Manfred del Valle

[SpetznazsGandalf 47]

• Nombre del Personaje
  Manfred del Valle
• Raza
  Humano
• Sexo
  Hombre
• Edad
  36
• Altura
  1'96.
• Peso
  105 kg.
• Lugar de Nacimiento
  El Camino.
• Ocupación
  Mercenario, espada a sueldo.
• Descripción Física

  Manfred es un individuo destacable por su constitución alta y robusta, quizás algo rechoncha. De ancha cabeza y cabellera rubia cenicienta, presenta unos rasgos toscos. Nariz torcida y pómulos anchos, porte desgarbado y sonrisa desdentada; amarillenta. Desde luego no es alguien apuesto.
  
  Suele vestir embutido en su armadura, un gambesón de cuero laminado y por encima un peto de placa que le viene quizás algo ceñido. Este cuenta con múltiples abolladuras. A la cintura, un mandoble de buen acero, algo desdeñado y con muescas en el filo. Protegiendo su fea testa, un yelmo ajado que quizás le viene demasiado suelto.

• Descripción Psíquica

  Es un hombre sencillo. De carácter bruto, sincero y socarrón. Le encantan los chistes de mal gusto y las chanzas alrededor de la hoguera, de igual forma es un hombre banal, un putañero habitual. Malhablado y descarado como él solo. Pese a eso, no deja de ser una persona amable y leal, aunque con el sentido del honor y la justicia algo trastocados. En un resumen rápido, Manfred es el ejemplo de un mercenario de mala fortuna.

• Ficha Rápida
  Si (300 palabras mínimo)
• Historia

  Nacido en el seno de una familia humilde, siendo su padre el charcutero de una aldea rural situada en alguna remota aldea de las profundas planicies strómicas. 
  
  Fue educado en los valores básicos de la Luz, aunque acabó por abandonarlos todos. También fue a la escuela, aunque acabó dejándola y dedicándose a ayudar a su padre en el negocio familiar a tiempo completo. No les iba ni bien ni mal, les daba para sobrevivir y con eso les bastaba.
  
  En sus ratos libres, Manfred siempre disfrutaba de jugar con el resto de zagales. Aspiraba a ser un caballero, y apuntaba a maneras, o eso decía él. Acabó uniéndose a la milicia local, y después a la pobre guardia del señor local. Otro muchacho que se echaba a perder en la guarnición de un terrateniente poco acaudalado. Pero por lo menos allí aprendió a pelear, a pelear de verdad. Sirviendo en algunos conflictos menores para imponer los intereses de su señor sobre los de otros nobles menos ociosos. En alguna de aquellas, acabó conociendo a la que a día de hoy es su ex-mujer, Henrietta. Esta muchacha le sanó una de sus heridas tras una batalla, y desde entonces se hicieron inseparables. Hasta que Manfred, mientras participaba en otra de las remotas guerrillas acabó por darse al alcohol. 
  
  Fue ahí cuando decidieron separarse, lo que hizo que el incipiente alcoholismo del mercenario acabase convirtiéndose en una adicción real.
  
  
  Al final, acabó abandonando la tropa, adquiriendo el camino del desleal mercenario. Viajando de aquí para allá, acuñando algunas plateadas en el camino. También ha hecho algunos trabajos en alta mar, de esos en los que se paga más por la discrección.
  
  Algunos relacionados o interesados en el gremio mercenario pueden haber oído hablar de él, también es un personaje habitual en los peores antros de Stromgarde.