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Axl

[Valle de Alterac] Batidores

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Había sido duro, el camino fue inclemente y agotador, pero finalmente habían llegado a su destino.

Bodvar había estado teniendo sueños con las nevadas montañas de Alterac desde que su viaje había empezado. Pero lo último que deseaba era admirar el panorama, no, su negocio moría y él tenía que salvarlo. Costase lo que costase. Los materiales se acabaron como él lo había predicho y se negaba rotundamente a cederle ni una sola moneda a los estirados humanos. ¡Le arruinarían antes de siquiera cumplir el primer año! No, no podía permitirlo. Necesitaba un modo de alimentar sus forjas con materiales, y había descubierto el indicado... tal vez.

El clan Picotormenta era conocido por sus grandiosas habilidades para la excavación de minas, se dice que tanta ha sido su afición por esa profesión que cada enano de Dun Baldar nace con una pizca de mortero en las venas. Además de que, como cualquier otro clan, tenía sus problemas. Bodvar tenía intenciones de ayudar a los Picotormenta y comerciar con ellos, quien sabe, al fin y al cabo ellos compartían región con los despreciables orcos Lobo Gélido, y la posibilidad de volver a llevarse consigo unas cabezas de pielverde solo era un bonus para las intenciones del enano. Sea como fuere, hallaría un lugar en ese clan y obtendría el suficiente renombre como para hacer un buen trato comercial con ellos y volver a su negocio tranquilamente. ¡Era el plan perfecto!

Desde que empezó a marchar en Elwynn los enanos Ivar y el joven Okri le empezaron a seguir, aunque el guerrero Drakkigson fuese un personaje apartado y receloso, siempre había preferido viajar acompañado en algo como esto, y más si eran dos miembros de su propia herrería. Atravesaron las tierras gélidas de Dun Morogh e hicieron pocas paradas en Loch Modan, para empezar a viajar a remo por los inundados Humedales. Si algo caracterizaba a la partida de enanos era su perseverancia, pues nunca se detenían. Apenas le dedicaban unas pocas horas al sueño antes de reanudar la marcha y eso en parte fue lo que aceleró su viaje. Eventualmente reclutarían a Ofülg, un veterano guerrero del clan Yunquemar y antiguo conocido de Bodvar, quien se unió irremediablamente a la partida apenas descubiertas las intenciones del enano. Se quedaron unos días en la fortaleza del clan Colina de Hierro, Dun Garok, donde se pertrecharon y resolvieron unas pocas disputas para el clan. Muchas cosas ocurrieron durante su estadía en la colina de los Colina de Hierro, Ivar y Ofülg tenían que afrontar el hecho de compartir sitio en esta aventura, pues ambos enanos eran distintas caras de una misma moneda que poco más deseaban algo que no fuese arrancarse la cabeza el uno al otro. Por otra parte, Okri iba puliendo sus habilidades a su vez que iba aprendiendo más del mundo. Fascinado por los sitios a los que le había llevado esta aventura y deseoso de continuar el viaje, el espíritu aventurero que latía en el interior del enano más de una vez lograba animar a los enanos en sus penurias. Mientras que Bodvar, invadido por sueños e intrigas, cada vez se volvía más distante y reservado, perdiéndose en sus pensamientos durante largos periodos de tiempo y no hablando con nadie más que consigo mismo.

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Hierro de Sangre

Con el espíritu avivado y las alforjas llenas, los enanos reanudaron su cruzada al norte. Con un mapa que revelaba las zonas más seguras para transitar a través de las montañas y a una distancia peligrosamente cercana a las tierras de nadie norteñas, lograron atravesar el complejo de picos y riscos que hacen de Alterac una región tan peligrosa para los desprevenidos. Solo gracias a los hacedores fue que lograron evitar acabar en la cueva de un ogro furioso o en el corazón del coto de caza de una trulla de bandidos.

Pero todas las adversidades se hicieron a un lado cuando los enanos lograron observar las primeras columnas de humo que se alzaban en el cielo, y los tejados de sólida roca de donde aparecían. Estaban por fin en los dominios del clan Picotormenta, tras todo lo que el grupo había tenido que pasar, finalmente lo lograron. Pronto llegarían a su destino. Siguieron marchando pero el clima y el cansancio hizo una mella profunda en los extenuados cuerpos de los enanos, quienes hallaron refugio en una granja apartada en las colinas perteneciente a Modi Mascarrocas y su familia. Gracias a su hospitalidad los enanos pudieron finalmente hallar descanso en una cama cómoda y pasar el tiempo en una habitación caliente. Un lujo que había sido privado de ellos desde hacía muchas noches.

Bodvar, no obstante, seguía teniendo sueños con esta antigua fortaleza. Y más de una vez se encontraba observando a las estrellas, somnoliento. Dun Baldar estaba cerca. Su juramento pronto estaría a salvo del incumplimiento. Aunque muy en el fondo, sus ansias de gloria y batallas empezaban a palpitar cada vez con más fuerza en su corazón. Deseoso estaba de los desafíos que le ofrecían estas tierras salvajes.


Participantes:

Ivar @Titobryan [Defensa - Reflejos - Hachuelas (CC) - Advertir/Notar - Tradición/Historia]

Bodvar @Axl [Defensa - Reflejos - Martillo mano (CC) - Advertir/Notar - Tradición/Historia - Comercio]

Ofülg @Archibald [Defensa - Reflejos - Hacha de guerra (CC) - Sanación/Hierbas - Tradición/Historia]

Okri @Grol [Defensa - Reflejos - Hacha de mano (CC) - Tradición/Historia - Comercio]

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Dun Baldar, Joya del Norte. La fortaleza del clan Pico Tormenta es una que se dice rivaliza con la magnificencia de la mismísima Forjaz o Grim Batol en sus buenos tiempos. Los Pico Tormenta son el clan de enanos de las montañas más poderoso por detrás de los Barbabronce, siendo la población de enanos más al norte de los Reinos del Este. 

Desde siempre han comerciado con los reinos humanos que les rodeaban, pues en sus minas en las profundidades de las cordilleras de Alterac salen cantidades ingentes de hierro de la mejor calidad, así como cuentan entre sus recursos con algunos de los depósitos de Mithril más grandes del mundo. Pero esto cambió tras la tercera guerra. Los Picotormenta fueron los primeros enanos en acudir en ayuda de Lordaeron cuando la Plaga atacó, y fueron también de los clanes enanos que más tropas aportaron en la desastrosa batalla del Lago Lordamere. 

Viendose rodeados de enemigos, tanto orcos, trols de hielo, orcos, bandidos de lo que antaño era su reino aliado de Alterac, y no-muertos, es cierto que los PicoTormenta ya no son el pueblo abierto que era, y no están tan abiertos a la hora de recibir extranjeros o acudir en ayuda de otros. Pero son un clan orgulloso e independiente, que honra sus deudas, y en Dun Baldar siempre hay labores que hacer para aquellos que deseen ganarse el favor de este clan ancestral.

 

 

Misión: ¡Trol, hay un trol en las mazmorras!
Dificultad: 2/5
Descripción: La mina de Um-Beor no es la más grande ni la más próspera de las montañas de Alterac. Pero es una mina honrada, como todas, y los Picotormenta que allí trabajan lo dan todo con lo que tienen. Pero es una mina alejada de Dun Baldar, y la comunicación es dificultosa, tanto en invierno por las nevadas que obstruyen los pasos montañosos, como en verano cuando la nieve se derrite y los riesgos de alud se disparan, así como los caminos montañosos se embarran convirtiéndose en trampas mortales. Pese a esto, hace unas semanas llegó una misiva, donde hablaban de que al parecer una familia de trols de hielo se había colado en sus mismas por alguna apertura cavernaria que desconocían. Intentaron expulsarlos con sus herramientas y antorchas, pero tras que el patriarca trol, una corpulenti bestia de piel azulada dejase noqueado al capataz golpeándole con su propio martillo, los mineros enanos han preferido pedir ayuda de gente más capacitada.

Misión: Reliaquia Familiar
Dificultad: 3/5
Descripción: Muriel Granito es una enana veterana, que ha visto y ha vivido mucho. Veterana de más batallas de las que puede contar, por desgracia, su cuerpo ya no responde como ella querría. Es por esto que se ha visto obligada, con gran pesar, en buscar ayuda para una tarea que no dejará inconclusa antes de morir, pues el Earl de su familia se lo ha encomendado. Durante la segunda guerra, su padre falleció luchando contra la horda orca en los pasos montañosos que hay entre Trabalomas y Alterac, para ralentizar el avance de la Horda Orca. Su cuerpo nunca fue recuperado, pero tras décadas de rastrear, Muriel ha reducido la ubicación del lugar donde falleció su padre a un pequeño acantilado a unos cinco días de viaje de Dun Baldar. Aun que es consciente de que el cuerpo de su padre, probablemente, ya no esté ahí, lo que realmente busca es una reliquia que este portaba y que ha sido parte de su familia durante generaciones.

Misión: Estudio de las Bestias de la Nieve.
Dificultad: 4/5
Descripción:  Bufor y Pumbo son dos hermanos gemelos, cuya pasión siempre ha resultado algo extraña para el resto de su familia. Con la venía de su Earl, tras años de insistencia, viajaron a Forjaz para unirse a la Liga de Exploradores, y regresaron hace una década a Dun Baldar tras haber completado sus estudios con el fin de aportar a su clan. Su actual empresa se trata en investigar a los Wendigos de las montañas: Quieren saber exactamente las minucias de sus sistemas jerárquicos, entender como tratan a sus muertos, si los devoran como bestias caníbales o tienen algún tipo de capacidad de sentir empatía. En general, quieren estudiar hasta donde llega la consciencia humanoide de los Wendigos, o si solo son animales bípedos. Y para ello necesitan ayuda, que les está costando encontrar, pues a pocos enanos les apetece perder el tiempo de semejante manera. Como sea, Bufor y Pumbo no pierden la esperanza.

Misión: Cenizas de una madre y esposa.
Dificultad: 5/5
Descripción: Marneus Krathes y su hijo de apenas 20 años (11 humanos) Khullen Atraus se preparan para un viaje. La esposa de Marneus, y madre de Khullen, ha fallecido hace apenas unas semanas, y estos siguiendo sus deseos la han quemado. Ahora , se disponen a ascender hasta el pico más alto de Alterac, para esparcir sus cenizas y que esta pueda vivir en la tierra que la vio nacer por siempre, haciéndose uno con ella. Pese a que Marneus, un enano adusto de espesa barba y sin un pelo en la cabeza, deseaba hacer el ascenso en solitario con su hijo, como una prueba de pasaje para el chico, su Earl se lo ha prohibido, pues sería un suicidio. Ha puesto la condición de que consigan acompañantes para que el viaje pase de suicidio seguro a que sea "simplemente", muy peligroso. Con reluctancia, Marneus ha aceptado la autoridad de su Earl.

 
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¡Trol, hay un trol en las mazmorras!

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I. Preparativos

La ciudad de Dun Baldar albergaba tantas riquezas como problemas, eso fue una certeza para Bodvar desde que el enano y su grupo arribaron finalmente en la fortaleza enana. Contaba con cientos de edificaciones repletas de enanos que se ocupaban de sus asuntos y atendían sus negocios. Pero ninguno era tan grande como el de la minería. Ahí en los dominios del clan Picotormenta los enanos eran reconocidos por su destreza para las excavaciones y el hecho de que no abandonaban uno de sus puestos mineros hasta que la ultima veta de mineral haya sido extraída del suelo rocoso. Lo que generaba colosales excavaciones mineras no en tamaño si no en profundidad que escarbaban hasta las profundidades de la tierra en búsqueda de todo lo que pueda resultar brillante.

La mina de Um-beor era solo otra de estas excavaciones, que contenía al menos un centenar de mineros trabajando en sus corredores de roca y madera. En uno de los puntos más alejados del territorio Picotormenta y cercana al famoso Paso del Hacha. Desconocida totalmente para Bodvar y sus allegados, hasta que finalmente la oportunidad se les presentó. Un anuncio entre los muchos que se hallaban colocados en el centro de Dun Baldar avisaba que requerían enanos capacitados para arreglar un "asunto de plagas" en las minas. Pronto descubrirían los detalles de este mensaje.

 

II. El Skaar

Bodvar e Ivar esperaban en una de las muchas postas de la ciudad nevada. Algo característico de Alterac era que a pesar de la fecha, siempre iba a hacer el mismo frío. Por lo que era mejor que un viajero se apresurase en hallar refugio antes de que el sol se ocultase a menos que deseara ir a hacerle una visita a sus ancestros por el frío que era capaz de provocar resfriados a un yeti. El empleador con el que habían contactado podría llegar en cualquier momento y los enanos estaban entusiasmados por su primer trabajo de verdad, ya estaban cansados de remover la nieve y entrenar a solas en sus dependencias. Era hora de un desafío de verdad.

Durante su espera, encontraron un personaje bastante peculiar que casualmente había viajado hasta Alterac. Se trataba de Alrik Ulfrsson, un enano del clan Drakkigson que se había dedicado a errar por la tierra en búsqueda de la fortaleza perdida de Karak-Medun. El enano se mostró reacio a responder los saludos de Bodvar e Ivar, quienes se habían sorprendido por la actitud del individuo, pero finalmente accedió a entablar conversación con ellos tras descubrir que en efecto se trataba de parientes de su mismo clan. Los enanos intercambiaron cerveza e historias, y fue durante ese encuentro que Bodvar descubrió la verdadera naturaleza del Drakkigson. Se trataba de un skaar, un nombre que le daban los de su clan a los chamanes, clarividentes y hechiceros. El anciano congratuló la inteligencia del guerrero, y eso aseguró su interés para con el par.

Poco después de eso, el empleador de los peregrinos había llegado al lugar. Se trataba de Yori Barbacaliza, el intendente de Um-beor antes de el incidente. Yori le explicó a los enanos que la mina resultaba ser un criadero de trols tras el derretimiento de una de las paredes de hielo en los túneles. Los enanos al parecer no se dieron cuenta de esto hasta que ya era demasiado tarde, pues todo un asentamiento se había erigido en las profundidades cavernosas. Los enanos aceptaron sin dudar el trabajo más por la temeridad de sus espíritus que la recompensa monetaria que les había ofrecido el intendente, y tras un último intercambio de palabras saldaron el trato.

Los Drakkigson cazarían a los trols.

 

III. Matatroggs

Una larga caminata se realizó la mañana siguiente a la mina de Um-beor, tras los preparativos necesarios los enanos decidieron marchar con un barrilete de la pólvora que Bodvar obtuvo como recompensa en Dun Garok y un par de dinamitas que llevaba Ivar consigo también de la fortaleza de artilleros en Trabalomas. Uno nunca sabía cuando podían resultar útiles. El frío azotaba los rostros de los enanos mientras que el camino asaltado por la nieve se hacía más difícil de transitar a cada paso que daban. Ya se empezaba a hacer claro el por que era tan difícil enviar mensajes desde Um-beor a Dun Baldar, la lejanía del lugar y la dificultad del camino podían hacer que un solo comunicado tardase días en llegar.

Finalmente habían llegado a la entrada de la mina, escoltados por un par de valientes trabajadores de Yori quienes les prometieron esperar en la entrada de la mina. Así pues, los enanos se armaron de valor y empezaron a descender metro a metro el complejo de túneles y cuevas que la compañía minera de Yori había construido. Un sistema de rieles, carros de mina y herramientas desperdigadas indicaban que la brecha había sido reciente, y que el lugar todavía seguía bastante estable. La excavación contaba con riscos que, al mirar hacia abajo, solo daban lugar a un imponente pozo de negrura sin fondo alguno, donde las secciones de la ambiciosa excavación eran conectadas por "seguros" puentes de madera.

Los Drakkigson estaban preparados para enfrentarse a cualquier desafío, y a eliminar hasta el último de los enemigos que residían en las profundidades.

Ni un solo trol logró salir de los túneles esa velada. Ni el más tierno y joven ni el más arrugado anciano.

A la atención de Yori Barbacaliza y su compañía minera.

Envío este mensaje para dar el aviso de que su problema de trols ha sido resuelto de manera satisfactoria. Hemos dejado unos cuantos de los restos de las criaturas que hemos podido reunir en un carro de minas que nos encontramos adentro. También hemos marcado los antiguos sitios de reunión de los trol por si halláis la necesidad de investigarlos, aunque dudo que encontréis nada ahí más que cadáveres que remover.

De cualquier modo, espero poder reunirme personalmente con usted para el cumplimiento de su parte del trato en forma de pago. Usted diga el sitio y acudiré.

Espero su respuesta.
 

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Participantes:

Ivar @Titobryan [Defensa - Reflejos - Rifle de chispa - Advertir/Notar - Nadar]

Bodvar @Axl [Defensa - Reflejos - Martillo mano (CC) - Advertir/Notar - Tradición/Historia - Comercio]

Alrik @Sauce Blanco [Tradición/Historia]

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