Armand Lynch

[Thala 682]

 

Ficha realizada por la maravillosa @Psique

 

Editado April 20, 2018 por Thala

[Thala 682]

Descripciones

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Descripción física

Armand es un joven fornido debido a su trabajo como ayudante en la herrería desde los 14 como el entrenamiento que comenzó al despertarse de su golpe en la cabeza. Tiene el pelo de un color rubio apagado, heredado directamente de su madre, lo lleva mas largo de lo que debería, en esa etapa donde no es lo suficientemente corto como para resultar cómodo ni demasiado largo para poder hacerse una coleta cómodamente, sin embargo al ser un pelo liso y fino, no suele ser un gran problema ni una molestia mayor que unos cuantos mechones en la cara cuando menos los necesita.

Sus rasgos son algo suaves para tratarse de un hombre, de nariz y orejas escuetas y unos ojos azules, que dependiendo como incida la luz sobre ellos parecen adoptar tonalidades verdes, y la mandivula algo prominente. Su barba parece resistirse a crecer como debería, crece de manera esporádica por sus pómulos, siendo más prominente y solo pudiendo convertirse en una barba de verdad en la barbilla, por lo que suele llevar una perilla larga, tratando de aparentar mas edad de la que realmente tiene.

 

Descripción psíquica

Armand es alguien que ha olvidado todo su pasado, no tiene recuerdos de su vida antes de los 16, antes de despertarse en aquella camilla, sin embargo siente que ha desperdiciado su vida anterior, y no quiere hacerlo con esta nueva oportunidad que se le ha ofrecido. Ambicioso, inteligente, aunque no tanto como el se piensa, vive con la falsa sensación de que con la suficiente fe y esfuerzo no hay nada que no pueda conseguir, y su mas anhelante deseo es demostrarse a si mismo que de verdad tiene un lugar importante en el mundo.

Historia

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• Nombre: Armand Lynch
• Raza: Humano
• Sexo: Hombre
• Edad: 18
• Altura: 1.80
• Peso: 79
• Lugar de Nacimiento: Lordaeron
• Ocupación: Ayudante de herrero/Aprendiz de paladin

 

El Despertar

 

Poco a poco empezó a escuchar sonidos, no eran más que una amalgama de ruidos confusos y difusos.. una especie de murmullo que iba subiendo en intensidad paulatinamente… conforme pasaban los segundos los sonidos cobraban mayor nitidez.. y a la vez que la nitidez se hacía presente, también lo hizo el dolor, un dolor punzante y desgarrador en el cráneo, se sentía aturdido, confuso, mareado y muy débil.

 

Estaba tumbado en una cama, con la cabeza vendada casi por completo, una enfermería, llena de camas con otros heridos postrados en ellas, médicos y enfermeras iban y venían, le daban a los pacientes medicinas, mejunjes y pócimas de todo tipo, y el rumor de las conversaciones de los trabajadores se entremezclaban con los quejicosos lamentos y sollozos que reinaban el lugar.. Los había que solo tenían unas pocas heridas y cortes poco profundos.. otros sin embargo no habían corrido la misma suerte, y allí donde otrora hubiese un miembro ahora solo quedaba un vacío, un muñón y el dolor fantasma del recuerdo de ese brazo que seguramente hace unos días seguía en su sitio.

 

Trató de incorporarse torpemente, pero las fuerzas le fallaban, ni si quiera era capaz de soportar su propio peso, tenía hambre.. sed y muchas preguntas.

 

-Se ha despertado! *Una enfermera ya avanzaba en edad se le acercó en cuanto vió como el joven trataba de incorporarse, lucía una especie de bata, arrugada y sucia, llevaba el pelo recogido en una coleta mal hecha que dejaba escapar mechones enteros de su pelo, y su expresión mostraba un cansancio de varios días sin dormir como era debido* Como se encuentra?

 

El joven se quedó varios segundos en silencio, mirando a su alrededor y a la mujer que se encontraba delante de él.

 

-Qu..Qué hago aquí…? *Hablar le resultaba extraño, sentía la garganta seca y entumecida, y se llevó una mano al foco de aquel dolor que tenía en la cabeza* Que..me ha pasado? *Apenas un murmullo débil emergia de su garganta, forzando a la mujer a acercarse más a él para poder escucharlo*

 

-Emm..veamos..*La mujer comenzó a ojear unos papeles que llevaba en las manos, rebuscando una hoja en concreto* Aquí está… Según parece te encontraron sangrando y desmayado cerca de las murallas.. Algo te golpeó con fuerza en la cabeza, tienes suerte de estar vivo joven.. Pero al menos lo hemos conseguido. *Una sutil sonrisa asomó en el cansado rostro de la mujer, a pesar de lo deprimente de la sala, había motivos para estar contentos*

 

-Con..seguir.. el que? * Cuanto más tiempo se mantenía despierto más preguntas le acosaban la mente, Como se llamaba? Como había acabado al lado de las murallas? Quién era..? Qué hacía allí?* Yo..no recuerdo nada.. *Dejó caer sus manos encima de sus piernas sobre las sábanas y las observó con gesto abatido.. como si aquel gesto pudiera ofrecerle alguna respuesta a todas las preguntas que le aquejaban*

 

La mujer se acercó más aún y le observó las pupilas

 

-Lo siento.. puede que el golpe en la cabeza te haya hecho olvidar.. Es posible que pronto comiences a recordar todo de nuevo pero…*Tragó saliva mientras un nudo aparecía en su garganta* pero también es posible que jamás recuperes tus recuerdos.. es imposible saberlo..

 

 

El puzzle

Cuando salió de allí comenzó un tortuoso proceso en el que trató de recordar y encontrar su vida pasada, y sin lugar a dudas lo más difícil fueron los primeros días, no sabía donde ir, si tenía amigos..familia, una casa, un trabajo, una pareja, su nombre...en definitiva, un hogar, una vida.

 

Quisiera la coincidencia de que se topase con alguien que le conocía, un hombre fornido, de unos treinta muchos años, con una barba canosa y maltrecha y la cabeza completamente rapada, el cual le ayudó a echar luz sobre esa oscuridad que reinaba en su vida. Su nombre era Sand von Ruttenberg y hasta conocía donde vivía, había estado trabajando un par de años como ayudante en su herrería, se encargaba de mantener la forja encendida, del fuelle, de llevar pedidos a clientes, de mantener la zona de la tienda limpia y todo trabajos de un cariz similar.

 

Su casa resultó ser poco más que cuatro paredes juntas con un techo encima, era pequeña, humilde y tenía lo necesario para vivir, pero pocos o ningún lujo, lo que sí tenía, eran respuestas, muchas respuestas, en forma de cartas antiguas que mantenía guardadas y una vieja espada bastarda que guardaba debajo de su cama.

 

 

El Pasado

 

Leyó, y releyó una y otra vez esas cartas.. algunas iban dirigidas a él, otras a una mujer llamada Silvia que al parecer era su madre, la mayoría de ellas estaban escritas por un tal Bremmer, y solían llegar desde Mano de Tyr. Al parecer su padre, Bremmer, había sido miembro de la cruzada escarlata, y hacía años que no lo habían visto, y allí, lejos de su hogar y su familia fue donde murió, defendiendo un carro de suministros de un ataque de los no muertos, y les fue enviada una carta con el pesame por parte de la cruzada, las funestas noticias y su arma, pues ese era el deseo de su difunto padre.

 

Su madre había fallecido hace cerca de un año.. no podía estar seguro de porque, aunque él supuso que fue culpa de algún tipo de enfermedad, aunque es posible que jamás pueda conocer la verdad.. Después de todo, estaba solo, varias misivas eran de otras personas.. nombres que no le decían nada, puede que fueran amigos.. o no fuera más que conocidos siendo educados ante su pérdida.

 

Trás todo aquello tomó una decisión.. No tenía ni idea de quien había sido antes.. de qué era lo que quería, sus sueños, sus ilusiones.. Pero ahora, la idea de ser un ayudante de herrero y conformarse con seguir vivo le resultaba.. insulsa… Había ayudado en las guerras contra los Gnols.. o eso parecía, y había salido vivo cuando lo más probable es que debería haber muerto fuera de aquellas murallas, si seguía vivo era por gracia de la Luz.. después de todo, la Luz es lo único que le quedaba, a lo único que podía encomendar su vida si aspiraba a hacer.. algo, a devolver el favor que le habían prestado al mantenerle con vida..

 

Y fue así como durante los dos siguientes años, usó la gran parte de su tiempo libre tras el trabajo en volver  aprender las sagradas escrituras de la luz, a aprender el manejo de la espada.. a intentar convertirse en un guerrero. No fue facil ni rapido, su limitado tiempo ralentizaba mucho su aprendizaje, y aunque no le costó encontrar en la Abadía un lugar donde aprender sobre la Luz, encontrar a alguien dispuesto a enseñarle a usar esa espada que era el único recuerdo y vínculo que tenía de su pasado fue.. complicado, y más que un instructor pasó por las manos de diversos guerreros, guardias y todo tipo de gente ducha en el uso de armas que se prestaban a enseñarle de vez en cuando, quién sabe si por aburrimiento o por la falsa sensación de poder de ser un maestro.

 

Como fuere.. ha llegado el momento, se siente listo para cambiar su rumbo de vida, en usar la oportunidad que la Luz le brindó en su momento, y aun así, el camino sigue siendo confuso y cubierto de bruma.. Su padre formó parte de la Cruzada Escarlata, pero no estaba seguro de compartir por entero la filosofía de la Orden..  Cruzada, Alba..Mano, puede que la propia institución de la Iglesia.. Muchas opciones.. necesitaba pensar.. tal vez buscar guía.. pero el momento de su renacimiento, había llegado.

 

Imágenes y Atuendos

 

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Editado April 25, 2018 por Thala

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Editado May 23, 2018 por Thala