Saltar al contenido
Gauss

[Gilneas] Líneas de sangre

Recommended Posts

LÍNEAS DE SANGRE
 

locDaoe.jpg



 

Angus ocupaba una insignificante fracción de las orillas de uno de los extensos lagos del norte de Gilneas. Su población era de las más orgullosas de la región, anclada a tradiciones y costumbres que muchos otros habían olvidado y poco gentil con los extranjeros. Y, por encima de todo, si había algo de lo que sus habitantes estaban seguros, era de que la cabaña a lo alto de la colina que dominaba los bosques circundantes lo había hecho durante más generaciones de las que muchos de ellos podrían contar.

Que la choza había sido el hogar de incontables ermitaños, curanderos y espiritistas a lo largo de los siglos no era secreto alguno, y la más famosa de todos ellos era sin duda alguna la última en haberla ocupado. La mujer, anciana y desprovista de claridad en los ojos, había sido considerada por los residentes de Angus tanto una bendición como una maldición a partes iguales. Había sabido traer fertilidad a las cosechas de los campesinos pobres en los años más fríos y a las jovenzuelas y jovenzuelas del pueblo en los más calurosos, así como había salvado de las fiebres a más de uno. Pero no todo lo hacía por la pureza de su corazón, o eso susurraban las malas lenguas del lugar; a veces, cuando las lunas estaban en conjunción o cuando los árboles se lo susurraban —al menos eso es lo que ellos aseguraban—, pedía a algo a cambio. En ocasiones se trataba de algo inocuo o sin valor, otras simplemente pedía lo primero que uno viese al regresar a casa, pero en algunas de ellas lo requerido era mucho mayor. Una res en perfecto estado de salud, una porción de las recogidas de ese mes... Para una villa que se mantenía únicamente del trabajo de su propia gente, todo esto era a veces un precio demasiado alto a pagar, y las ofrendas jamás volvían a ser vistas por sus propietarios.

Es casi con total certeza que algún patán hubiese acabado por intentar cometer alguna estupidez contra la vieja si no hubiese sido porque, apenas una década después de la Primera Guerra, la mujer dejó de responder a las plegarias y peticiones de los aldeanos. Sencillamente, un día, la puerta se cerró y no volvió a abrirse hasta varios meses después, cuando la ciega regresó acompañada de una jovencilla en su más tierna pubertad, de cabellos claros y mejillas regordetas. 

Y entonces cambió todo. Ninguno de los habitantes volvieron a posar sus ojos sobre la piel decrépita de la mujer, pero su influencia se parecía mantener constante. Todo aquello a lo que alguna vez atendió parecía estar en manos de la joven —¡una extranjera, de otro pueblo al otro lado de las montañas decían muchos, por si fuera poco!—, tan solo que de manera mucho más burda e ineficiente. La nula experiencia de la chica provocó que su camino para llenar las gigantes botas que le habían dejado fuese escabroso y no lleno de disgustos. Los aldeanos no siempre estaban contentos con los servicios, y demandaban ver a la vieja, a la que una vez muchos de ellos habían temido e incluso detestado en silencio.
Tardó muchos años en granjearse la confianza de los hombres y mujeres de Angus, y para cuando lo hizo ya habían casi olvidado a la anciana, ignorantes de que esta última había pasado todo este tiempo postrada y consumida por las fiebres y males que había tratado durante una vida entera, a apenas unos metros de donde la joven druida les había recibido vez sí y otra también.

 

Catriona había sabido desde el primer momento que la mujer acabaría por marchitarse en algún momento, y la había llegado a querer tanto como a una madre. Así que cuando, en lo que la muchacha supo que eran los últimos momentos en los que la vería, le pidió que entregara un mensaje a alguien en la otra punta de la península en vez de despedirse o mostrar algún tipo de afecto, no pudo evitar sentir una rabia juvenil que no había saboreado en muchos años. Algo parecido a la envidia, un espectro para el que la ciega jamás la había preparado y que no tenía la menor idea de cómo apaciguar.
A pesar de esto, agarró el cesto, ajustó su hoz al cinto y echó a caminar hacia el sur. En mitad de uno de los inviernos más despiadados que el Reino había conocido en generaciones.

 

 

Notas off-rol:

Spoiler

Pues con estoy doy por comenzada la trama de Catriona. Los primeros roles serán por la Ciudad de Gilneas, pero tengo planeado que se alargue bastante y acabe por otras zonas del Reino (incluso con alguna incursión al Gueto, si la situación lo requiere). Puede apuntarse quien quiera además de los personajes que ya tengo medio encaminados, y como voy a estructurarlo de forma bastante episódica podéis inscribiros sin temor a quedaros estancados con el personaje en algún sitio durante un montón de tiempo, porque soy bastante flexible con que podáis entrar y salir cuando queráis de los eventos.

Así que eso, si alguien por la Península (humano o huargen, por si acabamos yendo al Gueto) se quiere subir al carro, que me lo comente por MP, por discord o in-game y vemos cómo arreglarlo. ¡Nos vemos!

 

Editado por Gauss
  • Like 4
  • Thanks 1

Compartir este post


Enlace al mensaje

Prólogo
 

Q9SCJFc.jpg


Juraría que se había guardado los cobres en el bosillo que su madre le había cosido dentro del viejo chaquetón antes de fallecer. Aunque exiguos, habrían alimentado las bocas de Caleb y de su hermanita durante unas cuantas noches, pero no era capaz de encontrarlos ni del derecho ni del revés. Terminó convenciéndose a sí mismo de que se le habrían resbalado bajo la implacable lluvia y habrían acabado engullidos por la negrura de alguna acantarilla, o de que alguno de los dementes los había encontrado sobre los adoquines y los usaría para la Luz sabe qué.
Fuese como fuese, tampoco podía quejarse a su superior. ¡Un hombre tan rechoncho como intrasingente —habría pensado el jovencillo de cabellos azabaches, si conociese esas palabras—, con más aprecio por el vino que por sus subordinados o por los pacientes! Los cobres que había perdido eran, al fin y al cabo, poco más que un soborno, y el castigo que le esperaría por ello sería mucho peor que pasar otra noche más sin algo caliente que llevarse a la boca.

 


 

Si marco estas palabras sobre el pergamino es porque no he tenido el tiempo valor de articularlas con mi propia voz; espero que me dispenses por esto, como lo has hecho en el pasado por tantas otras cosas.
Tras tantos inviernos segura de que las verdades con las que había contado toda mi existencia eran indiscutibles, dejar esto por manifiesto aquí se me antoja bastante engorroso. Pero todo en esta vida debe llegar a su fin para dar paso a lo nuevo, aunque esto no implique su desaparición. Cuando los cuerpos se extinguen no se desvanecen, pues pasan a formar parte de la tierra de la que vinieron. De este mismo modo deberían comportarse las mentes y las ideas que albergan. Las tradiciones que con tanto ahínco defendemos y seguimos no pueden guiar ciegamente el destino, pero pueden ser algo sobre lo que construir. Con un poco de suerte y buena voluntad, pueden ser el punto de partida de un futuro mejor para una tierra que lleva demasiadas décadas sumida en el caos, la miseria y la desgracia.
Digo esto porque espero que te ayude, no solo a saber cómo llevar el resto de tus días, sino a entender lo que leerás en las próximas líneas...

 

La anciana había aprendido los secretos que guardan el papel y la tinta años antes de perder la vista, en una Gilneas muy diferente a la que se asomaba al Mare Magnum en la actualidad. Su ceguera le impedía hacer muchas cosas, pero imprimir sus pensamientos sobre el papel no era una de ellas, aunque estaba lejos de poder ser la escriba de algún señor. Las palabras que la ciega había trazado sobrecogida por las fiebres y los sudores eran apenas inteligibles y las líneas se apilaban torpemente en diferentes ángulos y en ocasiones hasta se cruzaban entre ellas, lo que dificultaba enormemente su lectura. La muchacha que la había acompañado durante ya un par de décadas había insistido en escribirla ella, pero se mantuvo firme en su negativa. Eran unas palabras que debían salir de sus propias manos y Catriona no tenía permitido verlas.
 

Off-rol:

Spoiler

PRIMERA SESIÓN (1-2 horas):
@Gauss (máster) como Catriona - n/a
@Beretta como Baal - Supervivencia
@Galas como Ludoveca - Callejeo, sigilo, robar bolsillos

SEGUNDA SESIÓN (4 horas):
@Gauss (máster) como Catriona - Advertir/notar
@Beretta como Baal - Advertir/notar, reflejos
@Galas como Ludoveca - Callejeo, advertir/notar, robar bolsillos, buscar


 

Editado por Gauss
  • Like 2
  • Thanks 1

Compartir este post


Enlace al mensaje

Capítulo primero
 

Hxf2lgz.jpg


Si la Muralla de Cringris había amparado al Reino de los invasores extranjeros durante unas cuantas décadas, las inmensas puertas fortificadas de Villaorcas habían resultado ser suficiente fuerza disuasoria para los titanes de las montañas a lo largo de los siglos. Estaban encajadas en una de las gargantas que quebraban por la mitad las cordilleras al oeste de la Península, por lo que el acceso que enlazaba al poblado marítimo con el sur peninsular tan solo era del todo seguro una vez al año, pasados los deshielos, cuando los gigantes migraban de vuelta a las cumbres. Esto había sido a la vez bendición y condena para sus habitantes, que fueron esquivando muchas de las guerras y plagas que habían asolado Gilneas en su historia gracias a lo inaccesible de su posición.

Es por esto que, de todos los adjetivos que se le podrían haber atribuído a la reacción de Lord Kordick cuando las noticias de la ocupación extranjera alcanzaron sus oídos, sorprendente sería de los últimos. Un país entero se extendía de por medio entre sus tierras y aquellas que los leones habían tomado, así que tomar las medidas y precauciones que los señores sureños se habían visto obligados a adoptar se le antojaba más un gasto de tiempo y oro que otra cosa. 

Y habría tenido razón, si no hubiese sido por la tormenta. El temporal, como todos los fenónemos naturales, no tuvo preferencia por un bando o por otro. Al provocar el naufragio de los hombres del Capitán, había condenado a los de Lord Kordick a la derrota. Pilllados desprevenidos, doblados en número y con un liderazgo más que frágil, los gilneanos no tardaron en tirar sus espadas al suelo y rendirse ante la invasión extranjera. Aquellos que fueron testigos de lo sucedido aseguran que al Lord y a su familia los pasaron por el cuchillo poco después de tomar sus tierras, aunque muchos juran haberles visto escapar bajo el manto de la noche. Apenas unas horas antes de que los milicianos fuesen hacinados en un corral como gorrinos.
 


 

No eras más que una cría cuando te hallé entre esas rocas. Fría, desnutrida, sedienta y nadando a las orillas de la Muerte. Una cáscara de un ser humano, por la que nadie habría apostado que sobreviviera. Y sin embargo lo hiciste. Y escuchaste todo lo que tenía que decir, y aprendiste todo lo que tenía que enseñar, y ayudaste en todo lo que podías ayudar. Invierno tras invierno.
Ahora, cuando partas al sur, a la capital de aquellos que son nuestros hermanos pero desconocidos al mismo tiempo, no serás mucho más. Me has dicho lo poco que te gusta que te llame niña, pero las cosas no difieren de lo que son por mucho que nos empeñemos en llamarlas de otra forma. Cuando cruces esa puerta para aventurarte por los bosques y las montañas, serás una chiquilla. Una un poco más sabia, fuerte y lozana que cuando te encontré, pero una al fin y al cabo.
Y cuando vuelvas, ya no lo serás.


Off-rol:

Spoiler

Primera sesión (3 horas):

@Beretta como Baal - Supervivencia, advertir/notar, buscar, escalar, atletismo, comunicación natural
@Murdoch como Aiden - Supervivencia, advertir/notar, buscar, escalar, atletismo

@Gauss (máster) como Catriona - Supervivencia, advertir/notar, buscar, escalar, atletismo

Segunda sesión (8 horas):

@Galas como Ludoveca - Rastrear, llamada natural, supervivencia, advertir/notar, buscar, atletismo, defensa, escalar

 

Consecuencias:

Spoiler

- Llegasteis al poblado de Villaorcas enteros, tras cruzar gran parte de los bosques que separan la capital de la costa occidental de Gilneas. En el camino habéis sido testigos de la destrucción que los gigantes de las montañas pueden causar, aunque por fortuna aun no habéis sido su víctima.
- La villa, protegida por enormes portones encajados en un desfiladero, ha resultado estar tomada por el ejército imperial. Su navío naufragó en una tormenta y se separó del resto de la flota, yendo a parar en las quebradas costas del oeste de la Península.
- Os han dejado entrar y prometido una audiencia con el Capitán, el cabecilla del destacamento imperial, pues el paso hacia las montañas ha sido cerrado por los forasteros hasta nueva orden y tan solo se puede atravesar con su permiso expreso.
- (Ludoveca) En tu camino encontraste a un grupo de canallas con el mismo destino que tú, y uno de ellos intento abrirte el pescuezo en vano. Decidiste no devolvérselo, y a la mañana siguiente partiste, dejándolos atrás. Su destino te es desconocido.

 

Editado por Gauss
  • Like 4

Compartir este post


Enlace al mensaje

Capítulo segundo
 

5uHHmL1.jpg

 

Ian el Bardo. Ian el Seductor. Ian el Poeta. Desde que marchó de la hacienda familiar, haría poco más de una década, al melenudo le habían apodado muchas cosas. Ninguna de ellas, por supuesto, remotamente vinculada a las faenas físicas a las que los campesinos y los siervos se veían relegados a cumplir día sí y día también. Ian jamás pensó que tendría que llenarse las uñas de porquería o trastabillar entre las paredes renegridas de una galería minera con tal de salvar el pellejo. Al fin y al cabo, el único uso que le había dado a sus hidalgas manos, libres de callosidades y cicatrices, era el de obstruir los orificios tallados en Lucía —realizó este chiste demasiadas veces a lo largo de los años, alardeando de haber nombrado a su preciada flauta de pico por una de sus amantes en la primavera de su vida— con el fin de producir melodías con las que engatusar a muchachas y muchachos por igual. Nunca se acercó a imaginar que tal regalo que la Luz había tenido a bien de otorgarle quedaría desperdiciado de tal manera.

Para el trovador, el despuntar del alba no había sido muy distinto al caer de la noche anterior. Llevaba más horas de las que se pueden contar con dos manos vagando entre las tinieblas de la mina, con un estómago tan vacío como podía estarlo y las plantas de los pies abrasando como si estuviera pisoteando carbones. Las piernas de los dos muchachos que entraron con él habían cedido hace unos cuantos centenares de pasos, víctimas de un físico más frágil que el suyo, bien mantenido por las propinas de mesoneros y parroquianos agradecidos por las escasas —y extrañas— gotitas de felicidad que sus melodías conseguían escanciar en sus vidas. 

Ahora estaba solo, tanto como lo había estado únicamente en sus pesadillas, sumergido en un silencio abismal y cavernoso, solamente interrumpido por sus pisadas erráticas y el goteo de las estalactitas suspendidas del techo. La vocecilla encerrada en su mollera, que cada vez susurraba de forma más y más apagada, no conseguía apenas recordar cómo había acabado allí dentro. ¿Buscaba a alguien, a algo? ¿Acaso lo supo alguna vez? ¿Eran reales todas esas memorias, de antes de la Oscuridad? ¿O había pasado toda su vida encerrado en aquellas galerías, soñando con cómo era el mundo allí afuera? No podía ser; un mundo tan lleno de colores, de belleza y de vida, no podía haber nacido de la imaginación de alguien atrapado en uno de sombras y terrores. Quizá si cerraba los ojos, ya acurrucado contra una de las frías paredes del pasadizo, y se esforzaba lo suficiente, podría regresar a ese otro mundo del que la ya casi inexistente voz en sus adentros hablaba. Así que lo hizo, y volvió a ver a su Madre.

 


 

Sé que has partido con más preguntas que respuestas, y temo que estas líneas no vayan a ayudar en darte las que buscas. ¿Pero qué somos, al fin y al cabo, más que los interrogantes que nos ponemos y dedicamos nuestras existencias a resolver? Sé que esperas que, al llegar a tu destino, una infinidad de piezas caigan en su lugar, como si de algún gran rompecabezas que los Dioses han dispuesto para nosotros se tratara. Esperarás entender por qué eres quien eres o por qué haces lo que haces, o incluso guardarás una pizca de curiosidad por una vieja ciega como yo.

También sé que aquí no habrá nada de eso, pero quiero que entiendas que nada de esto ha sido en vano. Te he pedido que hagas esto no para que encuentres respuestas, si no para que aprendas a buscarlas.

Off-rol:

Spoiler

Evento de cinco sesiones (15 horas en total, aproximadamente), en el que casi todas las siguientes habilidades han sido usadas de forma más o menos frecuente:

@Beretta como Baal - Adv/notar
@Murdoch como Aiden - Adv/notar, atletismo, sigilo, escalar, callejeo, trampas/cerraduras, daga, ballesta ligera, reflejos
@Galas como Ludoveca - Adv/notar, sigilo, atletismo, buscar, escalar, callejeo, cuchillo
@Gauss (máster) como Catriona - Adv/notar, atletismo, sigilo, escalar, callejeo

Consecuencias:

Spoiler

- Abandonasteis la villa como prófugos, con Aiden llevándose por delante la vida de dos de los invasores imperiales. Vuestra rehén ha quedado en libertad, con un futuro para ella y su compañero casi tan incierto como el vuestro.
- Ian, el bardo con el que compartisteis chanzas, bailes y baladas aquella dichosa noche ha quedado atrás. Tal vez podríais haber jugado un mayor rol en su destino si hubierais decidido quedaros y cumplir con la propuesta del Capitán, pero al fin y al cabo la guerra es la que es. Aquellos que no pudieron ser salvados serán, sin duda alguna, recordados como lo mejor de las personas que fueron.
- Continuáis vuestra odisea por las montañas, seguramente con la esperanza de que de aquí en adelante las cosas vayan mejor. Cosa que parece improbable, pues las tierras del Norte han quedado plagadas por el bandidaje, la desconfianza y la muerte a causa de la Guerra.

 

Editado por Gauss
  • Like 5

Compartir este post


Enlace al mensaje

Join the conversation

You can post now and register later. If you have an account, sign in now to post with your account.

Guest
Responder en este tema...

×   Pasted as rich text.   Paste as plain text instead

  Only 75 emoji are allowed.

×   Your link has been automatically embedded.   Display as a link instead

×   Your previous content has been restored.   Clear editor

×   You cannot paste images directly. Upload or insert images from URL.


×
×
  • Crear Nuevo...