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Roleros Destacados


Popular Content

Showing content with the highest reputation on 13/03/19 en todas las áreas

  1. 7 points
    Segundo informe de exploración Jeacob Corvanus Huargen Explorador Salimos a las 21:00 de Walderwich sustituyendo al grupo de Ludro el cual habian estado patrullando la zona Este. Nos dirigimos hacia el Oeste, direccion Lunaris, con la idea de recorrer el area en un periodo de 12 horas de ida y otra de vuelta. Avanzamos las tres primeras horas en linea recta hasta desviarnos diez grados dirección Sureste, manteniendonos en ese angulo durante las próximas ocho horas. En este periodo de tiempo no avistamos ningún peligro ni amenaza hasta que llegamos a un claro en el bosque , este lugar no había sido marcado en los mapas y tuvimos que tantear el terreno para evitar nuestras propias trampas. Habríamos seguido hacia delante incluso tras que Catherine cayera dentro de una, pero en este punto la situación se puso difícil. Detectamos en la periferia del claro movimiento, al principio no sabíamos quienes eran, hasta que captamos siluetas hostiles y el olor de sus cuerpos. Aunque no pudimos verlos, pudimos olerlos. Olían a formol mezclado con un agrio cóctel de productos alquímicos. Antes de que dispararan sus flechas, pudimos encontrar cobertura. Salieron del Sureste, empujándonos al claro trampeado. Algunos del equipo resultaron heridos tanto por las flechas como por los proyectiles pero pudimos dejarles atrás y regresar al campamento. Cormac trajo consigo una de las flechas que utilizaban como munición. No había duda, eran Renegados. //Flecha dibujada por Mimbrari ------------------ Duración: Lunes: 19:00- 24:00 Martes: 22:00-24:00 ------------------------- Participantes Jeacob: Advertir notar. Rastrear. Sigilo. Atletismo. Reflejos. Supervivencia Cormac: Advertir notar. Rastrear. Sigilo. Atletismo. Reflejos. Ilusión. Supervivencia Ronnald: Advertir notar. Rastrear. Sigilo. Atletismo. Reflejos. Supervivencia Catherine: Advertir notar. Rastrear. Sigilo. Atletismo. Reflejos. Supervivencia Katharine: Advertir notar. Rastrear. Sigilo. Atletismo. Reflejos. Supervivencia Ekaterina: Advertir notar. Rastrear. Sigilo. Atletismo. Reflejos. Supervivencia Corinne: Advertir notar. Rastrear. Sigilo. Atletismo. Reflejos. Defensa. Supervivencia Cassandra: Advertir notar. Rastrear. Sigilo. Atletismo. Reflejos. Supervivencia. Defensa. Curación Alanna: Advertir notar. Rastrear. Sigilo. Atletismo. Reflejos. Supervivencia. Curación
  2. 4 points
  3. 4 points
    Me alegro que mi progreso en dibujo sea un divertimento comunitario. Esto es un sketch hecho en 4 minutos tras 2 horas de ejercicios practicando, porque si no me divierto para que hago todo esto. Título: Mentiras Piadosas
  4. 4 points
    Jinetes Ronald descansaba en silencio, esperando a que la puerta del cuartillo se abriera. Aislado en su celda, había pasado allí toda la noche, esperando a que al amancer lo dejaran salir para cumplir sus funciones. Cabreado sobremanera por cómo el incendio había alterado todas sus rutas seguras, desplazando todas las manadas de necrófagos y todos los nidos de criaturas infectas que ya habían conseguido marcar en el mapa. Ahora un nuevo reto se planteaba ante ellos, pues ya no podían dar nada por sentado. Deberían volver a trazar poco a poco cada ruta, revisar cada palma de terreno para asegurarse de que volvían a escoger bien los caminos a seguir. - Habéis conseguido llegar por fin al puesto fronterizo del Alba Argenta, donde quizás consigáis por fin vuestro objetivo.
  5. 4 points
    No es más que Ceniza Corrió entre los árboles, desplazándose con rapidez pese a la pata cortada. Clavaba sus extremidades en la tierra, apoyando apenas su peso a cada paso mientras las llamas se extendían a su alrededor. La ceniza y el humo, que rápidamente estaban recubriendo cada palmo del bosque, la perseguía como una bruma que ella misma estuviera extendiendo, pese a que como el resto de animales y seres impíos que habian habitado aquellos bosques trataba de huir de convertirse en pasto de las llamas.Encontraría un nuevo lugar en el que depositar a su prole, y así extender su legado. Apenas poseía una conciencia, pero era perfectamente capaz de odiar. Y ese odio que sentía solo iba dirigido ya en dirección a esas malditas criaturas que habían profanado su nido y habían diseminado la destrucción a su alrededor. Cazaría cuantos pudiera en el camino. - Habéis conseguido cruzar la zona boscosa en la que se apostaba esta criatura, huyendo a través del bosque hasta una torre abandonada. - El fuego causado por Ardaric se extiende con rapidez, produciendo que las manadas de zombies y necrófagos, y otras criaturas mucho más temibles, hayan abandonado sus lugares de reposo y se empiecen a mover más por la zona, creando mucha mas inseguridad.
  6. 4 points
  7. 3 points
    Sesiones de Entrenamiento en el Frente Norte. Sesión 1. Aprender a defenderse en una zona de guerra era importante, probablemente vital, muchos en el grupo de los Mascarratas apenas si tenían una leve idea de como evitar que los golpearan, era aquel el caso de Alanna, de modo que Vince la llevó al área de entrenamiento donde iniciaron con un entrenamiento simple, usando ella una daga de madera, él usando un escudo y sus propias manos para apartarla cada tanto. En el entrenamiento no solo se intercambiaron golpes, se ensayaron nuevas formas de ataque para no ser tan obvio. Duración: 1 hora 30 Minutos. Participantes: Alanna : Dagas, Defensa, Reflejos – Vincent: Combate sin armas, Defensa, Reflejos. Sesión 2. Una nueva sesión de entrenamiento, esta vez Corinne se suma para ayudar a Alanna sin armas y la rubia con su daga de madera nuevamente, pese a que la pelirroja era mucho mas salvaje y regresaba los golpes con fuerza, era quizás lo necesario para que Alanna aprendiera lo precario de un combate real. Al mismo tiempo, Vincent ayudaba a Ekaterina a prepararse para el combate también, de nuevo usaba un escudo como buen sparring mientras que la joven pelirroja usaba una espada corta, atacaba con fiereza y el huargen se defendía con solidez intercambiando espadazos por manotazos que mas que daño ocasionaban molestia a la pequeña peliroja. Duración: 2 Horas. Participantes: Alanna( @Zora): Dagas, Defensa, Reflejos / Corinne( @Dorito): Combate sin armas, Defensa, Reflejos - Vincent: Combate sin armas, defensa, Reflejos / Ekaterina (@Bullet) : Espada corta, Defensa, Reflejos.
  8. 3 points
    Con los preparativos del festival siendo realizados a su alrededor, alejándose de los puestos y las degustaciones de sidra, el grupo partió de Brisa Pura para continuar con su camino, cuanto mas se alejaban de la ciudad, menos transitado estaban los caminos. No era una marcha dura, pero el paso de dias consecutivos cabalgando ya se dejaba notar en los músculos, sobre todo en el trasero, de los jinetes, hasta que finalmente llegaron a Far'lerien. Era un pequeño poblado, peligrosamente cerca de la frontera con los Amani, y por tanto, estaba prácticamente abandonado, lo que otora fuese una pequeña ciudad llena de Altos Elfos, hoy en día era una simple avenida en la que se reunían todas las casas habitadas, las demás, diseminadas en las antiguas calles que hacían años que prácticamente no se usaban, estaban abandonadas. A pesar de que la actividad Amani en la zona era sospechosamente baja, seguía siendo un lugar peligroso para vivir, tal vez sus ciudadanos confiasen en la sagrada tarea de los Forestales, o simplemente se negasen a abandonar el hogar donde llevaban siglos viviendo con sus familias, fuere cual fuere la razón, el grupo se dispuso a descansar, pues al dia siguiente tendrían que continuar a pie. En cuanto las puertas y la cocina de la posada se abrió, se apresuraron a desayunar y a preparar el equipo que cada uno había elegido para le empresa que tenían entre manos, y se pusieron en marcha. El bosque estaba algo alejado, a poco más de una hora a pie, la carretera se desdibujaba debido al deshuso y a la flora que la invadía por doquier, y cuando se internaron en el bosque, apenas era un camino visible de tierra con unos cuantos adoquines mal puestos y movidos. En mitad del camino se toparon con un árbol enorme, su tronco tenia el grosor de dos zancudos juntos, y media varios metros de alto, si querían usar ese camino como linea de suministros en el futuro, deberían de retirarlo, pero no tenían tiempo para eso en estos momentos, lo rodearon, aunque aquello tomó mas tiempo del que pudiera parecer. Mientras se aproximaban a donde debería estar el sagrario, los Sin'Doreis pudieron observar un fenómeno extraño en el cielo, la energía arcana de las lineas Ley parecía estar siendo atraída hacia cierto punto, formando una especie de vorágine, lenta e inestable, cuando consiguieron llegar a Al' Falador, obtuvieron la respuesta al fenómeno. Los discos metálicos alrededor del Sagrario seguían girando, aunque sus orbes estaban destruidos y diseminados por su alrededor, la magia se dirigía hacia los círculos, y era introducida dentro del Sagrario, pero a diferencia del perfecto y harmonioso funcionamiento de los demás Sagrarios, aquí la energía se diseminaba de manera inestable. Toda la zona estaba impregnada de magia, una miriada de pequeñas chispas arcanas se podían ver por doquier, así como una manada grande de vermis de maná que las utilizaban como alimento, y algo aun mas extraño, varios elementales arcanos se podían ver cerca de la entrada del Sagrario. El edificio era muy grande, mínimo tres pisos de altura, y solo la Luz sabe cuantas habitaciones podrían haber en su interior, a su alrededor, habían varios edificios mas pequeños, quizá fueran almacenes, aulas, cocinas o viviendas, ya no quedaba nadie para darles ningún uso. Mientras el grupo se aproximaba, una de las chispas se chocó accidentalmente con Tedi, liberando la energía que le daba forma como un pequeño chispazo arcano, una sola no era peligrosa, pero con la cantidad que había, debían tener cuidado con ellas, sin embargo, en cuanto se aproximaron, uno de los elementales se les acercó levitando, no tenían ni idea de si eran agresivos o no, así que se prepararon en posición defensiva, pero nadie atacó, al menos hasta que el elemental atacó a Rael, y la escaramuza comenzó. El ser parecía muy resistente a los ataques fisicos, las armas atravesaban su cuerpo como si fuera aire, inestavilizandolo aun más, a pesar de ciertos problemas, como una lanza que arrojó Donnovan, atravesó al ser y por poco acaba clavada en el pecho de Rael, al final, y que los ataques del ser parecían ignorar toda protección física,el conjunto de ataques, finalizado con un tiro certero del arco de Tedi, consiguieron hacer que la energía que daba forma al elemental se desestabilizase lo suficiente como para que fuese incapaz de mantener su forma. Sin embargo eso no fue más que el comienzo, rápidamente, los otros tres elementales que levitaban cerca del sagrario, rodeados de un grupo de aquellas chispas arcanas, comenzaron a acercarse poco a poco hacia el grupo La investigación del Sagrario.. no había echo mas que comenzar. Lista de participantes y habilidades usadas: Thala'riel ( @Thala) // Master : Cabalgar, Atletismo, Defensa, Espadón Pesado, Reflejos Rael ( @Psique ) : Cabalgar, Altetismo, Defensa, Lanza Pesada, Reflejos Donnovan ( @Focus ) : Cabalgar, Atletismo, Defensa, Lanza Ligera, Reflejos Tedi ( @Lady Soup ) : Cabalgar, Atletismo, Defensa, Arco Largo Seina ( @Blues ) : Cabalgar, Atletismo Azálea ( @Galas ) : Cabalgar, Atletismo
  9. 3 points
    Geist Nacidos de los prisioneros ejecutados en la multitud de caminos que adornaban las tierras de Lordaeron, el Azote no perdió el tiempo dotando de no-vida a estos delincuentes que reunían las características de asesinos, espías y matones por todo el reino. Dotados con encantamientos profanos para concederles una agilidad sobrehumana ademas de reflejos felinos, estos seres tenían funciones muy dispares a la mayoría de los no-muertos dedicados a chocar contra las lineas de infantería vivas, los geist eran criaturas moldeadas para el subterfugio, la exploración y los asesinatos bajo las ordenes de sus amos con la intención de hacer desaparecer a las figuras heroicas incluso antes de que pisaran el campo de batalla, cortando de tajo las amenazas antes de que supusieran un problema para sus maestros. Esta información junto a sus encantamientos nigromanticos ha sido recabada en los libros otorgados por el Maestre de Vor a la Corte de los Mendigos, tras su ayuda contra un puesto escarlata que amenazaba la seguridad del pueblo, los libros han sido de forma debida preservados y espera a ser enviado a la Torre para su escrutinio estudio.
  10. 2 points
    En un alarde de originalidad a este lo llamo: Práctica de mezcla de color y atajos de teclado en Goblin de FF
  11. 1 point
    Alrededores de Walderwich Informe de exploración. Jeacob Corvanus. Huargen. Explorador Salimos del campamento base a las 19:00, con dirección Norflok, desviándonos hacia el Noroeste tras dos horas de camino. No detectamos ninguna actividad extraña hasta pasado ese periodo de tiempo, donde nos topamos con una pequeña arboleda y unas ruinas en su interior atestadas de arañas. Cormac las ha llamado Arañas Pescadoras, por su peculiar método de caza. Estas criaturas son grandes y fuertes, de largas patas delanteras que superan la estatura de un humano. Las utilizan para tejer una red entre ellas, una especie de saco con el cual atrapan a su victima y luego la arrastran con ellas. Logramos evitar su emboscada y proseguir bordeando las ruinas hasta orientarnos hacia el Noroeste, proseguimos otras dos horas, encontrando una casa en ruinas abandonada donde nos refugiamos durante la noche. A la mañana siguiente, un pequeño grupo salimos temprano para trampear la zona. Colocamos varias trampas. Trampa cepo dentado a 52 pasos de la estructura. Linea recta hacia el Sur saliendo del marco de la puerta. Trampa de púas, a 48 pasos, dirección Oeste saliendo de la parte sin fachada del edificio, pasando los escombros de lo que parecia ser un pequeño almacén Otra trampa de púas, a 10 pasos, por la cara Suroeste del edificio, en diagonal saliendo de la puerta principal. Tras dejar el lugar trampeado nos pusimos en marcha, dirección Este, caminamos durante una hora antes de desviarnos hacia el sur nuevamente con una ligera inclinación hacia el Oeste, evitando asi las ruinas. Fue un error. Entramos en el territorio de un oso negro Gilneano del cual logramos zafarnos y volver a Walderwich. ------------------ Duracion: Dos sesiones. Viernes: 19:00-24:00 Sabado: 19:00- 21:30 --------------- Jeacobb: Master Participantes. Ronnald: Advertir notar. Buscar. Rastrear. Sigilo. Supervivencia Cormac :Advertir notar. Buscar. Rastrear. Sigilo. Cegura. Supervivencia.Defensa. Vincent: Advertir notar. Buscar. Rastrear. Sigilo. Trepar. Supervivencia Henri: Advertir notar. Buscar. Rastrear. Sigilo. Supervivencia Chasse: Advertir notar. Buscar. Rastrear. Sigilo. Supervivencia Corinne: Advertir notar. Buscar. Rastrear. Sigilo. Supervivencia Casandra: Advertir notar. Buscar. Rastrear. Sigilo. Supervivencia Alanna: Advertir notar. Buscar. Rastrear. Sigilo. Supervivencia
  12. 1 point
    Como Po, nadie tiene fe en mi. Pero yo se que lo lograré. ¡Maldita sea que lo lograré! Esta morralla hecha en 2 minutos será mi benchmark mes a mes para reflejar mis progresos. Ala, me voy a ver tutoriales en youtube.
  13. 1 point
    El conocimiento de los Thuzadin La búsqueda de los conocimientos en tierras de la peste es una de las prioridades, distintas formas de criaturas no-muertas que deambulan sin amos, toda clase de artefactos de gran poder latente y todo tipo de antiguos tomos con conocimientos prohibidos Lo primero sería encontrar a las criaturas e identificarlas en uno de los muchos tomos de la Corte para luego movilizarlo hacia la Torre donde guardarlos en las oscuras bibliotecas que cada vez mas crecen, pero habría que encontrar a dichas bestias, descubrir sus profanos secretos y no sería fácil. Necrofagos Estas bestias están por encima del escalafón de los que representa un zombi, constituidas de carne sobrantes, huesos rotos y extremidades, todo unidos entre si para crear a estas bestias ágiles, y de garras mortales. El hechizo que da vida a este ser limita su inteligencia hasta tal punto que a un necrofago solo le queda su instinto de supervivencia y su hambre insaciable, todo esto unido a los encantamientos que le ayudan a asimilar la energía vital de la carne viva que engullen hacen que puedan sobrevivir sin necesidad de que el nigromante tenga que perder el tiempo en reparaciones menores. Los necrofagos no son un enemigo a menospreciar puesto que se les ha visto cazar en manadas por Tierras de la Peste, sus instintos afinados, y sus garras capaces de desollar al mas valiente de los hombres hacen que estas bestias bajo la voluntad de su señor puedan ser la pesadilla de cualquier hombre, puesto que atacaran sin miedo y sin descanso hasta que se le de muerte. Todo esto ha podido ser verificado con la creación que me trajo Muertenegra, después de acudir a una cripta cercana y poder cazar a la criatura haciéndola caer en varias trampas, sus restos han sido preparados y almacenados para su próximos estudios.
  14. 1 point
    Prólogo Juraría que se había guardado los cobres en el bosillo que su madre le había cosido dentro del viejo chaquetón antes de fallecer. Aunque exiguos, habrían alimentado las bocas de Caleb y de su hermanita durante unas cuantas noches, pero no era capaz de encontrarlos ni del derecho ni del revés. Terminó convenciéndose a sí mismo de que se le habrían resbalado bajo la implacable lluvia y habrían acabado engullidos por la negrura de alguna acantarilla, o de que alguno de los dementes los había encontrado sobre los adoquines y los usaría para la Luz sabe qué. Fuese como fuese, tampoco podía quejarse a su superior. ¡Un hombre tan rechoncho como intrasingente —habría pensado el jovencillo de cabellos azabaches, si conociese esas palabras—, con más aprecio por el vino que por sus subordinados o por los pacientes! Los cobres que había perdido eran, al fin y al cabo, poco más que un soborno, y el castigo que le esperaría por ello sería mucho peor que pasar otra noche más sin algo caliente que llevarse a la boca. Si marco estas palabras sobre el pergamino es porque no he tenido el tiempo valor de articularlas con mi propia voz; espero que me dispenses por esto, como lo has hecho en el pasado por tantas otras cosas. Tras tantos inviernos segura de que las verdades con las que había contado toda mi existencia eran indiscutibles, dejar esto por manifiesto aquí se me antoja bastante engorroso. Pero todo en esta vida debe llegar a su fin para dar paso a lo nuevo, aunque esto no implique su desaparición. Cuando los cuerpos se extinguen no se desvanecen, pues pasan a formar parte de la tierra de la que vinieron. De este mismo modo deberían comportarse las mentes y las ideas que albergan. Las tradiciones que con tanto ahínco defendemos y seguimos no pueden guiar ciegamente el destino, pero pueden ser algo sobre lo que construir. Con un poco de suerte y buena voluntad, pueden ser el punto de partida de un futuro mejor para una tierra que lleva demasiadas décadas sumida en el caos, la miseria y la desgracia. Digo esto porque espero que te ayude, no solo a saber cómo llevar el resto de tus días, sino a entender lo que leerás en las próximas líneas... La anciana había aprendido los secretos que guardan el papel y la tinta años antes de perder la vista, en una Gilneas muy diferente a la que se asomaba al Mare Magnum en la actualidad. Su ceguera le impedía hacer muchas cosas, pero imprimir sus pensamientos sobre el papel no era una de ellas, aunque estaba lejos de poder ser la escriba de algún señor. Las palabras que la ciega había trazado sobrecogida por las fiebres y los sudores eran apenas inteligibles y las líneas se apilaban torpemente en diferentes ángulos y en ocasiones hasta se cruzaban entre ellas, lo que dificultaba enormemente su lectura. La muchacha que la había acompañado durante ya un par de décadas había insistido en escribirla ella, pero se mantuvo firme en su negativa. Eran unas palabras que debían salir de sus propias manos y Catriona no tenía permitido verlas. Off-rol:
  15. 1 point
  16. 1 point
    Historia La abadesa y las hermanas superioras solían hablar de como antaño todo era mejor. Los nobles reyes, por cuyas venas corría la sangre de los grandes heroes del pasado reinaban con sabiduría y fuerza. Firmeza, pero justicia, con tenacidad y valor. Muchas noches, a la hora de la cena, mencionaban las épocas donde los campos se extendían verdes hasta donde alcanzaba la vista, donde las buenas gentes se saludaban en los grandes caminos, con rostros alegres y espíritus sinceros. Donde los grandes caballeros, engalanados en brillantes armaduras , protegían a las buenas gentes de Lordaeron de bestias, que si bien salvajes y horribles, sonaban lejanas, en las montañas o los profundos bosques, y rara vez suponían problema alguno para las gentes humildes. Por desgracia, yo era simplemente incapaz de recordar esas épocas. Es cierto que había leído, había escuchado, había asimilado. Las grandes pinturas en los humildes pasillos de piedra del monasterio, algunas de ellas más antiguas incluso que la abadesa. ¡Si es que tal cosa era posible!, reflejaban tiempos mejores. Amplias campiñas de plata y cristal, verdes y frondosas, tendidas ante el fugaz amanecer de un cálido sol. Pero jamás llegué a conocer esas épocas. Nací hoy hace más de dieciseis inviernos, en el año 16. No recuerdo a mi papa o a mi mama, pues siempre he vivido entre los muros de la abadía. Supuestamente me dejaron en una cesta, envuelta en mantas, una noche lluviosa de otoño. (Creo que no era lluviosa, o eso me dijo la Hermana Superiora Dolores, pero a la Abadesa le gusta un poco decorar sus historias alegóricas). Lo que sí recuerdo perfectamente es que desde que tengo uso de razón, el caos y la oscuridad han estado presentes en el mundo. Apenas estaba aprendiendo a caminar, cuando el Príncipe Traidor desembarcaba en las costas y destruia nuestro querido reino, antes de que fuese siquiera consciente de su existencia. No había ni experimentado la mitad del tiempo que he caminado por este mundo, y los antaño seguros caminos de Trabalomas se habían convertido en un hervidero de bandidaje. Incluso en mi ignorancia, propia de una niña de monasterio, era capaz de percibir los cambios en el mundo que me rodeaba cuando abandonaba el mismo en el viejo carromato, con mis hermanas, en nuestros viajes hacia aldeas vecinas, ya fuese a comprar telas y otros materiales para nuestro hogar, a vender las artesanías que realizábamos, o a ayudar a los enfermos y desvalidos. La Hermana Mercedes siempre me decía que me quedase dentro del carromato, tras las telas, pero yo siempre buscaba asomarme. Observaba las grandes campiñas, pero el verde que había contemplado en los cuadros no estaba. La mayoría estaban agostadas, asilvestradas y abandonadas. Las cabañas no humeaban, hogareñas, llamando a los honestos granjeros a comer una copiosa aunque humilde comida, si no que de ventanas rotas y chimeneas extintas, eran pequeños cascarones vacíos de tiempos mejores. Ya no había valerosos caballeros de plateadas armaduras en los caminos, si no cansados soldados y apabullados milicianos que con botas embarradas de cuero siempre nos aconsejaban precaución y no marchar nunca de noche por los desgastados senderos de las Laderas. Los mayores siempre hablaban de tiempos mejores. Algunas hermanas decían que había nacido en tiempos malditos, de dureza, tristeza, dolor y pena. Pero yo siempre he creído que la Luz ha bendito a los que como yo han nacido en esta etapa. Los escritos santos siempre hablan de como es en la mayor oscuridad donde crecen los espíritus más nobles. Nosotros, la juventud, somos la esperanza de que este mundo sea iluminado de nuevo con la paz y la justicia. La oscuridad, incipiente, prolifera en la ignominia de aquellos que se creen victoriosos. ¡Las hermanas decían que era mero ímpetu juvenil! Que equivocadas estaban. Aunque en honor a la sinceridad, hubo un punto donde su insistente derrotismo camuflado como sabiduría benigna y bienintencionada llegó a minar mi espíritu. Pero todo quedó claro cuando hace apenas un año, la Luz acudió a mi llamado. ¡Lo se, lo se! ¿Por qué alguien tan joven recibía respuesta de la Luz? ¿Acaso las tribulaciones adolescentes han permitido la paz de espíritu, la liberación de las cargas? No sabría decirlo, aunque probablemente el haber vivido toda mi vida en el monasterio haya ayudado. Lo que sí se es que cuando aquella mañana de rezo y meditación aparentemente normal, sentí el cálido ardor de la Luz inhundar mi pecho. Su sacrosanta pureza invadirme y bañar mi mente y espíritu. Una tranquilidad que no creía posible dejarme sin aliento, anhelando más de esos instantes que jamás se repetirían. Recuerdo haber corrido, llorando, junto a mis hermanas. Al día siguiente, fui aceptada por fin como novicia de la Santa Iglesia de la Luz. Probablemente, fue el momento más feliz de mi vida, y mientras agachaba con humildad la cabeza para recibir la bendición de la Luz de la Abadesa, mi corazón se henchía de orgullo, pensando en la misión divina que la santa esencia había puesto ante mi. Llegó el día de mi Edad de Ascensión, cuando la niñez acaba y comienza mi edad adulta, y anuncié a la Abadesa mi intención de abandonar la abadía. Claramente, se enfadó, e intentó convencerme de abandonar esas ideas, pues apenas era poco más que una niña. Más yo estaba convencida. Sabía que como adulta, mi destino era solo mio. La Luz había marcado su camino ante mi, y debía de cumplirlo. Cuando me preparé para abandonar la abadía, no negaré que me pudo la tristeza, y entre abrazos, besos, lágrimas, y pasteles envueltos en paños tejidos con amor y cariño, llegué a titubear y plantearme el rechazar el mundo desconocido que se habría ante mí, y volver a la seguridad de los muros de la abadía. Más al final, la convicción se sobrepuso, y con paso firme y bolsa de tela al hombro, engalanada con mis ropajes de novicia, abandoné el gran portón de madera para perderme por los caminos empedrados de Trabalomas. Mi destino me reclamaba.
  17. 1 point
    Raeg narró a Ruk Grito de Guerra la historia de la Colina del Aullido. El joven orco quiso marchar hasta allí siguiendo las huellas de los Aulladores y sus hazañas. Él, una silenciosa Zhara y Raeg se ofrecieron como protectores de una caravana que, tras dar con ella, no le era permitido salir mientras no contara con más hachas con las que defender los preciados suministros. Yokara, joven iniciada del Filo Ardiente, examinó a los orcos y tras su visto bueno los acompañó en su viaje por guardar la caravana hasta el puesto de la Colina del Aullido. Un Ruk atento y vigilante, gran conocedor de la naturaleza para sorpresa de todos, vió en el vuelo de un ave rapaz la seña de que algo se ocultaba entre las hierbas altas y secas que había camino a la colina. No era un centauro, si no una zhebra moribunda por una jabalina de estos. Ruk acabó con si vida de forma clemente y decidió cargar con tan preciada pieza. Prosiguieron hasta la colina, ascendiendo hasta un alto intermedio donde los kodos eran amarrados y la carga depositada mientras los pocos peones que allí servían subían la carga hasta el campamento. Desde lo alto un grupo de oteadores se congregaba, vigilando el terreno por el que los peregrinos habían ascendido. El cuerpo de la zhebra arrastrada había dejado un rastro y los centauros, siguiendo y reclamando su trofeo, se dirigían hacia el alto en el que se llevaba acabo la operación de descarga y abastecimiento del campamento de la colina. El cabecilla mandó a los peregrinos y dos valiosos guerreros del campamento con ellos para que frenaran la subida de los centauros mientras él y sus guerreros aseguraban las provisiones. El frente que plantaron los cinco orcos fue demolido por la carga de unos centauros que no se amedrentaban pese a dejar la llanura que los convertía en temibles enemigos. Dos lograron ascender, otro tropezó y arrambló colina abajo junto con un guerrero del campamento. Aquella colina había sido testigo de mejores estrategias y batallas, pero la victoria permaneció del lado de los orcos por un día más. Sin embargo, ahí abajo, el Oasis seguía secandose por la presencia de tantos centauros aún dolidos por la derrota y la visión desde el alto del campamento era desoladora: el Oasis se estaba quedando sin vida. // Duración: 4 horas Masteado por Participantes: - @Imperator como Ruk Grito de Guerra. Habilidades usadas: fauna - adv/notar - sigilo - defensa - hachuela - @Bullet como Zhara Lobosangriento. Habilidades usadas: adv/notar - defensa - CC equilibrado - Llamar Elemento - @Nathan como Raeg Lobo Gélido. Habilidades usadas: adv/notar - sigilo - defensa - CC equilibrado - Toque Elemental - Descarga Elemental + Kossar: sigilo - zarpazo
  18. 1 point
    Nombre del Personaje Ludwig Volans Raza Humano Sexo Hombre Edad 34 Altura 1.84 Peso 74 Lugar de Nacimiento Sotavento (Bosque del Ocaso) Ocupación Aprendiz y protector Descripción Física Ludwig es un hombre entrado en años, de pelo oscuro y rasgos duros. Lleva una barba descuidada, aunque rara vez la deja crecer más de un par de dos de espesor, sus pomulos marcan con fuerza el contorno de su cara, y bajo sus ojos siempre parece tener unas ojeras que no se van nunca. Viste una gruesa capa, ya vieja y ajada, que le ha servido para guarnecerse y dormir seco y mas o menos caliente inmunerables veces, bajo ella, lleva una vieja y deslustrada armadura de mallas, que lleva con el tanto tiempo como su capa, su mangual, y su escudo. Descripción Psíquica De carácter añejo, Ludwig no es dado a conversaciones innecesarias, suele preferir callar y simplemente escuchar, no suele ser alguien proactivo, más proclive a escuchar y obedecer que a dar ordenes, sin embargo valora su palabra casi por encima de todo, y cuando hace un juramento, lo cumplirá, o morirá en el intento. Ficha Rápida No (1000 palabras mínimo) Historia Ludwig se encontraba sentado sobre un banco de piedra, mirando distraído una parte del techo que solo la Luz sabe hace cuanto tiempo se vino abajo, la lluvia del exterior de la casa se colaba por el boquete, y el pequeño charco de agua que empezaba a formarse en el suelo ya se estaba mezclando con la sangre que cubría el piso. Dejó escapar un suspiró, cansado y meditabundo. A sus pies yacía el cadáver de alguien, ni siquiera sabía quién era, ni su nombre, ni su historia, su cabeza estaba abierta en dos, y los pinchos de su mangual habían dejado los ojos colgando de sus cuencas, más Ludwig no lo sentía, aquel malnacido no le había dejado opción, No es que disfrutaste de matar a alguien si no era necesario, pero ese hombre no quería cooperar, y solo le dejó dos alternativas, salir y buscar otra casa que pareciera resistente en el bosque para cobijarse de la lluvia, o matarlo. Ni si quiera lo había visto cuando entró en la casa, tal vez fueran los años pasados, o ese golpe en la cabeza que recibió hace tiempo, pero sus sentidos ya no eran lo que un dia fueron, solo la coraza que portaba bajo la gruesa capa le había salvado de la puñalada por la espalda. Negó para sí mismo mientras limpiaba el acero de su mangual. Recordó la primera vez que vio un cadáver y cuánto le impresionó, apenas tenía 8 años cuando encontró en la orilla del río el cuerpo de algún pescador, o quizá era un comerciante? No podía recordarlo, lo que sí recordaba con una claridad cristalina era lo hinchado que estaba el cuerpo, el aspecto correoso y húmedo de su piel, la miríada de insectos devorando, saliendo por todos los orificios de su cuerpo, los naturales y los que ellos mismos se habían encargado de fabricar, y sobre todo el olor, ese olor nauseabundo que le hizo vomitar y temblar durante el resto de dia. Escupió al suelo al recordar ese niño endeble y asustadizo que un dia fue. Se levantó y se dirigió al almacén de la pequeña casa de piedra con techo de madera, al menos ahí no entraba el agua, no era más que un agujero pequeño, oscuro y que olía a heces de quien sabe que animal, cerró la puerta y se sentó, recostando la espalda contra la dura piedra, se tapó con la capa y trató de cerrar los ojos para descansar un rato. Le dolían todos y cada uno de sus huesos, hacía varios días que no encontraba un sitio donde se sintiera lo suficientemente seguro como para quitarse la armadura mientras dormía, y prefería ser un hombre dolorido y cansado a uno muerto. “La muerte nos llega a todos”, ese amargo pensamiento brotó de nuevo por si mismo en su mente, y es que el tiempo solo le había enseñado que lo único totalmente cierto en este mundo, es que tarde o temprano, todos mueren, sin importar cuánto lo intentes evitar, que tipo de magia uses o cuanto te escondas o corras, es fútil huir de un destino que debió ser marcado cuando el mundo nació. Su antiguo maestro se creía dueño de la muerte, su arrogancia no conocía limites, y desde luego sabía bien lo que hacía, y era inteligente, tal vez demasiado. Trás muchos años trabajando con el, apenas si quiera le había enseñado lo básico, lo quería como su guardaespaldas más que como su pupilo, y eso Ludwig lo sabía perfectamente, pero no le importaba, había jurado servirle, y eso hizo. Ludwig sospechaba que tal vez su maestro desconfiaba de él, pues con los años se había vuelto más uraño, menos dado a la conversaciones innecesarias, y por eso decidió viajar solo. Lo ultimo que supo de el es que iba a reunirse con otros como el, más jamás le dijo con qué motivo o intención, sin embargo, trás esperar más de una semana, fue a buscarlo, preocupado por el destino de su maestro, solo para encontrar su bastón junto al cadaver de dos de esas bestias lupinas, se creía dueño de la muerte, más la muerte siempre toma lo que le pertenece, y todas las vidas son suyas. No recuerda en que momento se había dormido, abrió los ojos, y por las rendijas de la puerta se colaba la tenue luz del sol junto al sonido de gruñidos al otro lado. Se levantó no sin esfuerzo, las rodillas y la espalda le crujieron, notaba el entumecimiento en cada uno de sus musculos, más debía continuar, se colocó bien la capa, blandió el mangual, se colocó el escudo en su zurda y abrió la puerta. Ante el, dos lobos estaban devorando el cadaver del hombre de la noche anterior, y en cuanto le divisaron, erizaron su pelo y le gruñieron, dejando la carroña y encarando a la nueva amenaza, comenzaron a rodearlo, sin embargo todo terminó rapido, evitó la dentallada del primer lobo con el escudo, empujandolo con fuerza mientras su mangual se undía con fuerza en la cabeza de su compañero, el craneo del animal se partió en varios pedazos, y es que la mayoria de craneos suenan igual al romperse, el lobo restante no tardó en marcharse, no sin llevarse un brazo del muerto como recompensa primero. Una vez volvió a estar solo, no perdió el tiempo, y comenzó a arrancarle la piel al lobo muerto, al menos hoy iba a comer carne. Un par de horas después, con el estomago lleno y algo de carne guardada en la capa del hombre muerto, retomó su camino, en busca de otro lugar donde asentarse, en busca de alguien a quien servir de nuevo, en busca de un nuevo maestro. (Ya la pondré bonita, que me da pereza ahora mismo)
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