Saltar al contenido

Roleros Destacados


Popular Content

Showing content with the highest reputation on 13/04/18 en todas las áreas

  1. 7 points
    Me acabo de dar cuenta de que tenia este post y no he actualizado nada. Así que-..ahí va
  2. 6 points
    Algunas sugerencias. 1. Volver a activar vuelo en todo azeroth, ahora ya no puedo usar monturas voladoras ni en elwynn ni en ninguna otra parte de Azeroth donde he estado, salvo Northrend, sería muy util que las activasen de nuevo. 2. Si no se reactiva el farm de los mobs, sería muy util que se dejara en 0 el costo de las rutas de vuelo para poder llegar con mas facilidad a otros lugares. 3. Poned teleport en las rutas de vuelo, de modo que te lleve de forma instantanea al lugar de destino. 4. Comandos simples a los usuarios pero que podrían dar muchisimas herramientas para que los usuarios puedan narrar sus eventos, ya tenemos el .gobject add temp que ha demostrado una herramienta bastante versatil, mi propuesta es que se agreguen además. a) .Morph: Comando que sirve para dar una skin a otro personaje, npc, o mascota, de modo que podamos usar una pet como algún npc dentro de nuestra trama que nos acompañe a donde vayamos. b) .npc add temp: Para poner algun npc de nuestro gusto que podamos usar para ambientar nuestras tramas. c) .npc info: Comando para ver la información de npc ID para usar el morph y el Entry del mob en cuestión para poder ponerlo con el comando Npc add. Y solo eso, me basta y me sobra para hacer eventos de calidad epica.
  3. 5 points
    Contribuyo con mi granito de arena. El autocontrol es difícil
  4. 3 points
    Hedera, la hunter que subí hace poco. No me acaban de convencer muchas cosas. La próxima será... :<
  5. 3 points
    Descripción física Su alta estatura y su cuerpo esbelto revelan de inmediato que ha tenido una vida sin muchos lujos, de brazos y muñecas finos, cuello alto y clavículas marcadas. La ropa que lleva no deja remarcar su torso pues tiende a llevar camisas amplias, si bien bajo ella poco habría para realzar, de escaso pecho y hombros marcados. Su rostro de lineas hundidas, casi famélico, hace que resalten unos llamativos ojos grises, de cuenca amplia, redondos, que dibujan bajo si unas ojeras oscuras, indicativo de que duerme poco. Así mismo, y a pesar de tender a entornarlos, resultan demasiado llamativos que, sumado al hecho de que su mirada tiende a hundirse, no deja claro si realzan o afean. Labios gruesos, el inferior partido por la mitad por un tropiezo de hace mucho tiempo que tardó otro tanto en sanar. La melena oscura y fina tiende a desdibujar la raya central por llevarlo a un lado sin mucha preocupación, aun que es pobre y deja entrever los rastros de una clara desnutrición. Nariz de tabique ondulado, en su justa medida. Descripción psicológica Dicen que los Bosques de Ocaso crían a los hombres y mujeres más curtidos, desenvueltos en un ambiente típicamente hostil y peligroso. Aun que su carácter case con los aires tétricos y distanciados del bosque, esto se debe más a una predisposición genética que a otra cosa. Huraña, de trato difícil, demasiado directa a la hora de hablar. Índice - Creaciones alquímicas y capacidades médicas. - Equipo, vivienda y otras posesiones. - Historia. - Eventos asistidos/mastereados. -
  6. 3 points
    Esto es una bobada realmente, pero creo que deberiamos eliminar los apartados Horda/Alianza de la sección de Fichas e Historias, induce a confusión, en el sentido de que parece que en el servidor el concepto Horda y Alianza es clónico al oficial, cuando respecto a ello el servidor sigue su propio canon (alianzas de rutas comerciales o libre paso, pero no de alianza estrecha y estricta como en el oficial). Fichas/Historias->subforos de razas simple y llanamente.
  7. 2 points
    Meme Remix Ya que no hay un hilo dedicado a ello y me consta que tenemos sueltos mucho artista creativo del meme, lo inicio para que podamos desfogarnos con nuestros desvarios. Empiezo con este que hice el otro día
  8. 2 points
    ÍNDICE Capítulo I El Chichi de la Puerca. Capítulo II El rapto de la doncella. Capítulo III Pactando con el diablo. Capítulo IV Otra vuelta de tuerca. Capítulo V La mano que mece la cuna. AVISO OFFROL Estos roles están abiertos a todo aquel que tenga una razón coherente para inmiscuirse en ellos. De hecho, mi idea era animar las cosas y mover el rol en el arrabal de Villadorada, visto que somos unos cuantos los que merodeamos por allí. Así que por supuesto, estaré encantado de sumaros y encajaros a todos los que queráis. Como siempre, esto va para largo, y va con calma. Hasta ahora he masteado yo mismo todos los roles, pero es probable que en el futuro algún otro tenga que animarse. Habrá también varias “líneas” y ramificaciones en la trama, más allá de los eventos principales. Quiero dejar claros aquí algunos avisos que son de rigor. Cada maestrillo tiene su librillo, y con el tiempo todos vamos perfilando nuestro estilo y preferencias a la hora de planear y narrar tramas o eventos. Supongo que también todos hemos coincidido con personas que narran de una manera por la que venderías tu alma al diablo por imitar, y del mismo modo hemos estado en roles que nos dejan bastante más indiferentes. Como decía, esto va de gustos y estilos, y sobre ello no hay nada escrito, mejor o peor. A mi personalmente no me entusiasma tomarme los roles como una sucesión de desplazamientos y combates cuyo final ya tenemos más o menos previsto de antemano para que nuestros personajes puedan sacar algún beneficio que queremos para ellos. Creo que la clave de esto está en sentir la libertad de elegir, las consecuencias de cada acto, y nutrirse de las aportaciones y las ideas de los demás personajes participantes. Así que en primer lugar tengo que advertir que el contenido de lo que se rolee en determinados momentos podría ser susceptible de clasificación PG-18 por fuerte, visceral o explícito. Y también de que existe riesgo de muerte y mutilación de los personajes. Que quede claro que nunca por un mal dado en un momento concreto, pero sí por las acciones y decisiones que los personajes tomen a lo largo de la trama. La gracia es hacer un esfuerzo por tratar de razonar y actuar conforme al sentido común que tendrían nuestros personajes, y no como personas que al fin y al cabo están jugando a un juego detrás de un monitor. El combate fácil no siempre es la mejor opción, y hacerse el héroe o el bravucón para subir las habilidades puede acabar haciendo que algo tan poco épico como un mocoso con sombra de pelusilla en el bigote te mate de un disparo a bocajarro en las tripas. Lo mismo si dais por hecho que los ST's son monigotes estúpidos cuyo único peligro depende de las estadísticas que tengan en su ficha. Nunca he tenido que llegar a grandes extremos, pero para todo hay una primera vez, dicen. De manera que eso, estoy encantado de tener a cuantos más personajes mejor, pero por la cuenta y riesgo de cada uno, visto además que las acciones de uno van a repercutir en los demás. Me dais un toque por el juego o por Discord, y vemos cómo os podemos ir enganchando. ¡Nos quedamos viendo, chavales! ***
  9. 2 points
    //en construcción Post inspirado en las guías de Sanación/hierbas y Plantas de Azeroth, escritas por @Nuvalia Nivel actual de Alquimia: 5 - Estimulante 3% - Revitalizante de Luna Nueva (Poción de salud débil) - Aliento de Tumba (Vapores tóxicos) - Ácido del Ocaso (Poción abrasiva) - Caricia de Ortiga (Veneno) Nivel actual de Sanación/Hierbas: 5 - Venda simple - Té revitalizante - Aceite de Solea - Hilo de Sutura - Apósito de Hierba Cardenal - Poción Analgésica Nivel actual de Anatomía/Cirujía 3 (humanoides) Nivel actual de Anatomía/Cirujía 1 (Cánidos) Produce un aumento de la atención, mejora la memoria y disminuye la irritabilidad, permitiendo al individuo concentrarse con más facilidad. Disminuye en 1 la dificultad de tirada de habilidades vinculadas al atributo Inteligencia durante x turnos siendo x el valor de alquimia. Después, el sujeto sufre un penalizador de -2 a acciones vinculadas al atributo Inteligencia durante dos días. Receta: Se disponen 200 gramos de Aceite de Marregal en el alambique y se deja decantar durante 6 horas. Se extrae el jugo resultante y mediante la pipeta con llave decantadora, separamos el aceite. Conservamos a parte. Repetimos el proceso con el Mostacho de Kadgar (50 gramos) y la Salviargenta de montaña (100 gramos). Con la solución resultante de las tres partes, se aplica una proporción de 3/37/60 respectivamente. Se remueve la mezcla y se conserva en un lugar seco y sin luz directa durante una semana. Útiles necesarios: Alambique, pipeta con llave decantadora, botella con gotero. Regenera 1d6 PdV en combate. Solo puede sanar daño leve (por encima del umbral de herido). Receta: Útiles necesarios: Este compuesto, ideado para ser arrojado contra un objetivo con el fin de ser inhalado, corroe y dificulta la función a las vías respiratorias, que supone un efecto corrosivo a corto plazo de breve duración. Inflinge x puntos de daño por turno, siendo x la mitad del nivel de alquimia redondeado al alza durante d3 turnos a un máximode 2 turnos de distancia. Ignora armadura. Un compuesto químico abrasivo que puede ser arrojado hasta a 2 turnos de distancia que genera 1d3 de daño a un máximo de 3 objetivos juntos que ignora armadura. Receta: Se dispone con cuidado el veneno de araña-lobo en un colador para librarlo de impurezas. Se le añade el champiñón fantasma triturado y diluido en agua. El envenenado sentirá ardor en la herida contaminada, ralentizando la coagulación de la sangre y padeciendo un intenso dolor. Provoca 1d3 de daño (sin críticos) durante 3 turnos. El daño de este dado ignora armadura. El veneno dura en el filo un máximo de tres ataques con éxito en objetivos Malheridos. Una pifia en ataque provoca que el poseedor del arma se envenene con su propio filo. El daño no es acumulable ni reinicia su duración. Se debe aplicar en un arma de filo. Se requiere que el objetivo esté en estado Malherido. Receta: Componentes Tipo de criatura: Carroñeros Carroñeros Salud 20 PdV Armadura 0 Absorción Ataque +11 Ataque Defensa +6 Defensa Defensa Mágica +0 Defensa Mágica Iniciativa/Reflejos +13 Iniciativa Daño 1d6+2 Daño Habilidades Especiales Garras Aceradas Habilidades defensivas Atletismo: +13 Percepción: +10 Físico: +6 Voluntad: +9 Garras Aceradas: Las garras de los Carroñeros son antinaturalmente largas y duras. Por si fuese poco, suelen estar astilladas y desgastadas, siendo las heridas causadas por estas manos no-muertas increiblemente peligrosas por el altísimo peligro de infección y desangrado. Un golpe crítico de un Carroñero causa sangrado. El sangrado causa 2 de daño directo Venenosa Letal: Causa 3 de daño por turno. Cuando realice un golpe cuerpo a cuerpo, si su objetivo es vulnerable a los venenos naturales, este habrá de realizar una tirada de Físico vs Dificultad 13 o caer presa del veneno. El veneno dura tres turnos y no se puede volver a realizar una tirada de aplicación hasta que haya acabado su efecto. Se considera un veneno de rango Diestro (Dif 16) a la hora de ser purgado alquímica o mágicamente. Tipo de criatura: Hombres cerdo Hombres cerdo Salud 20 PdV Armadura 0 Absorción Ataque +9 Ataque Defensa +6 Defensa Defensa Mágica +0 Defensa Mágica Iniciativa/Reflejos +10 Iniciativa Daño 1d6+2 Daño Habilidades Especiales Garras Aceradas Habilidades defensivas Atletismo: +13 Percepción: +7 Físico: +6 Voluntad: +9 Garras Aceradas: Las garras de los Carroñeros son antinaturalmente largas y duras. Por si fuese poco, suelen estar astilladas y desgastadas, siendo las heridas causadas por estas manos no-muertas increiblemente peligrosas por el altísimo peligro de infección y desangrado. Un golpe crítico de un Carroñero causa sangrado. El sangrado causa 2 de daño directo Tipo de criatura: Las Tres Moiras Salud 60 PdV Armadura 0 Absorción Ataque +13 Ataque Mágico Defensa +8 Defensa Defensa Mágica +13 Defensa Mágica Iniciativa +10 Iniciativa Daño Según el Hechizo Habilidades Especiales Maldición del Drust Habilidades Atletismo: +5 Percepción: +6 Físico: +5 Voluntad: +13 Maldición del Drust: Este enemigo está bendecido con los poderes del Drust. Podrá usar estos hechizos: Abrasar Alma (dif 16), Abrazo Vampírico (dif 16) e Impuesto Espiritual (dif 16) y Enjambre Espiritual (dif 18). Además una vez por encuentro, puede maldecir a un objetivo de la siguiente manera: El objetivo del nigromante queda maldito mientras permanezca en el bosque. Mientras esté maldito, sus golpes físicos causan -4 de daño, recibiendo además -2 a toda tirada de Hechizos. Tipo de criatura: Lobos drust Salud 20 PdV Armadura 0 Absorción Ataque +13 Ataque Defensa +6 Defensa Defensa Mágica +0 Defensa Mágica Iniciativa/Reflejos +12 Iniciativa Daño 1d6+3 Daño Habilidades Especiales - Habilidades defensivas Físico 6 Espíritu 4 Percepción 9 Reflejos: 11 Atletismo: 13 Sentido de la Manada: Esta mascota aumenta el bono por Flanqueo de +2 Ataque a +4 Ataque sí otro miembro de su especie o su dueño está atacando al mismo objetivo desde el flanco opuesto. El dueño de esta mascota aumenta el bono de Flanqueo de +2 Ataque a +3 Ataque si está atacando al mismo objetivo que su mascota por el flanco opuesto. Esta mascota aumenta el bono de Retaguardia de +4 ataque a +6 Ataque si otro miembro de su especie o su dueño está atacando al mismo objetivo desde el frente. Tipo de criatura: Ciervos drust Salud 20 PdV Armadura 0 Absorción Ataque +11 Ataque Defensa +9 Defensa Defensa Mágica +0 Defensa Mágica Iniciativa/Reflejos +10 Iniciativa Daño 1d6+3 Daño Habilidades Especiales - Habilidades defensivas Físico 6 Espíritu 4 Percepción 9 Reflejos: 11 Atletismo: 13 Carga letal: Cuando esta criatura carga, su ataque de carga cuenta con +3 a su daño y derriba automáticamente a su objetivo si es de tamaño medio o inferior. Tipo de criatura: Milicia Embrujada Salud 24 PdV Armadura 1 Absorción Iniciativa +10 Iniciativa Ataque +10 Ataque / +11 Disparo Defensa +10 Defensa Daño 1d6+3 Daño CC/ 2d6+1 Daño Distancia (Recarga) Habilidades Atletismo: +8 Apuntes/Equipo Ropas de civil, espadas roperas, ballestas ligeras, espadas ligeras. Ballesta ligera 1d6+1 (2M) Ignora 3 de armadura Ropa de cuero Físico 5 Absorción física 2 Estorbo 1 Penalización Def. Mágica -1 Espada ligera / Guja Ligera 1d6+2 Dual, +3 Iniciativa, Desenfundado rápido Tipo de criatura: Ciervos drust Salud 20 PdV Armadura 0 Absorción Ataque +11 Ataque Defensa +9 Defensa Defensa Mágica +0 Defensa Mágica Iniciativa/Reflejos +10 Iniciativa Daño 1d6+3 Daño Habilidades Especiales - Habilidades defensivas Físico 6 Espíritu 4 Percepción 9 Reflejos: 11 Atletismo: 13 Carga letal: Cuando esta criatura carga, su ataque de carga cuenta con +3 a su daño y derriba automáticamente a su objetivo si es de tamaño medio o inferior. Tipo de criatura: Bandada de cuervos Salud 16 PdV Armadura 0 Absorción Ataque +13 Ataque Defensa +9 Defensa Defensa Mágica +0 Defensa Mágica Iniciativa/Reflejos +10 Iniciativa Daño 1d6 de daño directo Habilidades Especiales Mientras esté rodeado por esta bandada espectral el objetivo recibirá un -1 a todas sus tiradas. Habilidades defensivas Físico 6 Espíritu 4 Percepción 9 Reflejos: 11 Atletismo: 13 Bandada de cuervos: El objetivo del Nigromante es rodeado por una bandada de cuervos. Este bandada tiene 16 PdV que recibe el doble de daño de hechizos de área, inmune a golpes críticos. Tipo de criatura: Feral astado Bandada de cuervos: El objetivo del Nigromante es rodeado por una bandada de cuervos. Este bandada tiene 16 PdV que recibe el doble de daño de hechizos de área, inmune a golpes críticos. Salud 16 PdV Armadura 0 Absorción Ataque +13 Ataque Defensa +9 Defensa Defensa Mágica +0 Defensa Mágica Iniciativa/Reflejos +10 Iniciativa Daño 1d6 de daño directo Habilidades Especiales Mientras esté rodeado por esta bandada espectral el objetivo recibirá un -1 a todas sus tiradas. Habilidades defensivas Físico 6 Espíritu 4 Percepción 9 Reflejos: 11 Atletismo: 13
  10. 1 point
    Cronicas Oscuras Cap 1. El emisario del Caos. La enorme torre se encontraba oculta en lo profundo del oscuro bosque y se alzaba hasta las nubes, nubes grises con un tono envejecido que amenazaban con iniciar un ciclo interminable de lluvia en cualquier momento, pero una torre tan llamativa atraería las miradas vigilantes de las centinelas, salvo que esta no era una torre común y corriente, se trataba de una oculta por un manto arcano que la hacía virtualmente invisible, una ilusión óptica y sonora poderosa que ni las mas adiestradas centinelas podían sortear con sus desarrollados sentidos y cualquier alma inocente que entrara dentro de las inmediaciones corría la peor de las suertes, desaparecía sin dejar rastro, se convertía en combustible para una de las mas terribles magias conferidas erróneamente al señor de Althalaxx por la caótica explosión del pozo de la eternidad. Delmanis llevaba escurriéndose de las centinelas durante semanas, con un persistente druida siguiéndole los talones desde que hubiese cruzado todo Valle Fresno solo para llegar a esa enorme torre cubierta por los enormes arboles de Costa Oscura, preguntándose si todo aquello era necesario, sus líderes en Satyrnaar le habían enviado como emisario para encontrarse con un ser incluso mas antiguo que ellos mismos, uno cuya vida se había hecho inconmensurablemente eterna, pero ¿qué tenía este hombre para ofrecerle a los suyos que los demonios no les hubieran ofrecido ya?. El molesto sátiro rasgó el velo arcano que cubría la torre con una de las garras que se extendían de su mano como si se tratase de un trozo de tela y luego se adentró entre las inmediaciones de Althalaxx donde una enorme puerta de acero macizo y antiguo se erguía frente a él impidiéndole el paso, Delmanis frotó su prominente barba con la zurda, pensativo, mientras pasaba las yemas desnudas de la diestra sobre la superficie tosca de la puerta, buscando en la superficie los sellos mágicos que la mantenían cerrada, un encantamiento arcano, tan antiguo como él taumaturgo que lo había puesto, pero él mismo era un sátiro, uno que conocía el nombre antiguo de las cosas, uno que había rasgado el velo que separaba el mundo primigenio del plano arcano, para él no existía encantamiento mágico que pudiera cerrarle puerta alguna, Delmanis susurro en el antiguo lenguaje demoniaco y los sellos de la puerta se fueron iluminando uno a uno hasta formar un filigrana arcano completo que luego se deshace en un haz de luz, después, bastó con un leve empujón de su mano para que la puerta se abriera frente a él, dándole acceso a los oscuros pasillos de la torre. En lo alto de la torre lo esperaba su contacto, con ojos impasibles, aparentemente no parecía nada del otro mundo, para Delmanis no era mas que otro sin nombre ambicioso listillo que pretendía jugar con las fuerzas antiguas que se escapaban de su control, pero su líder, el príncipe Raze le había advertido que el señor de Althalaxx era un poderoso hechicero que no debía ser tomado a la ligera, aun así, el sátiro no parecía convencido, la apariencia de su anfitrión suscitaba todo menos peligrosidad, este solo lo observaba en un silencio sepulcral, mientras que el sátiro se paseaba libre por la estancia a sus anchas. - Esto tiene que ser una broma, he tenido que sortear a esos capullos pieles verdes orcos, a las molestas centinelas y a ese cabrón de Eltharien que me ha perseguido desde hace mas tiempo del que estaría dispuesto a aceptar… ¿Todo para qué? - El hechicero reposó sus codos sobre el escritorio frente a él y oculto la parte baja de su rostro tras sus perfectas manos mientras observaba paciente al emisario del Satynaar. - ¿Qué tiene para ofrecer una débil criatura como tú a los señores de Satynaar he? – El señor de Althalaxx suspiro pesadamente y movió su mano derecha en un ademán molesto. - ¿Has terminado ya de lloriquear? – Delmanis gruñó exasperado y le mostró los dientes girándose hacia este con gesto amenazante – ¡¡¿Cómo te atreves a hablarme de esa forma criaturita?!!, ¿Acaso no sabes quién soy yo? – El gigantesco sátiro levantó su diestra conjurando una llamarada oscura cargada de odio que se crispó violentamente frente a él, iluminando la estancia de un azúl impío amenazante, pero el sombrío maestro de la torre movió su mano nuevamente y la llamarada de aquel azul antinatural se fue disipando en el viento entre copos de energía que eran absorbidos por él, luego la propia energía de Delmanis se fue drenando entre espasmos de dolor que lo hicieron retorcerse hasta caer de rodillas. - Preferiría que no hicieras eso de nuevo, Delmanis, no querría tener que matar al emisario sin que cumpla antes con lo pactado - Dijo el hechicero mientras disipaba la energía absorbida del sátiro en su mano. –Ahora, si has terminado de quejaros entonces me gustaría que hablásemos de negocios - Terror, autentico terror inundó todo su cuerpo, Delmanis sintió como su corrupta alma se desgarraba en lo profundo de su ser y la respiración se le cortaba. - ¿Qué…? ¿Qué me has hecho? – Masculló el sátiro entre jadeos afectados mientras gotas gordas de sudor resbalan por su frente perlando sus frondosas cejas. - Magia, mi magia, una que estoy dispuesto a compartir con vosotros los sátiros si decido que tenéis algo que ofrecerme a cambio – El hechicero se pone de pie y camina hacia uno de los recovecos de la sala hasta un librero taraceado con acabados de luminosa plata, estiró su mano haciendo que la manga de su túnica se agitará colgando hacia abajo, luego pasó los dedos entre los distintos tomos, una decena de decenas posiblemente, de entre estos tomó solo uno y lo abrió en una de las paginas, luego dejó el libro abierto sobre una de las mesas que tenía cerca del librero y fijo su mirada en el sátiro con toda la paciencia del mundo como si el tiempo hubiera dejado de importarle desde hacíase un par de milenios. Delmanis se irguió nuevamente, con una parsimonia tal que pareciera tratara de recuperar en ese gesto lo poco que le habían dejado de dignidad, miró desde su sitio el libro y se lo pensó un momento antes de obligarse a acercarse a aquel hechicero que hacía que se le helara la sangre. Cuando estuvo suficientemente cerca del libro le echó un vistazo a aquella página que el señor de Althalaxx había dejado abierta para él, le costó tan solo unos cuantos segundos de lectura para comprender lo que estaba buscando el hechicero, entonces su rostro se torció sonriente, ahora todo estaba claro. - Ven Delmanis, tenemos de lo que discutir - El sátiro tomó el libro y luego siguió a su anfitrión con un silencio sepulcral, no conocía la ira de un hombre tan peligroso y esperaba no ser él quien la suscitara, la lección había quedado aprendida a fuego.
  11. 1 point
    ¡Piensa Rápido! Era cerca de media mañana, la luz del Sol se encontraba tapada por nubes grises, nubes de mal agüero que amenazaban con dejar caer su carga sobre la ciudad de Ventormenta. En el camino cerca de la entrada empezó a aglomerase la gente, según parecía dos comerciantes habían tenido un accidente y a uno de los carros se le había partido el eje por el impacto, los dos comerciantes discutían sobre quien tenía la culpa, y al parecer se conocían y su relación no era precisamente de hermandad. En medio de los dos, tratando de que llegasen a un consenso y liberasen el camino, se encontraba Armand, un joven seguidor del camino de la Luz, y mientras los hombres discutían de quien había sido culpa el accidente y no se ponían de acuerdo en quien debía pagar la reparación del carro dañado apareció un joven elfo llamado Helverion, a la vez que uno de los ciudadanos que observaban la escena partía a buscar a algún guardia para que dejase libre el camino de una vez por todas. El joven elfo, que al parecer trabaja con la madera y su padre comandaba un negocio de carpintería se ofreció a ayudar, y mientras Armand levantaba el carro gracias a un hechizo del joven elfo que convirtió el peso del carro en algo asumible para un único humano, el se deslizó por debajo del mismo, consiguiendo hacer un apaño temporal gracias a su magia, devolviendo el eje a su estado anterior. Ayudaron al comerciante a volver a cargar el carro mientras la gente comenzaba a disgregarse cuando la discusión finalizo y el otro comerciante implicado continuó su marcha. Antes de marcharse, en señal de gratitud, el comerciante Tom le entregó al elfo una pequeña bolsa con manzanas y unas pocas monedas a el y a Armand, aceptando el ofrecimiento de Helverion de llevar el carro al taller de su padre para repararlo completamente. Una vez arreglado el problema, Armand invitó al joven elfo a tomar algo, pues quería hablar con el y tenía preguntas que hacerle. Se acercaron a una taberna cerca de la salida de la capital, llamada "El Rincón de Jonnson" Hablaron de diversos temas, interesándose Armand por la ciudad natal del joven elfo y un poco por su cultura de manera superficial, para al acabar, pedirle si le ayudaría a entrenar, quería que el elfo le atacase con su magia mientras el intentaba defenderse de ella, pues tenía muy poca practica usando la Luz para defenderse de la magia al no tener ocasiones de practicar, y así, se reunieron una hora más tarde en un lugar apartado para no molestar a nadie, que nadie les molestase y nadie saliera herido. -Algún consejo antes de empezar? *Preguntó Armand a Helverion mientras se colocaba en posición de combate* -Piensa rapido! *Le respondió antes de comenzar a canalizar su hechizo sobre el* Perdieron gran parte del día en el entrenamiento, el joven humano parecía incapaz de detener los ataques mágicos del elfo, y este, pese a algunos fallos garrafales que provocaron que Armand tuviera que calmarle el dolor de una quemadura en el brazo con Luz, parecía no tener piedad con el joven, hasta el punto de necesitar tomarse un descanso debido al cansancio físico de los dos. Un poco de agua, unas manzanas para comer y una amena conversación sobre la vida, el pasado y el futuro y una pequeña demostración de los avances que había hecho el joven con la Luz desde la ultima vez que se habían encontrado, fueron suficiente para devolverles las energías para poder continuar un rato. Finalmente el joven humano fue capaz de detener por completo uno de los hechizos del joven elfo, su problema era que intentaba terminar sus rezos antes de que el elfo conjurase su hechizo, y obviamente le resultaba imposible, necesitaba dejarse llevar, aclamar a la Luz de una manera interna, suave y automatica " Piensa Rapido" y cuando se dio cuenta de ello, fue cuando lo consiguió, sintiéndose tremenda mente realizaron, decidieron dar otro cariz a su entrenamiento, agradeciéndole al elfo su ayuda impartiéndole unas clases de defensa personal y como debía enfrentarse a enemigos armados. Armand no era ni de lejos un maestro de la espada, y se limitó a repetir lo que a el le habían enseñado. Un par de horas después, ninguno de los dos tenían fuerzas para continuar, y la noche estaba al caer. Volvieron a tomar otro descanso, intercambiaron preocupaciones y Helverion le pidió un pequeño favor personal al joven Humano, el cual aceptó tras querer conocer mas información sobre el asunto, finalmente decidieron marcharse, con la promesa de volver a entrenar juntos y de tratar de cumplir el favor que el joven Helverion parecía necesitar de Armand. ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ Información del Evento: Duración: -5 Horas Personajes asistentes: -Armand Lynch ( @Thala, Master) / Habilidades usadas: Defensa, Reflejos, Espadón Ligero, Atletismo, Proteger Esencia, Esencia Sagrada,Imbuir Arma -Helverion Isolrien ( @Psique ) / Habilidades Usadas: Defensa, Reflejos, Trasmutación Básica, Alterar Masa, Evocación Básica, Atletismo
  12. 1 point
    El tiempo pasa factura a todo lo que nos rodea, lo transforma o lo destruye. Pero incluso cuando pretendemos alejarnos de aquello que nos hace enfermar, de aquello aislado en recónditos recovecos en nuestra memoria, el pasado nunca nos suelta. Me encuentro frente a la puerta, el frío del pomo me petrifica, y después, la oscuridad de la habitación, ese templo de soledad y lamento silencioso, me golpea con su indiferencia. No es mio ese santuario, y al mismo tiempo, es parte de mi. Parte de mi sangre, de mi herencia paterna. Me da la bienvenida, cede y se resigna, me deja entrar. Mis pasos hacen que la madera se queje y gruña. Veamos qué hace aullar a los perros por la noche, y enderezar las orejas a los gatos después de las doce, me digo intentando vestirme de la frialdad propia de un espectador ajeno a la obra y drama de los personajes. Me aproximo al caballete dispuesto en mitad de la habitación, lo único que parece haberse encontrado en el centro del huracán que terminó alborotando el resto del inmueble ante uno de sus arrebatos de furia desbocada que, con el tiempo, se habían vuelto crónicos. Descubro el lienzo de la tela que lo cubre, y ésta cae inerte sobre el suelo ante mi espanto. ¿Mamá?, me pregunto con miedo al advertir los caóticos trazos, colmados en exceso de pintura al óleo que armaban una atroz e irreal representación de una figura femenina, la única que dejó entrar en su vida voluntariamente para hacer de ella la diana de una ira abstracta y masculina. El amor de un hombre duele, decía ella, pero es voluntad divina la de que seamos sometidos a incontables dificultades a lo largo de nuestras vidas, que la esposa sepa acoger la dicha que le brinda el marido y aprenda a soportar sus desaires. Nos pone a prueba, nos concede nuestros anhelos a cambio de hacernos infinitamente desdichados para que el día en que dejemos este mundo, nuestra virtud pueda ser defendida ante el juicio divino. No llores, hija mía… Aunque mi cuerpo sangre y mis huesos se quejen, tu mera visión me aplaca, mi pequeño ángel, mi gran anhelo. Mi madre era una feligresa redomada y complaciente cuya vida giró en torno a su deseo imperioso de convertirse en una esposa y madre modélica. Una mujer clásica y tradicional, heraldo de la mismísima compasión. Mi padre por el contrario, consagró su vida a las ciencias empíricas en concreto a las referentes a la salud y la enfermedad, con el tiempo, se convirtió en un reputado médico gilneano gracias a un par de patentes de su propia cosecha. Sin embargo, su cinismo y osadía le generaron tantos enemigos que se vio obligado a abandonar el territorio junto con nosotras, cuando yo apenas era un bebé. Sus torpes y erráticos pasos le llevaron hasta Bosque del Ocaso, y allí, no tuvo otra opción que la de aceptar uno de los pocos trabajos ofertados a los forasteros -aunque en un lugar como este, puedan pasar una veintena de años y sus inquietantes residentes te seguirán viendo como un extraño-. Y así, empezó a ejercer el escasamente glorioso cargo de enterrador local. Mi madre siempre sospechó que tener que rendir culto a la muerte en lugar de a la vida como hacía en su antigua ocupación terminó desgajando la cordura de su elevada mente conforme pasaron los años. ¿Y a quién no? El trato con los muertos hace de la persona un ser inestable y tenebroso. Convivir con él se había vuelto un tormento. Durante las noches miraba el techo tumbada en la cama escuchando los gritos de mi padre hacia la oveja servil de mi madre, hasta que al final, se convirtieron en mi canción de cuna habitual. Aún podía escuchar en aquella casa el aullido de ese tempestivo perro desgraciado aunque hubieran pasado horas desde su funeral. Me llevó días macerar todo ese torrente de sensaciones, sentimientos y recuerdos. Registré la casa por entero, revolví cada cajón y levanté cada tablón suelto mientras imaginaba las atrocidades que había podido ejercer en ese apartado a espaldas de todo el mundo. Y encontré lo que buscaba. Acaricio las desgastadas cubiertas de una libreta sin título. Con pulso firme, la abro de par en par y comienzo a leer. Notas médicas. ¿De quién? La fecha insinúa que fueron tomadas hace poco más de un año, cuando... No puede ser. Mujer… Fiebre elevada… Escalofríos… Erupciones cutáneas… Viruela. Carolina Hein. Mamá. Y nunca lo sospeché… Después de tantos años donde había aprendido de él mediante intervenciones de práctica sobre cuerpos inertes… No se me ocurrió pensar que se atreviera a tratarla sin medios, sin instrumental apropiado… que quisiera arriesgarse a sobrepasar el umbral de cuarentena por la elevada capacidad infecciosa de la viruela. Incurable y atroz. Y ella… Guardó silencio. Como siempre. Las páginas están plagadas de pruebas y ensayos. La sometió a tanto tormento… A tanto dolor… Se me caen las lágrimas, sudor frío de impotencia. Y un miedo atroz me consume. La ira es lo que resta tras unos momentos. Antes de darme cuenta, me encuentro frente a ese dichoso cuadro. ¿Es esta tu mofa, perro? ¿La culminación de tu mal interior una vez te diste cuenta de que no podías retener a tu diana personal más tiempo contigo? Arrojo el cuaderno al suelo. Me planteo destruir el cuadro. Su recuerdo no se merece permanecer enturbiado por la visión de un loco. Nunca lo mereció… Nada de todo lo que tuvo que soportar y que de tan buen grado supo perdonarte. Ahí, sin ojos, sin expresión, con el cuerpo retorcido… Como un pedazo de carne muerto y pálido. Un cadáver. Tomo el lienzo entre ambas manos y miro hacia la chimenea encendida. Pero me detengo a un par de pasos. Nunca la amaste verdaderamente. Tus actos lo demuestran. ¿Cómo era posible que la locura y no la lucidez te arrojasen a amarla con tanta desesperación? ¿Por qué cuando ya yacía inerte? No se merece esto. Ella, no lo merece. No merece ser por última vez la víctima de tus barbaridades. Dejo el cuadro donde estaba y me hago con una de las botellas de licor que se encuentran en el cuarto. Me hace falta. Miro ausente el cuadro, sentada en la silla enfrentada a éste… Y me puse a continuar lo que él hizo. No. A rehacer lo que él había roto tan compulsivamente. Una. Y otra. Y otra vez. Fue en una de esas largas noches de arte nocturno que un aporreo en la puerta me hizo soltar los pinceles y la paleta del sobresalto. Una noche lluviosa que auguraba una mañana neblinosa. No hay más médicos en el pueblo salvo yo, y aunque ahora mi oficio también requiera de atender a los muertos por herencia mientras encontraba a alguien lo suficientemente demente como para aceptar el puesto de enterrador, son los vivos quienes suelen despertarme a altas horas de la noche. Por mucho que puedan decir que acudir a un médico que también hace las de enterrador sea igual a poner el brazo frente a un lobo hambriento, no había otra alternativa. Cubro el lienzo con la tela y me encamino a la puerta. Tras ella, un hombre carga con otro al borde del desangramiento. Les invito a pasar amablemente y este, tiende a su compañero sobre la camilla. Están empapados y apestan a lodazal. -Me alegra que hayas venido.-Le interrumpo entonces, cortando en seco el relato sobre fantasmas y espectros de la noche que deambulan por Ocaso, ya cansada de escucharlos. Está sentado en la ventana, muy pálido. Junto a uno de sus brazos arden dos velas casi derretidas que proyectan una enfermiza luz ambarina sobre su nariz larga y su breve mentón. Nathan, el amigo del herido Eloy, es un hombre entrado en años, de mirada cansada y muy malas pulgas. Uno de esos tantos perros sarnosos que moran este pueblucho de mierda. Un perro sarnoso muy duro de matar, todo un reto incluso para los lupinos bípedos del norte. Un cazador, un mercenario o lo que hiciera falta que fuera para sobrevivir en una región donde sólo los fuertes sobreviven. -Quieres decir que te alegra tener trabajo del que lucrarte esta noche.- Es cierto, los cazadores suelen costearme aproximadamente la mitad del mes a cambio de curarles sus rasguños, típicos de las cacerías. Se aproxima a la camilla donde descansa Eloy alejándose del pollete de la ventana sobre el que reposaba de un leve impulso. Va armado, y un hombre armado significa que se cree más de lo que es.-Aun que preferiría que fuera de otro tipo.-Estoy acostumbrada a ese tipo de comentarios. Una mujer adulta, soltera, viviendo sola, nada más lejos de la realidad. Punteo con los dedos cual aguijón la herida abierta que le surcaba el hombro a Eloy que dolía como mil demonios. El hombre dio un respingo y se le arrugó la expresión de un rugido, pero contuvo las ganas de mentar a todos mis difuntos. Me limité a mirar a Nathan una vez me aseguré de que había captado la indirecta “no le toques las cosquillas a un médico.” Lavo mis manos y preparo los útiles necesarios para atender ese desgarro. Parece la mordida de un lobo. Tras administrarle una dosis de anestésico, comienzo a limpiar y coser la herida. Me extrañaba que Nathan guardase silencio durante mucho tiempo. - Me sorprende que un médico sea devoto,-dice mirando los libros sacros entre los infinitos volúmenes de medicina avanzada en la estantería- uno competente me refiero, ¿o a caso es de tu padre? ¿Qué es del viejo sepulturero? Concluyo la sutura valiéndome de un par de giros de muñeca de mi diestra. Lo he hecho tantas veces… El tirón final es de propina. -Teniendo en cuenta que el anterior médico del pueblo creía a ciencia cierta que la pus en una herida es beneficiosa, competente podría serlo cualquiera.-Llevo la vista a las profundas cicatrices que liman el rostro y cuello del hombre, tan mal cosidas y tratadas por el susodicho que me hace hasta gracia. Maldito incompetente. Me incorporo y comenzo a buscar en las estanterías llenas de compuestos alquímicos, docenas de frascos etiquetados de distintos tamaños y colores.-Y mi padre murió hace unos días. Lo poco que la locura no se había llevado de él terminó arrebatándoselo un brote de viruela. No te vi en el funeral. A pocos os vi allí.-Lo interrumpo antes de que me brinde alguna excusa barata.-Era un lobo, ¿verdad Nathan? -Lo era, uno muy grande, de pelo negro. -¿Estaba escondido en alguna cueva? -Eh… Sí, ¿es importante? Como me temía, no encuentro lo que ese pobre diablo necesita, así que tomo el libro sacro y se lo tiendo a Eloy, que me mira con cierto desconcierto. -Mi madre decía que los médicos tenemos el don de darle una segunda oportunidad al enfermo y al herido para que puedan redimirse e intentar hacer llegar la virtud a su vida antes de que irremediablemente deban rendir cuentas ante la Luz por pecadores. -Eloy coge el libro, sintiendo en sus venas el miedo al juicio divino, como sienten todos los malnacidos como él.- Reza, Eloy. Dale motivos para evitarte una muerte lenta y agónica por desangramiento mañana, o de rabia dentro de una semana. Demuestrale que hay dicha en tu alma para que esta no se pierda en el olvido. No puedo tratarte. -¿Rabia? No me jodas. Miro al idiota de Nathan y aproximo un candil prendido a Eloy. Sus pupilas se contraen dolorosamente por la insidiosa jaqueca. Está babeando, tiene fiebre y leves combulsiones en las extremidades. No nota el brazo zurdo. Sensibilidad anómala en la zona mordida. Es rabia. Me incorporo y me encamino hacia la puerta que da al salón. -Puedes dejarle aquí esta noche, pero procura poder pagarme la atención que va a requerir. También puedo ahorrarle sufrimiento. -No es un sucio perro al que sacrificar, matasanos. -Ni yo hago milagros, Nathan. Ten más cuidado ahí fuera, las noticias que llegan estos días parecen sacadas de cuentos de viejas. Da gracias porque vaya a morir por un perro y no por un muerto que camina. Nathan me paga mi parte y se lleva a su amigo con él. Lo veré en cuestión de días pasando por la puerta con los pies por delante. No tardo más de un par de meses en sentir la imperiosa necesidad de huir de mi pasado. He encontrado un hombre dispuesto a ser el guardián de los difuntos, así que ya nada me ata a este lugar. Por dicha divina, mi diligencia sufrió desperfectos en el camino y no llegué a Villa Oscura antes de que las cosas empezasen a enturbiarse. Las sombras se arremolinan en el bosque, los cánticos paganos devoran el silencio en la noche. Los muertos se alzan y reclaman el hogar de los vivos. Ofrezco mis conocimientos médicos a los refugiados y a los heridos. Sus rostros de terror hacen de los cuentos de viejas una noticia local. El nigromante ha abierto sus fauces y arrancado la frágil tranquilidad que tenían los antiguos residentes de los pueblos cercanos. Este bosque se ha convertido en el hogar de los parias, los desterrados y los malditos. A veces, durante las ruidosas noches dudo entre si esta cadena de desdichas no es fruto del mal, si no un castigo divino infligido hacia los impenitentes moradores de Ocaso. Ya ni la tumba es un descanso para nadie.
  13. 1 point
    Salimos raudos de Tyr... Llovia intensamente, demasiado. Durante un tramo el camino era tranquilo pero llegamos a un punto que el camino era tapado por una montañita y nos impedia ver que habia al otro lado. Detectamos dos figuras anonimas en la espesura de la lluvia, Eleandirs mandó a dos de sus exploradores para otear la zona. Mientras los exploradores trataban de averiguar que eran esas dos figuras la novicia en armas Nevarye avisto una supuesta sombra que nos seguía, Eleandris quiso ver-lo y nos advirtió que una horda de figuras se acercaba, no se sabia que era pero superaban las dos decenas. Justo a tiempo volvieron los exploradores, traían buenas noticias pues las dos figuras anonimas eran dos cruzados del Alba Argenta. Fuímos a ver el motivo de su parada en medio de un camino tan peligroso y...No eran buenas noticias. Segun el templario, forman parte de una patrulla de la Torre de la Corona, llevaban unos documentos que tenian que ser entregados en Tyr pero que en medio del camino fueron emboscados por no-muertos y el capitán cayó en batalla. No podian regresar pues les triplicaban el numero y nosotros debiamos ir hacía Corin, no podíamos dejar que unos podridos nos quitasen ese derecho. Aceptamos ayudarles y de la nada salieron dos voluntarios, un enano que se perdió pues no hemos vuelto a saber de él y finalmente dos cruzados de la Alba argenta, hermanos. Tras una charla entendímos que habían tenido bajas sentimentales, el enano había perdido a su hermano mayor, uno de los voluntarios habia perdido a su mejor amigo y el templario a otro hermano. Ideamos un plan: emboscar-los. La horda del camino se acercaba según los exploradores de Eleandris así que tomamos posiciones rapidamente. Nevarye, el templario y dos cruzados, yo, por mi parte lideraba la emboscada por uno de los laterales, disponía de los dos voluntarios y un cruzado. Eleandris y sus exploradores subieron una parte de la montañita para apoyar a distancia, el enano también pero no oímos ni un tiro en toda la batalla, suponemos que escapó... La turba de no muertos avanzaban...Cada vez más cerca, los exploradores disparaban pero no se veían efectos alguno. Llegaron a la melee... Nevarye encabezó la carga junto al templario y dos de los cruzados. Al ver indició de pelea mande a mis efectivos a la carga, que desastre, en la carga el cruzado que iba conmigo fue devorado por un par de zombis. Los cruzados, Nevarye, exploradores, Eleandris y yo mismo luchabamos con valentía y eso fue decisivo porque en un abrir y cerrar de ojos cayeron la mayoría pero surgió un problema... Media docena de zombis se acercaban por vanguardia, el fregor debío llamar su atención... O quizás estaban escondidos, no lo sé. Cargue con todas mis fuerzas mientras veía como los dos exploradores caían a causa de las mordidas y los nuevos visitantes. El templario y los dos cruzados que quedaban cargaron en ayuda mientras Nevarye terminaba de acabar con el ultimo de la primera carga. La lucha fue más intensa y la balanza cambiaba de lado a cada rato pero gracias a una salva de los exploradores la mayoría de los zombis cayeron y los restantes fueron cayendo uno a uno. Al terminar nos dimos cuenta que uno de los cruzados que quedaban en pie tenia un bocado que le había arrancado un cacho de carne enorme del brazo. Nevarye votó por cortarle el brazo pues ni la luz acudía a él. Eso hizo que explotara en terror y tratase de huir pero los exploradores que ya habían bajado le cerraron el paso. Nevarye atacó al cruzado y esté se defendió con valentía, cuando Eleandris dió la orden de atacar-les estalló el caos. El templario y el otro cruzado negaron tal acto y se cruzaron en el camino de los exploradores, Eleandris retiró a su turba y dio la orden de retirarse pero Nevarye se negaba a dejar suelto a un infectado así que decidida atacó al templario que con facileza rompió su ataque, entonces el cruzado que no estaba infectado quiso meter espada de por medio y lá clavó en uno de los flancos de Nevarye dando tiempo al cruzado infectado, huir. Nevarye volvió a atacar y el templario se defendia como el mejor, incluso rompía la defensa de Nevarye. Yo trate de parar la pelea pero fuí interceptado por dos de los exploradores que Eleandris había mandado a retenerme. Tras unos segundos de pelea el templario dió un mazazo a la hombrera de Nevarye y la rompió pero era tal el golpe que fracturó el hombro derecho de Nevarye, eso hizo que ellá cayese inconsciente. Ante tal aberración, el templario ordeno a su cruzado que huyese a Tyr para informar del ataque pero antes de empezar a correr fue llenado a flechas por los exploradores que no le dieron oportunidad a escapar. El templario corrió el mismo destino pues dio un golpe a la mandibula de Eleandris con la maza y lo tumbó del golpe iniciando así la tromba de flechas de los exploradores. Cayó hecho un erizo. Tras esa masacre recogimos las cosas y nos dirijímos a Corin con Nevarye inconsciente. /////// Consecuencias: Nevarye ( @Firefly): Espadón Pesado- Defensa- Advertir/Notar- Reflejos Eleandris ( @Izuriel): Arco Largo- Advertir/Notar- Defensa- Encantamiento de arma- Reflejos Terenar ( @TitoBryan (Maestre del evento)): Atletismo-Defensa-Espada corta (Ligera)- Reflejos Exploradores (Npc's pero por si tienen ficha o algo): Arco Largo.
  14. 1 point
    Quien tenga un enano sabe a que nos referimos.
  15. 1 point
    CAPÍTULO II. El rapto de la doncella. Despuntaba el alba, y afuera llovía. Las gotas zarandeadas por el viento frío golpeaban incesantemente los ventanucos de la posada, reventando contra sus sucios cristales. Llevaba toda la semana haciéndolo sin apenas tregua, y Varno había dejado de molestarse ya en limpiar el fango que cubría sus botas. El arrabal más merecía el nombre de lodazal en aquellos días, sembrado de escoria, porquería y despojos. Pero aquel tiempo de perros no le desagradaba del todo. <<Es casi como volver a estar en casa>>, pensó, mientras escudriñaba las callejuelas desde la ventana. Sus pensamientos fueron a divagar durante algún tiempo, tanto que para cuando el quejido chirriante de la puerta amartilló sus tímpanos hubiera jurado que llevaba un buen rato dormido de pie, apoyado contra el cristal. Caleb irrumpió en su propio mesón, calado hasta los huesos y jadeando como un sabueso después de una larga cacería. Traía un ojo morado, y la larga melena hirsuta apelmazada contra la cabeza, revelando con mayor saña que de costumbre la pronunciada calvicie que lo atenazaba. —Ya estás de vuelta. —musitó Varno, quizá saliendo del sopor, y recalcando lo obvio. —Así es genio. —replicó el otro, con su habitual desdén—. ¿Qué cojones haces ahí? Nunca te había visto levantarte tan temprano. —No me he acostado. Te estaba esperando. —Varno lo miró, de pies a cabeza. Una segunda vez, y paseó la vista por todo el Chichi, que estaba completamente vacío—. Te han pegado. —terminó sentenciando de nuevo el capitán obvio. —Me puse algo idiota. —se limitó a responder el vejestorio, lacónico. —Ya…~ —suspiró, asintiendo una pizca dos o tres veces—. Alondra ha oído que tienen a alguien de tu familia. ¿Vas a contarme qué ha pasado de una vez? Caleb soltó un bufido, y palideció como un muerto por un instante. Negando para sí. Se hizo un breve pero incómodo silencio en la desolada taberna, antes de que el viejo volviera a abrir la boca con voz más rota que de costumbre. —Se han llevado a mi niña. —pronunció, y Varno pudo paladear un dolor sincero en sus palabras—. A mi hermosa y lozana Elizabeth. Qué hijos de puta. Varno frunció el ceño, y tragó saliva, afilando la mirada. Tardó un ratito en poder deshacer el tenso silencio que volvió a adueñarse luego de la conversación. —¿Por qué? ¿Quiénes son estos tipejos y qué tienen contra tí? —La puta escoria faldera de Bedlam.—bufó, de nuevo, e hizo un gesto para abarcar con su mano todo el tugurio—. Cuando levanté esto tuve que pedirle dinero a su padre. Él era un buen hombre. No un idiota, pero desde luego tampoco un sádico. Supongo que por eso está muerto. Este barrio destroza a las personas decentes. —había un deje de rabia en su tono, algo como un lamento sordo que se adivinaba en sus palabras. —¿Era un prestamista? —Sí. Y ahora lo es su hijo mayor. Después de los destrozos que nos causaron los hombres-perro en el asedio tuve que volver a pedir algo de dinero. —resopló—. Creía que era un pipiolo, y que recordaría que su padre y yo éramos amigos. Pero las cosas han empezado a irle demasiado bien, y se ha convertido en un auténtico soplapollas. —Tal vez haya hecho amigos. Por aquí nadie medra sin un buen padrino, ¿no? —inquirió Varno, con la curiosidad y la ignorancia de quien no lleva más de unos meses en tan sórdido agujero. —De eso no me cabe duda, rapaz. Hace medio año era un imbécil al frente de un negocio arruinado, y ahora tiene ese almacén lleno de trastes, y a una docena de putos criajos armados para servirlo mientras juegan a ser mayores. Qué puta fortuna tengo. Tienen a mi Elizabeth, y no van devolvérmela hasta que no les de lo suyo. —Ya…~ —Varno asintió, apenado, y se mordisqueó los labios—. ¿Y cuánto debes? —Sesenta plateadas. —musitó el viejo, tras un breve silencio remolón. Hundiendo la mirada en alguna mancha de sangre seca del duelo. —¡¿Sesenta?! —Varno alzó la voz, y abrió mucho los ojos. Pero no quedaba ya nadie despierto para escucharlos—. ¡¿Y en qué te las has gastado, Caleb, si esto está que se cae?! *** Resumen. —Brandon ‘el Largo’ y su hatajo de matones aparecieron una noche en el Chichi, después de la pelea, y se llevaron a Caleb escoltado al almacén de su jefe. Algún necio estuvo a punto de provocar una desgracia, pero la situación se relajó cuando el mesonero decidió ir por su propio pie sin oponer resistencia alguna. Alondra, Dickon y después Varno siguieron a la cohorte de harapientos hasta un humilde almacén del arrabal, no lejos de la taberna. La muchacha se acercó a poner la oreja por alguna rendijilla, y tras comprobar que no estaban destripando a nadie al otro lado, regresasteis. Consecuencias. —La barra del Chichi quedó desatendida, y más de uno pudo saquear a placer alguna botella antes de que Varno echara la llave de la posada. —Caleb ha vuelto con un moratón en el ojo, y hecho polvo. Ha terminado confesándoles a algunos el lío en que anda metido, tan desesperado como para (ahora sí) aceptar cualquier ayuda. —Conocéis la ubicación del almacén donde se llevaron al hosco mesonero, y el nombre del prestamista: Jake Bedlam. Duración: 4 horas.Máster: Varno — @Murdoch Personajes participados y habilidades usadas: @Murdoch como Varno: Sigilo / Rastrear / Advertir / Callejeo @Beretta como Alondra: Sigilo / Rastrear / Advertir / Callejeo @Akross como Doyran: Sigilo / Rastrear / Advertir / Callejeo @Blues como Jaelle: Callejeo @Blazerunner como Mathew: Sin armas / Rastrear / Advertir / Callejeo @Barbas como Kenway: Callejeo @Nora Folch como Nora: Callejeo @ElCapitan como Hoat: Callejeo / Rumores Notas offrol. No sé si se me pasará alguien de los que estabais en la taberna, porque fue ya hace un par de semanas. Si eso ya sabéis, me dais un toque y edito. Lo dejo posteado para poder colgar otro par de capítulos que quedan pendientes y en el horno. Sé que voy un poco tarde, pero la vida es así Edito para citaros a todos bien, ahora sí. ¡Un saludo!
  16. 1 point
    CAPÍTULO I. El Chichi de la Puerca. Las luces de la mañana comenzaban a asomar entre los sucios ventanucos; afuera aún llovía, y soplaba un viento gélido. Desde luego el invierno se había empeñado en pegar sus últimos coletazos, poco dispuesto a dejar paso a días más apacibles. Y aquel lugar era poco más que un viejo barracón destartalado que se alzaba en algún rincón del arrabal de Villadorada, un agujero sórdido con unas cuantas mesas, una chimenea y media docena de habitaciones angostas, donde los lugareños se dejaban caer por las noches para empinar el codo hasta perder el sentido o echar una buena partida de naipes. Varno repasó con la mirada la alfombra de cristales rotos que todavía cubría el suelo; las mesas y sillas volcadas ya estaban en pie, pero aún quedaban algunas manchas de sangre seca impregnadas en los tablones. Agarró una escoba de esparto y empezó a amontonar los cristalillos en silencio. No pudo evitar lanzar una mirada velada al mesonero: un tipejo hosco y mal encarado, con una sempiterna mueca de desagrado esculpida en el rostro —habría visto ya sus cincuenta inviernos y en la melena grasienta, azotada por una incipiente calvicie, ya brillaban las hebras plateadas de la edad—. Estaba mudo y de rodillas, a la vera de una tinaja de agua, frotando como si no hubiera mañana algún trazo reseco de sangre que pringaba su suelo. Así que Varno lo observó durante otro ratito, aún callado, mientras arrastraba porquería con la escoba, hasta que al fin se atrevió a carraspear para quebrar el incómodo silencio. —¿Llevas toda la noche limpiando? —inquirió. Pero el otro se limitó a alzar la mirada, apenas durante un instante, para posarla en Varno. Luego la entornó de nuevo y continúo frotando con saña. —Vamos, Caleb —insistió Varno, mirándolo—. Llevo tres meses aquí y apenas hemos hablado. ¿Tienes problemas con alguien? —Sí. —espetó seco, sin alzar la mirada de los tablones—. Con mi parienta, para empezar. Está más gorda que un tonel y medio barrio se la ha follado ya. Ella me inspiró para ponerle nombre a este sitio. Varno resopló, sin saber si sonreír o no a semejante chascarrillo. Y negó para sí. —Te estoy hablando en serio. ¿No sabes quién puede estar detrás de esto? —No. —volvió a espetar, levantando los ojos—. Pero te juro que cuando enganche a esos mocosos les voy a arrancar los cojoncillos a mordiscos. —Tal vez pueda echar una mano con eso. Y después volvemos a hablar del precio de la habitación. —¿Si? —pronunció con desinterés el vejestorio, de nuevo afanado en la limpieza del suelo—. ¿Y por qué no empiezas por dejar de preguntar tanto y te acercas aquí para ayudarme a frotar, chico? —Ya…~ —dijo Varno, dejando la escoba apoyada en la pared—. A lo mejor te ha venido bien. La última vez que limpiaste esto la Emperatriz todavía mamaba de la teta. *** Resumen. —Media docena de harapientos indeseables irrumpieron de madrugada en el Chichi para poner patas arriba el lugar. Os visteis sorprendidos en mitad de la refriega; y durante unos pocos minutos que parecieron eternos volaron jarras, sillas y botellas, volcaron algunas mesas, y partieron unas cuantas caras. En cuanto las tornas se pusieron en su contra y habiendo armado ya buen revuelo, maltrechos pusieron pies en polvorosa para perderse en las sórdidas callejuelas del arrabal, entre el frío y la lluvia. Consecuencias. —Algunos golpes y magulladuras fruto de la pelea. Sin duda la peor parte se la llevó Mathew, después de que una botella de bourbon que alguien arrojó le reventase en la cabeza. Por si fuera poco uno de los alborotadores le propinó una soberana hostia en la cara luego; de manera que se diría que casi eres afortunado de seguir entre los vivos. —Por el barrio bajo se habrá corrido la voz de la pelea en una de sus tantas tabernas. Ni tan siquiera hay muertos, así que es probable que nadie le preste demasiada atención al suceso más allá del mero chismorreo. Duración: 2 horas.Máster: Varno — @Murdoch Personajes participados y habilidades usadas: @Murdoch como Varno: Combate sin armas / Defensa / Reflejos / Callejeo @Beretta como Alondra: Daga / Defensa / Callejeo @Nora Folch como Nora: Defensa / Reflejos / Callejeo @Akrosscomo Doyran: Combate sin armas / Daga / Defensa / Callejeo @Blazerunnercomo Mathew: Combate sin armas / Defensa / Callejeo Fichas de adversarios. Notas offrol. Queda posteado el rol de anoche. Si alguien quiere tirar del hilo, aquí me tiene. Y por favor, absteneos de publicar en este post, para que vaya quedando limpio para lo que tenga que seguir. ¡Un saludo!
  17. 1 point
    Hola. Dejo aqui mi huella: Dejando de lado mi petición de npc's que vendan más cosas, habilidades y monturas. He pensado que sería una buena opcion dar el poder "gm" a los players, como en RPH. Pero claro, tanta carga conlleva a una gran responsabilidad así que se tendriá que descartar el hecho de dar tanto poder a los players. Lo que si se podria hacer... Es dar algunos codigos o dar permisos para que los players puedan añadir sus objetos, habilidades y monturas y no tener que depender tanto del staff o siquiera molestarlo. Es una tonteria pero facilitaria la limitación que tenemos y de paso no se haría tan tediosa la espera de obtener un objeto (o molestar a un gm para ¡solo! un objeto). Tambien he estado husmeando por varios servidores de rol ingles y he visto que muchos tienen parches (como nosotros) que modifican en graaaaaaan variedad el entorno o estetica del juego. He aqui las preguntas: ¿En algún futuro podreís poner comandos para que los players añadan los items desados (siempre y cuando respetando al coheréncia)? ¿Se modificaran los parches o añadiran nuevos con tal de mejorar el entorno y limitaciónes? Muchas gracias.
  18. 1 point
    Yáriel Itheya SS Nombre: Yáriel Itheya SS Raza: Sin'dorei Sexo: Mujer Edad: Sesenta y largos Lugar de Nacimiento: Quel'thalas Ocupación: Predicadora de la fe verdadera Historia completa -> Ficha <- Índice [Evento] Susurros (Al'falador) [Evento] Pasado Abandonado (Al'falador) [Evento] Los secretos de Al'Falador [Evento] Cuestión de respeto [Evento] Ira, Sangre y Fuego [Evento] Enemigos en la frontera [Tierras Fantasma] Niebla, sangre y fango Tres tristes arañas [Evento] Tambores en el Bosque [Evento] Bermellón II [Evento] Pesca Radical [Evento] Sombras del Sur [Evento] ¡Luchar, matar, saludar! [Evento] Bermellón [Evento] El robo de herramientas Misiva [Misiva] Thala'riel Thirys (Casillero de los Caballeros de Sangre)
×
×
  • Crear Nuevo...