Rolf 233 Denunciar mensaje Publicado June 4, 2022 (editado) “Elige como vivir. Elige morir con una sonrisa.” Información básica. Nombre Adrya Sangrejurada. Clase Pícara. Raza Sin’dorei. Especialización Asesina. Trabajo Versatil. Espía, asesina. Pajarillo fuera del nido. Alineamiento Neutral-malvado. Características físicas. Edad Eso no se le pregunta a una dama. 63. Altura (m) 1,72. Peso (Kg) Mas que un ganso, menos que un zancudo. Misceláneas Pequeñas cicatrices en las manos y alrededores. Apariencia Encantadora. Dotada de rasgos como extraídos de una fábula que describiera a la elfa ideal. Goza de un físico saludable y atlético, un cuerpo delineado por bellas curvas y sorprendente flexibilidad. Su tez, ligeramente oscurecida por el sol, cuenta con escasas pecas repartidas por su cuerpo, pocas en cantidad, pero nadie ha sido capaz de contarlas todas. Su rostro es bello y aparentemente sin imperfecciones, coronado por una melena de dorados cabellos y solo estropeado por unos glaucos ojos esmeralda incapaces de desprender ninguna simpatía mas allá de la fingida y unos labios finos y rojizos capaces de formar una sonrisa tan maliciosa como la de un demonio. Solo sus manos pueden ser indicativo de que no se trata de una princesa que no ha salido de su palacio, pues cuentan con algunas cicatrices repartidas sin orden ni consenso y en ocasiones se podrían hallar sus nudillos raspados. Características psicológicas. Miedos y/o traumas Quien vive el momento no tiene nada que temer. A menos que su vida esté en peligro en el momento. Cosa que rara vez preocupará a la elfa. Hobbies Indescriptibles. El garragil que juega con su comida. Personalidad Irreversible. Una mente que es extremadamente simple y a la vez, retorcida, incapaz de sentir empatía. Siguiendo una filosofía hedonista torcida para favorecer sus hábitos, es capaz de disfrutar los placeres mas simples de la vida como cualquier otro individuo, pero ahí se acaban los parecidos, pues ningún placer se compara al que siente cuando la vida de alguien ajeno depende de ella, nada la hace sentir mas poderosa y en control, y adora el control, siendo tan adicta a esa sensación como es adicta de la magia y los cristales viles que consume. Además de esto es orgullosa, altiva y vanidosa, pocas cosas son capaces de ofenderla, pues se cree por encima de quienes le rodean (especialmente desde que no camina entre su gente) y, quienes le rodean solo existen para asistirla en sus crueles divertimentos sea como cómplice o víctima. Para ella la vida no tiene un objetivo concreto mas allá de vivir el día a día y exprimir las mejores sensaciones de cada momento. Muere con una sonrisa. Conocimientos Habla y escritura thalassiana (nativo) y común (fluido). Uso de armas, especialmente ligeras, conocimiento básico de forestal, 23 formas de matar a un hombre con un cardo de sangre y un parche de cuero. Editado May 26, 2023 por Rolf 3 Quote Compartir este post Enlace al mensaje
Rolf 233 Denunciar mensaje Publicado June 4, 2022 (editado) La historia: La historia comienza en una casa campestre a las afueras de la maravillosa y radiante ciudad de Lunargenta, la casa siendo no mas ni menos que el hogar de una familia de posición humilde en el rango social del Alto Reino. Con su madre siendo cuidadora de zancudos y su padre siendo estudioso y profesor de filosofía, las ganancias que llegaban al hogar eran suficiente para permitir que tanto Cerys, como su hermana menor Adrya viviesen sin queja, quien, después de todo, podría quejarse por mala calidad de vida mientras viviese en Quel’thalas. Se desarrollaron de forma común y saludable durante los primeros años de su vida. Las cosas cambiaron sin embargo en cuanto alcanzaron la edad para jugar con otros críos. Fue durante esta época cuando la verdadera Adrya floreció, demostrando su poca capacidad de sentir empatía por otros chicos, solía terminar con riñas y violencia desmedida, convirtiéndose en la matona de numerosos jóvenes de las cercanías de Lunargenta, con quien no podía competir en fuerza, conspiraba a sus espaldas con tal de poner a sus amigos en su contra, sus conductas no pasaron desapercibidas, y en muchas ocasiones recibió severos castigos por parte de su madre e intentos de racionalizar el problema por parte de su padre. El problema aminoró, pero Adrya no modificó su conducta fruto de la buena voluntad de cambiar, sino con el único deseo de evitar mas problemas con sus padres. Los años pasaron, las riñas de la joven elfa disminuyeron, algunas enemistades se disiparon, otros jamás podrían perdonar. Esto no le suponía ninguna pena ni dolor a la joven, quien ya tenía sus pensamientos apuntando hacia el futuro, deseaba alistarse junto a su hermana en el cuerpo de forestales del Alto Reino, estaba convencida de que con algo de práctica sería aceptada sin dudar, pues mostraba grandes aptitudes, buena coordinación y probó ser veloz con las armas. Su hermana Cerys, siendo mayor, se presentó unos años antes para realizar las pruebas, no logró ser aceptada el primer año, tampoco el segundo, pero el tercer año había mejorado lo suficiente como para entrar en las filas de forestales. Adrya se presentó en cuanto tuvo la edad suficiente para hacerlo, convencida de que entraría sin problemas, pero no estaba destinado a ser. Las características de Adrya no favorecían la colaboración ni el trabajo en equipo, falló la prueba psicológica prohibiéndosele explícitamente la entrada. Decepcionada, Adrya fue a tomar su segunda alternativa en el ejercito del Sol, donde recibió la misma respuesta. Ahora debía plantearse que hacer de su vida, pues sus planes en la vida bélica habían sido destruidos. La joven quel’dorei no buscó una solución al acto, se dejó ir, no dedicó su vida a nada productivo, se juntó con malas compañías en la ciudad y se limitaba a asistir a festividades donde pasárselo bien tanto de formas más comunes como haciendo maldades diversas a otros asistentes y convenciendo a sus acompañantes y nuevas amistades de hacer aquellas travesuras de mas riesgo solo con tal de echarse una risa. En el tiempo que no era una rata callejera, Adrya tomaba algunos de los libros de su padre sin permiso leyendo sobre diversas filosofías. No tardó en identificarse como una hedonista, con algunos cambios en la definición para su favor, claro. Se convenció de que viviría haciendo lo que ella quisiese y así lo hizo. Creciendo la actitud de Adrya no fue a mejor, estaba cómoda viviendo en las calles, sintiéndose como la líder de su pequeño escuadrón de desgraciados amigos y malas compañías que, probablemente no eran tan tóxicas para la joven elfa, como la elfa era para ellos. La muerte sin embargo no discrimina, bueno o malo, legal o bandido. El fatídico día llego a las puertas del Alto Reino, el día que la muerte caminó por sus calles y tintó los adoquines de Lunargenta con la sangre de su gente. La joven no tenía intención de desafiar a la muerte misma por lo que huyó como una refugiada más, un día traumático para miles o cientos de miles de elfos, Adrya sin embargo sonrió cuando supo que todo había pasado y ella seguía en pie. Quizás no era cierta aquella frase que dictaba que la fortuna pertenece a los valientes. Pues la mayoría de hombres y mujeres valientes habían muerto. La etapa que siguió al Alto Reino fue una triste, en la que muchos oportunistas hallaron una forma de sacar beneficios. Adrya trabajó para numerosas de las bandas criminales que surgieron durante la época oscura, hasta el punto de que obtuvo un nivel de infamia respetable en los mundillos bajos de Lunargenta, pues Adrya disfrutaba de lo que hacía, no lo hacia por necesidad o ambición como muchos otros, lo hacía porque le hacía feliz, eufórica incluso, cuando tenía la oportunidad de dañar a otro ser vivo. Su suerte cambió cierto día, que no midió bien su respuesta, dejando tras de si un cuerpo ensangrentado, Adrya sabía que estaba en problemas, pues acababa de poner fin a un influyente líder de una organización traficante de cristales viles y por mucho respeto que impusiese la elfa por mente retorcida, no detendría a la organización de cobrarse su venganza. Sería seguida hasta que así fuese, y obviamente acudir a la guardia no era una opción, por lo que la única alternativa que le quedó fue escapar de la ciudad. Consciente de la extensión de la organización sobre Quel’thalas, decidió en su lugar tomar un barco y viajar lejos, sin intención de volver pronto. Sus viajes la llevaron a tierras distantes, donde todos la miraban con curiosidad y nadie la conocía, nadie la temía. Empezó a sentir el hambre, la necesidad de consumir magia. Hizo lo que sabía hacer y empezó a buscar trabajos con los que cubrir el precio de su adicción, que, en tierras tan lejanas de su hogar, era aun mas caro. Estaba lejos de casa, pero inspirando el aire marino y casi putrefacto del lugar, olió la libertad. Editado June 4, 2022 por Rolf 2 1 Quote Compartir este post Enlace al mensaje