Saltar al contenido
Conéctate para seguir esto  
Bastián

Auric Plumargenta: Forestal

Recommended Posts

Auric Plumargenta

  • Nombre: Auric Plumargenta
  • Raza: Quel'dorei
  • Sexo: Hombre
  • Altura: 1,73m
  • Lugar de Nacimiento: Quel'danil
  • Ocupación: Forestal
  • Historia completa

Descripción física:

Elfo de baja estatura, rasgo de su corta edad al igual que la longitud de sus orejas, que va a contraste de su complexión medianamente entrenada desde muy niño y la seriedad que refleja su mirada, coronada por finas cejas que le dan esta expresión, de ojos azul celeste que tienen un suave fulgor como es propio de su gente, su cabello lo lleva corto aunque despeinado, casi siempre con un mechón rubio entre ceja y ceja. La piel de su cuerpo es clara, aunque con cicatrices menores por sus combates en Tierras del Interior.

Descripción psíquica:

Es una persona que destaca por su poca cerradez y una constante de impulsividad, que va acompañando su edad. Idealista, es inflexible con sus propios errores pero comprensivo con los de los demás. Sabe aceptar las enseñanzas de los demás, sobre todo si estos son elfos, con una preferencia por los forestales. Prefiere un contacto tímido y cauteloso con sus semejantes, aunque con unos principios intrincados que hacen de él una persona altruista que no dudará en tender su mano a un desconocido. Bajo esta escurridiza fachada se encuentra un elfo fanfarrón, humilde y gracioso, que solo sale a la luz del sol cuando se rompen las líneas de su desconfianza e incomodidad, normalmente con su círculo de amistad.

 

Editado por Bastián
  • Like 3

Compartir este post


Enlace al mensaje

Historia

Sus botas de cuero se hundían en la hierba húmeda de los árboles no demasiado lejos de los jardines traseros a los salones de su casa. Un Auric de tan solo veinte y dos años estaba atreviéndose a cruzar los límites entre lo conocido y desconocido del bosque, protegido con un simple chalequito de algodón confeccionado por su cariñosa madre y unas babuchas obsequiadas por su considerada tía, cuyo cuero comenzaba a mostrar el desgaste, ahora sucias por el lodo que salpicaba a cada torpe paso que daba el elfo a través del bosque. Los pinos y el viento lo atraían desde que tenía memoria mas su familia no le tenía permitido aventurarse, sabía que de su padre enterarse acarrearía un severo castigo que contribuyera a la tediosa fabricación de flechas o una tarea igual de fastidiosa que ayudara a templar la mente del muchacho, pero no podía evitarlo, la sangre de un forestal corría por sus venas enardeciendo su impulsivo espíritu cada vez que veía a elfos ir y devenir de las afueras de Quel’danil, los fieros defensores del pueblo que con el tiempo se habían ganado su completa admiración, deseaba convertirse en uno de ellos pese a que su edad resultaba una desventaja. Recorrió el sendero que ya conocía, uno elaborado por sus continuos pasos a través de unos arbustos cuya baja estatura y delgada complexión le permitían atravesar con facilidad, evitando espinas y raíces cuidadosamente, hasta llegar a su refugio, a poca altura del suelo en el boquete de un árbol unas mantas hacían de puertas y la corteza de cama, pero esta vez no estaba ahí porque deseara desahogarse tras haber discutido con un familiar o por estar jugando a las escondidas con Datharie, su prima de mayor edad, si no que avanzó hacia donde no lo había hecho antes por miedo a las duras palabras de su padre que lo amenazaban con los peligros de criaturas salvajes que le darían una horrible muerte, pero ya no creía en sus cuentos de hadas, no había visto a un trol antes y a juzgar por el increíble desempeño de los forestales, no eran mejores depredadores que un zorro, aunque no deseaba encontrarse con uno por el temor permanecía incluso bajo la impulsividad, no detuvo su avance más allá de los bosque seguros.

Por sobre su hombro pudo observar la puntiaguda buhardilla de la Aguja Plumarenta, su hogar, que era habitado por risas y fiestas la mayoría del tiempo, incluso su hermano mayor, Aerys, que tanto se había alejado de los grandes salones para pasar horas enteras dentro del bosque, solía llegar antes del anochecer para cenar todos en familia, sentados alrededor de una larga mesa de madera oscura y servidos con alimentos tan ligeros y humildes que no se podían comparar a la excentricidad de Lunargenta. Auric estaba preguntándose qué es lo que iban a cenar esta noche, sí es que no lo reprendían con una noche sin cena por su furtiva excursión, cuando el bosque como si por arte de magia se tratara, comenzó a cambiar. Los pinos crecían tan cerca unos de otros que la luz del sol no entraba por sus ramas, el irregular terreno de tierra se entremezclaba con escarpadas raíces y frondosas zarzas, que fácil lastimaban su ropa con las maliciosas ramas espinosas que deseaba sortear, le hicieron replantearse una o dos veces lo bueno de esta expedición, pero no se dejaría intimidar por un par de huecos en su chalequito que su madre, tan comprensiva ella, remediaría sin pedir demasiadas explicaciones. Rodeado en la oscuridad del bosque de pinos y habiendo perdido la visión de su casona, Auric arrastraba los pies al avanzar lentamente, no por cansancio si no por temor, los ruidos de las aves habían dejado de oírse hasta hace unos pasos pero no se había dado cuenta hasta que tuvo frente a él numerosos árboles que parecían torcerse de formas sinuosas y amenazantes, creando sombras y siluetas que hacían encoger el elfo que no podía hacer más que aferrarse a sus chaleco, mirando a la copa de estos árboles para comprobar que todas las sombras no fueran más que producto de su ingenuidad, pero desafortunadamente, una no lo fue.

Torcía una sonrisa malévola y sus ojos rojos brillantes por la escaza luz observan al caramelo Quel’dorei con el que se había topado. Auric pudo como la sombra poseía unos fuertes brazos y la piel verde, venosa, cubierta por una sucia capa de lo que parecía ser musgo, poseía orejas peludas y tanto en pies como en manos no tenía más de dos o tres dedos, pero no fue su repulsivo cuerpo lo que impactó al elfo que antes veía a los trols como poco más que duendes caníbales, si no sus grotescos colmillos que partían sus labios y sus ojos inyectados en sangre que brillaban a la altura de la escaza luz de la zona, como lo haría un felino. Sintió como el aire le apretaba el pecho y sus talones se hundían en la tierra como si sus babuchas se hubieran transmutado en metal, empapó sus pantalones inconsciente del miedo que le causaba al mirar hacia el trol que había decidido descender de un brutal salto, empuñando dos hachas serradas que estaban pendientes en su taparrabos de piel anaranjada como la de los linces, se acercaba lento para disfrutar el miedo en la piel del elfo mientras murmuraba una canción de cuna en un idioma que sonaba salvaje y contra natura. Cuando estaba a unos escasos diez centímetros, un contorno entre los árboles se hizo evidente para Auric, que al percibirla dio un respingo cayéndose hacia atrás y golpeándose los codos, solo para ver como el trol se le echaba encima. La silueta élfica descendió antes de que la horrible bestia acabara con la vida del joven elfo, con un salto acrobático hendió dos hojas curvas en los talones del trol con un movimiento tanto certero como veloz, a continuación su acción no fue otra que alejar violentamente al niño elfo para a continuación finiquitar a la bestia con una muerte limpia, aunque no lo deseara, alertado por el ruido de una cantidad ingente de salvajes que se acercaban a Quel’danil cerca de la residencia Plumargenta, el forestal tomó la mano de Auric para ponerlo a salvo y correr a gran velocidad por el bosque. No lo sabían, pero el éxodo del Quel’dorei estaba a punto de iniciar.

Editado por Bastián
  • Like 4

Compartir este post


Enlace al mensaje
Editado por Bastián
  • Like 1

Compartir este post


Enlace al mensaje

Join the conversation

You can post now and register later. If you have an account, sign in now to post with your account.

Guest
Responder en este tema...

×   Pasted as rich text.   Paste as plain text instead

  Only 75 emoji are allowed.

×   Your link has been automatically embedded.   Display as a link instead

×   Your previous content has been restored.   Clear editor

×   You cannot paste images directly. Upload or insert images from URL.

Conéctate para seguir esto  

×
×
  • Crear Nuevo...