[Historia] Draethis Silverpath

[Izuriel 195]

• Nombre del Personaje
  Draethis Silverpath
• Raza
  Sin'dorei
• Sexo
  Hombre
• Edad
  100
• Altura
  1.80
• Peso
  75 kg
• Lugar de Nacimiento
  Lunargenta
• Ocupación
  Brujo demonólogo
• Descripción Física

  Un elfo esbelto y musculado, de cabello moreno y lacio. su piel es pálida pues realmente pasa mas tiempo encerrado que en el exterior. Sus ojos demuestran un fulgor verde mas intenso de lo habitual en su raza debido a su contacto tan cercano con la energía vil. Usualmente viste togas de colores azules aunque las cambiará por su armadura laminada si ha de entrar en liza

   

• Descripción Psíquica

   

• Historia

  Nací en lo que algunos dirian que es una casa pequeña, la realidad es que al estar adosada a la biblioteca el edificio real era mayor de lo que parecía. Desde pequeño la cantidad de libros tan elevada que tenía al alcance hizo que desarrollara un interes por todo aquel conocimiento que se encontraba a la espera de ser leido.
  los primeros años de mi infancia leía ocio sobre todo. Novelas y teatro eran de mi agrado pero si bien este arte me gustaba mucho acabé decantandome por las ciencias, la alquimia concretamente, pues que cosas tan mundanas como meras hiervas y jugos pudieran aportar tales beneficios o daños a la salud me fascinaba.

  Cuando llegué a la pubertad mis estudios y los deseos de mi padre me llevaron a estudiar tambien la historia de nuestro pueblo pues deseaban que me especializara en historia para ayudarles en su biblioteca y suplir las carencias de mis padres, pues cada uno estaba especializado en cosas diferentes.
  Los años fueron pasando entre páginas y páginas, libros, estanterías... hasta que Arthas llegó a las puertas de Lunargenta. mi familia y yo mismo fuimos evacuados de la capital, supongo que esa fué nuestra suerte.
  Tanta destrucción no hizo más que crear en mi la determinación de luchar contra ese mal, y para luchar contra el había que conocerlo, no obstante el miedo a desatar algo similar por segunda vez hizo que desviase mis planes y estudiara otro antiguo azote que al parecer no había hecho sufrir tanto a los mios: La magia vil.
  Recopilé tanta información como pude, tipos de demonios, sus energías, como moldearlas, y almacené todo ese saber en una antigua torre al sur del fondeadero Vela del Sol, cercano a la recién reconstruida Aldea Brisapura.
  Me uní a la milicia de la aldea pues los no-muertos aun se encontraban por gran parte del territorio, además que elló me ayudaría para las futuras batallas que pretendía librar. 

  En aquella torre pude conjurar y hacer las pruebas que necesitaba para poco a poco ir dominando la magia vil. Mi intención era lograr un ejercito de demonios que usar contra los no-muertos y traer la venganza que merecían muchos de los amigos que perdí durante el asalto.
  El ataque de los Sangrevil y el rapto de M'uru, unido a la batalla por Quel'Danas inició una caza de brujas volviendo incluso mas tajantes las leyes contra el uso de magia vil y demoníaca, la excusa de interés académico ya no era válida, lo que me obligó a huir aún mas al sur, a las Tierras Fantasma.
  Allí me asenté en la Aguja Brisaveloz. La zona me permitió no solo pasar inadvertido a los ojos de los elfos durante años, sino tambien a poner en practica mis habilidades marciales tanto con la magia vil como con las armas.
  Cuando supe de la pleitesía que mi raza rendía a aquellos que se hacían llamar renegados entré en cólera ¿Cómo, en qué momento se les ocurrió hacer un pacto con los mismos que arrasaron nuestro reino?¿Cómo osaron convertir a la grandiosa Quel'Thalas en un mero estado satélite? no eran dignos de gobernar, ahora tenía otro objetivo mas para mi futuro ejercito demoníaco.
  Cuanto mas se acercaban a Muerthogar mas cerca estaban de mi persona hasta que finalmente me encontraron. No podía vencerlos a todos. Humillado y herido conseguí escapar de milagro. Mas tarde escuché rumores de un tal nigromante que arrasó Villa Oscura. Un nigromante no era la mejor compañía, pero sin duda no podía seguir solo, por lo que me dirigí a Bosque del Ocaso con la esperanza de encontrar un lugar estable donde proseguir con mis planes.