rumbo de su propia vida, era el momento de demostrar quien era realmente.
  14. El rubí La daga pasó facilmente por entre las costillas, habia pasado muchos años perfeccionando la tecnica con cerdos y otras personas, pero siempre habia sido dificil acertar en el lugar apropiado. Cuando las victimas respiraban rapidamente era más complicado evadir el hueso y eso hacia que la daga se atascara. Esta vez pudo hacerlo con facilidad, su corazon fue atravezado con la punta y la reaccion del cuerpo fue un movimiento brusco seguido de un tiron hasta quedarse quieto. La sangre brotó un rato, pero Gretchen ya estaba a otros menesteres por el recinto. - Un cuarto agradable, y tenias un monton de cosas bonitas. Ah... las ventajas de ser un comerciante exitoso, ¿no es asi Smith? - Miró al cadaver que ahora veia hacia el vacio. Hace rato que habia muerto por desangrado masivo. Ambos se encontraban en un lujoso cuarto en la taberna más prestigiosa de la localidad Darrown, entre adornos dorados, cuadros caros y sedas, los ricos solian pagar mucho por pasar una noche alli cuando hacian viajes de negocios. La joven de cabellos marrones se acerco hasta una cajita pequeña y brillante con adornos muy hermosos de plumas grabadas en oro. Una cerradura estaba alli para interponerse entre ella y el contenido, pero no por mucho tiempo. De su mochila sacó un trozo de tela enrrollado que al desplegar en la mesa mostraba todo un juego de herramientas y juguetes que cualquier ladrón desearia; Tomó algunas pinzas y comenzó a forzar la pequeña cerradura hasta escuchar un click. Se relamió y sus pupilas se dilataron mientras abria la caja, frente a ella un enorme rubí la esperaba y no tardó ni medio segundo en tomarlo y desaparecer por la ventana. Al siguiente día los periodicos anunciaban la muerte del magnate de los cabalos Williams Smith, conocido por ser el criador de caballos por excelencia de la region. El asesinato beneficiaba a su competencia, quienes se presentarón al funeral muy enlutados y con rostros tristes. A la distancia y con una sonrisa divertida, Gretchen observaba sobre el tejado la hipocrecia de la alta casta, pero tenia algo que hacer, ese rubí no se iba a vender solo. Se puso en pie, no era particularmente fuerte pero tenia un buen fisico para poder moverse adecuadamente y hacer bien su trabajo, habia aprendido los mejores escondrijos y pasajes de la localidad, sabia como saltar de un tejado a otro sin matarse y como evadir a los guardias cuando la miraban mucho. No fue problema para ella presentarse a la casa de su cliente sin que nadie lo notara, entrando por la ventana. Sabes que odio que hagas eso... - La voz anciana del hombre parecia irritada realmente, estaba sentado en una silla de madera frente al fuego, con un baston a la mano. Estaba decrepito y moribundo, pero sus ojos sin duda eran los de alguien ambicioso - Podria haber tocado la puerta, pero creo que la mitad de la calle sospecharia de una joven sucia y malvestida en la casa de un ricachon moribundo, ¿no crees? - dijo con cierta sorna, mientras tomaba una manzana del frutero y se la comia de camino a una de las sillas, solo para echar su cuerpo alli - Ya sabes que tu amigo esta en el otro mundo, ¿no? - dijo relajadamente. El viejo le observó - Como es debido y estoy complacido, pero falta algo más - Gretchen resopló - No lo conseguí, no habia nada en la caja - dijo rapidamente, pero el viejo golpeó el suelo con el bastón - Soy viejo, pero no idiota niña, no vas a enseñarme a mi como engañar a otros. Dame la maldita piedra de una vez. El ambiente se tornó tenso en ese momento, ambos se miraron. La joven mostro el rubí cubierto por una tela - sin embargo - dijo de pronto, tomando por sorpresa al viejo - esta piedra vale mucho más que el contrato mismo que me has dado, yo diria que puedo quedarme con ella, salvo que me pages lo que corresponde claro - el viejo se sobresaltó - ¡ estas jugando con fuego niña, dame esa piedra ! - ¿O que?, dijo sin más - solo es un pobre viejo en una silla, podria salir de esta ciudad y jamas me volverias a ver, incluso podria matarte, no le importaria a nadie - el viejo apretó el baston con furia contenida, quiza en parte, dandose cuenta de que habia cierta verdad en lo dicho por la joven - Yo soy Drietz von Castein, si algo me pasara, no habria lugar en este mundo lo suficientemente alejado y lo suficientemente profundo como para salvarte de mi ira. Escuché eso muchas veces -dijo de manera irreverente, desenvainando su daga y acercandose al viejo. Frunció el ceño, como perdida de pronto en una furia interna ante la amenaza - pero eres debil, un viejo debil y olvidado por su desmedida ambicion. Yo libraré a este mundo de un lobo viejo y moribundo como tu. Ya no puedes cazar a las ovejas y hasta eres más patetico que ellas - el viejo abrió los ojos incredulo ante lo que escuchaba. Intento usar su baston para defenderse, pero la joven se lo arrebato de las manos con facilidad. Lo siguiente fue la daga atravezando su cuello y mientras el anciano se ahogaba en su sangre, ella se quedo mirandole a los ojos hasta que el brillo de estos desapareció. Dejó el cuerpo recostado en su cama, y desapareció por la ventana. Todo parecia ir bien con el plan hasta ahora, pero lo que la confiada joven no sabia, es que uno no mata a un hombre como esa y vive para contarlo. El lobo cazado. El sonido de la ventana rompiendose hizo sobresaltar a Gretchen quien daga en mano, observaba en su dirección con el ceño funcido. La luz de la luna entraba, resaltando una piedra con un mensaje. Con cuiado se acerco para el contenido de la nota: "Sabemos lo que hiciste. Estamos cerca", tan rapido como pudo leer aquello se aparto de la ventana y una flecha se clavo justo en el lugar donde se encontraba hacia un instante. Su rostro de impresión no era posible de ocultar mientras su respiración agitada inundaba el lugar de ruido. Se movio tan rapido como pudo para hacerse con algo de ropa y su mochila antes de salir corriendo por la puerta de la habitacion, buscando subir al tejado para huir de alli. Asi habia aprendido, huir en cuanto hubiera el menor indicio de amenaza. Correria tan lejos como fuera posible, marcharia a otro pueblo si era necesario. Todo fuera por salvar su pellejo. Otra flecha paso tan cerca de su oreja que escucho el sumbido de la misma, al mirar de reojo atras observó dos figuras oscuras que le seguian. Aumento la marcha saltando del tejado de la posada hacia otro más pequeño de una casa cercana. Dio una vuelta sobre si misma y mantuvo el ritmo, luego paso por un muro haciendo equilibrio y continuo por otra de las casas, bajando lentamente hacia la calle entre una y otra. En el empedrado usó los callejones para intentar perderse, pero era imposible, los desgraciados le seguian de cerca - ¡ Dejenme en paz, ¿que quieren de mi?, no ganan nada haciendo esto ! - dijo entre gritos mientras saltaba un puesto de carne para sorpresa de quien atendia. Su ritmo le llevo a meterse por otro callejon. Por desgracia justo al otro lado un par de hombres más aparecieron para cortar su paso. Se detuvo en seco - ¿De que se trata esto? - detras de ella los perseguidores llegaron - No es nada personal Gretchen, solo son negocios - dijo el que tenia al frente, un sujeto con sombrero de copa y gabardina que tapaba su rostro con una tela purpura - ¿Jason?, pero.. tu... ¿quien te ha pagado?, te daré el doble. Tengo algo más valioso - el sujeto pego una risotada - me pagaron por eso que llevas y por tu cabeza. Asi son las cosas chica, pero tengo que decir que me caias bien - pronto se vio rodeada, los dos sujetos de su espalda la atraparon y pero ella peleaba aunque en vano, jamas podria librarse. La hoja de la daga tan caracteristica de aquel sujeto se acerca a su cuello. Tenia marcas muy caracteristicas y rubies en el mango - Aun sigues teniendo los gustos en el cuelo - mencionó como ultimo acto de rebeldia antes de morir. El tipo no pudo evitar reir y los compañeros tampoco - Enserio, me gustabas chica. Ya nos veremos en la otra vida... - apretó el cuchillo contra su cuello y fue a lanzar el tajo mortal, pero entonces algo paso. El edificio de un lado se derrumbo tapiando a los dos. La muchacha quedó atrapada y escuchaba gritos de horror, gemidos y sonidos guturales. Algo pasó por sobre ella, pero las tablas la ocultaban, sintio una mordida en su brazo que le obligo a ocultarlo, dientes se habia clavado y arrancado un trozo de su carne. Gritaba de dolor, intento huir sacandose las pesadas tablas de encima pero poco podia hacer, su pierna estaba rota. El caos a su al rededor era increible, casas incendiadas, gente gritando. Los hombres que le habian dado caza estaban muertos a su al rededor, mordisqueados. La sangre se desparramaba por todo el lugar. Se puso en pie, con su brazo ensangrentado y su pierna izquierda rota, para comenzar a dar saltos y buscar lugar seguro. Una criatura paso muy cerca, sus ojos broados y sus dientes afilados parecian sedientos de la sangre de otro ser y ella era la victima ideal. Gretchel reacciono entre pequeños saltos, tirandose por una ventana y cayendo por unas escaleras hasta un sotano. Los golpes la dejaron inconsiente. Despertó poco despues, maltrecha y adolorida. Se habia roto la cabeza y su cuerpo estaba muy debil, ya no podia moverse, ademas se habia tornado muy palida - En el lugar más profundo... el maldito tuvo razon - dijo entonces, viendose en aquel lugar y sin posibilidad de escapar, solo le quedaria morir. No sabia que eran aquellas criaturas o que habia pasado. Lo unico que sabia es que su hora habia llegado. Las horas pasaron, su cuerpo comenzaba a ser presa de reacciones extrañas, sus entrañas dolian, su cabeza esta por explotar. Estaba sufriendo una verdadera agonia... a las 12 de la noche de aquel día, ella dió su ultimo respiro. No sabia que la plaga habia entrado en su cuepo. Menuda forma de pagar una vida como la suya, aunque quiza fuese alguna clase de justicia poetica. Vivió para matar por otros a cambio de dinero y privilegios. Asesino por nobles, asesino por mercantes e incluso por idiotas con problemas matrimoniales. Vivio muy poco e intensamente, paso por el cucuhillo a centenares y al final de día, ante su ultimo respiro, lo unico en lo que pudo pensar fue... ¿por que no vendí ese rubí a tiempo?. Tiempo despues despertaria solo para encontrarse en medio de una cripta, su cuerpo estaba demacrado y destrozado. Parece que se habia movido durante mucho tiempo sin darse cuenta. Faltaban trozos de aqui y de allá, su mejilla estaba rota y lo peor de todo es que estaba rodeada de monstruos que le dabana la bienvenida como una de ellos. No podia aceptarlo, era una locura, una pesadilla seguramente. Queria despertar, salir de alli, hacer cualquier cosa. Pero no era posible... era su realidad. Todo era verdad. Huyó hacia el bosque intentando negarlo todo, era imposible. Ver su rostro en el reflejo solo le producia mayor sufrimiento. Pasarian varios meses antes de que su mente destrozada por aquella impactante realidad procesara todo de una forma en que pudiera manejarlo. Jamas seria la misma, ¿como podria serlo?, ahora era otra cosa... El culto de la sombra olvidada le ayudó a reponerse, encontrar un proposito. Su no-vida era una privilegio, no una maldición le decian y al principio le costo entenderlo, pero al final se dio cuenta. No sentia dolor, ya no tenia hambre, el dinero ya no importaba. Solo era ella... ella y un nuevo proposito, uno más grande que el asesinar para comer. Su proposito era por el bien de toda una sociedad, la Dama osura le habia dado un lugar en el mundo, algo que jamas tuvo. Su proposito, era la causa renegada.
  15. Elireth

    [Historia] Marie Lefevre

    Capitulo 1-. Sobreviviendo al Ocaso. Ocaso era un infierno en vida, ni siquiera la lluvia mejoraba la destrucción que Marie veia cada vez que salia en busca de comida que rapiñar por los al rededores. Se hacia cada vez más dificil con el pasar de los dias y ya era bastante dificil sobrevivir desde que todo se habia ido al demonio. La joven de cabellos negros y rizados habia permanecido oculta en el zotano de su antiguo hogar la mayor parte del tiempo, sin apenas ver la luz del sol y mucho menos la luna. Salia una vez cada cierto tiempo en busca de agua y comida. Hoy era una de esas noches. Se encontraba famelica y sedienta, su cuerpo se habia resentido enormemente, estaba flaca casi en los huesos y su piel era blanca lechoza por la ausencia de sol. Su granja eran apenas ruinas como todo lo demas, no podia producir nada sin llamar la atención y su cercania con VillaOscura solo lo hacia más dificil. El paso de individuos sin embargo era escaso por las inmediaciones del lugar lo que hacia de ese sitio relativamente seguro. Pero esa noche debia ir más allá, hacia la zona de peligro. Se arrastraba entre arbustos y arboles retrocidos, bajo una tenue lluvia nocturna. Hacia frio, pero al menos aseguraba que habria menos individuos cazando en las cercanias. Marie se asomo por entre los arbustos, usando una roca y un arbol a su costado como covertura mientras esperaba a que alguien se moviera en la plaza de villaoscura frente a ella. Nada se movia tras un largo rato. Lejos de sentirse segura, la joven se movio con la cautela de una rata, manteniendo un perfil bajo se acerco hasta la parte trasera de un edificio que solia ser panaderia antaño. Seguramente no habia nada, pero la harina le serviria si es que conseguia aunque fuera un poco. Se metio en el edificio por una ventana rota. En la oscuridad del edificio, se movia con cautela hasta los hornos, habian unos barriles rotos de viejos saqueos, reviso cada anaquel y cada caja sin exito, solo encontro unos pocos gramos de trigo molido. Al menos podria cocinarlo junto a la carne de rata que tenia aguardando en salmuera. Se dispuso a regresar cuando escucho un ruido en el frontal. Se congeló. Las voces parecian las de un hombre y una mujer que se adentraban en el edificio tambien. Parecian reirse, sin duda, se sentian seguros. Eso no era bueno, debia salir de alli inmediatamente. Marie se dispuso a caminar lentamente hacia la ventana, cada paso parecia eterno y sus sentidos agudizados por el miedo, hacian más tortuoso cada pequeño sonido que escuchaba. Finalmente alcanzo la ventana y justo cuando estaba pasando pisó un cristal. Los voces callaron repentinamente. La habian escuchado. La morena se lanzó por la ventana ya sabiendo que no tenia más opcion, el par de individuos se asomo por la ventana solo viendo la melena negra que se mesia hasta perderse en el bosque. Habia esquivado el peligro esta vez, pero cada vez era más complicado. Cuando llegó a casa solo pensaba en lo peligroso que se volvia encontrar comida, habia menos y cada vez más personas parecian merodear el lugar. Entrar en contacto con otras personas era un azar y la mayor parte de las veces le habia servido de más bien poco. Teniendo en cuenta que la mayor parte del tiempo intentaron asesinarla. Esa noche comio una pasta aguada de trigo y carne de rata en salmuera. Apenas pudo dormir, al siguiente dia tendria que repetir la travesia o moriria de hambre pronto. El día siguiente inició como todos los demas, se lavo la cara con el agua cumulada del a lluvia y recogio su cabello para evitar que se le pudriera y ensuciara más. Revisó la pequeña despensa improvisada para asegurarse de que habian caido más ratas en la trampa «Al menos, las ratas de campo son gordas» pensaba mientras caminaba para tomar los cuerpos de otras dos ratas que habian caido y pasar a pelarles la piel, salar la carne y colocarlas ahumarlas un poco para matar los parasitos. Despues de todo aquello, procedio a preparar otra vez pasta de trigo y comer otro poco de carne «A este paso, me convertiré en una maldita rata... o me desaparecere por comer tan mal». Cuando acabó de comer, se recostro ligeramente de la pared. No tenia más que una vieja silla y los restos de una mesa para tratar de al menos recordar los tiempos en que comia cerdo y frutas. Cuando su granja era prospera y podia comer cuanto produciera en ella. Mantequilla, carnes, frutas, verduras... Cosas de un pasado que ya no iban a volver. «No se por que me torturo de esta manera» apenas y se daba cuenta de que desde hacia al menos un mes habla consigo misma como si fuera otra persona más. El aislamiento comenzaba a afectarla más de lo que pensaba. Se dispuso entonces a preparar sus utencilios, tendria que viajar un poco más lejos si queria conseguir comida de verdad, por lo que habia estado planeando desde hacia una semana un viaje hacia otros pueblos cercanos donde quiza no hubieran saqueado todo ya. Era una apuesta arriesgada pero ya no tenia opciones. Cuando cayo la noche atranco bien la puerta y salio con su morral y su vara hacia lo desconocido. Antaño habria recorrido con animo los caminos, ahora, todo era potencialmente mortal. El viaje hacia al pueblo más cercano le tomó dos horas de camino por el bosque aun cuando el pueblo estaba a escasos cuarenta minutos de haber ido por el camino. Cuando llegó, solo vio un pueblo fantasma. Bueno o malo ya habia llegado alli, ahora todo seria un asunto de suerte. Se adentro por detras de las casas, evitando caminos y metiendose entre ruinas y recovecos cual rata huyendo de la luz. Mantenia los sentidos alertas por si escuchaba ruidos, voces. Pero no habia nada, «¿realmente esta abandonado?, no creo tener tanta suerte» decia para sus adentros mientras se asomaba por una ventana. Destrozado, no habia duda de que ya alguien habia pasado por ahi. Continuo por los callejones del pueblo. Otra casa, más pequeña, volvio asomarse y el mismo resultado obtuvo. Decidió que no tenia más remedio que adentrarse y esperar que la luz le consediera algo de comida. Mientra avanzaba por el interior veia viejos cuadros de la familia que vivia alli, probablemente una adinerada. Muebles rotos, algunas velas que recolecto en su bolsa y una cocina con algo de comida aun en la despensa secreta que toda casa tiene. Un poco de suerte para una desafortunada mujer. Animada por haber encontrado un poco de harina y azucar, continuó buscando por la casa más señales de comida pero lo que encontró fue algo distinto. En la parte más oscura de la casa, habia una puerta que parecia dar a una despenza, estaba bien cerrada aunque parecia haber sido usada de forma muy reciente. Miró a los lados, muy alerta. «Si abro esto y el dueño esta cerca...» se mordió el labio «que demonios, lo haré de todos modos» y sin más, apalanco la puerta hasta romper el cerrojo. El ruido fue fuerte, por lo que se quedo quieta y espero a escuchar algo. Nada. Continuo ahora adentrandose en el lugar. Habian unas escaleras y abajo parecia haber fuego «¿antorchas?» continuo bajando «¿por que estoy bajando?, deberia correr...» su curiosidad pudo más que su razon. Al llegar abajo se encontro con un tunel de piedra que continuaba hasta lo profundo. Siguio el camino, quiza catacumbas antiguas. Al final, se encontro con una camara cuadrada iluminada por antorchas y lo que parecia un altar en el medio. Miró a los lados, claramente algo extraño sucedia alli. Habi algunas manzanas, algo de carne salada. Lo recogio todo rapidamente, sea lo que fuera que hicieran alli daba igual. En el centro del altar habia un libro extraño con una cerradura, parecia muy importante y hacia mucho tiempo que no habia leido nada. Si no encontraba un modo de distraerse se volveria loca. Tomó el libro y lo metio a la bolsa, se dispuso a salir rapidamente del lugar pero cuando llego a la entrada lo ultimo que sintio fue un fuerte golpe en la cabeza. Capitulo 2 -. Animal de sacrificio Despertó amarrada a una silla. Se encontraba mareada y le dolia la cabeza. Cuando su mente se aclaro y pudo detallar su al rededor se dio cuenta de que estaba en medio de un circulo hecho con pinturas en el suelo. Tenia una forma extraña de triangulos y circulos concentricos. Habia calaveras a los al rededores y velas.Un individuo entró a la habitacion atabiado con una toga que cubria su rostro «Ah, has despertado finalmente. Pensé que se nos habia escapado de las manos» dijó el hombre con voz calma y profunda «¿Quienes son ustedes?, dejenme ir. Solo buscaba comida» dijo ella al poco tiempo, notablemente asustada «No te preocupes, pronto no necesitaras comer de nuevo. Ni dormir, ni sufrir. No tendrás que temer nunca más» el sujeto se movio por la sala tomando distintos implementos mientras la muchacha le miraba fijamente a cada acto «¿De que hablas?» el nerviosismo se notaba en su tono «No te preocupes, lo entenderás pronto» el sujeto se acerco a ella, con aquel libro extraño en la mano ahora abierto. Comenzó a resitar palabras extrañas. Se puso nerviosa, comenzó a tirar de su cuerdas notablemente en panico «Dejame ir, DEJAME IR» comenzó a gritar. La silla se movia de un lado a otro, el sujeto parecia importarle poco. Sus manos comenzaron a brillar de un tono verde y un olor a huevos podridos comenzó aparecer. El circulo en el suelo comenzaba a brillar. La silla oscilo sobre si misma y cayo, rompiendose bruscamente lo que sorprendio al sujeto. Ella se alzo con las cuerdas flojas, tomando la madera para golpearlo. El cultista fue derribado y ella continuo golpeadolo una y otra vez hasta matarlo. Tomo el libro y su bolsa, y salio corriendo entre pasillos y pasillos, habia más cultistas algunos trataban de detenerla pero ella los golpeaba a su paso en busqueda de la salida y finalmente la encontro, en medio de ningun lugar en los bosques, corrió con desespero buscando una ruta y desaparecio por los bosques. Escuchaba las voces de los individuos que la buscaban. Intentaba ocultarse, asustada. Miraba el libro, ¿por que era tan importante?, estaba escrto en un lenguaje que comprendia, quiza podia ayudarle. Mientras se ocultaba en los arbustos un cultista se puso en frente, no lograba verla pero estaba alli, a escasos metros de ella. En panico, recito un verso del libro que aseguraba podia defender a quien lo usara. Alzó su mano y espero un milagro. De esta un destello de energia salio, sin control alguno y destruyo al cultista. Ella cayo desmayada en el acto. Recuerda poco de su regreso. Termino en su hogar horas despues y solo recuerda haber domido durante al menos dos dias consecutivos sin comer ni beber. Su cuerpo habia quedado tan sumamente agotado tras aquella experiencia que no quizo ni siquiera tocar el libro por varias semanas. Pero la curiosidad sobre aquel evento le llevaron eventualmente abrirlo y estudiar sus paginas. Habian anotaciones, recetas y recuerdos del brujo que antes habia poseido su autoria. Probablemente ese mismo sujeto buscaba llevar de vuelta su libro. Podia ser la solucion a todos su problemas tambien o el origen de los mismos. Lo cierto es que si podia dominar los oscuros poderes en sus paginas, nunca más tendria que volver a pasar hambre otra vez. Los siguientes meses transcurrieron entre estudios y practicas. Pequeños rituales y usos leves, aprendia rapidamente pero su cuerpo apenas soportaba los rigores de dicha energia, sin experiencia previa ni buena instruccion seria dificil dominar por completo algo asi. Tendria que buscar un maestro. Uno que no quisiera asesinarla en primer lugar. Por ahora, usaria sus nuevas habilidades para sobrevivir un poco mejor o al menos defenderse... su historia apenas comenzaba.
  16. Elireth

    [Ficha] Marie Lefevre

    Nombre: Marie Lefevre Atributos5 Físico6 Destreza9 Inteligencia7 Espíritu6 PercepciónValores de combate20 Puntos de vida36 Mana7 Iniciativa7 Ataque a Distancia (Honda)7 Ataque CC Sutil (Daga)8 Defensa Habilidades Físico Destreza 1 Daga 1 Escalar 2 Defensa 1 Nadar 2 Robar bolsillos 2 Sigilo 1 Trampas/Cerraduras Inteligencia 1 Supervivencia 1 Evocación Vil 1 Idioma Demoníaco 1 Dominio del Alma 1 Piedra de Salud 1 Detectar energía vil Espíritu 2 Voluntad Percepción 1 Honda 1 Advertir/Notar 1 Buscar 2 Disfraz 1 Rastrear 1 Reflejos Escuelas/Especializaciones Destrucción
  17. Descanso de luna Dispuesto como campamentos militares distribuidos en cuadriculas entorno a una tienda principal, el refugio había sido diseñado desde el inicio como un campamento militar pero cuyo funcionamiento estaba orientado al cuidado de refugiados pero sobretodo de los heridos y enfermos que llegaban con estos durante los largos y peligrosos viajes por los bosques Kaldorei que ahora estaban extrañamente mucho más atestados de criaturas peligrosas, incluso alteradas que atacaban las caravanas aprovechando el caos y la distracción de las tropas de guardia que ahora debían cubrir mucha más extensión de terreno para cumplir el mismo trabajo de vigilancia que realizaban antaño. Voluntarios formaban parte de la seguridad y voluntarios también formaban parte de los distintos grupos de atención divididos por especialidad, horarios y metodologías de trabajo. La Sacerdotisa Alynna Brillobrumoso había estado diseñando la disposición y funcionamiento del refugio desde hacia varios años cuando ocurrió el primer gran conflicto contra los orcos en los bosques, ahora apoyada por el Druida Lacayus Primaraiz quien aportaba sus conocimientos en sanación y la presencia de sus aprendices como parte del personal medico. Entre las fuerzas civiles dedicadas a la vigilancia y los sanadores se encontraban Ivenne Brilloceleste y su hermana Assana Brilloceleste respectivamente. Ellas se encargaban de la administración conjunta de cada aspecto del complejo entramado de tareas y recursos que debían movilizar cada día para mantener todo a punto para atender cualquier carga de refugiados que pudieran llegar o incluso, si alguna vez ocurriera, para atender a los soldados en un hipotético frente de guerra mucho más cercano pues bien sabido era que Astranaar seria el ultimo bastión defensivo del bosque si los orcos avanzaran mucho más allá del rio Falfarren. En la entrada principal del campamento así como en el gran Bazaar de Astranaar se puede encontrar un gran cartel lleno de tareas pendientes que cualquiera puede reclamar para dar apoyo al refugio, si bien estos no tienen una recompensa pues su naturaleza es voluntaria, es bien claro que el aporte terminará beneficiando a los Kaldoreis en el futuro. Y para los Kaldoreis, el tiempo es un concepto muy diferente. Tablón de anuncios: [Búsqueda] Se requiere con urgencia Flor de paz y flores de Aquinácea. [**] [Búsqueda] Hijo desaparecido: Se busca grupo de voluntarios que pueda buscar a la desaparecida Alinna Vientoveraz en las cercanías de Claroarroyo. La ultima información que se tiene de ella es que desapareció mientras realizaba la búsqueda de panales de miel para la creación de algunos ungüentos para nuestros heridos del frente principal más allá del Falfarren. [***] [Investigación] El Shan'do Lacayus Primaraiz esta en la búsqueda de voluntarios druidas que estén dispuestos a realizar una investigación de alta importancia sobre una sustancia encontrada en las entrañas de una araña asesinada hacia poco por Centinelas en las cercanías de los caminos principales de Vallefresno. Deben estar preparados con sus propias provisiones para un viaje de varios días, traer también algunos viales y armas. [***] [Investigación] La sacerdotisa Alynna Brillobrumoso esta a la búsqueda de un grupo de sacerdotisas y voluntarios que estén dispuestos a realizar una peligrosa travesía hacia los limites del conflicto para investigar una situación inusual cerca de un claro que allí se ubica. Quienes estén interesados deben venir preparados con provisiones y armamento pues el viaje será largo y peligroso. [***]
  18. Descanso de luna Ciudad de Astranaar Durante los últimos años Astranaar había sufrido una expansión repentina que había ampliado sus fronteras más allá de los limites tradicionales que durante siglos, quizá incluso milenios, habían perdurado. No se debía esto a una expansión explosiva de la natalidad si no de algo mucho más terrible, la llegada cada vez más grande de refugiados que escapaban de la guerra desde los bordes del conflicto más allá del rio Falfarren que se acercaban con peligrosa velocidad hacia sus poblados, hogares y familiares cercanos. La rápida acogida comenzaba aflorar problemas que antaño eran imposibles siquiera de imaginar entre los suyos como lo eran hermanos sin techo, heridos, desprotegidos repentinamente por un hecho que sin embargo esperaban sucedería nuevamente en algún momento. Pero esta vez estaban mejor preparados para responder ante esta situación extrema. Sacerdotisas, sanadores y druidas de los poblados aledaños tanto como de la misma Astranaar comenzaron a construir un pequeño refugio en las cercanías donde podían dar refugio a los que llegaban y atenderles ante situaciones de emergencia como heridas, enfermedad o cualquiera que fuera necesaria sin crear más carga en la ya superpoblada Astranaar que pugnaba por expandirse al ritmo de los que iban llegando con nuevos hogares e infraestructuras. Las Centinelas por su parte aprovechaban la situación para reclutar cada vez más Kaldoreis dispuestos a recuperar lo que perdieron, cada día más y más se enrolan en las filas del ejercito, mientras otros tantos se unen a los voluntariados para apoyar a sus hermanos menos favorecidos por la reciente situación. El nacimiento del "Descanso de la luna" era mera cuestión de días y es que en apenas unas semanas se había creado un campamento lo suficientemente grande para atender a la mayoría de las gentes que se acercaban, sin embargo dada la situación de emergencia muchos recursos se movían hacia los aspectos militares o públicos de la ciudad y no mucho podía ser destinado a esta iniciativa que se financiaba principalmente de manos de voluntarios de todos los estratos sociales y donativos de todas partes del gran territorio Kaldorei que de una u otra forma aspiraban a retribuir por medio de medicinas, dinero o lo que fuera. Esto llevó a que en las ultimas lunas se estableciera un tablón de anuncios en la entrada principal del bazaar de Astranaar para buscar entre otras cosas voluntariados que pudieran apoyar en distintas tareas vitales para la continuidad de la organización. Los rumores se expandieron como la pólvora y pronto, había personas haciendo tareas por todo el territorio, desde la búsqueda de plantas medicinales hasta el rescate de familiares desaparecidos de algún refugiado angustiado. En la entrada del refugio un cartel dice lo siguiente: " Hermanos y Hermanas de los territorios colindantes y más allá, las tareas que aquí se realizan cada luna son de suma importancia para la supervivencia de nuestros hermanos y para el mantenimiento del orden, la paz y la vida de nuestro pueblo. Cada ayuda, por pequeña que pueda parecer, puede salvar la vida de cientos de nuestros hermanos perjudicados por esta guerra injusta que atenta con quitarnos nuestro más preciado bosque y todo cuanto amamos. Solo con el esfuerzo de todos podremos revertir los efectos negativos de la guerra, son nuestros hermanos ahora perjudicados quienes con más valor y tesón devolverán el golpe cuando puedan ponerse en pie por si mismos para reclamar lo que le fuera arrebatado. No dudes ni un instante en aportar donativos o apoyar en tareas que nos ayuden alcanzar el objetivo. Todos somos hermanos ante la diosa, tus actos serán vistos y recordados. Si estas en situación de hacer algo, cumple con tu deber y actuá ahora, nuestro pueblo te necesita a ti. " Un sello y una firma hacen de este un documento oficial escrito por una de las sacerdotisas que dirige el refugio.
  19. En las fronteras que dividen ahora territorio Kaldorei del invasor Orco se viven batallas encarnizadas y escaramuzas que estallan repentinamente sin previo aviso una y otra vez. Las estrategias furtivas de los Kaldoreis y las habilidades de caza de los expertos orcos chocan con violencia entre la bruma de los bosques cada pocas horas. Los civiles en medio de este conflicto más de una vez corren el riesgo de verse atrapados en el fuego cruzado y es por eso que algunos han tomado la difícil decisión de marcharse de sus hogares y moverse más adentro del territorio de los hijos de la estrellas, generando algunas grandes caravanas de niños, mujeres y hombres en los caminos principales que ya se suman a las masivas movilizaciones militares que se están dando por todo el territorio. Un poblado muy cercano al rio Falfarren se ha visto en una extraña situación, se perdió contacto hacia algunas semanas y no se había visto caravanas llegar hasta Astranaar en todo ese tiempo, ni siquiera lugareños habían aparecido por los caminos. La información que se tenia era que ningún ataque orco había ocurrido por las inmediaciones por lo que el tema comenzó a inquiera a los mandos que tenían la tarea de administrar los recursos de la región afectada, ademas, un puesto de avanzada iba ser establecido en el pueblo y era necesario que un grupo de avanzada pudiera confirmar lo que sucedía antes de arriesgar tropas y recursos en lo que podría ser una emboscada. A la noche siguiente se había ordenado a la Centinela Dicea Sombralunar para la tarea, se le otorgo el permiso de reclutar algunos voluntarios y se les indicó que debían ir al poblado Vientobrumoso y hacer un reconocimiento de lo que allí ocurría, intentar resolver la situación si esto era posible o regresar e informar inmediatamente. La centinela logró reclutar a un grupo de voluntarios entre los que figuraban la Iniciada Sacerdotisa SIlandris Estrellapalida, el Altonato Vanlinthas y el Furbolg Gorf quienes ya listos partieron a la tarea. El informe es el siguiente: - Los voluntarios descubrieron un poblado lleno de una extraña bruma, rodeado por un muro improvisado y asediado por arañas mutadas por lo que parecía ser magia vil. - Encontraron a la mayoría de los pobladores ocultos en el viejo cuartel de las centinelas local, según relatan habían desaparecido algunos pobladores cuando comenzó el ataque de las criaturas. - Dos Centinelas se había hecho cargo de los supervivientes todo este tiempo con mucha valentía y astucia. - Había 5 heridos los cuales fueron sanados con los dones de la Diosa por parte de la Iniciada Silandris. La evacuación se planificó y ejecuto correctamente, sin embargo, sucedió un enfrentamiento en donde lucharon contra dos de las criaturas dándoles muerte. La cantidad de criaturas era demasiada por lo que el grupo optó por escapar y llevar el informe de vuelta. Se estima que hay por lo menos otras diez criaturas en el pueblo. - El altonato hizo uso de sus habilidades para identificar las energías que irradiaba el lugar y determino que esta era sin lugar a dudas vil, ademas cabe destacar su trabajo impecable a la hora de organizar y evacuar a los supervivientes, incluso arriesgando su propia vida para lograr el objetivo. offrol:
  20. //Katya apuntada queda, más tarde coloco algo que tengo ya varios post pendientes t.t
  21. Elireth

    [Ficha] Owen Hark

    Nombre: Owen Hark Atributos 7 Físico 7 Destreza 6 Inteligencia 6 Espíritu 7 Percepción Valores de combate 28 Puntos de vida 24 Mana 9 Iniciativa 8 Ataque a Distancia ( Rifle Chispa) 9 Ataque CC Sutil (Espada ligera) 9 Defensa Habilidades Físico 2 Atletismo Destreza 2 Espada ligera 1 Equitación 1 Escalar 2 Defensa 1 Nadar 2 Sigilo 1 Trampas/Cerraduras Inteligencia 2 Supervivencia 1 Historia Espíritu 2 Voluntad Percepción 1 Rifle Chispa 1 Advertir/Notar 1 Buscar 1 Rastrear 2 Reflejos Escuelas/Especializaciones
  22. Elireth

    Owen Hark

    Nombre del Personaje Owen Hark Raza Humano Sexo Hombre Edad 40 Altura 1.80 Peso 85kg Lugar de Nacimiento Villaverde Ocupación Soldado Descripción Física Alto y corpulento, su rostro tiene cicatrices de la guerra civil que le han marcado de por vida y su cuerpo tiene cientos de evidencias de que fue una epoca dura, desde agujeros de bala hasta cortes y puñaladas. Su cuerpo esta forjado por las situaciones adversas. Su mandibula es cuadrada y fuerte, sus ojos azules se entrecierran y enfocan hacia el horizonte. Intenta infructuosamente mantener corta su barba pero los dias en el fango y el combate lo hacen casi imposible. SU porte es militar, toda una vida de maniobras le ha hecho imposible evitarlo. Descripción Psíquica Leal, valiente y terco, es un militar nato nacido para servir y matar, incluso para él es un destino que odia pero lamentablemente no puede evitar, no esta en sus manos elegir ser un simple leñador como su padre. Sus amigos son su vida, y su escuadra su familia, todo lo que conoce es la vida militar y ha desarrollado fuertes vinculos de honor, y hermandad con quienes forman parte de su grupo cercano. Es al tipo de hombre al que le confiarias tu vida, pero tambien tiene defectos y es que, desde que perdio a su hijo, para él su propia vida vale menos que la de cualquier otro, lo que le ha convertido en un soldado temerario dispuesto a morir en cualquier momento por cumplir un objetivo o salvar a un hermano de armas. La experiencia de combate tambien le ha permitido desarrollar muy bien el conocimiento de la tactica de combate en campo y la estrategia, algo a lo que le da mucho uso cada dia. Capitulo 1-. La supervivencia del más fuerte. Las fuertes explosiones de morteron retumbaron con estrepitosa fuerza los barracones improvisados que habia formado el ejercito, a solo unos pocos metros de la frontera que delimitaba el puesto avanzado y la «zona muerta» que recorria un par de kilometros en todas las direcciones al rededor del Poblado de Sant Michael. Los artilleros le llamaban asi por que la potencia de los morteros y explosivos habia dejado una enorme costra negrusca y humeante en todos los al rededores y los constantes ataques enemigos habian dejado una centena de cadaveres destrozados por las explosiones en cada pequeño hueco, y cada pequeño recoveco de esa otrora fertil superficie. Para Owen ese sonido implicaba una rutina compleja que consistia en levantarse lo más rapido posible, tras pocas o ninguna hora de sueño, tomar su casco y su rifle de chispa, y salir corriendo a toda velocidad hasta la tercera linea de trincheras para comenzar a disparar a todo lo que se moviera fuera lo que fuera. Muchos soldados sin embargo comenzaban a sentirse engañosamente seguros de que nada pasaria de la primera o segunda linea e incluso que nada lograria llegar gracias a la artilleria. La seguidilla de explosiones rapidamente estavan a la vista del peloton de tercera linea y rapidamente las rafagas seguidas de disparos al son de un «¡ Fuego !» de algun oficial al mando en la primera linea. Owen y su hijo Steven habian hecho lo mismo al menos unas cientos de veces esa semana, una y otra vez, comezaban a caer en la normalidad de una rutina que de normal tenia poco. Pero hasta ese momento, solo Owen habia tenido enfrentamientos reales, su hijo por otro lado, habia llegado recientemente al frente y apenas sabia empuñar su rifle correctamente, pero se mostraba fuerte y dispuesto lo que contrario a lo que se podria pensar, no era del agrado de su padre que preferia a su hijo bien lejos del combate a se posible. «¿Cuanto más crees que dure esta guerra?» - pregunto Steven a su padre, pero este tardo unos minutos en responder. La intensidad de las explosiones le habia hecho dificil interpretar la pregunta, y tuvo que alzar la voz para responder «Al paso que vamos, diria que cuanto todos hayamos muerto y no quede nada por que lucar» esa tetrica respuesta no era unica de un sujeto cansado por la violencia de la guerra y la muerte, si no que parecia ya haberse extendido en todo el peloton. Aun asi, solo él se atrevia a expresarla, probablemente por su cercania al Capitan Jason Olwen, quien dirgia el peloton 6° de infanteria. Tras pasar las horas, las detonaciones terminaron y la alerta acabó, nuevamente regresaban a las barracas para intentar descansar, si es que eso era siquiera posible. Lo cierto es que era inutil, el sueño se habia escapado y Owen decidio permanecer sentado, mirando al cielo lleno de grandes humaredas de otroas batallas en pueblos aledaños en toda la linea Perry. «Parecen infinitos, como malditas ratas. Salen, luchan, mueren y se repliegan. Luego vuelven a repetir una y otra maldita vez. ¿Acaso son más?, ¿acaso se muiltiplican?» Joshep el artillero del grupo de infanteria siempre se quejaba, se pasaba horas y horas peleando en solitario contra la ventana mientras sus ojos vidriosos e inyectados en sangre por la falta de sueño, se fijaban con ira a la distancia, hacia el bosque. «¿Por que lo hace?» susurro Steven a su padre «Cada día, cuando regresamos, hace exactamente lo mismo. Observa al bosque y despotrica hasta dormirse» Owen solto un pesado suspiro, dirgiendo la mirada hacia el amargado soldado de la ventana «Dicen que solia ser un leñador», Steven rapidamente interrumpió «¿como tu?» el silencio se hizo evidente durante un momento, pero Owen continuó «Como tu abuelo tambien. La guerra le arrebato su hogar, que habia construido él mismo. Le quito a su familia. Le quito todo por lo que vivir. Lo que vez ahora es solo un avatar de lo que otrora fuera un buen hombre, eso que vez ahora es un ser sin alma dispuesto a matar en venganza para ganarse el derecho a morir y ver a su familia de nuevo.» Steven guardó silencio, sopesando las palabras sin dejar de ver al hombre. Su mente tan joven e inexperta apenas podia imaginar lo que significaba perder todo. «¿Y tu por que luchas?» preguntó de pronto, cuando finalmente pudo articular palabra otra vez. El silencio se hizo pesado, la mente de Owen parecia tener dificultad para definir sus razones. Su mirada buscó el techo, como si alli hubiera algo escrito que pudiera esclarecer cualquier cosa. Sus labios se movieron para decir palabra, pero no salió nada, finalmente bajo la cabeza mirando a su hijo - «Al principio pensé que lo hacia por mi Reino, pero cuando mate al primer hombre y senti aquella indescriptible sensacion de vacio que la muerte de otro ser humano produce, comprendi que no era por eso que luchaba. Por un tiempo, me senti sin rumbo, culpable incluso. » sus palabras se detuvieron, acompañadas de un fuerte suspiro amargo y luego continuó «Luego la guerra se encrudeció, ya no era una amenaza menor. Atacaron nuestro pueblo y ustedes estaban en peligro, entonces luchaba por ustedes dos. Tu madre y tu son lo más importante para mi. Cuando todo esto llego hasta el punto sin retorno, lo unico que desaba era sacarte de aqui con tu madre, pero no era posible y te aleje. Pero aqui estas, ahora lucho por ti para que vivas y tengas el futuro que yo no tendrpe» Steven le miró, alzando las cejas «No necesito que me cuides, soy un hombre y vengo a luchar a tu lado. Estoy aqui para apoyarte, no puedes proteger a mi madre solo» Owen asintio «y estoy orgulloso de tener un hijo tan valiente, sin embargo, comprende que debes vivir» Steven resoplo, molesto y se puso en pie «Lo hecho, hecho esta. No pretendas cuidarme aqui, concentrate en sobrevivir y yo hare lo mismo» y dicho eso, busco otro espacio en la habitacion donde echarse para tratar de descansar. Owen se limitio a reposar la cabeza contra la pared y cerrar los ojos, probablemente antes de quedarse dormido, volverian a la trinchera. Su hijo le veia desde la distancia, demacrado, a pesar de que su padre solo tenia treinta y dos años parecia mucho mayor con sendas ojeras, la barba larga sin afeitar y el cabello enmarañado. Sin duda habia nacido parecido a su padre, pero él habia visto muchas más cosas terribles que lo consumian en sus sueños y su dia a dia. En silencio se preguntaba si cuando acabara todo, volverian a ser como antes. «Probablemente, no...» Owen despertó bruscamente aferrando el rifle. Miró a todos lados con respiración acelerada, todos dormian. El sudor que corria su frente era evidencia de la tortura que habia pasado en sus pesadillas insesantes. Buscó su bota y bebio agua, estaba seco. Tardó apenas unos minutos en darse cuenta de que algo no estaba bien, volvió a mira a su al rededor buscando a Steven pero ahi estaba dormido sentado contra la pared abrazando su cuerpo para paliar el frio. No habia ocurrido un ataque en todo el dia, la oscuridad en la ventana reflejaba eso pero no podia evitar sentirse extrañado de ese hecho, habian ocurrido ataques constantes todo el mes cada pocas horas. ¿Acaso planeaban algo nuevo?, ¿Acaso se habian rendido?, ¿se habia acabado la guerra?. Esas preguntas pronto se disciparon cuando su razon se hizo cargo de destruir sus crecientes animos, algo como eso jamas ocurriria, solo la opcion de un nuevo ataque masivo era coherente pero era un simple soldado y preocuparse por esas cosas no tenian sentido para él. Se apretujo bien entre sus brazos, ese tiempo de descanso debia valer la pena. Sus ojos se cerraron, y justo cuando pensó que se habiua relajado, una fuerte explosión retumbo en toda el edificio que funcionaba de barraca. Las bases de madera hicieron un fuerte crack mientras se movia de lado a lado la estructura. Los soldados despertaron a trompicones tomando sus armas y cascos para salir fuera hacia las trincheras. Una seguidilla de potentes explosiones siguieron en suseion, para cuando Owen y su hijo salieron fuera del edificio solo vieron caos. Soldados corriendo de un lado para otro, partes de cuerpo en las calles y otros aun volando por los aires prendidos fuego a medida que nuevas explosiones poderosas movian los simientos de las estructuras del pueblo. «¿Qué hacemos capitan?» pregunto Owen mientras un centenar de soldados buscaba tambien en el capitan respuesta «A las trincheras, a las trincheras » grito una y otra vez el capitan mientras corria a contra corriente del flujo de soldados que parecian huir del epicentro de una de las explosiones. Entre el humo, la ceniza y el ruido llegaron a la trinchera donde algunos hombres se mantenian disparando hacia la distancia. Fue al disiparse el humo que vieron la realidad. Un mar de enemigos corrian en direccion a ellos disparando y gritando como fieras salvajes y colericas. Los morteros disparaban pero ya no eran tantos como antaño «! Algo ha pasado con los morteros ¡» grito Jacob, uno de los compañeros recien asignados de Steven mientras disparaba. Owen remitio la misma duda al capitan pero este pareció hacer oidos sordos, se movian de un lado para el otro en la trinchera comunicandose con los mandos que aun quedaban en el sitio, todos parecian igual de confundidos. Los hombres comenzaron a recibir fuego, la primera linea habia caido y la segundo estaba apunto de sufrir el mismo destino. La tension aumentaban, ya llegaban disparos hasta ellos y comenzaban a sufrir bajas. «Estos bastardos, han logrado atinar a los morteros, ¿como es posible?» se preguntaban unos y otros mientras disparaban a diestra y siniestra. El mando habia ordenado dispara a todo lo que viniera desde las trincheras del frente, amigo o enemigo era indiferente, no habia que retroceder y no se hizo. Quiza por el temor a morir bajo las armas de sus propios mandos o por simple lealtad. Sea como fuere, se mantuvieron estoicos mientras el mundo se venia abajo. El avance enemigo se detuvo en la segunda linea de trincheras desde donde respondian con intensidad sin igual. Los disparos pasaban rozando las cabezas de la ultima linea de defensa. Owen parecia incredulo ante la situación, tan repentinamente se encontraban en una situacion de vida o muerte, ahora ellos recibian los morteros del enemigo y toda la fuerza de sus armas, ahora ellos serian los exterminados. Habia servido durante años, habia estado codo a codo con su compañero y amigo Jason quien habia ascendido por su gran capacidad de liderazgo y valentia en combate, sabia que él no les dejaria morir de forma absurda pero parecia esta vez paralizado por la escena que veia. Los gritos, el fuego, los heridos, habian sobrepasado su mente y la habian quebrado «Capitan, debemos retroceder, debemos hacer una linea defensiva detras» gritaba Owen y el resto de compañeros cercanos replicaban sin dejar de responder al fuego. Un puñetazo de Owen lo sacó de su trance «Ah, maldita sea, te meteria un tiro pero era lo que necesitaba» vociferó el capitan mirando de mala gana a Owen, habia entrado de nuevo en si «esta linea esta perdida, replieguense hacia la capilla» gritó con fuerza y sono el silbato, todos comenzaron a retroceder, algunos disparaban y otros solo huian a tanta velocidad como podian para caer en el recorrido por tiros a la espalda o balas perdidas. Owen se mantuvo junto a su hijo, un mortero cayo directo en los barracones donde hacia apenas minutos dormian derrumbando todo el edificio y no poco más de un metro frente al edificio cayo otro explosivo matando a diez hombres de una sola vez. Los heridos y muertos en las calles se contaban por cientos. Era una masacre como pocas habia visto en su vida. Los vidrios de la capilla se convirtieron en puertas cuando Owen salto a travez de uno de ellos y jalo a su hijo dentro. Pronto Jacob y otros seis hombres más entraron. El capitan y el resto nunca llegarón a la capilla, Owen ordenó bloquear las puertas y parapetarse en las ventanas mientras buscaba con sus ojos al Capitan, y lo encotró, su cabeza apenas se reconocia pues una bala habia destrozado la mitad de su cabeza y dejado un enorme hueco en el otrora casco metalico. Los cuerpos de muchos de sus compañeros yacian frente a la capilla tendidos y el fuego enemigo no paraba de golpear contra los muros de piedra del sacro lugar. «Respondan al fuego, no hemos muerto todavia, no se den por vencidos » otro grupo llego, malherido, los pasaron como buenamente pudieron por las ventanas y atendieron detras. Con apenas ocho hombres con capacidad de lucha y siete heridos, dos de ellos muy graves, las posibilidades de sobrevivir eran practicamente nulas. En el caos de la situación se habia bloqueado, todo parecia irreal por un momento y entonces recibio una palmada en su hombro, giró la cabeza y ahi estaba su hijo y otras quince miradas más esperando a que diera una orden. Owen les miró con sendos ojos abiertos y pupilas dilatas por la adrenalina, miró sus brazos y se dio cuenta de que estaba cubierto de sangre, pero se dio cuenta de que no era suya. Habia carbo en sus manos y su cara. La carrera por la supervivencia se habia hecho muy corta en su mente, sus recuerdos se habian tornado repentinamente turbios, jadeaba con fuerza y veia el terror en los ojos de todos sus compañeros pero sobretodo en su hijo. «Mantengan el fuego, debemos mantenerlos atras, pensaré en algo... maldita sea... pensaré en algo» era lo poco que podia decir pero suficiente para darles algo que hacer, para darles una pequeña esperanza de sobrevivir. Se levantó y comenzo a recorrer el sitio, miraba la estructura de la capilla, no era muy grande pero sabia que solian tener piertas traceras y sotanos, asi que busco las puertezuelas y no tardó mucho en hayarlas, pateó con fuerza hasta que el candado se rompió y encontro una cocina que no muy lejos conectaba con escaleras hacia el sotano. Ese era su boleto de salida. Regresó al frente para avisar a sus compañeros «Encontre una salida» dijo, pero su falta de emocion delato lo que ocurria «¿pero?» digo uno de los hombres «no podremos irnos todos» dijo otro desde una ventana superior al tiempo que disparaba. Las voces apenas se escuchaban entre disparos «Hay un sotano, podemos escapar por ahi pero algunos tendremos que quedarnos para dar cobertura a la salida» dijo mirando a cada uno «Yo me quedaré con aquellos que quieran ser voluntarios de la apertura» Steven rapidamente intervino «y yo» la respuesta de Owen fue contundente «tu lideraras la huida, no se discutirá nada más» la mayoria se veia unos a otros, pero no decia nada «Maldita sea, no me hagan decidir esto tambien » Owen parecia frustrado, ya habia sufrido suficiente, decidir la vida o muerte de sus compañeros era lo que le diferenciaba entre los mandos y él. No queria tener esa carga mental, pero nadie respondió «Maldicion... Steven, tu te iras con Jacob y Joshep tambien irán ustedes» señalando a cada uno individualmente «el resto resistira aqui durante algunos minutos y luego intentaremos salir tambien. Ahora vayan, no pierdan el tiempo » dijo y se posiciono de vuelta en la ventana, los hombres lentamente comenzaron a organizarse y salir, el enemigo avanzaba sin detenerse por las calles frenando apenas por el fuego de respuesta. Entre disparos y respuesta uno de los que se habia quedaod con Owen recibio un disparo en el pecho, cayo y poco tiempo despues otro de los elegidos para resistir cayo desde la parte superior con un disparo en la frente. Los disparos y el poder de fuego del enemigo les superaba, Owen apenas podia responder con el tiempo suficiente. Inesperadamente Steven aparecio por la puerta tracera «Padre, sal ya maldita sea, vengan aqui» Owen miró incredulo hacia atras, se suponia que ya debia estar lejos. Que debia morir para segurar el escape de su hijo, ahora todo eso se habia ido al carajo. «Maldición Steven, debias irte con el resto» grito impotente, mientras se ponia en pie «Retirada, vamonos de aqui» dijo mientra corria y se unian a él el resto de supervivientes «Dijeron que no nos abandonarian de esta forma» comentó en medio de la carrera el joven muchacho y ciertamente justo en la entrada de los tuneles hacia las catacumbas se encontraban el resto de soldados. La explosion arriba sentenció lo que ocurriria despues, habian destruido las puertas y las botas enemigas chocaban contra las piedras del suelo. El grupo de supervivientes avanzo por los tunes y los primeros disparos se escucharon, el enemigo les pisaba los talones. El fuego de los fusiles enemgios acabo con dos de los supervivientes que iban detras, y la respuesta fue rapida, disparando contra ellos para detenerlos y poder dispersarse rapidamente por los tuneles «Tengo explosivos» dijo Jacob mientras daba esquinazo, siguiendo las ratas que corrian hacia la salida, su unica guia en la oscuridad. Más disparos llegaban desde atras «¿Suficientes para derrumbar una sección?» pregunto Owel entre jadeos «Sí, suficientes» Jacob hizo amago de sacar los explosivos pero una bala le destrozo el craneo llenado el rostro de Steven de sangre «Hijos de p...» fue lo unico que pudo alcanzar a decir Owen, su hijo se habia quedado paralizado » ! Steven, los explosivos ¡ » gritó y el muchacho reacciono, corriendo detras de su padre mientras hacia amagos para encender la mecha «Ya casi llegamos a la salida, ya casi» Jason, uno de los exploradores del peloton, mantenia la punta siguiendo tambien a las ratas que huian de la abrupta intrusion de humanos en sus dominios. Steven logro encender los explosivos «Lanzalo» ordeno Owen y Steven se dispuso hacerlo, pero una bala le atravezo de lado a lado. El muchacho se quedo en el sitio, mirando incredulo su herida, Owen grito con tanto horror que algunos pensaron que su quijada se habia desencajado. Corrió a toda velocidad hacia su hijo, abrazandolo para cubrirlo de otros disparos, el muchacho lanzó la carga y el resto de compañeros jaló al par inmovilizado hacia fuera. La explosion retumbo el suelo. Habian logrado escapar. Cargando a su hijo en brazos, se detuvieron en el bosque a un kilometro de donde habian logrado salir. En la distancia se veia la humareda y el fuego en el pueblo, los disparos aun se escuchaban cerca y las explosiones. Steven hacia sido malherido, pero su herida podia ser tratada, si tan solo no hubiera muerto el sanador en medio de la balasera. No habia nada que hacer, Owen solo veia a su hijo morir mientras trataba de para la hemorragia en su costado inferior. «No ... no te rindas.. mamá te necesita» decia a duras penas, Owen parecia creer que todo era una pesadill «es un sueño.. es solo un sueño... no moriras, es falso... despertaré» repetia una y otra vez mientras las lagrimas salian a mares fusionandose con la sangre, el carbon y sudor que empatucaban su rostro «No... mueras en vano.. mama quiere que vuelvas a casa» el muchacho iba desfalleciendo, algunos aplicaban bebidas alcoholicas en la herida para evitar una infeccion mortal, pero no servia de nada, todos lo sabian «sobrevive... sobrevive... te amo» y dichas estas palabras, el muchacho dejó de respirar. Owen cayo rendido con su rostro pegado al de él, repitiendo que le amaba una y otra vez. Aquel dia tragico habia perdido más que una batalla. Habia perdido su razon para luchar. Habia perdido todo lo que valia la pena en su vida. «¿Realmente sobrevivi aquella noche?» se pregunta desde entonces. Capitulo 2 -. Una muerte honorable. Habian pasado ya muchos años desde el fatidico día en que su hijo murió y él habia sobrevivido al masivo ataque en la guerra civil. Despues de aquella epoca y tras acabar la guerra, habia vuelto a su vida de leñador en el viejo pueblo de Santa Marta con su esposa. Jamas habia superado la muerte de su hijo, habia traido los restos al pueblo y le habia dado santa sepultura para que estuviera junto a sus ancestros y su familia. Las cosas habian estado en relativa calma aunque seguia teniend pesadillas de los horrores pasados, incluso llegaba a pensar que jamas le abandonarian. Los esfuerzos de su esposa por ayudarle eran en vano e incluso ella habia perdido el brillo de la felicidad tras la muerte de su hijo. Habian engendrado a otro pequeño, años despues y ya sabia caminar, le llamaron Jacon Steven en honor a su hijo y uno de sus compañeros de combate. las Heridas de la guerra eran como escritos inborrables de su memoria grabados a fuego en su piel, pero otra amenaza aparecia en el horizonte, los ferocanidos y su maldicion plagaban el reino y la amenaza podia alcanzarlos a todos. Una cosa era luchar contra hombres y otra distinta contra esas bestias de las que se rumoraba eran tan fuertes como caballos y tan feroces como los propios lobos. Se habia preparado, tenia armas, y tenia un plan. Pero, si algo habia aprendido ,era que todo plan es bueno hasta que se pone en practica. Mientras se encontraba trabajando en el bosque talando arboles escucho un grito no muy lejos de su posicion. Armado con un hacha, corrió hasta el lugar, vio una mujer tendida con senda mordida en el cuello que la desgarro hasta matarla. Era reciente. Aferro su hacha con fuerza mirando los al rededores, y luego hacia el pueblo. Comenzó a correr agitado, estaban en peligro. Al llegar solo escucho más gritos y disparos, habian llegado las bestias. Mientras corria por las calles del pueblo escucho más gritos y disparos, un hombre volo desde el segundo piso de uno de los edificios quebrando la ventana y cayendo en el suelo retorcido de maneras extrañas. Pocos metros más alla estaba su hogar, la puerta principal estaba rota. Aun contra todo sentido de supervivencia entro solo armado con un hacha, la casa estaba destrozada. Rezaba por que su esposa y su hijo estuvieran en el escondite mientras avanzaba con cautela, el rifle estaba jusnto a un lado de la puerta pero sabia que seria inutil en un combate cerrado. Cruzó hacia la cocina y se asomó por el portal ligeramente, y alli estaba la bestia, debia medir dos metros y olisqueaba pero no buscaba comida, parecia seguir el rastro de alguien. Lento pero seguro si nariz le llevo a una trampialla... El escondite «Debo desviar su atención de ahi» penso de manera inmediata «pero, ¿como?» la bestia encontro la trampilla y justo cuando se dispuso abrirla, Owen salto hacia la bestia con su hacha, movimiento desesperado y estupido que solo le trajo como respuesta un movimiento sobrehumano de la bestia que golpeo con su garra el hacha rompiendola en pedazos y lanzando a Owen contra la mesa. En su desesperación, tomo el arma que siempre llevaba en su cinto y la disparo. La bestia se detuvo lentamente hasta caer a un lado. El golpe le habia reventado al menos cuatro costillas. El daño interno era tan intenso que apenas podia respirar. Ahi, sobre la destrozada mesa, miraba hacia la trampilla pensando que al menos habia salvado a su familia. Ahora podria reunirse con su hijo. Miró el arma, no podria recargarla, necesitaria ambas manos para eso y ya no podia levantarse para buscar el rifle y dar fin a su vida «¡ Emilia !» grito «Es seguro... sal» dijo, la mujer se tomo su tiempo, pero suavemente salio del escondite y corrio hacia él para socorrerlo «estas heridos... oh..» y pronto vio la mordida «Por la luz... no, ¡ no !» Owen hizo un amago para silenciarla «atraeras a los demas, tranquila, ¿sí?, lo importante es que ustedes estan bien» su respiracion era más acelerada «escuchame, en la entrada esta el rifle, traemelo por favor» su esposa le miró incredula «¿Que haras?» el la miró con estoicidad «lo que debo hacer para mantenerlas a salvo» ella le abrazo con fuerza «no lo permitiré, prefiero morir a tu lado» el la empujo como buenamente pudo «Jacob te necesita, depende de ti. Mantenlo a salvo. No me lleves la contraria, es lo que debemos hacer. Ningun hijo mio morira de nuevo» ella, se paro, limpiandose las lagrimas. Fue a la otra habiacion y trajo de vuelta el rifle, dejandolo caer a un lado de Owen «no pienses que lo haré yo... no puedo» él sonrió «Lo se... por que me amas, y yo te amo a ti. Vuelve al refugio. No salgas hasta que pasen tres días por lo menos» ella le miró y parecio que un siglo pasaba antes de despedirce y volver al agujero. Owen tomó el rifle, colocandolo de tal forma que apuntara a la entrada «Asi acaba esta historia, hijo. Pronto nos encontraremos» y dispuesto accionar el gatillo ante la aparicion de otra bestia, el dolor fue tan brusco y repentino que no puedo evitar colapsar, Se desmayo. Se encontraba de pronto en una villa, un lugar perfecto y hermoso lleno de luz y arboles frutales. Su hijo Steven y su pequeñoi hermano jugaban juntos. Steven se puso en pie, como si le esperara. «¿He muerto?» se preguntaba Olwen, pero Steven como si leyera su mente, le contesto «No, no has muerto. Ni debes morir aun, mi madre y mi hermano te necesitan. Una mordida no puede detenerte padre. No debes rendirte ahora» Owen le miraba incredulo, no entendia que ocurria, pero su hijo estaba en frente. Le abrazó con fuerza «debo protegerlos. Debo acabar con mi vida para evitar ser un peligro para ellos» Steven le devolvio el abrazo y le palmeó «Entonces vete, y cuidales desde la distancia» Owen no podia saber si era su mente la que hablaba o realmente su hijo, pero no podia negarse a él. Al dolor que sentia en su alma al verlo alli, vivo «yo... lo intentaré» dijo con lagrimas en los ojos, su hijo se separo y la luz brillante fue tan intensa que lo segó, entonces las luces se apagaron. Tres días despues, Emilia salió del escondite. El rifle y su marido ya no estaban, solo el cuerpo putrido de un Ferocanido muerto. El destino de su esposo desde entonces, fue un misterio total.
  23. Nombre: Sayene Vientosereno Atributos6 Físico4 Destreza7 Inteligencia10 Espíritu6 PercepciónValores de combate24 Puntos de vida40 Mana8 Iniciativa5 Ataque CC Sutil (baston)6 Defensa Habilidades Físico Destreza 2 Defensa Inteligencia 1 Fauna (Mamíferos) 2 Religión (Druidismo) 2 Sanación/Hierbas 2 Cirugía/Anatomía 1 Supervivencia Espíritu 2 Voluntad 1 sanación natural 1 Comunicación Natural 2 Toque Curativo 1 Analizar Toxinas 1 Purgar Veneno Percepción 1 Advertir/Notar 1 Buscar 1 Rastrear 2 Reflejos Escuelas/Especializaciones Restauración Natural
  24. Elireth

    Sayene Vientosereno

    Nombre del Personaje Sayene Vientosereno Raza Humano Sexo Mujer Edad 1000 Altura 2,20 M Peso 98 kg Lugar de Nacimiento Vallefresno Ocupación Druida Descripción Física Alta y elegante, sus facciones son suaves, con pómulos redondos y barbilla fina que le da una apariencia ligeramente triangular a su rostro. Su cabello es liso y largo de un intenso color verde como el bosque. Su piel es de un tono violeta claro y su rostro está adornado por una marca en forma de mariposa de un tono purpura que además es acompañadas por pequeños puntos que serian el equivalente a las pecas en su piel, de un tono ligeramente más oscuro. Suele llevar un intrincado collar en forma de árbol que acaba en una media luna justo en su copa a modo de brazalete en la mano derecha. Por lo general se le ve vestida con sedas o ropas de tejidos naturales, lo que resalta la elegancia de sus movimientos. Siendo tan joven mantiene una apariencia ágil y fuerte, lo que quizá causa un contraste con su actitud, pero nada fuera de lo común en su gente. Descripción Psíquica Es amable, cariñosa y empática, quizá sea por su juventud o simplemente por las terribles situaciones que ha pasado su pueblo en las ultimas décadas, ha desarrollado la necesidad de ayudar sea kaldoreis, animales o cualquiera que lo requiera y pueda merecerlo. Si bien tiene sentimientos encontrados con las criaturas que asolan sus tierras sabe que en el fondo, quizá, pueda haber paz pero su corazón se llena de rabia con cada atroz acto de estos viles seres. Desea algún día lograr la capacidad de sanar la tierra y restaurar la tierra kaldorei y azeroth allá donde haya sufrido daño. Ficha Rápida No (1000 palabras mínimo) Historia Abrazo de la naturaleza. Siempre has notado que tiene el mismo don que tu, pero has ignorado deliberadamente esa verdad. Sabes que es inevitable, que no solo los hombres puede llegar hacer comunión con la naturaleza. Ayúdala, instrúyela… su vida no tendrá sentido si no lo haces. – Anyala, abrazada a su amado esposo, observaba desde la ventana de su hogar hacia su joven hija, cercana a un pequeño lago. Eltala, quien era su marido, parecía realmente afligido por el tema de conversación, parecía meditarlo profundamente – No es esa la tradición, lo sabes. No han habido mujeres entre nosotros nunca – su posa posó una mano sobre el pecho del hombre, observándolo con profundo cariño, pero también con una determinación aplastante. No sedería en este asunto – No había, cariño, no había. Los tiempos cambian, las tradiciones evolucionan. Las razones que hacían que algo funcionara de una forma, ya no existen más. Ahora hay mujeres entre ustedes del mismo modo que hay hombres entre las otras organizaciones de nuestro pueblo. Tú mismo lo has dicho, la naturaleza es cambio constante, no te quedes en el pasado – Eltala desvió la mirada, enfocándose en su hija sentada sobre la roca. La luna se veía hermosa en el cielo, reflejando su luz con intensidad en el lago. Casi parecía que la diosa estuviera dándole una señal – Lo pensaré – dijo finalmente y Anyala supo en ese momento, que había ganado la batalla de las palabras. … Los pájaros volaban asustados por el ruido repentino en una parte del bosque. Los quejidos de un animal eran tan intensos y sufridos que parecía que estaba siendo asesinado de manera salvaje. Un ciervo estaba dando a luz, pero no de la forma usual, parecía tener complicaciones. Sayene intentaba ayudarla, había traído todos sus implementos y su padre observa, limitándose a asistirla. El animal asustado intentaba ponerse en pie en medio del parto, no sabía qué hacer, pero estaba sufriendo mucho. Su pequeña cría no se había posicionado correctamente y no podía salir. La muchacha de cabellos verdes estaba llena de sangre en sus manos, intentaba cortar una abertura que permitiera el paso de la criatura notablemente asustada mientras su padre observaba con mucha atención. Su mano temblaba mientras manejaba el filo, hasta que su padre posó la mano sobre la de ella – Relaja tu respiración, un corte errado podría acabar con la vida de ambos. En este momento la naturaleza está siguiendo su curso, tu estas interrumpiendo ese curso, si pretendes intervenir debes hacerlo correctamente. La naturaleza tiene sus propios caminos. – dijo con calma, mientras guiaba la mano en el corte. Sayene no se sentía más relajada por las palabras pero comprendía lo que su padre quería decir. Respiró profundo y se dejó guiar. Finalmente cuando la abertura era suficientemente grande, saco con sus propias manos al pequeño y lo dejó a un lado. El pequeño no se movía, no parecía respirar. La madre sangraba profusamente. Se alarmó, su mirada se abrió de par en par, miraba a su padre pero este no decía nada, luego miraba a una y otra criatura. ¿A quién debía salvar?, el tamaño de semejante decisión la abrumaba, ¿Quién era para decidir sobre la vida y la muerte? – No… no se qué hacer, ¿Qué debo hacer? – decía desesperada, pero su padre no decía ni hacia nada. Hasta que, tras un instante, quizá motivado por el sufrimiento de su hija, decidió darle una pista – La vida y la muerte es un ciclo natural de renovación. La vida añora la nueva vida, porque es su forma de asegurar la perpetuidad de su existencia. Los padres, preferimos la muerte antes de ver morir a nuestros hijos. ¿Qué crees que piensa ella al respecto? – la joven sopeso las palabras, observando como aquella madre observaba con desesperación al pequeño, frustrada de no poder hacer nada. Entonces Sayene tomó la decisión y comenzó a trabajar en el pequeño, buscando resucitarlo. Fueron segundos difíciles, pero finalmente comenzó a respirar y lentamente se puso en pie por primera vez, buscando por puro instinto mamar su primera leche de la madre. La joven de cabellos como el bosque soltó un suspiro aliviado, y entonces se dispuso a estudiar cómo ayudar a la madre del pequeño, pero ya era tarde, horrorizada, observo como yacía el cuerpo inerte de la madre que en sus últimos minutos, solo se limitó a observar al pequeño alimentarse. Entro en pánico, cayó hacia atrás y se arrastro unos sentimientos - ¿Por qué no la ayudaste?, ¡eres un druida ¡ es tu deber… tu podías… tu… - miró con una rabia creciente a su padre, se sentía de pronto traicionada, no lo entendía. En su cabeza solo pensaba que había dejado morir deliberadamente aquella criatura - No, no podía. Es el ciclo de la vida, y no siempre podemos alterarlo por capricho. Aun si lo hubiera intentado ella habría muerto pues sus heridas intentarse eran demasiado graves – dijo con una calma que solo hacia resaltar aun más la sabiduría de aquellas palabras – la naturaleza decidió que fueras tu quien salvara a la criatura, y también que la madre muriera. Ahora, depende de ti si este pequeño ciervo vivirá más allá de este día o no. – ella le miró con lagrimas en los ojos, sumamente afectada. Luego miró al pequeño – La naturaleza puede llegar a ser realmente cruel e injusta – su padre negó – no, la naturaleza solo es como es. Ni justa ni injusta, solo es – Sayane soltó un suspiro, la decisión para ella estaba bastante clara. … Con el paso del tiempo demostró algo muy claro, su perseverancia y comunión con la naturaleza rivalizaba con la de su padre. Aprendía rápido, estudiaba, estaba realmente motivada y su padre la miraba crecer junto a su amor por el mundo. Sayane crió al ciervo como su propio hijo, lo alimentó, lo educó y luego cuando ya era adulto lo dejó marchar a la naturaleza. Había aprendido que la vida debía ser libre y encontrar sus propios caminos, y aunque le dolía el hecho de perder a su amigo, sabía que en el fondo era lo correcto y jamás lo olvidaría. El tiempo pasaba y se hacía mayor, comprendía mejor el mundo y las fuerzas que se gestaban en él, acudía a prácticas de medicina, de hierbas y de otras tantas cosas, pero hasta aquel día no había recibido la aprobación de su padre para intentar ser una druida. Era algo demasiado novedoso para alguien que había vivido tanto. Hasta ese día, bajo la luz de la luna, frente a su lago favorito, se encontró con su padre, este le tomó de las manos y le observó con seriedad – He tomado una decisión – dijo y ella le miró con duda, sus rasgos ya eran mucho más maduros y su rostro estaba marcado finalmente - ¿Sobre qué? – dijo ella de manera inocente – Sobre tu futuro… yo he sido un necio, pero la naturaleza me ha enseñado finalmente aceptar el cambio y he pensado que es bueno. Tú tienes un don con la naturaleza, así como yo. Y no deseo que se desperdicie, se que deseas seguir este camino y yo te apoyare, quiero que transites el camino del druida y encuentres tu lugar – coloco una palma en su mejilla, acariciándola – ve y busca tu camino, has aprendido todo lo que yo podía enseñarte, ahora debes buscar el conocimiento más allá de la seguridad del nido – ella le miró sorprendida, una sonrisa se dibujo en su rostro y acabo por abrazarlo. No muy lejos su madre observaba contenta. Una semana después la joven partía hacia Astranaar para buscar su camino y quizá con suerte, conseguir ser aceptada como una druida por su gente.
  25. Se siente bien estar en casa 💞

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