[Historia] Delania Brisahelada

[Dorito 417]

Delania Brisahelada

Raza
Kaldorei

Sexo
Mujer

Edad
683

Altura
2'13 metros

Peso
106 kg

Lugar de Nacimiento
Cuna de Invierno

Ocupación
Centinela

Descripción Física

Alta y con el cuerpo ejercitado, su larga melena celeste que le llega hasta más abajo de las cinturas suele estar recogida en una coleta. Su tez es de tono morado, su rostro está decorado con dos marcas verticales de tono azul. Tiene el labio y las orejas atravesadas con aros de metal que hacen de piercings, además de tener tatuajes por brazos y espalda.

Su armadura de cuero tiene algunos embellecedores de metal, está equipada con piel para resistir las bajas temperaturas de Cuna de Invierno, pero no le limita los movimientos en gran medida. Lleva varias faltriqueras atadas al cinturón, también sus dos espadas ligeras. La lanza y el arco las lleva a la espalda, aferradas a la armadura mediante correas.

Descripción Psíquica

Se muestra introvertida con gente recién conocida, más aún si no es Kaldorei, además es desconfiada. Se preocupa mucho por la gente que le rodea y su pueblo. Intenta ser de la máxima utilidad, esforzándose para ser una buena centinela, entrenando a diario, también tiene pasatiempos como el dibujo y disfruta de la herrería, aprendió a hacer tatuajes y piercings, lo que pone en práctica consigo misma y la gente del poblado.

 

Historia

Spoiler

La vida en la aldea Estrella Fugaz siempre fue pacífica, los padres de las hermanas Brisahelada, un druida errante y una centinela las criaron lo mejor que pudieron. El padre fue el primero en abandonar la aldea, más tarde se marchó la madre tras la llegada de los orcos para defender Vallefresno, pero para cuando ese momento llegó las dos Kaldorei ya eran mujeres hechas y derechas con experiencias y vivencias a sus espaldas. 

La pequeña aldea no contaba con más de 6 casitas y un edificio más grande donde se llevaban las reuniones o se realizaban los intercambios de alimentos y materiales. Delania aportaba su parte haciendo las guardias, las cuales son bastante tranquilas, algún animal salvaje perdido o una ventisca serían las principales preocupaciones que le sucederían durante estas. También se ocupaba de ayudar en la pequeña herrería, afilando las viejas armas, reparando armaduras o ayudando a los artesanos con clavos. 

Tenía una buena relación con su hermana menor Thisalee, solían compartir las historias de sus partidas al bosque o guardias, además de ayudarse la una a la otra con sus oficios, Thisalee era la que le hacia las bolsas, faltriqueras y le reparaba la armadura gracias a su habilidad de peletería y Delania le hacia a ella puntas de flecha o le afilaba las armas, además de algún adorno como pulseras o embellecedores para la armadura.

También guardaba una relación de amistad con una druida de la aldea llamada Arowen, a la que había hecho dos tatuajes, mediante el lento proceso, utilizando tintes naturales e ir inyectando la tinta con una aguja lentamente. Arowen también llevó una buena relación con Thisalee.

En una de sus partidas de reconocimiento por cuna fue a explorar un pequeño cerro donde sabía que se criaba una manada de sables, pero para su sorpresa solo quedaban rastros de sangre seca, se acercó a las pequeñas cuevas que servían de refugio a las bestias, donde encontró restos de flechas, ¿serían los fúrbolgs enloquecidos otra vez? Delania conocía del poblado de fúrbolgs enloquecidos que se encontraba en Cuna de Invierno y no le sorprendió en absoluto que esas criaturas agresivas se dedicasen a la caza de esas bonitas bestias por unas pieles o por razones territoriales, el silencio en el cerro solo se veía interrumpido por el viento y los pasos de la centinela sobre la fría nieve, hasta que un lamento  lo desgarró del todo, provenía de una de esas cuevas. La kaldorei fue rauda hacia el origen del ruido, encontrándose con el foco, tras unas piedras apareció una cría de sable, blanca como la nieve, a su lado solo había un reguero de sangre, la cría no tenía ninguna herida, seguramente se salvó porque no la llegaron a percibir los fúrbolgs, o eso pensaba Delania. 

Cogió a la cría en brazos para salir de allí, pero antes de abandonar la cueva otro lamento hizo detenerse y dar media vuelta, en la misma cueva había otra cría, esta de tono grisáceo, enternecida por las crías decidió llevarse ambas. El viaje no fue sencillo, al volver a la aldea tenía el y brazos llenos de arañazos de las dos peleonas crías, al no saber qué hacer con ellas,decidió cuidar una en común con su hermana, la grisácea a la que llamarían Ventisca. La otra se la entregó a su amiga druida, la que sabía cuidar de los animales, confiando la vida del pequeño felino en ella.