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Lorea

[Frente norte] Servicios a la comunidad

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OFF ROL: Bueno, bueno. ✨¡La seño Eudora organiza cositas!✨. Después de organizar un eventillo para buscar ovejas, se me ha ocurrido que sería interesante organizar eventos pequeños de vez en cuando, si es que hay gente suficiente. Mi idea es que sean misiones de un día o dos como mucho, de dificultad baja/media. Algo para promover movimiento entre los chuchos y reforzar el ambiente entre tramas más largas o eventos más duros. A medida que se vayan produciendo los iré listando en este mismo tema.


 

 

SERVICIOS A LA COMUNIDAD

"Todos somos uno en la Luz. En nuestros actos está el poder de llenar de Luz el universo"

La hermana Eudora quiere ayudar al prójimo, pero también demostrar que los huargen son tan buenos vecinos como cualquier gilneano de bien. Por eso, se ofrece para echar una mano en aquellas pequeñas tareas que, por falta de tiempo o de manos, nadie está haciendo. Cada vez que encuentra algo que hacer, organiza un pequeño grupo de voluntarios para realizar estos servicios a la comunidad.

 

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Ovejas Perdidas I. La pérdida de un granjero

Eudora fue hasta el puesto de intendencia, todavía con la ropa sudada y las botas llenas de barro. El sargento lo miró fugazmente, con una mezcla de desgana y desprecio. Eudora forzó una sonrisa, tan amable como pudo articular, y entregó el informe. El sargento lo colocó sobre la pila de informes que ya tenía para revisar de esa semana y la despachó con un gesto de la mano.


Registro de Misión. Búsqueda de las ovejas de Phileas Crondogh.

Región: Foresta de Colchester.

Informe redactado por Cormac Pontosedal.

Respondiendo a la llamada de un granjero, el señor Phileas Crondogh, fuimos a buscar unas ovejas perdidas. Salimos del campamento en torno a las 21:00. Primeros nos dirigimos al cercado destrozado. IX, el cazador más experimentado, rastreó a las ovejas utilizando un jirón de lana sucia. El rastro era claro, y nos llevó a través del bosque hacia el noreste. El rastro se mezcló con el de otros animales y con un olor a sangre putrefacta. Decidimos seguir un poco más, y nos encontramos con Alanna, en su propia misión para recolectar hierbas y flores. Se unió a nosotros en la búsqueda. Cuidando nuestros pasos y en silencio avanzamos hacia el norte hasta que un olor apestoso llenó el ambiente. Nos detuvimos, alerta. A los pocos minutos, IX, que estaba varios metros por delante de nosotros, escuchó unos sonidos extraños: era como si dos personas estuviesen vomitando y entrechocando los dientes mientras intentaban hablar. Por el olor, eran renegados. No podíamos continuar sin cruzarnos con ellos. Entonces los ruidos cesaron y volvió el silencio. Debatimos que hacer: continuar o huir. Nos faltaba información, en cualquier caso. Vincent invocó a su elemental, Shadow, para explorar el terreno en busca de enemigos. Luego escaló un árbol para otear el terreno frente a ellos. Volvió a los pocos minutos con lo que había visto: A unos cien metros los arbustos de abrían para dejar paso a un claro. Allí había un círculo con su interior completamente oscurecido, humeante. Por la forma, la pila de restos en su interior debían ser huesos. En las lindes del claro parecía estar un renegado. El graznido de Shadow sonó solo una vez, pero Vincent sospechaba que el otro al que había oído IX seguramente seguía escondido en algún lugar. Por lo que había visto, y el ambiente pesado que había a su alrededor, aquello era obra de un brujo. El debate se reanudó: Volver e informar, quedarnos y luchar. El ambiente empezaba a afectar a nuestros sentidos. Había algo tóxico allí. Llegamos a la conclusión de que lo más sensato era huir. Antes de marcharnos, Eudora utilizó su conexión con la Luz para determinar la naturaleza del enemigo. Cuando ya nos íbamos, oímos el chasquido de un látigo más cerca de lo que habíamos oído a los renegados. Nos retiramos rápidamente de vuelta al campamento. Ninguno de nosotros resultó herido.

                Nuestras conclusiones son: En aquél claro había un soldado armado, y puede que un brujo. La energía de ese lugar es oscura, claramente vil. El claro frente a nosotros estaba saturado de esa energía contraria a la Luz. Es posible que ese brujo realizara un ritual oscuro con sacrificios. Es posible que estuviese acompañado de una súcubo. Por su actitud, trataban de atraernos, o de atraer a cualquiera que se acercase a ese lugar. Seguramente ese claro es una trampa para intentar matar o capturar gilneanos y sería recomendable destruirla.

Todo parece indicar que las ovejas han muerto.

 


Spoiler

Duración: 3 horas (fecha off rol, miércoles 17 de abril)

Consecuencias:

-El granjero, el señor Phileas Crondogh, ya no es granjero. Después de oír de Eudora el relato de lo ocurrido a sus ovejas (la versión censurada sin renegados) ha decidido mudarse con su familia al interior. En sus propias palabras, "cómo tendría que haber hecho desde el principio".

-La presencia de renegados acampados o de una posible trampa a menos de un día del campamento es preocupante. Es necesario eliminarlos, y pronto.

-Eudora ha sentido la energía vil por primera vez.

-Alguien tuvo pesadillas con ovejas demoníacas.

 

Habilidades:

Alanna (@Zora). Sigilo. Advertir/notar.

Cormac (@Mimbrari). Advertir/notar.

Master (@Lorea) como Eudora. Reprender esencia. Purificar agua. Advertir/notar. Detectar entes malvados.

IX (@. Rastrear. Advertir/notar.

Shadow (@Akross). Buscar. Advertir/notar.

Vincent (@Akross). Buscar. Advertir/notar. Invocar elemental menor. Trepar.

OFF ROL: Bueno, espero que os divirtiese buscar ovejitas. En principio iba a ser un eventillo de un día, pero ha quedado espacio para una continuación. Habrá una segunda parte cuando pueda ( •̀ ω•́ )

Editado por Lorea
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Ovejas Perdidas II. La vaca encontrada

Esta vez Cormac puso mucho cuidado al rellenar el informe. Fue un encuentro conflictivo y desagradable, todo el mundo tenía sus propias ideas sobre lo ocurrido. Mejor dejar claro los hechos y guardarse las ideas locas. Las cosas ya estaban bastante mal como estaban y ellos no eran gran cosa como soldados. Otros deberían hacerse cargo de toda esta locura.


Registro de Misión. Búsqueda de las ovejas de Phileas Crondogh. Seguda parte.

Región: Foresta de Colchester.

Informe redactado por Cormac Pontosedal.

Cómo los resultados de nuestra primera búsqueda no fueron concluyentes, decidimos hacer un segundo intento en la búsqueda de las ovejas. Empezamos regresando a la granja. Jeacob rastreó un olor sospechoso que se perdía hacia el este. Tras varias horas de camino, nos condujo hasta una vaca. El animal estaba tranquilo, pero su olor era extrañísimo: Estaba impregnado de olor sangre, cenizas y restos de magia vil. Sopesamos las posibilidades de que estuviese maldita o infectada de algún modo. Después de varias pruebas concluimos que solo estaba sucia. Dejamos a la vaca atada a un árbol y verificamos el lugar de que provenía, por si hubiese más vacas perdidas. Por desgracia, lo que encontramos fue un claro en el bosque, cubierto de un manto de sombras, una magia oscura que alteraba el paso de la luz. El aire era pesado y apestoso, respirarlo daba nauseas. Pasados los arbustos que lo rodeaban, había una hoguera donde solo quedaban huesos y cenizas, y una tienda de campaña. Nos encontrábamos en el mismo lugar de la otra vez. Podemos confirmar que no era un círculo mágico, sino una hoguera con restos de cadáveres. También encontramos pelo huargen, huesos limpios y rotos y restos de algún compuesto de color verde oscuro. Alanna estaba investigando la tienda cuando, Cypriano confiado por el silencio y la calma, arengó a los huargen en voz alta a volver al campamento. Por desgracia, eso llamó la atención de su enemigo. Un renegado hizo acto de presencia en el claro a través de las tinieblas. Era diferente a los otros, un mago oscuro. En cuanto lo vimos, nos retiramos. Cypriano se calló de bruces al intentar huir, sufriendo algunas heridas menores, pero como se puede comprobar, está en el campamento sano y salvo.

No pudimos traer la vaca al campamento.


Spoiler

Duración: 3 horas (Fecha off rol, jueves 18 de abril)

Consecuencias

— Eudora tuvo un ataque de lumbago después del sobreesfuerzo físico, que la acompañó durante tres días. -1 reflejos, -1 atletismo.

Aumento de agresividad, acentuado en forma huargen. (Tuvo sus efectos en el evento: Salvando al patrullador Scott)

— Cormac quedó aterrorizado por la idea de que brujos renegados atacaran el campamento. Está buscando magos entre la milicia y el pueblo de Wadelwich que puedan ayudarle a reforzar nuestras defensas. (Contribuyó a desencadenar el evento Recolección de minerales)

— Un grupo de las mesnadas, mejor entrenados y mejor preparados, fue enviado al claro. La tienda había desaparecido. Encontraron un rastro que se internaba en el bosque y luego se dividía el dos. Siguiendo al sureste terminaron cayendo en una emboscada, cuatro soldados salieron heridos, uno de ellos gravemente envenenado. Nadie volvió a informar del rastro del sur.

 

Participantes & habilidades

Alanna (@Zora) . Unión con la naturaleza. Advertir/notar. Sigilo. Rastrear. Atletismo.

Cormac (@Mimbrari). Advertir/notar. Sigilo. Rastrear. Detectar magia. Fauna. Buscar. Atletismo.

Cypriano. Advertir/notar. Sigilo. Rastrear. Buscar. Atletismo.

Master (@Lorea) como Eudora. Advertir/notar. Detectar entes malvados. Sigilo. Rastrear. Atletismo.

Jeacob (@Maw). Rastear. Advertir/notar. Sigilo.

Bravos (@Focus). Advertir/notar. Sigilo. Buscar. Atletismo.

 

OFF ROL: Se me había pasado actualizar este hilo, ahí queda el registro de nuestras idas de olla. ¿Qué clase de fama estamos cultivando? XDDD Pobre vaca...

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Demonio interior

Los días en Gilneas siempre han sido húmedos y nublados. Incluso en verano. Con el tiempo aprendes a vivir con los calcetines mojados y el viento que traspasa hasta los huesos. Con el tiempo necesario para conseguir una casa de muros anchos con chimenea. Pero estaban en un campamento del frente norte, embarrados hasta los tobillos, sentados sobre cajas de madera y alrededor de hogueras que apenas alcanzaban a mantenerles calientes. Eso no era lo peor. La hermana Eudora era una sacerdotisa de los caminos, había tenido que soportar cosas como esa muchas veces. No durante tanto tiempo, no sin la promesa de una cama al final del camino, cierto. Pero le pesaban más otros obstáculos: Las misiones de riesgo desmedido, una comunidad de marcados que precipitaba a la brutalidad, las enfermedades menores y mayores producto del hacinamiento y las malas prácticas sanitarias cotidianas (¡Cepíllense los dientes!), la violencia y el desprecio constante de casi todos los soldados y civiles, y ahora la espera. La larga, tortuosa y desesperante, espera. Llevaban días sin poder hacer nada útil. No había misiones, y habían limitado sus interacciones cotidianas sin motivo aparente. Cuántos más días pasaban, peor reaccionaban los más sensibles de la comunidad: los violentos, los desesperados, los enfermos, los... La hermana dejó de contar cuando se dio cuenta de que todos podían entrar en alguna categoría desafortunada. Incluso ella. ¡Bendita Luz! ¡No podían seguir ahí sentados! Tenían que hacer algo bueno. Algo que les elevase el ánimo y les mantuviese en el propósito. Así que se puso en pie y empezó a reclutar a quienes quisieron seguirla revisar el campamento y el pueblo: algo bueno podrían hacer.

             El ambiente era hostil. Se podía sentir el aire chisporrotear cuando algún soldado se cruzaba con el grupo de marcados, o con los milicianos, o con los artesanos, o con otros soldados. La hermana se hacía una idea de lo que estaba pasando, por las misiones que habían llevado a cabo, los rumores y las confesiones que había escuchado como parte de sus deberes. En realidad, no era información privilegiada. Nadie informa a los marcados porque, citando al soldado Figgins, "son monstruos atados solo por brebajes alquímicos y el miedo a la muerte". Quizás por eso, con todo el mundo tan tenso, nadie quería su ayuda aquella tarde. Después de revisar todo el campamento, bajaron al pueblo, a la vieja Villa topo. Aunque ya no quedaba mucho de su antigua monotonía, la guerra había traído una nueva y mugrosa monotonía: tabernas, talleres improvisados de alquimia, granjas reconvertidas en criaderos y almacenes, casas reconvertidas en forjas, barracones, posadas y lupanares. Por no hablar del riquísimo mercado negro, o más bien gris, si tenemos en cuenta la permisividad de las mesnadas. La hermana podía entender a su comunidad: ante el horror del mundo y el horror que crecía en ellos, acudían al alcohol y las pócimas para soportar su deber. Lo entendía, pero no podía estar de acuerdo con el abuso que presenciaba, ni con sus desastrosas consecuencias. Era una huida hacia delante con destino a un abismo.

            Tras más de una hora deambulando por las calles embarradas, les llegó el sonido amortiguado de una música chirriante. Y más cerca, el sonido amortiguado de golpes y unos quejidos que cómo marcados conocían bien. El sonido les llevaba hacia la izquierda, girando la esquina. Avanzaron despacio, atentos y temerosos. El chocar del metal y algunos comentarios de mal gusto precedieron a cuatro soldados de las mesnadas, que avanzaban calle arriba. Los marcados bajaron la vista, tratando de pasar desapercibidos. Un par de palabras destacaban sobre la verborrea de la soldadesca: "basura", "chucho". Los cuatro entraron en una casa de puertas amplias, decorada con farolillos rojos. En cuanto la puerta se cerró, Jacob echó a correr calle abajo. Uno metros más lejos, un callejón sombrío se abría entre dos edificios. Allí, a la sombra de una pila de cajas, había un huargen embarrado. Estaba acurrucado sobre sí mismo, con la ropa hecha jirones, un brazo retorcido en una postura antinatural y el hocico atado con un cinturón. Compartieron una mezcla de alivio, horror, rabia y asco. Se acercaron, despacio. Parecía consciente, sin fuerzas para levantarse. Jacob le desató el hocico, Cormac logró tranquilizarlo para que recuperase su forma. Tomaron con cuidado al marcado, apaleado y casi desnudo, y lo cargaron hasta los límites del pueblo. Allí Ekaterina puso los huesos en su sitio y entablillo su brazo. Cormac cedió su cantimplora para limpiar las heridas más graves, pero el herido también necesitaba beber. El mago, en un brote de valentía, se marchó a buscar el pozo. Tardaría un buen rato en volver. Mientras tanto, Chasse puso en marcha toda su capacidad mental para animar al marcado y tratar de entender qué estaba pasando. Lo primero ocurrió mucho antes que lo segundo. El marcado estaba claramente aterrorizado. Le preocupaban las represalias que los soldados pudiesen tomar con sus salvadores si les descubrían, e insistía en marcharse lo antes posible. La hermana estaba evitando que el herido se pusiese en pie cuando Cormac regresó con más agua. Suficiente para rehidratarlo y bendecir una parte. Después de tomar unos tragos, recobró la calma. La insistencia del grupo y sus esfuerzos fueron suficientes para hacerlo hablar. Estaban a punto de escuchar su historia cuando IX apareció. Según comentó, había estado meando por ahí cuando los olió y se acercó a ver en que andaban metidos. En cuanto oyó "marcado herido" y "soldados" en una misma frase, su humor se nubló. Convirtió la charla de apoyo emocional en un violento interrogatorio. El marcado herido decía llamarse Ebrón, pero rápidamente fue rebautizado por IX como "Cabrón". La protesta de Ebrón fue recibida como una provocación, que llevó a un intercambio de insultos. Cormac y Eudora se interpusieron para evitar que IX le diera otra paliza a Ebrón, y el herido se arrastró de vuelta al campamento, ignorando a todo el mundo.

             Pero IX no es de los que se calman fácilmente. Eudora le regaño por su actitud violenta y desconsiderada, y IX la regañó por ser una hipócrita malvada que se esconde detrás de su espalda en los combates de verdad e insultó la utilidad de "le liz". A lo que Eudora respondió recordándole que el éxito de su última incursión en la hondonada fue por su resolución no violenta de los conflictos. La respuesta de IX fue darle una patada tan fuerte a una caja que la hizo pedazos, y proclamar la necesidad de endurecer el carácter y el cuerpo para sobrevivir en tiempos de guerra, algo contra lo que la hermana también tenía argumentos. La discusión se mantuvo unos minutos, hasta que IX se interrumpió maldiciendo a gritos porque tenía hambre. Todos le siguieron hacia el campamento: discutir y preocuparse son dos de las cosas que más abren el apetito.

             Aquella noche la hermana cenó pronto y se refugió en la capilla. Tenía mucho sobre lo que pensar. Hoy nadie escribiría un informe, porque a nadie le importaba lo que había pasado. Porque si un mando supiese que alguien se transformó, incluso si no pudo evitarlo a causa del dolor y no hizo daño a nadie, lo ejecutarían. ¿Por qué esos soldados le dieron una paliza? ¿Pensarían en las consecuencias? ¿Se sentirían culpables, aunque solo fuese un poco? Ni siquiera aquí, ni siquiera enfrentando un mal tan grande como los renegados, encontramos las fuerzas para confiar los unos en los otros, como hermanos que somos, todos hijos de Gilneas. No, no podía dejar que el horror la llevase al equivoco. No todos los soldados eran así, había conocido a buenas personas en el campamento, a soldados, milicianos, civiles, voluntarios y sacerdotes que habían tratado bien a los marcados. El mal no entiende de castas, no eran malvados por ser soldados, quizás ni siquiera eran malvados del todo. Solo personas asustadas, dominadas por el miedo, que tratan de someter aquello que les aterroriza para que no pueda hacerles daño. Pero se equivocan. Tenemos que demostrarles que se equivocan. Pero, ¿cómo?

 

Spoiler

Duración: 2 horas (Fecha off rol, martes 11 de junio)

Consecuencias

— Chasse demostró una empatía ejemplar y una delicadeza justa para tratar a las personas que están heridas de mente y espíritu. ¿Cómo pudo pasar? Los enemigos de mis amigos son los amigos de los amigos de mis enemigos de sus enemigos, amigablemente hablando.

— La autoestima y la confianza de Cormac están a tope. ¡Eludió a esos soldados borrachos él solo! Y sí, puede que se perdiese buscando el pozo, pero supo resolverlo por si mismo con su magia, y trajo el agua que todo el mundo necesitaba. Es más, trajo agua desde el principio, algo que nadie más hizo. Y ante el enfurecido IX solo tembló un poco.

— IX se enfadó y pateó una gran variedad de cosas. De haber estado menos enfadado, se habría dado cuenta de que estaba a dos patadas de inventar un deporte.

— Su rápida reacción de preocupación y justa ira ante el sufrimiento de un compañero, la velocidad de sus actos para salvarlo, su gesto de hastiada firmeza, su aspecto a medio camino entre un vagabundo y un ermitaño. Jacob fue el héroe humilde de la tarde, con un toque edgy, pero siempre sexy zorro plateado. El yerno que toda madre querría para sus hijos. O para ella.

— Después de aquella tarde, a la hermana le temblaba hasta el alma. Su servicio a la Luz le exigía mantenerse firme y defender la virtud, pero un día de estos le iban a partir la cara. Su relación con IX se estaba volviendo más y más tensa. ¿Pero no ha sido siempre así de tensa? No. La llamó hipócrita en público y a gritos. Definitivamente va a peor. A la mañana siguiente, la hermana Eudora fue a hablar con los carpinteros del pueblo: La capilla necesita un tablón donde colocar anuncios y avisos, cosas que todo el mundo debería saber y recordar. Y después hizo una discreta visita al aprendiz de alquimia, proveedor de licor en sus ratos libres, en busca de algo digno.

— Un par de días después, con las heridas curadas y mejor humor, Ebrón y algunos amigos se pasearon por el campamento hasta dar con las caras que recordaba de aquella tarde. Se disculpó por su actitud del día anterior, presentó a sus amigos, volvió a dar las gracias y se sentó un rato a compartir anécdotas y algunas risas.

 

Participantes & habilidades

Cormac (@Mimbrari). Advertir/notar. Buscar. Mimetizar imagen.

Master (@Lorea) como Eudora. Purificar agua.

Jeacob (@Maw). Rastrear.

IX (@TitoBryan).

Chasse (@Bastián).

Ekaterina Von Zahringen (@Bullet). Sanación, Cirugía.

 

OFF ROL: Este evento fue improvisado, pero salió mejor de lo que esperaba. Fue un evento sencillo, enfocado en el desarrollo de los personajes a nivel más narrativo que de habilidades de ficha. La idea era enfrentarlos a una situación habitual descrita en el trasfondo pero que hasta ahora no habíamos visto en ningún rol, para profundizar en los personajes y en sus relaciones con el entorno.

Seguramente habéis notado que me gusta exagerar los hechos, especialmente cuando no hay mucho que poner en consecuencias, por hacer comedia. Si véis algo que no os cuadra o que creéis que se malentiende, decidlo.

Y cómo ha ido tan bien, seguramente Ebrón volverá. ✨

Editado por Lorea
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