Pocos eran quienes aun ponían en duda su habilidad e inteligencia, pese a su tan juzgada en principio, edad. De todas formas, era una de las elegidas entre una minoria de los suyos por el príncipe del Sol, debía ser sus ojos y hacer honor a la férrea voluntad del fénix, lejos de sus propios e intrascendentes deseos u ambiciones personales que pudiese tener.
De todas formas, esta vez se había equivocado, si quieres que algo salga bien, hazlo tu mismo, se suele decir, tarde para pensarlo tras encargar la investigación y experimentación a su viejo conocido, hábil en lo arcano, pero con una curiosidad que siempre avanza un paso por delante de lo coherente.
Sin dar mucho tiempo a la duda, convoco a otro de sus viejos conocidos, este con mas aciertos que el viejo mago y casi obligándole a interrumpir su descanso tras la campaña militar, le encomendó un pequeño grupo relámpago de guerreros y conocedores de las artes mágicas, el artefacto debía ser desactivado con rapidez y silencio, antes que cualquier ojo u oreja ajeno al regimen Beldorei, divulgara lo ocurrido...o peor, se apoderara de el.
Consecuencias:
Habilidades usadadas: